— Es un lugar tan horrible. — Luzbel evitaba constantemente tocar cualquier objeto que tuviera procedencia dudosa mientras caminaban por los callejones desconocidos, intentando encontrar una zona segura. Ella iba detrás de los otros dos intentando seguirles el paso.

— Según este aparato raro, estamos en un lugar llamado Ciudad Estela. — la chica del cabello cobrizo caminaba junto al único varón del trío. No parecía segura de lo que hacia pero no podían ponerse de tontos en una situación como esa, aúnque sea, intentaría ayudar. — Vaya... Las ciudades de este mundo tienen nombres y no números.

— Si, es bastante extraño — comentó el ojis oscuro —. Les importa lo suficiente la ciudad como para nombrarla.

— Recuerdo que eres de la zona 2, Akira — el comentario llamó la atención de la nombrada. La gold Pink suspiró y sonrió — tranquila, yo no soy de las que los critican. Solo quería preguntarte si tu... ¿recibes educación en inglés?

— Si, se hablar inglés... No muy bien pero algo sé... — respondió algo dudosa Akira.

— ¿Podrías traducir esto? Mi inglés es un cero porciento total — admitió la de ojos oliva.

— Si, yo también quiero saber. ¿Es inglés, no? — Tsuyo se detuvo para que los tres se reunieran de frente.

— Si, son palabras en inglés. — Akira asomó la cabeza hacía el aparato morado de Luzbel — ah, así que tienes por escrito el mensaje que nos dijo la voz hace un rato.... Pues las palabras en inglés serían Codeworld que... En si, separando ambas palabras, literalmente significa Código mundial.

— ¿Código mundial? Que nombre más raro, aúnque si aquí nombran a los lugares, no debería sorprendernos que clase de nombres les ponen ... — dijo Tsuyo rascándose el cabello. — Ahg, que sitio más complicado.

— Yggdrasil no es una palabra en inglés... No se en que idioma está siquiera... Lo que sabemos es que es un nombre de alguién — murmuró Akira, algo nerviosa, no quería equivocarse — y por último esta Heart's code, que se traduce como... Código del corazón.

—Pues, aquí dice que debemos activar eso. — Luzbel los miró a ambos - pero ni siquiera traduciendolo nos damos una idea de lo que es.

— Si, la verdad es que no puedo imaginarme a que se refiere todavía — el más alto sacudió la cabeza tratando de sacar toda la confusión que sentía. — por ahora, realmente no creo que entendamos nada, así que lo mejor será refugiarnos en... Algún sitio y pasar la noche, está oscureciendo.

— Hay otra cosa que me inquieta — murmuró Akira derrepente cuando continuaron su camino — estos ¿Huevos? Creo que son. Tienen un contador en porcentaje y el mío lleva 37%. — ella hablaba bajito, como si tuviera miedo a opinar.

— El mío lleva 40%. Seguramente por que recibí el mensaje antes. — Tsuyo respondió, aúnque tampoco estaba del todo seguro.

— Mi huevo tiene lo mismo que el de Akira — comentó Luzbel para no quedarse sin responder. — recibimos el mensaje al mismo tiempo así que tiene sentido.

Se miraron un momento y no supieron responder lo que todos pensaban ¿Qué eran esos huevos?

Al tiempo que avanzaban, la cantidad de carteles con luces led y letras en unas runas extrañas, aumentaban y eran más frecuentes. El callejón empezaba a hacerse más ancho hasta llegar a lo que parecía ser una calle principal.

— No hay nadie, está desierto — Tsuyo observó a todos lados — talvés sea por la hora. Ya está oscuro. Es peligroso que sigamos aquí afuera...

— Solo tenemos el dinero que andamos encima pero quien sabe si aquí funcionará o si será suficiente para encontrar un lugar donde quedarnos. Además no estamos seguros de que aquí habitan humanos que nos puedan ayudar o entender — Luzbel ya estaba empezando a ponerse algo nerviosa.

— Se que tienen miedo. — dijo Tsuyo dándose vuelta. — Pero prometo que intentaré mantenernos a salvo.

— Intentemos trabajar en equipo para sobrevivir — Akira levantó la mirada que había estado baja un rato — en mi opinión creo que debemos arriesgarnos y entrar a algún lugar que parezca mínimamente un motel o algo por el estilo...

— Bien, supongo que el que no arriesga no gana... Aquí vamos...

Los tres avanzaron por la desolada calle, solo iluminada por los carteles leds y unos enormes postes de luz que parecían estar de lado, había cables colgando de estos y el agua se salía de lo que parecía una alcantarilla.

— Es peor que la zona 12 — comentó Luzbel.

— ¿Ya has estado ahí? — Preguntó Tsuyo, talvés hacer algo de conversación para ¿Conocerse? Si iban a estar ahí juntos por lo menos debería saber que clase de personas lo acompañaban.

— Si pero solo de paso — respondió la nombrada — iba hacia la Cúpula para lo del exámen hace un año y pasamos por ahí y fue... Iugh... Solo recordar el estado de esa zona es... Deplorable.

— Yo creo que iba dormido cuando me tocó ir a la Cúpula — Tsuyo se estiró — no recuerdo el viaje la verdad.

— ¿Qué edad tienes? — ahora, la de pelo extravagante tenía curiosidad.

— Dieciséis años. Si, el año pasado hice mi examen — respondió rápidamente el pelioscuro.

— Tenemos la misma edad entonces — sonrió Luzbel — ¿Y tú, Akira?

— Hace poco cumplí los quince, todavía no he hecho mi examen — sus ojos azules miraban el suelo cuando respondió.

— Seguro lo haces muy bien, al final eres de la zona 2 — la chica de ojos verde oliva era realmente amable con ella y evitaba que se pusiera muy nerviosa, tensa o hasta incomoda.

— Si... Eso creo — Jugueteó un poco con su coleta derecha, tratando de asomar una sonrisa a su nueva compañera.

— Pues — Tsuyo interrumpió la conversación deteniéndose frente a un establecimiento que tenía las luces encendidas por dentro y habia un rotulo que si podían entender con los números "24/7". Con ese cartel era obvio que era un motel o una tienda y no tenía mucha pinta de ser lo segundo.— Creo que encontramos nuestro lugar. Ahora, probemos suerte.

— Según este aparato, estamos cerca de la frontera de la ciudad... O eso creo... — Akira se esforzaba por entender el supuesto mapa que la maquina esa le enseñaba. — así que no hay mucho más de donde escoger por aquí cerca... Creo que deberíamos probar...

— Bien, entremos — Luzbel tomó aire y abrió la puerta, que solo ameritaba ser empujada.

El lugar estaba iluminado por seis lámparas que parecían sucias, colgadas del techo. Era una habitación de color menta, con humedad notable en las paredes. Al frente había un mostrador de madera oscura y una campanita plateada.

— Yo llamaré — dijo Tsuyo adelantándose y tocando la campanita con algo de duda. — ¿Hola?

Una voz extraña salió desde atrás del mostrador, sorprendiendo al trío.

— Bienvenido humano

— ¿Dónde estás? — Tsuyo lo buscó a ambos lados pero sin resultado, así que lentamente decidió bajar la cabeza detrás del mostrador.

— Mi nombre es Gabumon ¡Ya era hora que me miraras! — una especie de criatura amarilla, con una capa de piel celeste con rayas azules, que cubría desde su cabeza hasta sus patas superiores y un cuerno amarillo.

— ¡A-Ahhh! — Tsuyo pegó un brinco hacia atras y las otras dos chicas al ver a la criatura se ocultaron tras de él algo asustadas.

— ¿Pero qué te pasa? Deja de gritar, tengo clientes dormidos ¿Quieres? — el ya nombrado Gabumon, algo molesto, se sentó en el banquito del mostrador — díganme ¿Van a querer o no, una habitación?

— ¿Q-Qué eres...? — el más alto se atrevió a hablar de nuevo.

— ¿Qué soy? Pues un digimon, tonto ¿no sabes que es un digimon? — la extraña criatura solto una risa de burla. — Bueno, parece que en su mundo no somos conocidos como ustedes aquí.

— ¿De qué está hablando? — susurró Luzbel intrigada.

— Tendremos que averiguarlo... Este... Señor... ¿Gabumon? — Akira alzó un poco la voz — ¿Tiene algo de tiempo? Queremos preguntarle unas cosas...

— Si, está bien, no tengo problema, de todas formas ustedes son los únicos clientes levantados — dijo Gabumon suspirando — no muerdo, acerquense.

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