Mientras el cuerpo se tambaleaba, no hacía más que ver. Los gritos a su alrededor eran cada vez más fuertes. Alaridos de desesperación y ruegos. Llanto. Dolor.

Desesperación.

Pero él, él seguía parado ahí. Sin hacer nada.

Sin sentir nada, simplemente no podia sentir nada.

—¡Hoseok! —Era jalado del brazo con fuerza, con brusquedad. Violencia. Eran términos conocidos para él, tal vez por eso también seguía paralizado—. ¡Haz algo! ¡Joder! ¡Haz algo, Hoseok!

Gritaban y gritaban. Pero él no respondió, ninguna palabra salió de su boca, ningún sonido. Ninguna expresión se reflejó en su rostro mientras veía la oscura escena frente a él. Ellos tenían razón tal vez, estaba hecho de piedra y era inservible.

—¡¿Por qué te quedas parado?! ¡Muévete! —gritaba una de las dos, con un niño de dos meses en brazos. Una futura vida que estaría condenada de no ser un alfa—. ¡Te dije que te moviera, inútil! ¡¿Por que tienes que ser así?! ¡Ayúdanos!

Del cuerpo inerte en el piso brotaba sangre, demasiada, y lo único que se preguntaba era cuánta más sangre faltaba para que termine de respirar por siempre. Era lo único que se preguntaba, lo único que quería. Y aunque sabía que sería condenado por desear algo así, no podía de dejar de hacerlo.

—¡Te odio! ¡Te odio por ser un maldito omega! ¡Un inútil! ¡Esto es tu culpa! ¡Todo es tu culpa! ¡Arruinaste su vida! ¡Arruinaste nuestra vida! ¡Sabía que no servías para nada! —Gritó cosas que ya sabía mientras su hermana corrió a tomar su teléfono llorando.

Escuchó como entre sollozos llamaba a emergencias.

Fueron últimos minutos que la escuchó, la última vez que la vio.

Su olor lo delató, sabía que estaba atrás suyo y que planeaba asustarlo de forma juguetona aún cuando estaba concentrado ordenando los archivos de forma alfabética.

—Sé que eres tú, Jungkook.

—¡Ah! —soltó—. ¡Pero te veías muy concentrado! —Se quejó como un niño mientras se ponía a su lado y lo ayudaba. Hoseok apenas hizo una mueca similar a una sonrisa.

—Debo estar atento mientras hayan alfas como mi jefe dando vueltas.

—No me digas que volvió a molestar al nuevo. —Hoseok asintió y Jungkook maldijo—. Ese enfermo... Deberíamos denunciarlo, el viejo se cree que todos le deben un favor por contratarlos.

—Deberíamos pero... necesito el trabajo. —Le recordó separando los archivos en distintas filas—. O al menos no hasta que encuentre otro algún día...

No hacía falta agregar que con "algún día" se refería a tal vez años después, aún estando en el gran Seúl era difícil para un omega encontrar un trabajo.

—Lo sé —suspiró Jungkook frustrado. Hoseok junto dos filas de archivos y comenzó a ordenar los que faltaba, hasta que sintió a Jungkook acercarse más, como si quisiera decirle un secreto—. Hey, Hoseok... uhm... Sé que trabajas únicamente para poder pagar el departamento en el que vives así que me preguntaba, ¿has pensado mudarte a otro donde tengas que compartir con personas? Ya sabes, son más baratos...

Sabía que Jungkook estaba preocupado por como de mal le estaba yendo económicamente y por eso le estaba buscando opciones para una vida mejor. Solo que, tal vez Hoseok ya había pensado en todas las existentes o vivido... Un mal recuerdo vino de inmediato que lo hizo sentir escalofríos por aquel recuerdo.

—Lo hice un tiempo, y tengo malas experiencias con eso —contó, con su semblante serio de siempre—. No me gusta convivir con otros, aunque sean omegas o betas. Me gusta pasar mi celo a solas.

Escuchó a Jungkook asentir y reír nerviosamente, sabía que era por la mención de su celo. Nunca habían hablado de eso, en realidad, nunca se solía hablar del celo de otro entre un alfa y un omega sin que fueran pareja. Era visto de forma extraña. Casi tanto como que un alfa y un omega sean solo amigos, la mayoría decía que no existía la amistad entre ambos subgéneros. Decían que si alfa y omega se juntaban era porque inevitablemente había o habría un romance entre ellos, que era sus lobos juntándolos. Y, ciertamente, a Hoseok le había molestado demasiado esa creencia, se le había hecho estúpida y de mentes cerradas. Hasta que... desde hacía un tiempo comenzó a dudar.

Más precisamente desde el momento que comenzó a sentir como su lobo movía la cola cuando Jungkook, su único amigo alfa, estaba cerca.

—Tiene sentido, tiene sentido... ¿Y qué tal conseguirte un alfa? Uno que tenga tanto dinero que no le importe en qué gastar. Sería una solución rápida, hay muchos que hacen eso. N-no te lo tomes a mal, no me refiero a que te prostituyas, me refiero a que-

—Sé a lo que te refieres —interrumpió Hoseok separando otros papeles en una fila más, sin mirarlo como su lobo le estaba exigiendo—. Pero no conozco a nadie así de asquerosamente rico como para gastar en... —murmuró deteniéndose a poco, de pronto reaccionó ante lo que quería decir y miró a Jungkook, ignorando a su lobo saltar de la alegría al ver por fin sus redondos ojos—. ¿Estás hablando de ti? —preguntó lleno de confusión y algo más, ya que Jungkook era el único que conocía en una posición similar.

Sus latidos se aceleraron pero Jungkook amplió sus ojos como si no se lo esperaba.

—¿Qué? —preguntó Jungkook más que sorprendido y pronto comenzó a negar con una sonrisa divertida pero no cruel—. Oh, no, no, no. Me refiero a un amigo.

—Ah —soltó sin escuchar o prestarle atención a lo último que dijo, sintiéndose un estúpido como era, mientras volvía a su trabajo e intentaba ocultar su decepción y calmar a su lobo que estaba sintiéndose igual o peor que él—. No me interesa que me mantenga un alfa o lo que sea. Puedo hacerlo yo solo, los omegas no necesitamos un alfa para salir adelante.

—Sabía que dirías eso —dijo Jungkook divertido, se sintió confundido al escuchar eso así que lo miró—... En realidad, tengo un favor que pedirte. Te pagaré.

Sintió una pizca de temor cuando mencionó "favor", y fue su lobo quien lo calmó esta vez, diciéndole que estaba hablando con Jungkook. Su amigo.

—¿De qué se trata? —Estaba más que confundido ahora, pero si Jungkook necesitaba algo lo ayudaría. Porque Hoseok... apreciaba mucho a ese alfa.

—Bueno, seré breve, tengo un amigo que cree que los omegas nacieron para tener cachorros y cree que ese es el sueño de todos.

Hoseok frunció el ceño e hizo una mueca de desagrado total, ¿por qué Jungkook se juntaba con idiotas?

—Qué ignorante. —Fue lo único que dijo, suprimiendo las ganas de insultarlo.

—Exacto. Así que quiero que le demuestres que no es así. Él tiene una lista con nombres de omegas que va tachando cuando no le gustan... —¿Qué clase de idiota es ese tipo? No lo conocía pero ya lo odiaba—. Pero digamos que si alguien le llama la atención en el primer encuentro, lo buscará y le pedirá una cita. Estoy seguro que tú llamarás su atención y cuando te conozca se dará cuenta que no todos los omegas son iguales.

—¿Yo llamaré su atención? —Fue lo único que dijo confundido.

Jungkook asintió con una sonrisa.

—Eres muy lindo, Hobi. Sé que lo harás. —¿Jungkook lo consideraba lindo?—. Así que, ¿qué dices? ¿Me ayudarás?

Hoseok parpadeaba mirándolo serio mientras que su lobo estaba rebosando de emoción yendo y viniendo porque en lo único que podía pensar era en que Jungkook lo consideraba lindo. El amigo estúpido de Jungkook le importaba muy poco pero si necesitaba ese favor lo ayudaría sin dudarlo, todo por estar más cerca suyo. ¿Qué podría salir mal?

—Si, lo haré.