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Abrimos la puerta enorme de madera oscura que da paso a la sala de mis padres, no voy a negar que la casa es envidiable, se encuentra rodeada de zonas verdes y muchas más casas con características semejantes a esta, son amplias y con un concepto abierto tan acogedor que lo único que les falta para complementar es una fogata que te enganche por completo al lugar lleno de vibras campestres y que así nunca te quieras ir.
—¡Los hemos estado esperando!—chilla mi madre llena de emoción—Estamos tan entusiasmados por las noticias chicos, pasen por favor
—Hola señora Elena, hola señor Cristian que bueno verlos—dice mi novio mientras yo abrazo a mis padres también en forma de saludo
—Gabriela y Zack deben estar por llegar—anuncia el creador del evento al cual nos dedicaremos a hablar esta noche
A la entrada de Gabs y Zack (mis hermanos), les acompaña un sujeto alto de traje que nunca en mi vida había visto. Gabriela es la hermana mayor, una chica muy guapa, super exitosa en el ámbito laboral y para nada con una alocada fijación en chicos altamente atractivos (es sarcasmo amigos). Zack es el hermano del medio, sacó los genes de mi madre y unos ojazos cian que te arrebatan el aire, ambos trabajan con papá desde que culminaron la universidad pero no habríamos estado reunidos con tanta seriedad para un asunto de trabajo como hasta esta semana, papá no ha dicho mucho al respecto pero se le ve tan entusiasmado que aquí sentada en el pequeño sillón blanco me empiezan a picar las manos de los nervios.
Es una pequeña y extraña cosa que me ocurre cuando tengo muchos nervios.
—Por favor sigan a la mesa que se encuentra en el patio, allí hablaremos más cómodos—dice Zack con excentricidad sonando un tanto ridículo aunque en su cara se veía el esfuerzo por sonar respetable
Ya en el patio noto como mis padres se lucieron con lo que se asemejaba a una cena de lujo en su propia casa, cerca del ventanal que conecta con la sala se encontraba una mesa alargada de ocho puestos, sobre ella platos de cristal y a los lados cubiertos dorados, copas con un ligero tono rosa y la champaña en el centro de la mesa dentro de una hielera junto a un candelabro que aún no tendría sus velas encendidas.
¿Qué clase de cena más elegante es esta?, ¿y a que se deben tantos preparativos?... Los nervios empiezan a aumentar y a este paso me comerán viva
<<Debes dejar de ser tan ansiosa Cabezota>>, Sí.
—Es muy grato que estemos reunidos esta noche para un anuncio tan importante— dice mi madre mientras tomamos nuestros asientos—estamos muy emocionados por mostrarle los resultados del producto señor...
—Allen—emite el sujeto con una voz oscura y de manera seca aunque no repugnante
—Espero que nos permitas un minuto, antes de mostrarte el veredicto me encantaría que Grace le de el visto bueno como ya te había comentado— mi padre agarra la champaña y la destapa
Empieza a servirnos a todos mientras le hace una mueca a Zack para que traiga su laptop, Allen solo asiente con la cabeza. Mis hermanos se acercan y me muestran lo que sería una amplia red de aplicaciones de negocios, todas basadas en el mismo concepto pero para diferentes aspectos empresariales, un impresionante universo tan detallado y bien hecho que era sumamente de ensueño saber que mi familia era la creadora de dicha locura. De ver esto Mark Zuckerberg estaría loco por comprarlo, rio internamente.
Creo que tal vez la emoción fue evidente en mi rostro pues noté al tal Allen observándome de reojo con el ceño fruncido en forma de duda, por otro lado Lucas me sonreía dulcemente, el amaba verme involucrada con los aspectos familiares y todo el rollo. Con un poco de nervios pero completamente segura del éxito que esto proporcionaría le asentí a papá para que continuara con el discurso, no quise decir ni una palabra porque me inquietaba un poco el hombre de traje y su expresión seria aunque repito para nada similar a una de desagrado, mi padre muy alegre continuó.
—Oficialmente es un placer anunciarles entonces que estamos en el negocio, infórmale a tus jefes que deseamos lo antes posible reunirnos para conversar al respecto—agrega con una sonrisa
—Los Walker haremos pronto un fructífero trato con Empresas Miller de ser lo más sensato—levanta la copa Zack
—Un brindis por el camino que se abre—esboza una sonrisita Gabs y me mira mientras guiña su ojo, yo sin entender su gesto aún también me levanto y alargo mi brazo acercando mi copa a la de ellos
Con el paso de unos segundos los cristales hacían *chin, chin* por doquier y todos decíamos salud, bebimos de la champaña helada que estaba muy agradable, conversamos un rato más sobre el mismo tema y otros detalles pero paramos cuando Allen ve que mi madre se levanta junto a Lucas quien se ofreció ayudarle a servir la cena, porque nuestro invitado hizo una seña intentando decirnos algo.
—Discúlpenme pero no puedo quedarme mucho más aquí, permítanme hacer una llamada antes de irme y darles una fecha
—Adelante—mi hermana le extiende su mano al hombre de traje cual caballero mientras yo me tapo el rostro para evitar que sea notoria mi risa por el gesto
Mientras Allen entraba a la casa con mi madre, me quedé junto a Lucas halagando a mis hermanos y a papá por el excelente trabajo que habrían hecho, aún comiéndome la duda aproveché la situación para enterarme un poco más sobre todo esto de Los Miller y la supuesta empresa con la que haremos trato.
—Dejando de lado lo bien que lo han hecho, alguno me puede resumir ¿quién es el hombre de traje formal y a que se debe la cena elegante?
—Grace, hija estamos a nada de hacer negocios con los millonarios más sonados en Seattle
—¡¿Qué cosa?!—tapo mi boca tras el grito y Zack agita su mano frente a mi "espantando las moscas"
—¡Señor Cristian eso es impresionante! Felicidades a todos—Lucas y él se abrazan
—Hermanita, hace días que te habríamos insistido con tanta emoción porque nos llegó un e-mail de empresas Miller cuyos dueños son un chico de algunos veintitantos años y su padre; nos pedían que les contactáramos para un asunto de negocios y esperamos muy entusiasmados hasta hoy—Gabs parecía tan ilusionada y más allá de mi estado de shock me hace muy feliz verla de esa manera
Nunca habría escuchado sobre esa compañía y de los millonarios Miller contando con que vivo en Seattle desde que tengo uso de la memoria, las preguntas al respecto me invaden pero ya es algo que vendrá después de todo este alboroto por la celebración. Debo mejorar mis problemas de confianza o terminaré obsesionándome con los detalles como de costumbre, respiro hondo y me dispongo a continuar con el evento familiar.
—Señor Walker—suenan los ventanales al abrirse—Me place anunciarle que mi jefe quiere verlos en una hora en su oficina
—¿Hoy mismo en una hora?, pero claro que iremos todos
—Me alegra saberlo, se lo comunicaré pero es necesario que sepa que el señor Dalton solo recibirá a tres de ustedes en la reunión
Dalton. Dalton Miller ese es su nombre
—Por favor dile entonces a tu jefe que Grace Walker pospondrá su cita para mañana y que espero que disponga de tiempo—suelto sin pensar
Todos miran casi tan asombrados como yo por mi ocurrencia y el semblante que habré puesto pero deseo hacernos esperar un poco más como merecemos, tal vez así pueda saber más sobre Dalton y a que se dedica esa compañía.
<<Espero que no llegues a ser madre, serías una muy sobre protectora>>
Basta solo cuido a los que quiero, y bueno si si tal vez tengo un pequeñiito problema con controlar y curiosear todo a mi alrededor.
—Así será entonces, un placer hacer negocios señores—extiende su mano y se aleja por la puerta principal
Mientras todos entramos para continuar la celebración con un poco mas de champaña, Lucas por otro lado se quedó pasmado unos segundos en la puerta principal viendo hacia la calle, cuando me acerqué volteó de golpe como si no se hubiera quedado allí congelado y luego plantó un pequeño beso en mi frente; caminamos en dirección a la mesa mientras compartimos uno que otro beso tierno de más. Finalmente en complemento de la noche servimos la cena por la que estuve esperando mentalmente desde que llegamos, un rico cordon bleu de pollo.
Hoy el día amanece por el contrario de lo que fue ayer, nubes grises acaparan el cielo casi en su totalidad y el frío aumenta amenazando que para mediodía sea imposible salir gracias a la lluvia que no ha parado desde la madrugada. Inevitablemente en días así no provoca poner un pie fuera de la cama donde no tendrás una cobija gruesa cubriéndote ni reality shows que le den sentido a un viernes con más aspecto de domingo.
—La mañana exige calentarse—esboza una sonrisa malévola el chico de torso desnudo en dirección a darme un beso de buenos días
—Me agrada la idea pero de aceptar tu propuesta se me haría extremadamente tarde para un plan que tengo en unas horas
—Apenas va a ser mediodía, ¿qué te compromete un viernes a esta hora?
—Negocios y un poco de diversión para todos aunque eso más tarde—agrego mientras me levanto de la cama en dirección al baño—Te lo debo ¿ok?—le guiño el ojo y me regreso un instante por la puerta del baño—Ah y... Anoche estuviste bastante bien
—Como de costumbre
Lucas pone una mueca un tanto juguetona y me lanza una almohada mientras yo solo me rio y cierro la puerta para empezar a ducharme, que acto tan poco terapéutico un viernes helado.
Un abrigo grueso no me cubre del helado Seattle, camino con un paraguas y guantes pero no parece ser suficiente para exterminar de mi cuerpo la sensación de congelarse, ansiosa por llegar lo más rápido posible a casa de Jade.
—Tres, son las tres Grace—suspira—no te tomas el trabajo de investigación en serio
—Hay una lluvia violenta, paré por un café
—Y tras de eso no me traes, que mala mejor amiga. Bueno en fin, he buscado un poco y adivina quien trabaja para su futuro socio
—¿Quién?—pregunto intrigada, Jade suele tomarse esto como un papel de detective y presa
—Nuestro amado señor propinas, tiene sentido porque trabaja para millonarios, compra muchos cafés y adicional sus pedidos siempre son a nombre de E.M
—Empresas Miller, no lo había pensado Jade—suspiro—no sabes algo más, me gustaría ir mas preparada si estamos hablando de gente tan importante
—Solo se que el dueño es el padre de ese tal Dalton, Nicolas Miller. Todo un Magnate ese señor, no tiene esposa y disfruta de su amplia billetera junto a su hijo cuyos lujos no se preocupan por esconder—dice mientras analiza cada detalle—Ah eso de ser millonarios debe ser muy difícil
—Concuerdo, es aburrido tenerlo todo a tus pies
—Viniendo de una desempleada...
Nos carcajeamos después de eso, finalmente dejando de lado los negocios me acuesto sobre las piernas de mi amiga y hablamos un poco de aquellos días universitarios en los que todo era más sencillo y divertido, salir, festejar, estar totalmente despreocupado por todo y tal vez estudiar un poco.
—¿Cuándo vas a visitar a la señora Avalon? Me ha llamado y preguntado insistentemente por ti
—Lo sé es que han sido días pesados, no se donde tengo la cabeza con esto de la vida adulta—resoplo y froto mi cara con estrés
—Paciencia amiga, es solo el inicio—dice riéndose en forma de "apoyo emocional"—ya habrá tiempo para que vayamos a visitar a la madre de Lucas, por ahora hay que centrarnos en el joven millonario
—Tengo novio loca y ese novio es tu mejor amigo también— le doy un empujoncito y me levanto
—Es para que me lo presentes a mii... No me vendría mal un millonario como anillo
—Estás demente y un poco zorra
—¿Muchos problemas verdad? Mejor busco a alguien con una vida menos extravagante—carraspea insinuando que conteste el estúpido teléfono que no para de sonar—Esta zorra debe bañarse
—Ve entonces, saldremos más tarde a celebrar
—¿Celebrar qué Grace?
—Celebrar tu cumpleaños adelantado
Recorro el pasillo y busco mi bolso para atender la llamada, algunas veces siento que el timbre de mi móvil es más intenso e insoportable, eso es cuando no deseo contestarlo.
<<¿En contra de la tecnología?>> No, en contra de no poder tener una semana de juventud a tus veinte.
"(7) Llamadas perdidas de *Zack*"
—Dim...
—Grace se puede saber ¿dónde carajos estás?—escucho a mi hermano lo bastante furioso del otro lado de la línea
—¡Auch! ¡Mi oído!, no grites—separo un poco el teléfono de mi oreja—Casa de Jade trabajando
Miento
—Trabajando ¿en qué?...—es obvio que toda la familia sabe que no tengo trabajo
—En... ¿trabajar?—sonrío de lado con la duda en el rostro, cosa que obviamente tras la llamada no se notaría
—Sal de allí que en unos minutos te estaremos recogiendo, vamos camino a la oficina de los Miller para la reunión
—Pero si son las 4:45 apenas—suelto nerviosa—N-no estoy lista
—Te veo afuera
Nerviosa tomo mis cosas sobre la mesa, yo suelo prepararme para este tipo de eventos pero no esperé la junta fuera tan temprano, me pican las manos desesperadamente mientras guardo mi móvil y me pongo el abrigo. Me quedo de pie frente al espejo de la sala y respiro profundo, no voy tan elegante cosa que me pone los pelos de punta aún más, corro hacia la cocina, agarro un chocolate y me lo llevo.
A Jade no le hará falta, a los nervios que me devoran viva si.
Doy una última bocanada de aire antes de girar el pomo de la puerta y acomodo mi chaqueta preparada para lucir respetable, o algo parecido.
—¡Me voy ya Jadee!—grito desde la entrada sabiendo que no hay esperanzas de que en el baño se escuche. Es una cuestión más de respeto o un efecto de los nervios también
Afuera ya esperaba un auto, no sabré mucho de marcas en cuestión pero este si que tenía un aspecto muy lujoso, era negro y brillante, al subir en el todo era muy moderno y estaba tapizado de color naranja opaco, era precioso.
—Hola hermanita—me saluda Zack con un beso en la mejilla—Gabs y papá van en otro auto en dirección a la compañía
Asiento en silencio, un hombre manejaba pero hacía un tanto tensa la situación, nos dirigíamos en silencio a un lugar que estaba como a 10 minutos, rodeado de torres altas y lujosas, hombres con trajes similares a quien conducía sujetaban las puertas abiertas de autos tal vez más caros que este supongo que a la espera de los otros tipos de trajes aún más costosos, algunos con maletines en mano y otros sacudiéndose el polvo de encima mientras parecían tener una agitada conversación entre si.
Los negocios pueden llegar a ser tan sofisticados que me aburre descifrarlos con solo mirar
—Estamos por llegar a la torre Miller, allí los esperan sus otros familiares. Alguien más los dirigirá a la oficina de negocios donde se encuentra el Señor Dalton—ambos asentimos pero antes de que alguno emitiera una palabra quedamos ahogados con el aire
Pasando todos esos edificios al final de ellos habría un portón que daba paso a una torre aún más grande que las otras, parecía de cristal en su totalidad y gritaba lujo por doquier, rodeada de luces y zonas verdes al alcance de la vista, lo único realmente extraño era ver como la parte más privada no estaba repleta de sujetos con trajes si no de civiles sonrientes con sus cafés en mano, también algunos jardineros y secretarias descansando en las bancas del jardín central.
—Es aquí, ha sido un placer ser su chofer el día de hoy
—No te molestes, no es necesario tanta formalidad—sugiere mi hermano
—Gracias—digo mientras bajo con una sonrisa amable aunque incómoda
No parecía un mal hombre pero cuando decía cualquier cosa todo se tornaba ligeramente incómodo por alguna razón.
—Es un placer tenerlos en Empresas Miller. ¡Bienvenidos!—saluda amablemente la señorita de falda y blazer al tiempo en que entramos en el edificio—Si desean el recorrido completo será un gusto atenderlos después de la reunión, el señor Dalton espera arriba
Con una actitud radiante presiona el botón del ascensor que nos llevará a lo que parece ser el piso 17. Detrás de ella estábamos mis hermanos, papá y yo bajo el silencio y los nervios de que éste momento haya llegado, tanta formalidad te pone los pelos de punta. Mientras dirigía la mirada a Gabs quien me hacía señales totalmente imposibles de entender, papá por su lado esbozaba una amplia sonrisa al ver que el ascensor por fin abría; es contagioso que esté tan feliz y que a su vez se nos presente tremenda oportunidad.
—Estarás maravilloso allí adentro—lo tomo por la espalda y le susurro con cariño por si los nervios lo consumen como costumbre familiar mientras recorremos el pasillo al son de los tacones de la chica que nos guiaba
—Antes de entrar quisiera saber si desean algo de beber o comer
—Gracias estamos bien, es usted muy amable—responde Zack con una sonrisilla algo torpe
Ella se la devuelve y abre la puerta cual entrada dramática de película, yo solo tapo mi rostro disimuladamente para evitar reírme justo en este momento.
—Bienvenidos nuevamente, familia Walker— mira nuevamente a mi hermano y se aleja por el pasillo
<<¡Iugh! ¡Que incómodo fue eso!>>
Entramos en un salón medianamente grande con una alargada mesa de vidrio en el centro, luces cálidas y un tono oscuro pero elegante que complementa el piso del salón, antes de fijarme en alguna otra cosa no pude evitar quedar encantada con la vista que nos acompañaba de fondo; un ventanal enorme, de allí entraba gran parte de la luz, eso teniendo en cuenta que la vista de Seattle era aún más bonita y lujosa estando en el piso 17.
—Mucho gusto señor Walker. Dalton Miller, hijo de Nicolas Miller y su próximo socio— interrumpe mi paseo mental el sujeto alto de cabello negro azabache y ojos avellana mientras tomaba la mano de mi padre con una amplia sonrisa
—El gusto es nuestro Dalton, ellos son mis hijos y mis colaboradores de proyecto
Dalton procede a tomar unas carpetas que se encontraban sobre un estante y recuperando una expresión seria aunque no de amargura entrega dichas carpetas a mis dos hermanos mientras ellos se sientan, lee bien la última y la extiende para que la tome pero su cara se vuelve más seria y achina sus ojos ligeramente.
—Es difícil contactar con usted señorita ...
—Grace—digo sin entender a que se refería
—Tuve que aplazar una reunión extremadamente importante para atenderlos hoy solo porque ayer si no me equivoco Grace quiso cambiar la reunión por gusto propio según me informaron— dice lo suficientemente bajo como para que solo escuche yo—pero bueno ya estamos aquí, hablemos de negocios
Dice ahora si en voz alta con desinterés por lo que acababa de ocurrir mientras ponía con un golpecito su mano en mi hombro y pasaba derecho buscando el último puesto de la mesa. Zack toca mi brazo un poco extrañado y susurra —Oye Grace siéntate—, salgo del transe y levanto un poco más la cabeza para luego sentarme en el otro extremo de la mesa al igual que él.
¿Quién eres tú Dalton Miller? ¿Y quien te crees? si has venido a hacer negocios con mi familia solo bajo mis términos
Pongo la carpeta en la mesa y la abro sugiriendo que la reunión empiece de inmediato.
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