Es poco grata la idea de conseguir un trabajo a tus veintiuno, hay todo menos ofertas factibles o en las que no te veas trabajando como esclava por un triste sueldo y justo debatiendo entre ser una esclava o no es donde me encuentro yo, quisiera creer que no estudié programación en vano al menos, pero este futuro no parece alentador.

—Hola tonta ¿qué haces?—me toma desprevenida por la espalda el saludo de Lucas quien se acerca y planta un beso tibio en mi oreja—¿Pensando en esclavizarte? llevas una semana entera revisando las mismas ofertas de trabajo una y otra vez, empiezas a preocuparme Grace Walker

—¡Auch! no era necesario el pellizco de abuela—me paso la mano sobre la mejilla que ahora me hierve—No lo sé Lucas voy a enloquecer ¡lo juro! papá me presiona para que me involucre con Gabriela y Zack en el negocio familiar pero ya sabes como me aburren los negocios familiares, y juro que allá afuera no hay un trabajo digno de mis súper habilidades—exhalo con fuerza y me meto bajo la cobija para ocultar mi pena interna por no conseguir trabajo

—No te preocupes por eso ya conseguirás algo, no te presiones

Lucas se mete bajo la cobija conmigo y me da besos por toda la cara mientras yo suspiro en intento creer que tiene razón en que no hay apuros. Después de unos minutos de mimos y consuelo recibo una llamada que contesto con cansancio.

—Gab...

—No lo vas a creer Grace, papá, Zack y yo estamos dándole los toques finales al proyecto y planeamos presentarlo en dos días

—Que bueno oír eso, me entusiasma saberlo—digo sin mucha emoción

—¿Y tú? ¿conseguiste empleo?

—Basta no espero hablar de eso ahora, mejor dime para que sirvo y a que se debe tu llamada

—Que odiosa te pones los miércoles— susurra la atrevida de mi hermana mayor

<<Es mitad de semana y estoy desempleada Gabriela, es lógico estar de mal humor>>

—Papá no quiere oficializar nada sin antes tener tu opinión sobre los últimos detalles, esto le hace mucha ilusión ya sabes— lo último lo dice en voz baja supongo que para que él no la escuche aunque en el fondo lo oigo gritar— ¡Grace! te espero mañana aquí, ¡esto va a ser un éxito con tu ayudaa!

Se cuelga la llamada

Es bueno saber que al menos dos de tres programadores son exitosos junto con papá, llevan varios meses emocionados con los preparativos de un proyecto sobre apps empresariales y todo eso, yo por mi lado aunque sé desenvolverme estudié programación para no romper el legado que papá creó, y desde entonces no hay negocio que no se concrete sin mi aprobación lo cual aún me es halagador.

—No hay forma de convencer al señor Cristian de que no te involucre mucho en sus negocios ¿no?— Lucas se ríe con dulzura

—Definitivamente no, ya sabes como es—le doy un beso y me apoyo sobre mis manos alrededor de su torso—¿me acompañarás mañana y me cuidarás de ese trío de nerds locos?

—¿Tengo alguna otra opción señorita?—hace un gesto fingido de rendimiento y se tira de espalda en la cama mientras yo me rio y me acomodo en su pecho

Por la mañana sentí cuando Lucas se levantó de la cama en un intento de no despertarme y contando que son las 8:30 am si no ha llegado seguro que fue a desayunar sin mi o decidió trotar por todo Seattle.

—No hay nada interesante para desayunar—suelto un bufido después de buscar desesperadamente en la nevera

Solo hay agua, pasta de hace dos días y un pedazo de pan tieso, que deprimente vivir sola. Me doy por vencida y me dirijo a la sala desanimada por no empezar mi día comiendo un merecido croissant con un batido o algo similar, tomo mi teléfono para llamar a el señor "troto por toda la ciudad" que decidió abandonarme en una aburrida mañana de jueves pero antes veo un mensaje de mi mejor amiga Jade.

"—Salgamos hoy por la tarde, oí de un bar que recién abrió y podríamos ir"

"—Estoy aburrida en Presse, ven a trabajar por la mañana conmigo mi jefa dijo que te pagará si te quedas hasta las 12"

Jade si sabe como arreglar mi día, pongo el móvil en la mesa y me levanto del sofá más animada en dirección al baño para darme una ducha y así salir lo antes posible.

El agua estaba tan agradable como el día, soleado aunque no caluroso y el ambiente por las mañanas siempre te provoca un café o quedarte parada unos minutos bajo los rayos calentitos del sol que entran por la ventana y te hacen olvidar un poco de la brisa tremenda que corre de vez en cuando, me pongo mi jersey azul que curiosamente siempre me hace recordar cuando Jade dijo que por mi pelo rubio y el azul cielo del jersey yo parecía una nube dulce y amable, comentario que para mi no tuvo sentido en lo absoluto,

Corro rápido a la sala mientras termino de abrocharme el pantalón pensando únicamente en lo tarde que debe de ser.

—¡Ay por Dios!—chillo espantada—¡¿qué haces parado ahí en medio de la sala?!

—Traje desayuno—dice haciendo puchero—¿Tan mal voy?

—Vas perfecto tonto, pero son las—miro mi reloj—9:45 y me tengo que ir

—¿A dónde tan guapa?

—A trabajar una mañana con Jade—se ríe mientras yo le guiño el ojo

Me apresuro en tomar mi bolso y mis llaves, guardar mi teléfono e ir hacia la puerta mientras me encajo los tenis con velocidad

—Ten, llévate uno al menos—me acerca un croissant y ve como se me ilumina la mirada de inmediato

—¡Por esto te amo!—digo en un grito—Siempre sabes que quiero, eres el mejor—suelto con la boca llena y lanzándole un beso para después hacer un ademán y cerrar la puerta tras de mi mientras que Lucas solo niega con la cabeza sonriente como de costumbre

Corro por el estacionamiento buscando mi pequeño auto y me subo en el, le envío un mensaje a Lucas sobre que me avise a que hora saldrá del trabajo para salir por la tarde con Jade, luego prendo el auto y conduzco mientras escucho Viva la vida de Coldplay.

<<Qué momento más dramático>>

Al bajarme en Presse me encuentro con Jade a un lado del sitio fumando mientras el lugar estaba apunto de colapsar adentro contando con que el café no es tan grande y habían unas 25 ó 30 personas.

—¿Qué demonios haces aquí?

—Fumando—dice tranquila como si la pregunta fuera en serio

—No debatiré esto porque veo que no te interesa, pero ahora con tu permiso iré a atender a todo el dinero que está caminando por esa cafetería en busca de un bolsillo—digo en broma arrebatándole su cigarro para darle una calada y luego entrar más animada

—¡BIEN ESPÉRAME ADENTRO!—grita mientras entro y desaparezco entre la gente

Ha sido una semana bastante dura, entre los trabajos con papá, mis hermanos, conseguir trabajo y más no he tenido tiempo para detenerme a organizar mi vida, estoy avergonzada con la madre de Lucas quien me ha escrito un sin fin de veces desde el lunes para que la visitemos porque no se ha sentido muy bien pero entre una cosa y otra no he respondido sus mensajes. Lucas por otro lado es el ser más amable y paciente que conozco y sé que no ha querido hablar de ello para no apresurarme, pero también sé lo mucho que adora a su madre y lo que en el fondo no visitarla le termina incomodando a él aunque no lo exprese tanto.

Que semana más agitada, y aún no acaba.

—Una semana pesada ¿no crees?—como si me leyera el pensamiento, dice amablemente el señor de unos treinta y tantos años, de tez morena y bastante elegante con un traje para ser solo un café

—Si, bastante—respondí de igual forma amablemente—Bienvenido ¿Qué desea?

—Serían tres americanos, un latte, tres macchiatos, dos espresso y un cappuccino. Todos para llevar—mientras anotaba la orden el señor seguro notó mi cara de impresión

¿Diez cafés? para un hombre con traje a las 10:15 am, esto seguro es del presidente

—Trabajo con algunos amantes del café—dijo sonriente para solucionar mi aparente duda

Corro de inmediato a preparar si orden que me gritaba dinero, la mañana había empezado de la mejor manera, vi que Jade entraba mientras pasaba sus manos sobre el delantal para disimular las arrugas y yo mientras me recargaba sobre una de las máquinas a la espera del café que bajaba de ellas.

—Saldremos por la tarde ¿verdad?

—Acabo de llegar y ya estás preguntando para irte—respondo entre risas

—Como debes entender no soporto los horarios esclavizantes aunque tengan buena paga

Bien, tiene sentido su punto

—Si, ya le dije a Lucas que me llamara al salir del trabajo, iremos a comer y luego salimos

—Eso me da ánimos para trabajar—esboza una sonrisita y me arrebata el café de la mano mientras yo solo niego con la cabeza y me burlo de sus ojos que se achinan al hacer eso.

—¿A nombre de quién?—escucho a Jade preguntarle al sujeto de traje mientras yo empaco el pedido

—Eh no es necesario el nombre, solo pon E.M será suficiente

¿EM?

—Serían cuarenta

—Claro—le entrega el billete de cincuenta y esboza una sonrisa bastante dulce que ya parece típica de él—Quédate con el cambio, me tengo que ir ¡buen día!

Nos acaba de regalar 10 dólares porque se tenía que ir, que clase de señor extremadamente amable hace eso.

<<Tal vez vio en tu cara necesidad>>

Si, si, debo dejar de pensar en babosadas

—¿Me puedes explicar por qué no estás impresionada de que el señor nos acaba de regalar diez dólares?—pregunto aún atónita

—Es un cliente regular, trabaja para una empresa importante por lo que sé y suele dejar dinero extra cada vez que viene. Es bastante... Caritativo

Caritativo queda corto entonces, ¿EM? ¿para que empresa trabaja?

—Cuando ya no aguantes con este "horrible" trabajo avísame, estaré esperando para arrebatártelo sin piedad—dije y ambas reímos

El tiempo hasta mediodía pasó bastante rápido, completamos algunos pedidos más y fuimos recogimos a Lucas quien me había llamado para contarme sobre unas ventas que hizo por la mañana. Una mañana bastante extraña para todos, mi novio trabaja en una empresa que vende autos y casi al finalizar su jornada nos comentó que un grupo de sujetos habían ido a comprar tres carros.

—Es una locura chicas, tres mercedes clase S último modelo—se queda pensando— Eso no es nada común

Ir a comer fue un fracaso, la mayoría de lugares estaban a estallar y Jade solo quería dormir así que regresamos a mi departamento mientras que Lucas googleaba que pedir y yo evitaba ponerme de malhumor, sí, cuando tengo hambre me pongo de malhumor.

Bajamos del auto los tres con tan poca energía que cualquiera que nos viera le parecería una completa locura que estuviéramos en plenos veintes. Mi mejor amiga, una chicha guapa de tez morena y con unos ojazos color miel, arrastraba sus pies mientras prendía otro cigarro y nos ponía su mejor cara de sueño, mi novio, el más guapo y amable novio con una cabellera castaña que brillaba con el sol y una sonrisa como de película, me cargaba porque se lo pedí insistentemente, no quería caminar me dolían los pies de llevar pedidos de un lado a otro, y yo una chica de no mucha estatura, cabello rubio como el sol y ojos pequeñitos como dice el chico que me lleva en su espalda, cansada por un trabajo que ni es suyo y totalmente de malhumor porque no habríamos pedido nada hasta ahora.

Lucas debe odiarme, solo me carga, tolera mi malhumor y pide comida por mí... que horrible novia soy

—Eres como una pluma, pero más liviana

—Silencio, no me mientas de esa manera—dije con mi cabeza hundida en su hombro mientras que él pasaba su mano por mi muslo en un intento de bajar mi humor de monstruo hambriento con caricias

Y si que le funcionaba esa táctica.

Al entrar pidieron pizza, que almuerzo más exótico pero no podría quejarme con el hambre que me atacaba a plenas 2:30 pm. Mientras nosotros tomábamos nuestros pedazos de pizza Jade por su parte estaba de cabeza en el sofá en lo que parecía un transe hacía la quinta dimensión.

Como por arte de magia mientras conseguíamos comodidad en la sala suena el móvil de Lucas e irrumpe nuestro silencio que acechaba con hacernos dormir justo ahí. Después de unos segundos de meditar si era necesario atender él levanta suavemente mi cabeza que estaba sobre sus piernas mientras que yo hago un gesto triste para que se quede, el simplemente sonríe y extiende su mano para que espere allí mientras se aleja.

Abro los ojos y escucho que mueven algunas cosas en lo que parece ser la cocina

—Hey ¿qué haces?—suelto un bostezo y veo la ventana indicándome que son pasadas las 5 pm

—Despierta la bestia—sonríe "don comediante"—Jade duerme en tu cuarto y yo preparo algo para que coma antes de que tu y yo vayamos a cumplir una cita con tu padre

—Cierto... ¿Debemos ir en verdad?—Digo haciendo un puchero

¡No deseo más trabajo por hoy!

—Iremos, el fue quien me llamó y le dije que a las seis estaríamos allá, nos prepararon cena y dice que con lo que falta ya tiene un gran anuncio

—Veamos que será entonces

Me levanto, recojo mis cosas, tomo mi celular y enciendo la pantalla para darle un vistazo a las notificaciones.

<<Solicitud de seguimiento de Jeffrey EM>>

¿EM?. Tras corroborar mis sospechas al entrar a dicho perfil, Jeffrey era el señor que conocí en Presse por la mañana, que cosa más extraña ¿cómo habrá conseguido mi usuario?

—¿A que se debe la cara de horror Grace Walker?—Saluda Jade adormilada

—Nos vamos preciosa—antes de poder responder Lucas entra en la conversación y besa mi mejilla

—¿Se van?

—Lucas hizo de comer, iremos a casa de mis padres para ayudarles con los detalles del trabajo

—Uhmm...—mira a la cocina mientras piensa— Si, definitivamente yo me quedo

Nos reímos y dejamos a la intrusa comiéndose los Hot Cakes que mi novio y ahora chef hizo. Subimos al auto y tomamos la ruta rápida hacia casa de mis padres que en un aproximado está a unos 20 minutos del departamento.

Le subo el volumen a "Crush on you" de The Clash, bajo la ventana dejándome llevar un poco por el ambiente agradable que emite el hermoso paisaje muy característico esta zona, y siento rozar con mi cara la brisa fresca particular de Seattle por la noche en esta temporada del año.