
Episodio 9
— ¿Entonces... Nos tenemos que ir? — la voz de Tsuyo denotaba incredulidad.
Akira soltó un largo suspiro de agotamiento, sobre todo mental. La última hora se la había pasado explicando sus descubrimientos recientes, y sobre todo, sus teorías. Realmente lo que tenía hasta ahora, ya los tres lo sabían, pero lo único para lo que no había explicación hasta el momento era la forma de activar el Heart's Code y como funcionaba en ellos.
— ¿Me has puesto atención? Quedándonos aquí no vamos a conseguir respuestas. — Akira no solía dar su opinión a menos que fuera extremadamente necesario, pero el corto tiempo que llevaba con ellos, la había hecho darse cuenta que alguién debía pensar por el equipo.
— Si pero, no sabemos que tan peligroso es afuera, tampoco sabemos donde estamos, ni hacia donde deberíamos ir. — Tsuyo no era un miedoso, no había que confundirse. Solamente velaba por su persona, y también por ellas.
— Según el mensaje, le debemos la vida a Yggdrasil, así que lo mejor será movernos y empezar a buscar pistas sobre como encontrar la y que nos explique.
Por primera vez, Luzbel permanecía callada y casi sin mirar los escuchando la discusión, sentada en la orilla de la cama que estaba sin arreglar.
— Creo que deberíamos empezar por buscar respuesta sobre nuestros códigos, y talvés en esta ciudad las encontremos, no necesitamos irnos todavía. — la miró intensamente, abandonar la base a ciegas era suicidio.
— ¡Oh por La Cúpula! — la menor soltó la frase en un semi grito, levemente ahogado en el aire que habia estado conteniendo, haciéndolo sonar menos fuerte. — Gabumon es un digimon que trabaja atendiendo... Seres... de todas partes de este mundo a diario, prácticamente es una memoria de información andante y ya le hemos sacado toda la que nos interesaba. Si el no sabe lo que necesitamos, dudo que alguién más lo sepa.
— Pero... Podríamos preguntarle y que nos diga a quién acudir aquí que nos ayude.
La de cabellos fantasía movía sus ojos de uno a a otro de sus compañeros mientras la conversaciones avanzaba. Ambos tenían puntos, pero también sus contras. Intentaba encontrar la respuesta correcta.
Pero estaba segura de que no existía respuesta correcta...
— Sabes muy bien que Gabumon a intentado escondernos de todos los digimon y que no nos vean, y si lo hace es por algo. — la de ojos azules atacó de nuevo.
— Gabumon no sabe como van a reaccionar, pero no significa que lo hagan mal.
— Pero tampoco que lo hagan bien.
El enfrentamiento de opiniones se prolongó unos minutos más hasta que Luzbel alzó la voz.
— Hagamos algo... — la chica levantó su mirada oliva hacía ambos que le prestaron atención al instante — Preguntémosle a Gabumon que opina.
— ¿Qué edad tienes, siete? — casi como una caricatura, ambos respondieron a la vez viendola fijamente.
— ¡E-Es que! — un escalofrío recorrió la espalda de la chica mayor — Gabumon es nuestro amigo y conoce mejor que cualquiera de los tres las posibilidad de exito de las dos opciones. Preguntarle que le parecen los planes y cual tomar... Me... Parece lo más... Sensato.
Los dos chicos que anteriormente batallaban hicieron silencio para meditar. No era una idea tan estúpida al final, en realidad tenía sentido ¿Quién mejor que un lugareño para saber en que plan tenían mejores posibilidades de avanzar?
— Bien, le preguntaremos a Gabumon al final de la jornada de este día. — concluyó Tsuyo finalmente.
La tensión en la habitación no se disipó hasta que los tres se dedicaron a juguetear con sus aparatos, algo aburridos a tener que esperar un rato más. Por suerte el descubrimiento de un juego parecido al ajedrez en sus D-codes los entretuvo, aúnque fuera un poco.
— ¡Hey! — Luzbel entonces, a mitad del silencio sepulcral, pegó un grito que seguramente en la otra habitación vacia, se había podido escuchar el corazón de Akira rebotar en su tórax.
— ¿Qué? — Tsuyo levantó la cabeza, estaba acostado en el piso con unas almohadas.
— E-El huevo ya no está. Un mensaje dice "Cargando".
Eso alertó de inmediato a Tsuyo que decidió revisar el suyo, y en efecto, mostraba lo mismo que el de Luzbel.
— Lo mismo dice el mío — terminó de confirmar Akira.
— ¿Debemos... Apretar algo...? — cuestionó la Gold Pink.
— Los tres a la vez. — dijo Tsuyo seguro.
— Este... No — interrumpió la menor inmediatamente. — si lo hacemos a la vez y algo malo pasa, se acabó. Mejor que uno se arriesgue.
— Oh, eso suena tan alentador — el sarcasmo le salió natural al chico de cabellos oscuros.
Los tres entonces jugaron Ruleta. Un juego que se les enseña desde la guardería en todas las zonas.
Consistía básicamente en 2 dos posiciones de mano. Una con el índice y el pulgar estirados y el resto de dedos empuñados, haciendo la interpretación de una pistola, y la segunda simplemente el puño. Los tres cantaban "Ru-le-ta" en sílabas con las manos en sus espaldas y al decir "ta" sacaban su mano con la posición que escogieran.
Si uno de los integrantes sacaba pistola y los otros puño, podía competir contra alguno de los otros participantes por su libertad en un uno contra uno. Jugaban y si sacaban ambos lo mismo, seguían el juego normal con el resto de participantes, pero si lograba sacar pistola y el otro puño, ganaba y su contrário perdía, si era al revés, perdía totalmente.
Si en caso contrario solo un integrante sacaba puño y los otros pistola, inmediatamente perdía.
Si habían más de tres integrantes y sacaban más pistolas y más puños en un mismo turno, se volvía a hacer hasta que uno perdiera.
— Bien... ¡Ru-le-ta!
Akira sacó pistola
Luzbel sacó puño.
Tsuyo sacó puño.
Akira suspiró y cantó mentalmente «Ruleta, uno, dos, tres, sálvate tú y caés tú »
Salió Tsuyo al azar.
Luzbel contuvo el aire, estaba a salvo por el momento.
— ¡Ru-le-ta!
Akira pistola.
Tsuyo puño.
— Ahg, mierda...
1 Día desde La llegada
*Ruleta es un juego que inventé exclusivamente para esta historia, basándome en los juegos infantiles de este estilo.
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