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6

Extraño

Eris

Debia admitirlo, la manada era hermosa. Y eso que ni siquiera la he visto completa.

Apenas me habían dejado llegar a la entrada de ella, pero el ambiente en si era... Atrayente. Los enormes árboles que se ciernen sobre ella, le daban un aspecto de Seguridad y frescura tan hermoso. Y la entrada a esta enorme manada, era de piedra Roja, con un lobo en la punta de esta, hecho con alambre dorado junto al nombre, que no lograba entender.

-¿Que te parece hasta ahora? - me pregunto la chica de cabello blanco, que hasta ahora, se que se llama Sephora.

Después de haber aceptado que me mostraran la manada, me habían dejado sola. Si, se fueron a no se que hacer y la única que volvió después fue ella. Me enseño donde podía darme una ducha, y me dio un conjunto de ropa. Que consistía en un jean ajustado y una camiseta de tirantes negra. Se lo agradecí, la tierra y sangre seca me estaba volviendo loca.

Y salimos de, lo que me informo, son las mazmorras. Y todo el trayecto estuvo rodeado de árboles, paz y guardias. Y ahora, estamos aquí. Esperando a no se que.

-Pues... Es linda. -fue lo que dije.

Si ella piensa que me abriré así de fácil con ella, esta muy equivocada. He pasado todo esto rato junto a ella, y he notado que es una chica muy tierna y amigable. Estuvo contando me las cosas de la manada, sus celebración, tradiciones, institutos, la gente. Y si, sonaba interesante, incluso podía decir que parecía una mini-ciudad, pero mientras más hablaba llegue a pensar que me estaba endulzando.

Y valla que lo hacía.

Me agradaba la tipa, no piensen mal. Pero ella es muy melosa, y eso de que me quiere endulzar, hablando de más... No me gusta.

-Si, es linda. De hecho, esta entrada fue construida por uno de los primeros líderes de esta manada, conocido por ser el más fuerte y respetable... El tercero, para ser precisos.

¿Vez? En serio, se que lo hace por bien. Pero no puedo evitar compararla con Sheldon de The big Bang theory. Dando información innecesaria y de paso aburrida. Iba a decirle algo Sumamente feo, pero una voz se me corto en pleno acto descortés.

-¿Ya estas llenando a la pobre de información, Sephora?

Volteo hacia la voz, y veo que es Ryan junto a Keil. Sephora puso cara de indignación.

-¿Que? Claro que no. Solo le mostraba nuestra historia como manada. - dijo, muy orgullosa de si. Y yo, por dentro agradecía a Ryan por la intervención.

El lo noto.

-Eris, ven acá. - me llamó. Y, me le acerqué, feliz de la vida. A lo que el me hacia un repaso por todo el cuerpo, sonriendo.- quiero presentarte a unos chicos de mi más grande confianza. Ellos te enseñaran la manada, y responderán todas tus preguntas...

-Alto, espere. ¿No me la van a mostrar ustedes? - le corte, frunciendo el ceño.

-De hecho, hermosa, No. El señor de acá, como sabes, es el Alfa. Tiene trabajo. Y la señorita por el otro lado, es Consejera, así que se tiene que ir con el otro tipo de acá - respondió Keil. Sonreí divertida, al ver el Zape que le dio Ryan por su forma de llamarlo. Keil, lo que hizo fue reírse.

Genial, lo que me faltaba.

Solté un bufido. Si de por si la cosa estaba jodida, ahora más. Me dejarian con unos desconocidos, en un lugar donde fácilmente me pueden hacer daño, quien sabe, incluso violarme o meterme en una antorcha, para hacerme algún sacrificio bíblico. Debí quedarme en casa, joder.

-Tranquila, Eris. Keil se quedará con ustedes. - comento Ryan, seguro al ver mi carrera de martirio. Igual, eso no me tranquiliza.- y los chicos, como dije, son de mi entera confianza.

Sigue sin gustarme mucho la idea.

-De acuerdo. -replique, suspirando.

Ryan esbozo una sonrisa ladina. Estoy pensando seriamente que este tipo tiene un problema, sonríe demasiado, he incluso llegue a ver una que otra sonrisa maniática. Y resulta que es el Alfa, que esperanza. Veo que se aleja, y se dirijo al otro lado de la cerca. Es extraña esta manada, digo, tienen una cerca como entrada, pero los límites de su territorio están más lejos.

Que cosas, ¿no?

Así que, solo nos quedamos Keil, Sephora y yo. Y, no se, no pude evitar detallar demás a Keil...fue como un acto natural, no poder verlo. Aun tenia los ojos rojos, pero no se veía como me acostumbraba a verlo. Sin su aura toda salvaje, oscura, y maniática, ahora se veía incluso hasta...Normal. con una simple camiseta gris y jeans, podía tranquilamente pasar por un chico cualquiera, con una vida normal, e incluso amigable. Y pensar que debajo de esa fachada de chico amigable había algo...paranormal. Que ahora que lo pienso, no sabía que era exactamente.

Mi mirada en algún momento le peso, ya que me atrapo mirándolo. Sonrió.

- ¿Ves algo que te guste?- dijo, el muy arrogante. Frunci el ceño con gracia.

De hecho... Debería aprovechar, para saber algo de el.

-Oye, ¿Keil, cierto? -le digo, como quien no quiere la cosa. El asintió. -¿puedo saber... Que eres?

El lo pensó, como para ponerles tensión a la situación.

-¿Porque quieres saberlo?

-No lo se... Simple curiosidad.

El soltó una risita suave, viéndome como si fuera la niña más tierna e inocente del mundo.

-Oh, hermosa Eris... No sabes nada. -comentó, riéndose a mi costa. Frunci el ceño, esta vez con molestia. ¿Quien se cree el? Obviamente no se absolutamente nada. - pero, como tu me caes bien, te lo diré.

Ojalá el sentimiento fuera mutuo.

>>- Yo no soy un ser sobrenatural como los hombres lobo, o las ninfas, vampiros, hadas, todo eso... Yo, vengo de mucho más allá, de un mundo, del cual los hombres no saben su existencia, de un lugar conocido como Abgrund, es un mundo muy diferente a este. De allí provienen la mayoría de los seré sobrenaturales que conoces, pero... También se encuentran demonios. Yo soy uno de esos.

-¿Ab.. Que? ¿Donde queda eso?

El sonríe, divertido.

-No es, donde queda lo interesante, si no las criaturas que habitan en el. Esas criaturas, que para los católicos son seres del diablo, para otros es el monstruo de la tentación, otros el deseo, esas criaturas, en tus pesadillas, esas que te persiguen en las noches, que te atormentan. Esos monstruos en el armario, debajo de la cama... En la oscuridad. Aquellos que siempre, te están viendo. Ellos provienen de Abgrund.

Impresionante. Y pensar que todo eso era... Real.

-¿Y todo eso...existe? Digo, todas esas leyendas y cuentos de miedo. Sobre criaturas místicas y sobrenaturales.

Estúpida la pregunta pero, en estos momentos mi cerebro estaba lento.

-Pues, si los lobos son reales. Lo demás también. -esta vez contestó Sephora. La mire, y si, tenía razón. ¿Si los lobos existían, por que no, lo demás? Que no veamos las cosas no significan que no estén ahí. Pero... Es difícil creer en algo cuando aún, no logras verlo.

Supongo que por eso la humanidad tiene la mente tan cerrada.

Después de eso, volvimos a caer en un silencio tranquilo, donde podía escuchar las hojas de los árboles moverse gracias al viento, y una que otra ardilla subiendo por su grandes ramas. Tanta tranquilidad se sentía... Bien. Era una tranquilidad tan familiar, que hacia sentirme como en casa, como si, en este lugar todo fuera tranquilo. Y de cierta forma, eso me gustaba.

Pero, también se sentía el aire algo, salvaje. Loco, lo se, pero podía escuchar las patas de algún lobo, los trotes de otras personas, gruñidos y aullidos. Y el ambiente se sentía diferente. Como si hubiera cosas allí dentro... Eso, me gustaba aún más.

-De acuerdo, Eris. - voltee a ver quien me llamaba. Ryan. Y venía con tres chicos más, que me dejaron boquiabierta. -Ellos te mostrarán la manada.

Oh. Por. Todos. Losangelesdelaseduccion.

Tanta belleza debería ser ilegal. Los tres chicos fijaron su vista visto mi, y por primera vez en tanto tiempo, repare el lo horrible que debía verme. Unas ojeras del diablo y el cabello hecho un desastre. Porque, Dios, estos chico le bajaban el autoestima a cualquiera. El más bajito de los tres, se me acercó, con una sonrisita tierna y tímida.

-Hola, es un gusto conocerte, Eris. Soy Harrison. - se presentó, extendió su mano. Yo, dudosa, se la di.

Oh Dios mío, pero que cosita tan sexy y tierna.

-Y yo, hermosa, soy Jaden. -dijo el Rubio, acercándose y agarrando mi mano, para dejar un beso en ella. No pude evitarlo, enrojeci. - A tu servicio.

De acuerdo, los dos eran lindos, si. Pero muy diferentes. Harrison, era algo bajito, solo me sacaba media cabeza. Cabello castaño rojizo, ojos de color miel brillantes y pequitas esparcidas por todo su cara. Y Dios, daban ganas de llenarle la cara de besos, y ser su amigo. Pero Jaden, era todo lo contrario. Rubio, de ojos color gris hueso, alto y Atlético. Tenía toda la pinta de ser el tipo que te atraía y luego te botaba. Y, obviamente, arrogante.

-Y, bueno, este tipo de aquí, es Jagger. -dijo el, acercándolo.

Y, justo cuando la mirada de el y la mía, conectaron. Sucedió.

Mi cuerpo sufrió un escalofrío horrible, que me recorrió desde la espalda baja hasta la cabeza. El corazón se me aceleró repentinamente, y sentí un dolor de cabeza fuerte, que me nuevo mucho la vista. Me dieron náuseas, y sentí que...algo en mi se alborotaba. Pero no sabía que era. Y, como llegó, a si mismo se fue.

Me agarre la cabeza, jadeando y frunciendo el ceño. Aun sentía la vista nublada. Parpadeo varias veces, y llevó mi vista a Jagger. El también está pálido, y acelerado. En incluso, se veía desorientado, y sus ojos estaban de un tono dorado impresionantes. ¿El también lo sintió?

-Eris, ¿estas bien? -me preguntaron. Alce la vista, y vi que era Harrison. Se mostraba preocupado, y me agarraba ambos brazos. Ni cuenta me había dado.

-S-si... Estoy bien. - le dije. No se vio convencido, a si que le regale una sonrisa forzada, tratando de calmarlo. Ahí si me soltó.

-Oye, ¿todo bien? -Dios, esa voz. Ví que era el, Jagger. Me sonreía, pero era una sonrisa tensa. Y yo... Me sentí nerviosa, muy nerviosa. Hasta sentía la respiración acelerada. Enrojeci furiosamente, y no sabía el por que.

-Eh... S-si... Estoy bien. - tartamudeo. ¿Que me esta pasando?

El se me acercó. Y yo, aun acelerada y nerviosa, retrocedí un paso. No se detuvo hasta que estuvo cerca. Muy cerca, tanto, que esos enormes faros dorados casi me dejan ciega. Y, si, también su belleza. Por que esos ojos dorados contrastaban tanto con su cabello negro azabache, y su piel clara.

Y... Simplemente no podía dejar de mirarlo. Me sentía como en un trance, sin poder dejar de ver sus ojos. Y, parecía que el también, ya que quedó en media frase de decirme algo. También embobado. Y, Dios, no quería parar. Me sentí en paz, como si... No necesitará más. Como si estuviera completa.

Y, era extraño, por que no sabía como explicar el sentimiento. Pero ahí estaba. Tan latente en mi, en cada poro de mi cuerpo, poniéndome los pelos de punta, y los sentidos al límite. Se sentía tan, mágico.

-Eh... ¿Chicos, están bien? - momentos que fue, brutalmente interrumpido, por Keil. La burbuja se rompió en un chasquido, y como entre en ese remolino de sensaciones, a si mismo salí. Jagger fue el primero en reaccionar, ya que se Alejo. Casi hago un puchero.

Quiero matar a Keil.

-Si, de hecho, iba a decirle a Eris que fuéramos entrando a la manada. - repuso el, tan tranquilo, como si no acabáramos de estar a centímetros uno del otro, y en esa burbuja. Me sonrió, y casi me caigo ahí mismo. ¡¿Que me esta pasando?! - ¿te parece bien?

Reacciona, amiga, reacciona.

-Eh... - Dios, parezco una adolescentes hormonada. Carraspeo, tratando de recuperarme. Y, tratando de recoger lo poco que me quedaba de dignidad. - Si, esta bien.

***
Jagger

Eso fue muy extraño.

-Demasiado.

-¿Tu no tienes una idea?

-No, fue demasiado loco... Y, no lo se, su olor me distrajo, y sus ojos, y su piel, y su boca...

-Estas divagando. - le digo, rodando los ojos.

Ya llevábamos un buen rato caminando por la manada, los chicos mostrándosela toda a Eris, que veía todo recelosa y desconfiada. No había vuelto hablar con ella, después de... Ese momento. Y ella tampoco me había vuelto a dirigir la palabra. De vez en cuándo cruzamos miradas, pero ella la apartaba enseguida.

Fue algo muy extraño, que en ningún momento de mi vida sentí. Y eso que mi vida era extraña. Al verla, al nuestros ojos hacer contactó, el montón de sensaciones que me llegaron, fueron arrolladoras. El escalofrío repentino y el dolor de cabeza fuerte, me dejaron fuera de combate. Y, los aullidos de Zain no ayudaban. Y eran exactamente iguales a los de esa noche.

No le quité las vista de encima. Simplemente no podía. No podía dejar de ver su cabello negro, largo hasta su espalda baja, tambaleándose por la brisa. No podía dejar de ver su piel, algo bronceada por el sol, pero sin perder su brillo y cremosidad. Tampoco podía apartar la vista de su boca carnosa y rosada, de su estrecha cintura, sus gruesas piernas... Y ese trasero. Dios.

-Creo que estas babiando.

-Oh, idiota callate. Tu más de una vez comentaste sobre el.

Escuche su risita en mi cabeza. Sonreí divertido.

-Tienes razón. Es que se ve tan apetitoso... Dan ganas de morderlo, amasar lo, darle unos cuantos golpes, mientras que...

-¿Joder, quieres dejar de poner esa imagen en mi cabeza? - le digo irritado, y de una, cerrando conexión con el.

A veces, Zain tiene pensamientos demasiado perversos, incluso para el mismo.

-Y, dime, Eris... ¿Hay algún tipo en casa? - la voz del metiche de Jaden, me devolvió al mundo. Su pregunta dejó descolocada a Eris, que lo miro como si tuviera dos cabeza en vez de una. El se aclaro. - digo, si tuviste algún novio, o algo así.

La expresión de Eris me causó gracia. Fruncio mas el ceño, y le dio una mirada de ¿tienes problemas?. Lo se, por que es la misma que le doy yo a el. Pero, de repente su gesto se calmo, y una sonrisa, casi invisible apareció.

Eso no me gusto nada.

-De hecho... -dijo, mirando el frente. Con una mirada que reflejaba nostalgia, como cuando recuerdas algo, que pasó hace mucho tiempo. -Antes de que pasará... Todo esto. Tenía uno.

-Maldito.

No fui yo, fue Zain.

-Y, bueno, las cosas iban bien... Hasta que sucedió todo esto. Jamás supe otra vez de el.

-¿Y lo querías?

Oh Jaden, callate.

Y ni siquiera entiendia por que me molestaba tanto.

-Pues si. Por algo éramos novios. -contestó ella, como si estuviera hablando del clima. Su vista se desvío hacia mi por un segundo, y luego se apartó. Enarque una ceja. -Pero de amarlo así, tan apasionadamente... No.

Ya estábamos en el centro de la manada, para cuando ella término de hablar. Cabe destacar que esa conversación no me gustó, pero ¿quien soy yo para opinar de su vida pasada? No sabia que sucedió antes, y apenas nos conocíamos... Y tan siquiera habíamos hablado ella y yo. Solo... Sucedió eso y ya. Y ya sentía sentimientos extraños hacia su persona... Que no me estaban gustando. Oh bueno, si me gustaban, lo que no me gustaba era no saber porque los tenía.

Había que aclarar, que este lugar era el más Bonito de toda la manada. Con su fuente tan grande en el centro, junto a la estatua de un lobo, tallada en piedra caliza. Los enormes Robles que generaban un techo encima de ella, de forma casi antinatural. Sus arbustos llenos de flores silvestres y locales. Y los niños jugando, parejas sentadas en los bancos y sillas esparcidos por toda la plaza. Le daban un aire de paz, y siempre me trauma recuerdos... Algunos Buenos, pero la gran mayoría malos.

-¿Porque los árboles son así? -pregunta Eris.

Y, no lo se, quise responder esta vez yo.

-Fueron alterados por las Bactanias.- le conteste, y ella me miro extrañada. Sonreí.-Son brujas, que solo se centran en la energía de la tierra. Pueden manejar los cuatro elementos, tierra, fuego, agua y aire. Ellas nos ayudaron a crear este campo, donde desde arriba no puede verse nada, gracias a lo tupido que son sus hojas. Fue de gran ayuda, sobretodo para poder escondernos de los humanos.

Me miro fijamente durante unos segundos, dejándome ver esos ojos bicolores tan lindos. Y, sorprendentemente, me regalo una sonrisa de boca cerrada. Leve, pero algo era algo.

-Tiene lógica... Bueno, dentro de su mundo pero la tiene. - no podía estar más de acuerdo. -es entendible que quieran esconderse de los humanos... Si son unos animales cazando algo que crearon ellos mismos, serán peores si encuentran algo salido de lo normal.

Eso último lo susurro, como para ella misma, pero logre escucharlo. E iba a opinar, diciéndole que teníamos mucho cuidado con los humanos por eso mismo, cuando sentí el aullido.

No uno, si no varios.

Y después los gritos.

Los chicos y yo intercambiamos miradas al escuchar la alarma.

Estábamos siendo atacados.

†††††
Wenas, wenas ¿como están?
XD nah mentira, Hola 🙋

Esta vez actualice rápido, ya que lo tenía casi a la mitad cuando publique el anterior.

No hay gran vaina aquí, lo bueno viene en el próximo
Que también vendrá rápido (no prometo nada)

Ya pudimos ver el primer encuentro de Jagger y Eris.
Extraño, lo se.
7w7 y una faceta (algo sucia) de Zain xD

El siguiente no se para cuando estará listo, no tengo fecha de actualización.

Pero apenas lo termine, lo arreglare y subiré uwu

★No te vayas sin dejar un voto★

¡Nos leemos luego!

Eris en multimedia.

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