Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

¿Tú también...?

¿Me ves? O mejor dicho... ¿Me notas?

¿Eres consciente de mi o no?
Cuando estoy cerca... ¿Te alegras?
Cuando me alejo... ¿Sientes un vacío?
¿Me extrañas cuando no estoy? ¿Piensas en mi?
¿Te gusto? ¿Cómo qué? ¿Solo como una amiga? ¿O quizás cómo algo más?

¿Desdes hace cuanto que empecé a preguntarme estas cosas? ¿Un mes? ¿Un año? ¿Desde que casi mueres aquella vez en el interior de Bagramon?
No. Quizás siempre me lo he preguntado.

¿Te asusta que te deje?
¿Te molesta cuando hablo con otros chicos?
Porque a mi sí. En tu caso, claro está.

Suspiro. Siempre me pongo melancólica en la hora del descanso. Cuando estoy sola y tu ausencia se nota más que nunca.
Tomo un poco de mi jugo para dejar de pensar en ti. Para dejar de pensar en nosotros. Lo cual no funciona.

¿Qué estás haciendo ahora mismo? ¿Jugando basketball con Yuu y Tagiru? ¿O estás ayudando a alguien que te necesita?

Sonrío sin alejar el jugo de uva de mis labios. Posiblemente estás ayudando a alguien más. Pensando en esa persona. Preocupándote, como es tu costumbre.

¿Gustas de alguien en estos días? Puedo ilusionarme con la respuesta afirmativa y desde luego también con la negativa.
¿Tú te preguntarás lo mismo de mí?

Asumo que no. Eres demasiado despistado para esas cosas y, me temo que, lo eres más desde que te juntas con Tagiru.

¿Te sigue haciendo esas incómodas preguntas sobre mi? ¿Tu sonrojo es mi luz verde?

—¡Hinomoto-san! —parpadeo un par de veces y dejo mi jugo sobre la mesa.
Hay un rostro frente al mio.
Es una chica, de mi edad, cabello rosa y ruloso, con un par de gafas sobre sus ojos guindas.

—¿Sí? —le pregunto. No sé su nombre, pero sé que es de mi grado.

—¿Puedo sentarme a tu lado? —inquiere y yo asiento, mas no digo nada. Su mirada me atraviesa, como si quisiera preguntarme algo, pero al mismo tiempo no. Así que yo doy el primer paso.

—¿Estás en mi salón?—cuestiono mirándola de frente.

Ella sonríe y niega al mismo tiempo. Quizás es por eso que no recuerdo su nombre.

—Soy de la clase B —me responde —. Me llamo Nakamura Aoi, pero eres libre de decirme solo Aoi —propone y yo asiento.

—Entonces puedes llamarme Akari.

Ella sigue con la sonrisa. No es falsa, lo noto por la mirada que me está atravesando.
Es parecida a la tuya: Auténtica.

Conversamos sobre unas cosas triviales, como nuestros gustos y aspiraciones, antes de que llegue aquella pregunta que ya me han hecho miles de veces.

—¿Tienes novio? —me atraganto con mi jugo. Fue más directa de lo que pensé. Niego al instante y me seco los labios con la servilleta —. Hm... Es que siempre suspiras cuando estás sola. Creí que es porque has dejado a alguien en tu antigua escuela.

No se equivocaba. Sí había dejado a alguien allá, tú lo sabes mejor que nadie.

—Bueno... —contesto algo dubitativa, pero ella me interrumpe.

—¡Lo sabía! —exclama con vigor, logrando que varias de las otras chicas volteen —. ¿Y cómo es?

Suspiro. La hora del descanso nunca había durado tanto.

—No es mi novio —aclaro un poco ofuscada por las miradas que ligeramente desaparecen —. Somos amigos.

—Pero te gusta —dice con seguridad. No respondo, por lo que sonríe aún más —. Acerté.

Le cuento un poco de cómo eres y de qué cosas me gustan de ti.
También las que me irritan.

Me pregunta si alguna vez hemos hecho algo que no sea de "solo amigos". Por supuesto, niego a todo lo que se le ocurre.

Menciono algunas anécdotas sobre nuestro pasado en el Mundo Digital dejando al aire lo que es en realidad y transformando a nuestros amigos en verdaderos humanos.

Se ríe de lo que le digo. Es curioso como nos abrimos fácilmente la una a la otra.

El descanso termina y concuerdo en regresar a casa juntas.

~~~~

Creo que nunca había tenido una amiga así. Es decir, Nene lo es, pero nunca hubiera hablado con ella de todo esto.

¿Tú hablas de esto?
Y si lo haces... ¿Con quién? ¿Zenjirou? ¿Kiriha? ¿Shoutmon?

Aoi me cuenta sobre una película que seguramente me gustará. Trata sobre chicos que viajan a otro mundo y se encuentran con criaturas extrañas... Sonrío ante los recuerdos que se agolpan en mi mente.

Mi celular suena, lo que provoca que ambas nos detengamos. ¡Qué milagro! Eres tú.

"¿Estás libre el miércoles?" —me preguntas. Aoi grita y me arranca el celular de las manos antes de que yo responda.

—No contestes tan rápido —me regaña señalándome con el dedo —. Deja que sufra un rato.

Le digo que no es necesario, que yo ya me rendí contigo.

Ella niega y me refuta.

—No debes hacerlo —me dice —. Es obvio que él también siente algo por ti. Es solo que no lo nota.

—De todas maneras, seguro que es una salida en grupo —le digo —. Para no perder los hábitos —ella me pregunta con la mirada a qué me refiero —. Un aniversario...

El aniversario de cuando viajamos al Mundo Digital, aunque no le explico aquello y ella tampoco me hace preguntas.

Seguimos caminando. Ya estamos a punto de separarnos.

—¡Bien! —exclama de la nada, haciendo que me sobresalte —. Iré con ustedes —informa.

—¿Qué?

—Que iré con ustedes —vuelve a decir y luego lo piensa un rato —. No, espera —me tranquilizo y luego me vuelvo a espantar por sus palabras —. Saca tu celular.

Asiento un poco confusa y se lo entrego. Ella teclea algo: tu respuesta.

No pasan más de dos minutos antes de que respondas.

", iremos todos. Incluida Nene".

Ella suspira y vuelve a teclear otra cosa, luego me devuelve el móvil.

Tu respuesta aparece poco después de eso.

", claro, lleva a tu amiga".

Hay algo raro en tus palabras, pero no lo menciono. No es como si pudiera saber lo que estás haciendo mientras me escribes.
Me despido de Aoi y camino lo que queda de distancia sola. Normalmente hubiera tomado el bus, pero ella insistió en caminar.
No me molestó en un principio, pero ahora estoy cansada. Tan cansada que ni siquiera te noto cuando cruzas la calle hasta tu casa.
La cual no queda a más de dos cuadras de la mía.

Me saludas y ahí es cuando reacciono. Tú te ríes e ingresas a tu hogar.
Así hemos estado por todo el año. Solo saludos, nada de palabras.

El miércoles llega. Es un feriado nacional, por lo que no tenemos clases.

Aoi espera en mi puerta, lleva un vestido informal, pero a la vez muy bonito.
Me ve de pies a cabeza y asiente con efusividad, como si estuviera aprobando mi vestuario.
Me vuelvo a mirar. Llevo unos pantalones hasta más arriba de mis tobillos con una blusa suelta. No me he esforzado mucho, pero lo cierto es que solo pensaba en lo que te gustaría a ti.

Vamos directo a la estación. Habíamos quedado en vernos en el parque de diversiones.
Al llegar, nos encontramos con Nene y Kiriha, tú llegas unos minutos después con Zenjirou, Tagiru y Yuu.

Noto que Tagiru se queda mirando a Aoi y viceversa. Al parecer, tú también lo haces, ya que le das una palmada en la espalda y sueltas una risa ligera acompañada de algo que le dices al oído.
Aoi se presenta con todos y yo los presento a ustedes. Es curioso como nota al instante que tú eres... Bueno... Tú.

Nos divertimos en grupo. Aunque nosotros no cruzamos muchas palabras.
¿Acaso eres el único que no nota la tensión?

Al final del día buscamos un lugar para almorzar. Aoi y tú hablan más de lo que pensé, por lo que los observo un rato y noto que algo me molesta.
Me hago la confundida cuando ambos me miran, finjo que recién noto su cercanía y ambos ríen.
Luego Aoi se me acerca y te deja solo.

—Estás celosa —acusa sin filtro.

—No, no lo estoy —le respondo y desvío la mirada hacia el pájaro que está cantando sobre un poste. Ella suelta una ligera carcajada.

—Solo hablamos de ti —me dice —. O más bien, él lo hacía. Me agradeció por ser tu amiga.
Suspiro. Puede que de alivio y tú lo notas.

—¿Estás bien? —me cuestionas, a lo que yo asiento.

Giro en busca de Aoi solo para ver que se ha ido al lado de Tagiru. Él asiente ante algo que le dice y luego van donde los demás.

—¡Guarden nuestros sitios! —nos pide Nene —. Iremos a ver algo.

—¿Qué cosa? —preguntas tú, pareces tan confundido como yo.

—Algo importante —responde y se van.
No sin antes desearnos suerte. Maldigo a Aoi, sé que fue su plan.

No hablamos hasta que el mozo nos pregunta sobre nuestra orden. Pido una pasta Ikasumi y tú, sushi.

Mientras esperamos, a ambos nos llega un mensaje.

"Surgió algo, nos vemos otro día".
Nos dice y ambos suspiramos.
Reímos pocos segundos después.

Pasamos el resto de la tarde juntos y, cuando ya es de noche, nos quedamos en el parque, viendo las escasas estrellas.

—Como cuando éramos niños —comentas y yo sonrío recordando el pasado. Entonces noto como, poco a poco, te vas poniendo triste.

—¿Estás bien? —inquiero. No sé qué más hacer, ha pasado mucho tiempo desde que te vi así por última vez.

—Sí, es solo que... Ya no hablamos como antes —me respondes y yo suspiro con acuerdo a tus palabras. Los segundos pasan y, de pronto, reconozco aquella mirada en ti. Esa mirada que me dice que haz pensado en algo divertido.

—¿Qué planeas? —te pregunto, más por miedo que por curiosidad.

—Ven conmigo —ordenas y me tomas de la mano.

Atravesamos la ciudad hasta llegar a las puertas de un edificio. Veo como tecleas algo en tu celular y, después de ver como asientes, sé que te han confirmado algo.
Vuelves a sujetar mi mano y me arrastras hasta llegar al elevador.

—¿Podemos hacer esto? —pregunto seriamente preocupada. Tú asientes.

—Tengo un amigo que vive aquí, vamos a pasar por su departamento un rato.

No escucho bien lo que me dices, pero sé que está bien. Porque confío en ti.

Llegamos a una puerta, la 202 para ser exactos, pasamos por una ventana y veo lo alto que estamos.

Tocas la puerta y una mujer nos abre, se sorprende al verte y se sorprende aún más por verme a mi, luego sonríe y le avisa a un tal Raku que estás aquí.
El chico, de cabellos oscuros, es casi de tu tamaño por lo que te mira de frente, después me ve a mi de pies a cabeza, me intimida un poco, pero su sonrisa me tranquiliza y tú lo notas, por lo que aprietas mi mano. En ese momento me doy cuenta de que seguimos así.
Espera... ¿Estás celoso?

Raku te da algo y tú agradeces para dar media vuelta y volver al elevador. Raku nos guiña un ojo antes de que las puertas se cierren.

Todavía no entiendo qué quieres hacer.

Llegamos al último piso, pero veo escaleras, a las cuales me llevas.
Una puerta se interpone en nuestro camino, mas no te molestas.
Es cuando me doy cuenta de las llaves que llevas en tu mano libre.

—¡Vaya!—exclamo al ver el paisaje. La ciudad, llena de luces, es hermosa de noche.

—Y eso no es todo —me dices y señalas hacia el cielo.

¿Las estrellas se podían ver aún más desde ahí o era mi imaginación?

Nos quedamos en silencio, un lindo silencio. Con el viento moviendo sin piedad nuestro cabello y las luces iluminando nuestros cuerpos.

—Es hermoso —digo para no parecer tonta —. Gracias por traerme.

Tú sonríes y me tomas del brazo para que te mire. Pareces ansioso y al mismo tiempo calmado. Creo que es la primera vez que veo esta faceta tuya.

—Sabes que ser prudente no es lo mío —me dices, a lo que yo asiento confundida —. Por eso lo diré sin rodeos, aunque ya los estoy dando ¿no es así?—asiento con una ligera sonrisa. Espero que esto sea lo que creo que es —. Me gustas, Akari.

Me sorprende un poco tu confesión. Es decir, esperaba que fuera lo que creía que era, pero también esperaba que no lo fuera.
Te veo nervioso, asustado quizás.

Las palabras de Aoi suenan en mi cabeza "Deja que sufra un rato". Pero no puedo. Nunca lo he podido.

—Si tú no sientes lo mismo, está bien, podemos seguir siendo amigos aunque te resulte extraño... Mejor olvida lo que dije... ¿Qué dije? Ya lo olvidé ¿lo ves? —empiezas a divagar y yo sonrío para calmarte, justo antes de besarte.

Te sorprendes, yo también lo hago. Pero continuamos a pesar de nuestra inexperiencia.
Aprovecho cuando nos separamos para tomar aire.

—Tú también me gustas. Desde hace mucho.

Sonríes y me acercas para fundirnos en un abrazo.

¿Tú también te sientes protegido cuando estamos así? ¿O te sientes feliz?
Porque yo sí.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro