Una peli azul miraba confundida a su apuesto amigo, al tiempo que este caminaba junto a ella sin darse cuenta que sus actitudes habían puesto en evidencia su sentir.

Kakarot, te flechaste con ella, ¿verdad?,..., si, fue amor a primera vista, bueno al menos de tú parte, y no me lo niegues, sé que estoy en lo correcto, pues yo también experimente ese tipo de amor cuando conocí a Vegueta, decía la peli azul.

¿Qué?, ¿de qué hablas?, respondía Kakarot deteniendo sus pasos al igual que la peli azul.

De que te enamoraste Kakarot, dijo Bulma sonriendo.

¿Qué?, ¿de dónde sacas eso?, respondió Kakarot con cierta molestia en su voz.

Pero no te molestes, enamorarse no es malo, claro siempre y cuando pongas los ojos en alguien libre, tal vez por ello no quieres aceptarlo Kakarot, ella no está libre, pero tú eres un chico muy apuesto y muy caballeroso, tal vez si la tratas más podrías conquistarla, decía Bulma sonriendo.

¿Qué estás tratando de decirme Bulma?, respondió Kakarot confundido.

Te propongo algo, decía Bulma.

¿Qué?, respondió Kakarot.

Yo te ayudo, tú me ayudas, decía Bulma sonriendo.

¿No comprendo?, respondió Kakarot.

Ahora te explico,....., decía Bulma, mientras su apuesto amigo la escuchaba con atención.

En tanto:

Un joven cabello de flama detenía su auto, frente al lugar donde vivía la pelinegra.

¡Gracias¡ decía Milk, mientras se sacaba el cinturón de seguridad.

No, gracias a ti hermosa, por regalarme tu amor y compañía, respondía Vegueta mientras acercaba su rostro al de la pelinegra, al tiempo que a la mente de esta venía el rostro de su novio fallecido, y del joven que había visto ese día que era idéntico a su novio muerto.

No hay nada que agradecer, dijo Milk, girando su rostro, para que los labios de su novio se posen en su rostro.

¿Te pasa algo?, dijo Vegueta ante lo que hizo su novia.

Estoy cansada, mañana nos vemos, si, respondió la pelinegra, al tiempo que tomaba el rostro de Vegueta en sus manos para depositar un cálido beso en la frente de este, dejándolo sorprendido.

La pelinegra aprovechando el desconcierto de su novio, bajo del auto y hecho a correr hacia el lugar donde vivía.

Se sintió tan cálido, pensaba Vegueta, al tiempo que seguía con la mirada a la jovencita.

En otro lado del pueblo:

¿Me estás proponiendo un romance falso?, decía Kakarot.

Si, respondió Bulma, haciendo una pausa para decir: Como te dije nos beneficiará a los dos, es más a todos, ¿qué tal si esa chica no ama de verdad a Vegueta?, tú serás como una especie de prueba de amor para ella, si esa chica sede ante tus encantos, quiere decir que no merece a Vegui, pero si por el contrario ella no cae rendida ante ti, significa que si es digna del amor de él, pero si cayera rendida antes tus encantos, entonces tú podrás ser feliz con ella y yo me acercare a Vegui para darle consuelo, y tratar de revivir el amor que nos tuvimos.

Bien, comprendo el fin de tu propuesta, ¿pero se puede saber cómo haremos para acercarnos a ellos?, porque para poder confundirla, necesito estar cerca de ellos, decía Kakarot.

Sí, lo sé, por ello volveremos a ir a ese restaurante, además frecuentaremos todos los lugares que recuerdo que le gustan frecuentar a Vegueta, acotaba Bulma.

No es mala idea, respondía Kakarot.

Claro que no, a ti te gusta esa chica, ¿no?, dijo Bulma.

Sí, respondió Kakarot, mientras pensaba: No puedo bajar los brazos, tengo que luchar hasta el final, y esta es una buena oportunidad para ello.

Entonces no tienes que pensarlo mucho, serás mi falso novio, y yo tu falsa novia, dijo Bulma.

Bien, respondió Kakarot.

¡Gracias Kakarot¡ ¡gracias por apoyarme en esta locura¡ esta como te dije será la última carta que me juegue para recuperar el amor de Vegui, si no lo logro, aceptare con dignidad mi derrota, y saldré de la vida de Vegueta para siempre, dijo Bulma con nostalgia.

No te pongas triste, jugaremos juntos esa última carta, y haremos todo lo que esté en nuestras manos para salir triunfantes de este juego, respondió Kakarot con firmeza.

Sí, haremos todo lo que esté en nuestras manos, acotaba la peli azul.

Bueno falsa novia, te acompaño hasta tu casa, que tengo que ir a realizar algo importante, dijo Kakarot.

Si, falso novio, acompáñame a mi casa, respondió sonriendo Bulma.

Habitación de Dieciocho:

Una pelinegra de mirada entristecida entraba a una habitación donde estaba una rubia, platicando por celular.

Cariño, te llamo luego, ya llego mi compañera de habitación y creo que necesita de mí, dijo la rubia.

Claro mi rubiecita hermosa, luego te llamo, escucho la rubia, antes de que su novio de por culminada la llamada.

Luego de ello, dejo su celular en una pequeña mesa que estaba junto a la cama y poso su mirada en su amiga que estaba apoyada en la pared con el rostro pensativo.

¿Algún problema con Vegueta?, dijo la rubia preocupada.

Dieciocho, ¿crees en los dobles?, respondió Milk, sin contestar a la pregunta de su amiga.

¿Dobles?, dijo la rubia.

Si, acoto Milk.

Pues alguna vez oí que todos tenemos un doble en la vida, y esta persona puede estar en cualquier parte del mundo y no necesariamente llevar tu sangre, dijo la rubia.

Y es cierto, respondió Milk, haciendo una pausa para decir: Hoy pude ser testigo de que todos tenemos un doble en esta vida,..., hoy conocí al doble de mi Gokú.

¿Qué?, dijo Dieciocho sorprendida.

Y lo peor de todo es que su sola presencia me confundió, es su copia fiel, su rostro, su físico, su voz, sus gestos,...., decía Milk con voz entrecortada.

¿Dónde lo viste?, respondía Dieciocho confundida.

En el restaurante donde fui con Vegueta, ese chico lleva por nombre Kakarot, llego acompañado de la ex de Vegueta, ....., decía Milk.

¿Vegueta se encontró con su ex?, respondió Dieciocho, haciendo una pausa para decir: ¿Y qué paso?, ¿sucedió lo que pensaste?

No, creo que yo cambie todo al aceptarlo a él, ella no se casó como Vegueta lo suponía, ella tiene un nuevo novio, y ese es Kakarot, el doble de mi Gokú, decía Milk, dejando boqui abierta a la rubia de cabello corto.

En tanto:

Un joven de cabello alborotado estaba parado en un lugar donde había varias velas, unas más grandes que otras, esperando ser atendido por alguien.

Algunas ya están por extinguirse, pensaba el apuesto joven.

Pasa, escucho Kakarot.

Si, dijo el joven, entrando a un ambiente que a relación del primero era muy despejado y fresco.

Ya me imagino a lo que vienes, dijo un hombre con firmeza.

Solo le pido respete el tiempo que le pedí, como ya sabrá ella aún necesita de mi apoyo, y si ello resulta tal lo esperado entonces yo podré cumplir mi objetivo, respondía el apuesto joven.

Lo sé, por ello aún no he actuado, solo quiero recalcarte que el tiempo corre, y corre tan rápido que un abrir y cerrar de ojos el tiempo abra pasado, decía la voz.

Lo sé, pero confío que esta vez, las cosas si saldrán como las tengo planeadas, respondió Kakarot.

Espero y así sea, por tu bien, por ahora estamos en tregua, pero no puedo hacer más si ella no lo permite, dijo la voz.

Usted puede ayudarme, solo una vez ¡por favor¡ yo sé que ella anda confundida, por ello se precipito al tomar aquella decisión, pero también sé que si se da la oportunidad yo puedo hacer que ella encuentre la verdad de su corazón, respondía el apuesto joven.

Se aproxima un hecho que ya antes pasaste, tienes que convencer a las partes involucradas de que asistan a este, allí se les devolverá algo que debió llegar a sus manos hace mucho tiempo, pero como tras aquella fecha no volvieron, ese algo iba y volvía, hasta encontrar a sus dueños, decía la voz.

¿Qué es lo que se aproxima?, respondió Kakarot intrigado.

¿No lo recuerdas?, dijo la voz, haciendo que el apuesto jovencito empiece a sonreír.

Claro, decía el joven.

Todo siempre regresa a su punto de partida, acotaba la voz.

¡Gracias¡ ¡muchas gracias¡ por esta nueva oportunidad, decía Kakarot.

No agradezcas, solo aprovéchala, porque será la última que tengas, si tras esta última oportunidad todo sigue igual, todo habrá acabado, respondió la voz con firmeza.

Habitación de Dieciocho:

Y sentí horrible al ver a la réplica de mi Gokú besando a otra, decía Milk sollozando.

Pequeña, ese muchacho solo es eso, una réplica, respondía la rubia, acercándose a abrazar a la pelinegra.

Pero era idéntica a él, dijo Milk.

Tal vez, pero no era Gokú, él está,..., bueno tú mejor que yo sabes las cosas, respondía la rubia de cabello corto, al ver entristecer a su amiga.

Iré a ver al superior, dijo Milk de repente, alejándose de su amiga.

Ya no puedes hacerlo, recuérdalo, ya no puedes hacerlo, respondió Dieciocho.

Si, tienes razón, ya no puedo hacerlo, decía Milk incrementando su llanto.

Al día siguiente:

Un apuesto joven de cabello alborotado, se colocaba una gorra en su cabeza, bajo la mirada de su amigo.

Ojalá y todo resulte como lo tienen pensado Bulma y tú, decía el calvo.

Tiene que resultar así, o sino ya no podré hacer nada, respondía Kakarot.

¿Y a dónde quedaron ir hoy?, dijo el otro Kurin.

No se precisamente a donde, solo sé que iremos a uno de los lugares que le gustan frecuentar a él, respondió Kakarot.

Pues suerte amigo, dijo Kurin.

¡Gracias¡ acoto Kakarot.

Gimnasio:

Un joven cabello de flama se secaba el sudor con una toalla, al tiempo que caminaba hacia el lugar donde estaba una pelinegra.

¿Me acompañas a almorzar?, decía Vegueta.

Claro, respondió Milk.

Entonces voy a ducharme y te espero hermosa, decía Vegueta.

Bien, yo también voy a ducharme y cambiarme de ropa, respondió Milk.

Tiempo después:

El clima está hermoso como para ir por algo fresco, iremos a "Brisas del mar", dijo Vegueta, mientras miraba a su novia.

Bien, respondió la pelinegra, mientras el joven cabello de flama tomaba su mano.

¿Saldrán?, dijo una rubia de cabello corto que entraba al lugar.

Sí, iremos a comer algo a un restaurante donde venden comida marina, respondió Vegueta.

Pues disfruten mucho su tarde, dijo la rubia.

¡Gracias¡ dijeron el par de jóvenes al tiempo que continuaban su camino.

En tanto:

¿Brisas del mar?, decía Kakarot.

Si, a Vegueta le encantaba mucho frecuentar ese restaurante cuando el clima estaba así de caluroso, respondió Bulma.

Pues entonces vamos a "Brisas del mar", dijo Gokú.

Sí, respondió la peli azul.

1 hora después:

Unas parejas de jóvenes bajaban de unos autos de manera simultánea, al notar la presencia del otro, una de las parejas se tomó de la mano, mientras sonreían en complicidad, mientras la otra pareja que estaba ya tomada de la mano los miraba incrédulos.

¡Qué casualidad¡ ¿no?, decía Bulma sonriendo.

Sí, ¡qué casualidad¡ respondió un sorprendido Vegueta mirando a la peli azul, que llevaba puesto un traje ceñido a su cuerpo, bastante corto.

Yo no creo que sea casualidad, yo creo que es el destino, acoto Kakarot sonriendo, mirando a la pelinegra.

¿El destino?, decía un tanto nerviosa la jovencita pelinegra.

Si, el destino quiere que nos tratemos más, acoto Kakarot, mientras sonreía.

Nota:

Aquí les dejo un capítulo más de "Diferente", espero y el mismo sea de su agrado.

¡Gracias de antemano a cada persona que leen esta historia y todas mis demás historias en proceso y las concluidas¡¡gracias por sus vistos, votos y comentarios¡

Dios mediante con esta historia será, hasta el próximo lunes.

Cuidémonos mucho y cuidemos también a nuestros seres queridos, que de esa manera estaremos contribuyendo a detener el avance de la propagación de la pandemia que estamos viviendo en nuestros países.

Con mucho cariño.

PrincesaLirio.