El Kai estaba cuidando al chamaquito de Sehun porque su hermano quería ir a dar la vuelta con su bomboncito. Le encantaba ver como él bebe decía cosas que no entendía y ¡chispas! Ya se moría por tener un bebecito suyo. No platicaba de eso porque las veces que lo menciono ardía Troya, pero de verdad ya quería tener una "bolita de pan" porque sí, Kai estaba obsesionado con esa canción de Caloncho.

—Solo mira —dijo Kai cargando a su sobrino.

—No, aun no estamos listos. Tengo que cuidarte y cuidar a un mocoso sería ponerme una carga más

—Pero.... Duraznito.

—No, Jongin —dijo viéndolo muy molesto.

Ya no iba a insistir porque, lo sabía, su esposo era muy difícil, cuando su sobrino se quedó dormido, se sentó en la sala viendo como su hombrecito estaba preparando los guisos para las tortas y recordó lo complicado que fue conquistarlo.

Hace un chingo...

Kai tenía su puesto de tortas, le iba demasiado bien siempre tenía un chinguero de gente y ya sentía que no podía solo. No le iba a decir a sus hermanos porque ellos empezaban con eso de los tacos, así que decidió contratar a alguien. La cosa era que siempre llegaban mujeres que, en lugar de rellenar tortas, querían que Kai les rellene la torta y así pues no se podía trabajar. No fue hasta un día común y corriente que vio a un hermoso chico entrar por la puerta y ¡Jesús, María y José! ¡Qué tortas!

—Vengo por el puesto de ayudante —dijo el chico

—Claro que sí, cómo no. ¿Tienes experiencia?

—No —contestó con sinceridad el chico—. Pero aprendo rápido, me urge el trabajo.

— ¿Y eso por qué, bonito? —pregunta el moreno.

—Solo… Me urge el trabajo.

—Bueno, bonito, entonces empiezas desde hoy porque hay mucha chamba, vete a lavarte las manos y ponte uno de los mandiles.

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Kyungsoo era el sueño de cualquier persona en todos los aspectos, el muchacho era bueno en su trabajo, era activo, además que estaba bien papi. A Kai se le caía la baba cada vez que lo veía y ni siquiera lo disimulaba.

—Soo... ¿Qué onda? —Preguntaba con coqueteo su jefe.

—¿Qué pasó, Kai?

—¿Me vas a aceptar una salida al cine? —Pregunto esperando que por fin le dijera que sí.

—No —una vez más lo había rechazado.

—Chanfle, te haces del rogar.

Él chico le sonreía y después se ponía a preparar las tortas, ahora el que salía sobran era Kai porque Soo era demasiado chingón para él, podía solo con todo y no se rajaba cuando había chingo de gente.

Al día siguiente lo invitó a comer unos tacos en el puesto de sus hermanos y tampoco quiso. Lo invitó a ir por un helado y también lo mandó a freír espárragos, ya no sabía cómo hacerle. Hasta que un día recibió un whats de su bonito y le dijo que estaría ausente una semana, que esperaba lo pudiera comprender. Obviamente claro que lo iba a esperar porque ese niño era irremplazable.

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La cosa con Kyungsoo era la siguiente, no era que Jongin no le gustara. Por dios, ese hombre volvía loco a cualquiera. Era solo que tenía un secreto que sabía que tarde o temprano saldría a la luz.

Kyungsoo necesitaba un trabajo urgente porque cuando su mamá descubrió que estaba embarazado, lo sacó de su casa y su "novio" le dijo que era su problema. 

Consiguió donde quedarse y aunque era un cuchitril sería su nuevo hogar para estar con su chamaquito. 

Buscando trabajo decía que estaba embarazado y no lo aceptaban, entonces vio ese letrero en ese puesto que sabía que siempre tenía un chingo de gente y fue, ahora ya no decía que estaba esperando un bebé, porque sabía que aún tardaría en notarse.

Jongin no se la ponía fácil porque, chale, el hombre estaba buenísimo y tenía las hormonas revolucionadas, quería que lo desnudara y se lo cogiera, oh sí, eso era lo que él quería.

¿Por qué Kyungsoo pidió aquella semana?

Cuando él se despertó había mucha sangre en su sábana y no tenía a quien hablarle, así que se dio un baño y se fue al hospital público, donde tuvo que esperar casi dos horas para ser atendido e incluso solo lo pelaron porque se desmayó. Cuando despertó el doctor le dijo que había perdido a su bebé y que lo sentía mucho. También le dijeron que tenía que guardar reposo y con sus pocos ahorros, porque Kai le pagaba diario, sobreviviría esos días.

Lloró pocas veces porque pensaba que tal vez eso era lo mejor, porque con lo poco que ganaba no iba a poder mantener a su bebito. Entonces se juró que no volvería a embarazarse porque no quería pasar por lo mismo.

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Cuando regresó a trabajar Kai no pudo evitar notar que su precioso no se veía igual, había algo en el que cambió, se veía igual de chulo sí, pero quería saber que pasaba con él, así que lo intentó una vez más.

—Entonces…  ¿Por fin me vas a aceptar una cena? —Kyungsoo volteo a verlo y le sonrió.

—Nelson. —Y siguió trabajando.

Pero no se rindió. 

Pasó un chingo sí, para él seis meses era un chingo, hasta que Kyungsoo aceptó una cita con él. A los 4 meses se volvieron novios y un año después de noviazgo, Kai sabía que quería tener a ese duraznito en su vida, así que se propuso y al poco tiempo se casó con el esposo perfecto, solo que ahora quería reafirmar ese amor con un huerquito.

Presente.

Ya Junmyeon se había llevado a su bebito y Kai solo olía el lugar donde había dormido. ¿Cómo chingaos le hacían los bebés para oler tan bonito? Vió la ropita que tenía en su casa porque siempre se le quedaba algo cuando iba a visitarlo y se veía tan chiquita que se la pasaba haciendo "aww"

—Kyung... por favor —pidió con un puchero.

—Ya me tienes hasta la madre, Jongin —Le gritó—. No coño, no vamos a tener un mocoso y deja de joderme.

La reacción de Kyungsoo fue peor de otras, sobre todo porque lo vio tomar la llave de su moto y salió. Pasó todo el día y cuando regresó Kyungsoo se estaba cayendo de borracho. Además, tenía una caguama en la mano, ni siquiera sabía que su esposo tomaba caguamas.

—Ahora sí, Jongin. Prepárate para follarme como... hip... tú quieras chiquitito.

—Lo que vas a hacer es bañarte, vamos —Jongin tenía a Kyungsoo del brazo.

—Lávame los huevooooos....

Casi arrastrando llevó a su hombre al baño y lo desnudó, Kyungsoo de repente se puso a llorar y eso le sorprendió.

—Yo quiero darte un chamaquito —decía entre hipidos Soo.

—Ya, Soo, prometo no volver a insistir.

—Es solo qué…  ¿Y si también se muere?

—¿De qué hablas?

—Mi bebito se murió, por eso no quiero tener otro dentro porque duele mucho cuando se mueren.

Trato de ignorar las cosas que decía, cuando lo saco del baño lo acostó y el otro empezó a roncar como un tractor descompuesto. Sin embargo, se quedó con la duda, ¿de qué hablaba Kyungsoo? Se acostó a su lado y trató de dormir, pero apenas y pudo porque tenía la pinche duda.

Cuando despertó, sentía que todo el mundo le daba vueltas, pero cuando levantó la mirada vio a su moreno con un plato que olía a barbacoa y con una coca bien fría, por dios, debería replantearse tener un hijo.

—¿Estás bien? —Preguntó Kai.

—Sí, gracias por esto.

Comieron en silencio y cuando terminaron, Kai sabía que tenía que preguntar.

—¿Quieres hablar de tu bebito muerto?

—¿Cómo...?

—Soo —su chaparrito lo abrazó y entre llanto le contó la historia.

—Perdón por ocultarte cosas.

—No te voy a negar, sentí culero, pero no chingues Soo, eres mi esposo y voy a estar para ti, no todo tiene que ser igual —Jongin tomó el rostro de su hombre y limpió sus lágrimas—. Nos hemos roto la madre todos estos años y pagaremos a los mejores doctores para que no vuelva a suceder. Te amo, mi chaparrito, solo confía en mí por favor.

Después de retirar las cosas que había llevado para desayunar se dieron un beso, que poco a poco fue subiendo de tono y terminaron "echándole cilantro a los tacos"

❤

La panza de Kyungsoo apenas y lo dejaba caminar, estaba bien panzón y no era para más porque estaba a punto de tener mellizas.

Vio a sus cuñados organizar su Baby Shower y a su esposo engordar porque Kai tenía más antojos que él. Sé dio cuenta que no todo tenía que repetirse y se puso a pensar como un puesto de tortas y un puesto de tacos cambió su vida. Ya no estaba solo, tendría dos hijas e incluso tenía cuñados y concuños que lo consentian. 

Ya nada sería difícil.

Fin.

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Quería algo más emotivo para el final, así que espero que les haya gustado.