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Las pasantías habían comenzado. Shota, Hana y Oboro se encontraban frente al jefe de la agencia que Nerumi les había recomendado.

—Trajiste tres hermosos polluelos, Midnight —dijo el hombre mirándolos fijamente—. Soy His Purple Highness, así que seré vuestro jefe a partir de ahora.

—Es un gusto —dijo Oboro sonriente—. Soy Loud Cloud.

—Soy Stormy —dijo Hana.

—Eraser Head —dijo Aizawa sin ningún tipo de emoción.

—Encantadores nombres —dijo, y en aquel momento una mujer le avisó de un villano irrumpiendo en la ciudad—. Muy bien. Veamos como son vuestras habilidades.

Todos comenzaron a abandonar la agencia para así dirigirse hasta el lugar donde el villano se encontraba. Los tres jóvenes se encontraban algo nerviosos debido a que este sería su primer enfrentamiento contra un villano y deberían de utilizar sus particulares lo mejor posible para poder capturarlo.

—Ven conmigo, Loud Cloud —dijo Midnight—. Eraser Head y Stormy quédense aquí por si el villano intenta huir.

Nerumi y Oboro se fueron con los demás hacia un edificio cercano, mientras que Aizawa y Hana se quedaron fuera a la espera de instrucciones.

—¿Crees que lo atrapen? —preguntó Hana a su compañero.

—Eso espero —respondió al momento en que sostenía su bufanda—. No sé si yo pueda hacer algo.

—No digas eso. Confía un poco más en ti.

—Lo haces sonar tan fácil.

Hana soltó un suspiro ante su negatividad, así que se acercó a él y sostuvo ligeramente su rostro con las palmas de sus manos para que así Aizawa la mirara fijamente. Y aquella repentina acción había provocado que la cordura del chico se volviera un poco inestable, pues sus rostros habían quedado demasiado cerca.

—Atraparemos a ese villano —dijo Hana sin apartar las manos de su rostro—. Confía en mí.

Aizawa se mantuvo en silencio porque no sabía exactamente qué decir o tal vez estaba demasiado concentrado en aquellos ojos brillantes que lo miraban fijamente.

—Va hacia ustedes —dijo la voz de Midnight desde el trasmisor de voz.

Hana apartó sus manos y dejó de mirar a Aizawa para así concentrarse en el villano. Entonces, segundos más tarde, el villano apareció saltando sobre ellos para así comenzar a escapar en línea recta. Los ojos de Shota se volvieron rojos al utilizar su particularidad, por lo que aprovechó la confusión del villano al borrar su particularidad para así atrapar su cuerpo con la bufanda que portaba y así hacer que Hana le lanzara un rayo. El villano fue rápidamente aturdido y capturado por los demás miembros de la agencia de His Purple.

—¡Buen trabajo! —exclamó Oboro cuando llegó con ellos—. Hicieron un buen equipo.

—¿Oíste, Shota? —preguntó Hana con una sonrisa.

—¡Bravo mis dulces polluelos! —exclamó His Purple cuando llegó con ellos—. Su primer día y lo hicieron excelente. Sigan así y se convertirán en grandiosos héroes. 

Oboro y Hana sonrieron, en cambio, Aizawa se mantuvo inexpresivo debido a que todavía le costaba formar una sonrisa. 

Algunos ciudadanos sonreían, saludaban o daba algunos ánimos a los jóvenes pasantes que patrullaban por la ciudad. Oboro y Hana recibían felizmente las acciones de los ciudadanos, por otra parte, Aizawa se sentía algo incómodo y por ello en todo momento se mantuvo caminando detrás. 

Los tres jóvenes continuaron su patrullaje, pero en un momento Oboro se detuvo y les dijo a sus amigos que miraran en una dirección específica. Sus dos compañeros detuvieron sus pasos y miraron en la dirección en la cual él se encontraba señalando, entonces sus ojos no tardaron en encontrarse con una casa destruida y que tenía a su alrededor una cinta que indicaba: «Zona restringida». 

—Oí que hace un año hubo un derrumbe y que toda la familia de allí falleció —explicó Oboro—. Sin embargo, no encontraron ningún rastro de los cuerpos. 

Aizawa se mantuvo en silencio mirando aquella casa. A primera vista parecía que todo eso fue un accidente natural, pero si mirabas más detalladamente se podía apreciar distintas cosas y eso le hizo ver que aquel derrumbe fue provocado por una particularidad. 

—¿Sucede algo? —preguntó Aizawa cuando ha notado que Hana miraba fijamente aquella escena con una expresión ambigua. 

—¿Uh? No, no sucede nada —dijo volviendo a su actitud sonriente de siempre—. Deberíamos continuar con nuestro patrullaje, ¿no? 

Aizawa se sintió un poco confuso ante la actitud de Hana y, aunque le daba curiosidad esa repentina actitud, las hizo a un lado cuando logró oír los gritos desesperantes de la gente.

—¡Me encargaré de evacuar a la gente! —exclamó Oboro—. Ustedes intenten capturar al villano. Los alcanzaré cuando termine. 

—¡Entendido! —exclamó Hana y miró a Aizawa—. Ya sabes qué hacer, Eraser Head.

Shota se puso en posición y cuando vio que el villano comenzaba a huir, lo capturó con sus cintas e iba a borrar su particularidad. Sin embargo, el humo que aquel enemigo producía comenzó a picarle los ojos y debido a ello no pudo mantener sus ojos abiertos. La particularidad de Aizawa se detuvo y las cintas se aflojaron, por lo que el villano sonrió triunfante y se soltó de su agarre para comenzar a alejarse de allí. Shota frotó brevemente sus ojos e intentó nuevamente borrar la particularidad de su enemigo, pues este se estaba acercando peligrosamente hasta donde su amiga se encontraba; desafortunadamente el humo comenzó a nublarle la vista. 

Hana intentó utilizar su particularidad cuando ha visto que Aizawa volvía a retener al enemigo con su cinta. La chica lanzó algunos rayos, pero estos habían fallado al no poder ver bien por donde apuntaba. 

—¡Hana! —exclamó Aizawa cuando su cinta se rompió ante la brutalidad de la fuerza del villano—. ¡Sal de allí! 

Pero había sido demasiado tarde. El cuerpo de Hana fue lanzado contra una pared y el gran impacto que sufrió la hizo desmayarse, por lo que el villano aprovechó la distracción del momento para comenzar a huir.

Aizawa se acercó, y al mirar que ella sangraba, su pecho comenzó a doler.  

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