Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Unus

Unus: Uno

Se veía apacible, el viento que se colaba por la ventana hacía danzar sus rubios, medianamente largos y suaves cabellos. Pasó la lengua por sus labios, cerró sus ojos y suspiró.

Pero la verdad era que Jimin se encontraba indignado.

Su ceño se frunció apenas la puerta se abrió. Abrió sus ojos y su ceño se frunció aún más al mismo tiempo que sus grises ojos chispearon en un fuerte color amarillento y sacaba sus colmillos en cada que un suave pero intimidante gruñido salía de lo más profundo de su garganta.

Se encontraba en su oficina, como cada día, con la única diferencia que ese día, en particular, el alfa estaba de muy mal humor.

Park Jimin, líder del Clan Park, un alfa temido y respetado por todos, a pesar de su linda apariencia. Y no le avergonzaba, para nada, porque aunque en el pasado le hizo pasar momentos difíciles ahora aquello no tenía mucha relevancia. Ahora él tenía poder, gracias a su esfuerzo, y quién quisiese pasarse de listo terminaba muerto por sus propias manos y posteriormente guindado frente a su castillo en un, para nada sutil, mensaje de advertencia que dejaba bien en claro quién era él y qué pasaba con todo aquel que quisiera pararse de listo; les recordaba que él tiene el poder.

Precisamente por eso, su sangre hervía en enfado, porque, ¿cómo se atrevía aquel estúpido alfa a semejante cosa? ¿Acaso no sabía a quién estaba desafiando?

—Fue tras BukGu ayer —soltó Taehyung, mirando a cualquier lado menos a su líder—. Tan solo doce horas han pasado desde su primer ataque y ha domado a un setenta por ciento de nuestros hombres, debe tratarse de un alfa fuerte. —dijo lo ultimo en un apenas audible susurro.

Gruñó nuevamente y se puso sobre sus pies, tirando al suelo la silla en la que antes estaba sentado. —¡Le daré una lección al hijo de puta! —alzó la voz, con su puño en alto y sus ojos dorados—. ¡Programa una reunión para hoy mismo, Kim Taehyung!

—Pero, señor, eso es... Es imposible —razonó el segundo al mando—. ¿Cómo podría siquiera acercarme?

—¡No me importa cómo, tú solo hazlo!

Refunfuñando, Taehyung salió de aquella oficina, tirando la puerta en el proceso y suspirando aliviado una vez estuvo fuera. Las feromonas que Park soltaba no eran ninguna broma y él, como omega, sentía sus piernas temblar en sumisión.

De camino hacia el salón de entrenamiento, su celular vibró en su bolsillo y sonrió al ver el mensaje. Jimin era un alfa obstinado y orgulloso algunas veces, uno que no daba su brazo a torcer, pero admitía sus errores y se disculpaba por ellos; así que el ver aquel mensaje de su parte, disculpándose por su comportamiento, le hizo sentir agradecido.

Con ahora una sonrisa en su rostro, Taehyung llamó a sus mejores hombres, porque si iba a meterse en semejante situación, lo mejor era ir acompañado.

—Haremos una locura esta noche —admitió sin rodeos una vez estuvo en el salón principal, acompañado de sus mejores guerreros—. Entiendo si quieren pasar de esta misión, así que no teman negarse a ella.

Taehyung, un fuerte Omega que desafió a la sociedad, siendo el segundo al mando en la manada Park. Aunque era orgulloso y se valía de su esfuerzo por llegar a donde estaba, era realista también, de no ser por Jimin él estaría justo en las calles o en algún mal matrimonio con un estúpido Alfa, siendo obligado por sus padres.

Para su suerte, ninguno se negó. El plan era simple y directo, no había mucho que hacer en ese caso. Así que el tiempo corrió rápido, cada uno vestía un chaleco táctico con sus bolsillos cargados en balas, en sus muslos pistolas y armas blancas en sus tobillos.

Taehyung lo sabía, nadie en su sano juicio dejaría que un grupo de lobos de una manada rival entrara a su territorio armado. Por esa razón, cuando les pidieron dejar sus armas atrás, no tuvo más que aceptar.

—Dilo rápido, que tengo mucho que hacer —soltó el que parecía ser Jeon Jungkook, aquel Alfa enemigo de su jefe.

Los Alfas se caracterizan por tener rasgos fuertes y marcados, mandíbulas definidas, ojos rasgados y tenebrosos, hombros anchos y fuertes brazos, por eso, al ver Jeon Jungkook, sentado con su semblante nada perturbado, su omega tembló en su interior, rogándole que huyera de ahí.

—E-eh... Bueno, yo... —boqueó Taehyung, sin saber mucho qué decir, no creyó llegar tan lejos.

—Eres un Omega —interrumpió el Alfa— ¿Cómo Park Jimin dejó que un Omega viniera hasta acá a dar la cara por él?

Taehyung frunció el ceño con molestia y el Alfa carcajeó.

—No te equivoques, no estoy invalidando su criterio ni tampoco pienso hacerte menos por tu rango, solo me sorprende y admito que me gusta su pensar. ¿Quién eres? Quiero decir, ¿cuál es tu papel en la manada?

Suspiró aliviado. —Soy la mano derecha del jefe.

El Alfa frente a él pareció satisfecho con su respuesta, sonrió y asintió con sus ojos cerrados. Pareció tan lindo que Taehyung no pudo evitar sonreír también, sintiendo sus mejillas calentarse en un fuerte sonrojo que le obligó a apartar la mirada y carraspear avergonzado.

—Me gusta que estés aquí, de no ser por ti, seguramente no habrías llegado hasta el final. Cuando me informaron que los hombres de la manada Park invadieron mi territorio, los quería frente a mí para acabarlos —se levantó de su asiento y quedó justo frente a Taehyung, quien se encontraba con sus hombros tensos a la defensiva—. Soy Jungkook, por cierto.

¿Acaso el Alfa coqueteaba? Si no lo hacía, aún así, Taehyung así lo sintió. Asintió con sus mejillas aún sonrojadas y con una tímida sonrisa cuadrada surcando sus labios. —Taehyung, un gusto.

—El gusto es mío, Taehyung —estrechó sus manos y sonrió arrugando su nariz.

Jeon soltó un poco de feromonas, estaba encantado con el Omega frente a él. Sin embargo, esas feromonas de excitación no eran precisamente por el motivo que Taehyung pensaba, sino por la idea del imponente Alfa que aceptaba a un Omega en su pandilla, le dejaba tomar decisiones e ir al frente. Se dirigió a su trono y tomó asiento de nuevo, sonriendo de anticipación, él tendría a Park entre sus piernas, lo quería y necesitaba.

—Te escucho, Taehyung —alentó el alfa, mirándole desde la altura en la que su trono se encontraba.

—El líder Min, quiere reunirse con usted —habló—. Su intención es llegar a un acuerdo que beneficie a ambas partes, ya que seremos vecinos —sonrió por su mal chiste, se aclaró la garganta y continuó—. Como sabe, Gyeongsan Bukdo le pertene al Clan Park-

—Entiendo —interrumpió el alfa—. Ahora que nosotros hemos tomado Ulsan y Gyeongsang Namdo, somos un problema, compartimos fronteras, y al ganar tamaño y guerreros, puedo entender que somos una amenaza para el para su clan.

Jungkook sonrió con arrogancia y gusto, pero Taehyung no había llegado hasta ahí solo por ayuda de Jimin, así que claro no iba a quedarse callado a pesar de estar rodeado en tal posición.

—Me interesa poco si lo entiende o no —soltó Taehyung frunciendo el ceño con cada palabra que soltaba—, mi presencia acá no es para escucharle delirar, es para decirle lo que mi líder quiere y tendrá, y eso es reunirse con usted.

Sonriendo aún más por la valiente actitud del Omega, asintió y levantó su mano. Hecha su seña, tres hombres se le unieron tras ponerse de pie. —Pues no le hagamos esperar entonces.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro