Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

8. El plan.

Después de ducharme, ponerme ropa y recogerme el cabello en una media cola, salgo para ver si Jack ha llegado. Lo que eran un par de minutos se convirtieron en un par de horas. Al acercarme, escucho a alguien hablar. Es una voz de mujer. Al asomarme, me doy cuenta de que es Laura, la inspectora Adams. En cuanto me ven se callan y me acerco para saludarlos. Jack no se ve muy contento. ¿Qué cosas le habrá dicho?

—Hola Melanie. ¿Cómo estás? — me pregunta la inspectora.

—Mejor. Creo que me estoy acostumbrando a mi desgracia. — intento tomarme el tema con gracia.

—Localizamos a tu hermano. ¿Quieres hablar con él? — la cara de felicidad se desvanece cuando recuerdo lo último que le conté. No podría verlo sin derrumbarme así que aguantaré un poco más.

—Todavía no. No hasta que salga del peligro. — estoy decidida.

—Bien. — toman asiento y les sigo. — La situación es la siguiente: después de largas y difíciles horas interrogando a tu madre, nos pudo dar una información muy valiosa. Esta noche, harán una exhibición de coches en un local público de la ciudad, donde Frank acudirá para intercambiar sus mercancías, mezclándose con la gente. El plan es el siguiente: iremos encubierta. Unos como meseros, otros como guardias de seguridad y como invitados especiales; pero tú... irás simplemente como Melanie Cross. Él no esperará verte allí y toda su atención irá hacia ti. Mataremos muchos pájaros de un tiro: a sus cómplices, las drogas y a él. — explica y me parece un buen plan, aunque sea algo arriesgado. Sin embargo, no estoy segura de cómo reaccionaría si tengo enfrente al hombre que abusó de mí.

—En cuestión de segundos se darán cuenta de que está manejada por nosotros y no lo pensará para volver a hacerle daño. — refuta Jack.

—No tenemos otra opción. Es nuestra única oportunidad. Tendremos francotiradores y a los mejores agentes con nosotros.

—Pero...

—Lo haré. — lo interrumpo. — Todo lo que sea necesario para terminar con esto de una buena vez. Sé que estaré segura mientras estén cerca de mí. — miro a Jack.

—Perfecto. Será a las nueve en punto. Te traje algo adecuado y un estilista vendrá dentro de unas horas para arreglarte el cabello. — apenas recuerdo que lo tengo hecho un desastre. — Sé que será difícil pero es nuestra única oportunidad. Frank no puede escapar. No otra vez. — parecía más preocupada por cumplir esa misión que cualquiera. — Nos vemos más tarde. — dice por último y se marcha. Antes, dándole una mirada inusual a Jack. ¿Qué se traen? Esas miradas sospechosas son muy frecuentes entre ellos. Como si escondieran algo más. Algo que solo ellos o pocos saben.

— ¿Estás segura de que quieres hacer esto? — pregunta en cuanto nos quedamos a solas.

—No hay de otra. — estoy resignada.

—Sí la hay. No tienes que hacer esto si no quieres. Es muy peligroso y difícil para ti.

—Sí quiero hacerlo. Quiero terminar con esto, quiero rehacer mi vida lejos de tantos problemas. No sé cómo estaré cuando lo tenga en frente de mí pero saber que estarás cerca me dará la fuerza que necesitaré. — esto ha sonado muy extraño, pero simplemente he dejado salir lo que siento.

—¿Así es cómo te sientes cuando estoy cerca de ti? — se aproxima.

—Sí. Así es como me siento. — soy honesta con él y conmigo misma. — Y no sé qué significa, pero no puedo pensar en otra cosa más que en tus manos tocando mi piel. — veo en sus ojos la desesperación.

—No me digas esto. — cierra los ojos pero sigue acercándose.

—¿Por qué? ¿Porque no tienes suficiente valor para aceptar que desde que nos conocimos tuvimos una conexión? — pegamos nuestras frentes. — Esto no es solo trabajo y lo sabes.

—No te creo. ¿Es otra de tus estrategias, cierto? Cómo lo del té. — se aparta.

—No lo es.

—Sí lo es.

—No lo es y puedo demostrártelo.

—Entonces... hazlo. — me reta. Me desabrocho los botones delanteros de mi vestido y el sostén hasta quedarme solo en bragas frente a él. Parece confundido e impresionado. No entiende lo que estoy haciendo.

—Acércate, tócame y te juro que no te detendré. — no sé de dónde estoy sacando el valor para hacer esto con lo tímida que soy.

—Vístete, por favor. — intenta no verme.

Me acerco y toco su pecho.

—Ahora es tu corazón el que late muy rápido. — lo miro a los ojos. Acaricia mis brazos de abajo arriba lentamente y dejo caer mi cara en su mano. Su tacto me da la paz que en 21 años nunca tuve. Aproxima sus labios a los míos pero no los toca. En lugar de eso desciende a mi cuello y besa mi hombro.

Se agacha, toma el sostén, eleva mis brazos y me lo coloca nuevamente.

—No eres un juego para mí. — dice mientras lo abrocha perfectamente en mi espalda y me mira a los ojos. — Prepárate. Pronto tenemos que irnos. — va a su habitación. Acaba de rechazarme de una manera muy sutil y ni siquiera puedo sentirme avergonzada al respecto, ya que en ningún momento tampoco negó todo lo que le dije. ¿Cómo acabará esta noche?

8:40 p.m.

Estoy lista. Me han arreglado el pelo y le han dado un poco de color a mi rostro. Nunca me había esforzado tanto por verme bien. Llevo un lindo vestido azul con cuello blanco y por un momento veo a la Melanie Cross en la que me puedo convertir. Ya no estamos en el apartamento de Jack, sino en una caravana a una cuadra del lugar donde Frank estará. Estoy muy nerviosa, creí que estaría lista para este momento pero indiscutiblemente no es así. Las manos me tiemblan y me cuesta respirar con normalidad.

Alguien entra silenciosamente y es Jack. Lleva puesto un lindo traje negro que le queda muy bien. El enorme reloj en la muñeca y sus auriculares como "guardia de seguridad" le dan el toque. ¿Cómo puede ser tan guapo? No puedo controlar mis pensamientos.

Me escanea con la mirada y se acerca mucho más.

—Te ves muy bien. — me alaga.

—Gracias. Tú también te ves muy bien. — intento olvidar lo que nos pasó hace apenas unas horas pero es difícil. No puedo actuar con normalidad después de eso.

—¿Estás bien? — parece que nota mis nervios.

— No, no estoy bien. Estoy...demasiado tensa. — no paro de mover mi pierna derecha.

—Te dije que sería difícil. Todavía estás a tiempo de desistir.

—No. Voy a terminar esto.

—Solo mírate, estás temblando.

—Ya se me pasará.

—Cuando lo tengas de frente será peor. Querrás huir como lo hiciste aquella noche en el bar.

—No me estás ayudando. — se queda en silencio. — ¿Qué haces aquí? — frunce el ceño. — ¿Por qué estás aquí conmigo?

—Me aseguro de que realmente estés preparada para lo que viene.

—¿No será que ya te preocupas por mí y eres muy orgulloso para reconocerlo?

—No sigas insistiendo. No hay nada entre tú y yo. — sus palabras me hieren.

—Eso ya me quedó claro, pero aun así, necesito que te alejes de mí. — no quería acostumbrarme demasiado a él, su cercanía y su protección han nublado mi juicio y mi corazón. Y está claro que es un hombre que no puede comprometerse con algo más que su trabajo.

—¿Por qué actúas así? — me quedo callada. — Yo no soy el enemigo. — se acerca demasiado.

—No hagas eso. — le ruego, con la cabeza cabizbaja.

—¿Qué?

—No te acerques así.

—¿Por qué no? — puedo sentir su respiración chocar con la mía.

—Porque no quiero enamorarme de ti. — confieso, dejándolo sorprendido. — Eres la única persona que se ha preocupado por mi tranquilidad desde que tengo memoria y...no quiero hacerme ideas que no son. Tú me lo dejaste claro y agradezco tu honestidad.

—¿Por qué crees que no debes enamorarte de mí? — me quedo en silencio y lo miro a los ojos. — ¿Tan mala persona crees que soy? — sigo guardando silencio. — Pero no te preocupes, lo comprendo. De igual manera sabemos que no nos llevará a ninguna parte.

—Así es, señor Connor. — cruzo los brazos y calmo la rabia en mi interior.

—Entonces no hay nada más que hablar. Terminemos con esto. — su perfume invade mis fosas nasales y hace que me vuelva aún más loca. — Después de ti. — me abre la puerta de la caravana y salimos de ella. Caminamos hasta un hermoso Audi negro y Jack saca las llaves.

—¿Es tuyo? — estoy impresionada. Me encantan los coches.

—¿Tú qué crees? — esboza una media sonrisa.

—¿No llamaremos mucho la atención?

—Iremos a una exhibición de autos de toda clase, no podemos llegar en una chatarra. — me abre la puerta del coche. Nunca deja de ser caballeroso. — Anda, sube. Llegaremos tarde. — obedezco y entro. Mientras conduce guardo silencio hasta que me pide que saque algo de la guantera frente a mi asiento. Al hacerlo, noto que tiene otra pistola guardada allí. ¿Por qué tantas armas? La respuesta era evidente.

Saco una caja azul sin mucho peso.

—Son unos auriculares especiales, colócatelos y todo lo que digas lo podremos escuchar. — me indica.

—¿Podré escucharlos también? — me los coloco. Son tan pequeños que casi no se pueden notar.

—Sí, tú también puedes comunicarte con nosotros a través de ellos, solo tienes que presionarlos. — me da un ejemplo. — No los notará, pero sabrá de inmediato que no estarás sola.

—La señora Adams me dijo algo pero... ¿qué es lo que haré exactamente?

—Lo dejaremos hacer sus negocios, solo así sabremos con quiénes está aliado. Mientras tú te acercas todo un escuadrón de agentes intercederán y probablemente se arme una balacera. Son personas muy peligrosas, así que quiero que no te apartes demasiado. Eric será el más cercano a ti, te estará cuidando la espalda. — explica mientras conduce.

—¿Y tú? ¿Dónde estarás tú?

—Cuando las cosas se compliquen querrá escapar y estaré ahí para evitar que eso suceda. — sonaba tan sereno y seguro de sus palabras que me atormentaba. Mientras yo tengo el corazón a mil, él parece estar tranquilo. — Escucha, no me gusta este plan en lo absoluto, pero Adams siempre sabe cómo mover sus cartas. Así que puedes confiar en ella tanto como yo. — saber que la aprecia tanto carcomía algo inexplicable en mi estómago.

—No confío en nadie ¿sabes? Si no puedo hacerlo con mi propia madre mucho menos con alguien más. — recordarla me pone de malas. — Solo quiero que todo esto termine, aunque...no sé qué pase conmigo después.

—Vas a estar bien Melanie, confía en ti misma. Eres más valiente de lo que puedes reconocer. Lo veo en tus ojos. — me mira fijamente a ellos y aparto la mirada con resignación. Sus hermosos e intensos ojos azules, casi igual que los míos, hacen que quiera derretirme entre sus brazos para siempre. — No lo dejaremos escapar, lo prometo.

—Sí, yo también lo prometo. — estoy dispuesta a cualquier cosa con tal de acabar con esta tortura llamada Frank G. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro