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Capitulo 1: Luz digital

El mundo digital, un remanso de paz donde digimon de todos los tipos conviven sin muchos problemas, concretamente esta doctrina se vivía a rajatabla en la capital de dicho mundo, Reino Central, también conocido como Ciudad Frame, si bien allí no solía haber problemas con digimon traviesos, había distintas patrullas de Pawnchessmon y Knightmon vigilando la zona y atendiendo las necesidades de los digimon. Precisamente en aquel lugar no todo eran digimon, pues una humana residía en aquella ciudad.

-¡Vamos Agumon! ¡Eres muy lento!- Aquella chica, Harumi, iba corriendo por la ciudad.

-¡No es justo! Tus piernas son mas largas que mis patas!- Agumon corría lo mas que podía, tratando de seguir el ritmo a la humana.

Así, humana y digimon siguieron corriendo, mientras pasaban por al lado de digimon de todos los tipos y niveles evolutivos hasta llegar a una zona donde todo estaba preparado para un festival, había puestos de comida, tiendas de souvenirs, atracciones para digimon bebés y un escenario para conciertos organizados, las decoraciones eran principalmente banderines y cenefas, de color naranja, gris y verde, en los banderines había imágenes de Etemon, Volcamon y Ponchomon, también en los puestos vendían el merchandising de esos tres digimon, como figuras, llaveros y demás cosas relacionadas con el evento.

-Guau, este año el concierto va por todo lo alto, ¿Verdad Agumon?- Harumi veía a su acompañante, quien mas que nada era como su hermano, pues se habían criado juntos.

-Si, este año va a ser la bomba, seguro que han mejorado el espectáculo- Agumon estaba bastante contento con como marchaba el festival.

Los hermanos fueron acercándose hacia el escenario, mientras compraban algún que otro dulce y banderines para el concierto, conforme llegaban al lugar podían ver cerca a digimon como Deramon, Floramon, Gotsumon y Pumpkinmon, también por allí estaban los camerinos de los cantantes y bailarines, vigilados por grupos de Golemon y Gazimon. Poco después, un digimon con aspecto de arlequín apareció tras una mágica nube de humo, se trataba de Jokermon.

-Bienvenidos todos al festival anual de Ciudad Frame, además de celebrar la prosperidad de nuestro querido hogar, festejamos por la apertura del ultimo digihuevo de nuestra amada reina, ahora si mas dilación, yo, Jokermon el maestro de ceremonias os dejo con el magnifico espectaculo de la Triada Estridente- El digimon arlequín hizo una reverencia hacia el publico para después marcharse en otra nube de humo.

Poco después, se abrieron tres trampillas en el centro del escenario al mismo tiempo que digimon como Lilymon y Bastemon entraban por los laterales del escenario, colocándose en sus respectivas posiciones. Desde aquellas trampillas subieron otros tres digimon, en este caso Etemon, Volcamon y Ponchomon.

-¡Hello babies! ¡Somos la Triada Estridente!- Etemon posaba luciendo su cuerpo para las fans.

-¡Vamos a ofreceros un espectáculo inolvidable!- Volcamon lucía sus poderosos músculos ante el publico que había ido a verlos.

-¡Y a divertiros mucho! ¡Amigo!- Ponchomon sonreía al tiempo que movía las maracas para animar a todos.

Verdaderamente, todos los que se habían acercado allí clamaban por la canción inminente, algunos saltando entre el publico, otros solamente animaban a puras voces, Harumi en cambio aplaudía alegremente al mismo tiempo que Agumon. Mientras todos los fans clamaban con alegría, Etemon agarró su micrófono especial al mismo tiempo Volcamon tomaba el suyo, dispuestos a empezar a cantar.

-¡Atención queridos fans, ya vamos a empezar con nuestro magnifico espectáculo!- Con solo escuchar esa frase de Etemon, todos en el publico guardaron silencio, asi mismo el digimon mono marcaba el ritmo con el pie derecho.


Al poco tiempo, Etemon y Volcamon empezaron a cantar, siendo esta la famosa canción del digimon simio, Love Serenade, al ritmo de ellos Ponchomon bailaba moviendo las maracas con todo su espíritu musical, asimismo las Lilymon y Bastemon bailaban al mismo ritmo de dicha canción, resultando en un espectáculo perfecto.

Los digimon en el publico bailaban entre ellos, disfrutando de la música que escuchaban en directo, Harumi por otra parte bailaba con su hermano Agumon, disfrutaban del concierto como si la vida les fuera en ello. Pocas horas después el concierto dio a su fin, dando lugar a que todos fuesen saliendo hacia otros lugares, en especial Harumi y Agumon que caminaban ahora por una zona algo abandonada de la ciudad.

-Este lugar tiene algo raro, ¿Te parece si lo exploramos? Será divertido- Harumi toma de la mano a Agumon para ir corriendo dentro de una especie de edificio en ruinas.

-Ey espera, esto puede ser peligroso, ¿Y si vive alguien aquí?- Agumon intentaba ser la voz de la razón, pensando en los posibles peligros del lugar.

Tras entrar en aquel ruinoso lugar, Harumi y Agumon podían ver estatuas que representaban a distintos digimon sagrados, entre ellos los cuatro Grandes Ángeles, mas entre los cuatro residía otra estatua, parecía ser otro ángel cuya vestimenta parecía ser una especie de túnica algo ajustada, por otra parte dicha prenda estaba combinada con una especie de armadura, seguramente con propiedades divinas, el detalle que mas resaltaba de la estatua eran las venticuatro alas que residían en su espalda, indicando su superioridad ante los demás seres divinos.

-Vaya, son impresionantes- Harumi estaba impresionada por las grandes estatuas que se erigían allí dentro, dando un toque divino a todo el lugar.

-Si, supongo que no habrá tanto peligro, ¿Vamos a ver que hay mas al fondo?- Agumon estaba mas tranquilo, pues había comprobado que el lugar era seguro.

Cuando los hermanos avanzaron un poco mas, pudieron encontrar un pedestal en el que había un grupo de estatuas, en concreto eran de unos digimon, Agumon, Gabumon, Wormmon, Dorumon, Betamon, Lunamon, Sistermon Blanc y Terriermon, lo que mas resaltaba en aquellas estatuas es que tenían cada una un objeto entre sus manos, parecidos a tablets de color blanco.

-Que cosas mas raras, seguro que podemos llevarnos una y preguntarle al maestro Wisemon- Harumi acerca las manos hacia una de las tablets, concretamente la de la estatua de Agumon.

-Si, no creo que hagan nada peligroso, así que agarrala, puede ser interesante si el sabio la estudia- En este caso Agumon animaba a su hermana humana a que tomase la tablet de la estatua que estaban mirando.

Al Harumi alcanzar la tablet y agarrarla, su carcasa se volvió de color naranja, al mismo tiempo que unas letras surgieran en la pantalla de esta, siendo que solo ponía ZX. Al mismo tiempo el resto de estatuas presentaban rarezas, pues los ojos de estas brillaban en distintos colores, siendo azul en la de Gabumon, plateado en la de Dorumon, blanco la de Wormmon, rosa la de Lunamon, granate la de Sistermon, azul claro en Betamon y verde para Terriermon, a la vez una voz salió de la propia tablet que tenía la chica humana entre sus manos.

-Protocolo Aegis activado, elegidos localizados, iniciando transporte- Aquella voz femenina mecanizada venía del propio aparato.

Mientras, en el mundo real, un grupo de jóvenes disfrutaba sus vacaciones con una pequeña reunión de amigos, concretamente eran cuatro chicos y tres chicas, tomando algunos aperitivos y refrescos que habían pagado entre todos, sin embargo, no les dio mucho tiempo a comer ya que una serie de destellos de colores se llevó a todo el grupo al mundo digital, claramente con gritos de miedo por parte de algunos.

-¿Donde estamos? Este lugar es muy raro- Era uno de los chicos quien hablaba, confuso por la situación en la que estaban.

-N-no lo se, pero este lugar da miedo- En esta ocasión hablaba una chica, algo nerviosa por no saber donde estaban.

-Eso no es importante, lo importante es saber como volver a casa- Era otro de los chicos quien hablaba, mostrando precaución.

-¿Y como lo hacemos?- En esta ocasión era la mas pequeña del grupo quien hablaba.

-Podemos empezar por hablar con esa chica, seguro sabe algo- La chica de camiseta rosa apunta hacia Harumi y Agumon.


-Si, vamos con ella, que nos cuente todo- Dijo el ultimo chico, acercándose a donde estaban Harumi y Agumon.

-Si, seguro que sabe mucho de este lugar- habló el ultimo chico, acercándose a la chica junto al resto.

Así, el grupo de humanos se acercó a Harumi y Agumon, esperando conseguir respuestas a porque estaban allí, se pusieron a hablar con ella, respondiendo las preguntas que tenían sobre ese lugar y la curiosidad de como es que la chica de cabello azul verdoso ya estaba allí, lo cual fue explicado, de como fue criada por dos dinosaurios gigantes que escupen fuego.

-Entonces tu tampoco sabes nada de porque estamos aquí, solo tocaste esa tablet y eso nos trajo aquí- Tsuyo era quien estaba hablando, aclarando varios temas sobre su llegada.

-Entonces, si tu tienes una de esas, nosotros también deberíamos tener una- Esta vez era Sara, la mas pequeña del grupo quien hablaba y sus palabras eran ciertamente inteligentes.

-Yo creo que si, podéis intentar tomar una cada uno, seguro pasa algo especial- Harumi hablaba, centrada en aprender a usar lo que pensaba era una tablet normal.

Asi mismo, cada uno de los humanos recién llegados fueron agarrando una tablet, el fenómeno era curioso, porque cada uno se sentía atraído de alguna forma a una estatua en especifico, siendo así que Sara iba a por la tablet de Gabumon, Tsuyo a por la de Dorumon, Hideaki estaba con la de Wormmon, Sumire tenía la de Sistermon Blanc, Alex la de Betamon, Lily la de Lunamon y Dan la de Terriermon, al agarrar todas las tablets, estas se volvieron de los colores que tenían los ojos de las estatuas, mas algunas que tenían rayas de otros colores, como la de Tsuyo que era roja con decoraciones plateadas, o la de Hideaki, que seguía siendo blanca pero con ciertos detalles verdes y azules. Por ultimo, salvo el de Harumi, el resto de útiles dirigieron un rayo de luz a cada estatua, provocando que brillasen y empezasen a resquebrajarse, cuando ya estaban totalmente agrietadas los digimon representados en las figuras bajaron del pedestal.

-¿Pero como? Estas tablets tienen mucho poder- Tsuyo veía al digimon que se había acercado a el, un Dorumon que tenía expresión arrogante.

-E-es muy bonita- Sumire veía a Sistermon, que era de expresión alegre pero tímida.

-¿Este va a ser mi compañero?- Alex veía a Betamon algo raro, pues el digimon acuático tenía una expresión juguetona.

-Un nuevo amigo, esto va bien- Sara veía a Gabumon con una sonrisa, en cambio este se mantenía serio.

-Bienvenido al mundo- Hideaki miraba al Wormmon que estaba frente a el, que a su vez llevaba una expresión despreocupada.

-¿Y ella es mi compañera?- Lily estaba sorprendida por como era Lunamon, quien se veía un poco callada.

-Bienvenido amigo- Dan acercaba su mano a Terriermon, quien la aceptaba con una mueca de disgusto, seguramente porque el chico era demasiado alegre para su gusto.

Humanos y digimon se sentaron en el suelo, empezando a hablar para conocerse mejor, resultando en que existían diversos conflictos entre ellos, tales como la arrogancia de Dorumon, el ser terco de Terriermon y lo despreocupado de Wormmon, eso serían cosas a resolver poco a poco, en cambio el resto si que se llevaban bien. En eso una voz empezó a resonar por toda la estancia.

-Visitantes del mundo humano, yo soy Lumostasis, vosotros fuisteis elegidos para una importante misión- La voz era femenina, pero su tono de voz se hacia respetar, pues mostraba autoridad.

-¿Una gran misión? ¿A que te refieres?- Harumi sentía curiosidad sobre lo que debían hacer, si habían sido escogidos debía ser algo importante.

-Debéis luchar contra las fuerzas de la oscuridad que se avecinan, se encuentran por todo el mundo menos aquí, recibiréis mas información pronto- La voz pronto se calló, dejando al grupo con mas preguntas que respuestas.

-Pues no nos ha resuelto mucho, seguro pronto deberemos preguntarle a alguien- Tsuyo había hablado, buscando algo de sentido común a la situación.

Viendo que ya no tenían nada que hacer allí, tanto los humanos como los digimon salieron del lugar en ruinas, solo para verse recibidos por lo que eran una serie de lanzas apuntando hacia ellos desde varias direcciones, se veía que estas pertenecían a los Pawnchessmon White, quienes iban acompañados de un Knightmon.

-Esta es una zona prohibida, no podéis estar aquí y, un momento- Knightmon hacía un recuento del numero de humanos allí presentes, empezando por Harumi y terminando por Dan- Ocho humanos, pero antes solo había una en la ciudad, da igual, la reina dirá que haremos con ellos-

Knightmon hizo un gesto para que los Pawnchessmon empezasen a caminar en dirección al palacio de la reina, guiando a los humanos y sus digimon a punta de lanza, por fortuna para los humanos para llegar al palacio solo había que cruzar dos calles, las cuales estaban mayormente vacías debido a que estaba anocheciendo y era hora de ir regresando a las casas. Finalmente llegaron al palacio, el cual era de color blanco y verde, con pequeñas estatuas colocadas en la parte superior de este, estas estatuas eran de digimon ángeles y aves, a los lados del portón principal estaban colocadas dos grandes estatuas, la de la izquierda de Omegamon y la de la derecha de Alphamon. Todos entraron al palacio, viendo diversos cuadros que parecían representar a la familia real.

-Nunca había estado aquí dentro, es precioso- Harumi veía todo a su alrededor, ensimismada con las decoraciones del lugar, aunque no era la única que estaba así, pues el resto tampoco conocían nada de aquel lugar y les asombraba lo señorial de la decoración interior.

-¡Andando!- Los Pawnchessmon presionaban al grupo para que caminaran, sin dejarles mucho mas tiempo para observar todo.

Finalmente los guardias llegaron al salón real del trono, donde en vez de uno, había tres tronos al fondo del gran salón, uno blanco y verde a la izquierda, a la derecha uno blanco con toques violetas y el del centro, que era mas grande tenía los tres colores y decoraciones de oro. Al acercarse mas a la zona de los tronos, podían verse tres figuras sentadas una en cada trono, en el blanco y verde estaba sentada Junomon en su forma humanoide, en el blanco y violeta JetSilphymon, en el trono central estaba sentada la que era la magnifica reina de Ciudad Frame, JunoKazemon, en el regazo de la reina estaba sentado un pequeño digimon, tratándose de Pinamon, el resultado del nacimiento del mas reciente digihuevo de la gobernante. Tanto los Pawnchessmon como Knightmon, los humanos y sus acompañantes hicieron una reverencia ante los digimon de la realeza.

-Knightmon, mi mas fiel sirviente, ¿Que se te ofrece?- El tono de voz de JunoKazemon era amable y gentil pero con una tonalidad de firmeza, pues como reina debía mostrar cierta seriedad.

-Mi señora, he encontrado a estos humanos y digimon saliendo de las ruinas, ¿Que hacemos con ellos?- Si el tono de voz de la reina ya era algo firme, el del caballero sin duda lo era mas, pues se le veía mas serio incluso que a las tres digimon de los tronos.

-¿Humanos? Es posible que, Knightmon deja que se acerquen- JunoKazemon movió su mano, indicando así a los Pawnchessmon que se apartasen de los humanos.

-Si mi reina, ya habéis oído, andando, no hagáis esperar a la reina- El digimon caballero prestaba atención en todo momento, por si ocurría algo malo.

Conforme humanos y digimon iban acercándose, la dirigente de Ciudad Frame iba reconociendo ciertos rasgos en cada uno, además de que veía los dispositivos que llevaban cada uno en sus manos, sorprendida porque la profecía se estaba cumpliendo.

-¿Que nos va a hacer majestad?- Era Hideaki quien preguntaba, ya no solo preocupado por el, sino por el bienestar de todo el grupo.

-Tranquilo joven humano, no vamos a haceros nada malo, sois los elegidos que salvarán nuestro mundo- La reina simplemente sonreía de manera amable, aunque su boca no era visible.

-Elegidos, aquella voz dijo lo mismo, pero no nos dijo que debemos detener exactamente- Alex contestó de manera directa, sin rodeos.

-La historia es muy larga, pero en cierto modo, debéis enfrentar a los digimon oscuros y evitar que propaguen su maldad por todo este mundo- La reina respondía sus preguntas, intentando explicar lo mas posible.

-Digimon oscuros, ¿Cuando sabremos donde hay uno?- Sara sentía curiosidad sobre aquellos oscuros que mencionaba la reina.

-Pues, eso no lo sabemos, pero si las fuerzas oscuras se han enterado de vuestra presencia, ya habrán enviado a alguien a por vosotros- La dirigente estaba bastante segura de eso, pues esos digimon oscuros solían ser implacables en sus objetivos.

En otro lugar de Ciudad Frame, concretamente la salida de los túneles del reino, estaba uno de esos digimon oscuros, un Darklizamon, el cual empezó a caminar en busca de los humanos, aunque aparentaba ser un digimon bueno, le costaba ubicarse en el lugar, por lo que se acercó a un Gotsumon que estaba por allí, le levantó de la pierna derecha y miró fijamente a sus aterrados ojos.

-¡¿Q-q-que quieres?! Yo no soy un buen aperitivo, solo tengo sabor a piedras- El Gotsumon literalmente estaba de piedra por como aquel reptil de fuego negro le trataba.

-Dime donde están los humanos elegidos, si no obedeces, hasta el ultimo de tus datos será devorado- Darklizamon buscaba asustar mas al digimon de piedra, esperando recibir toda la información que necesitaba.

-E-eh, no lo se, pero seguro la reina sabe donde están- Gotsumon cerraba los ojos asustados, esperando que eso le pudiese liberar de aquel digimon tan agresivo.

-Bien, ¿Por donde se va a la reina?- El reptil oscuro estaba pendiente de los actos del digimon rocoso, a la espera de poder deshacerse de el cuando no sea útil.

-P-por allí, es por allí- El pobre digimon no podía hacer mas que señalar en la dirección del palacio, que desde esa calle estaba por el camino de la derecha.

-Gracias piedra enana- Sin muchos miramientos, el digimon extranjero apretó el cuerpo del digimon pedregoso hasta poder sacar su digicore y así poder ingerirlo, después tiró el cuerpo vacío y en descomposición de datos al suelo.

Gracias a las indicaciones de aquel fallecido Gotsumon, Darklizamon llegó a la zona cercana al palacio, donde unos Pawnchessmon al verle como una amenaza se lanzaron al ataque, aunque de mucho no sirvió, pues sin duda el digimon oscuro era mas fuerte que los Pawnchessmon, solamente uno se le escapó, pero al menos pudo deleitarse con los demás, por supuesto el Pawnchessmon que huyó llegó al palacio real y fue directo a por la reina.

-¡Majestad! ¡Un digimon desconocido está atacando a nuestros soldados! Creemos que puede ser uno de los oscuros- El pequeño caballero estaba aterrorizado, pues prácticamente había visto morir a todos sus compañeros de patrulla.

-No, ya ha empezado, bien, esta será la primera prueba de los elegidos, deben derrotar a ese digimon y salvar a los digimon bondadosos del reino- La reina comandaba sus palabras con gestos que representaban bondad y lealtad.

-Si señora, iremos a por el- Harumi habló, dirigiendo al grupo hacia la zona donde ocurrían los altercados.

En poco tiempo llegaron al lugar donde el digimon atacaba a los caballeros en miniatura, quedando todos escandalizados por los cuerpos vacíos de digicore y ver al atacante saciarse con estos mismos.

Continuará

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