Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

5

Oportunidades

El chico Rubio y la sombra extraña, quedaron pasmados, extrañados por lo que que dije durante unos minutos. Se me quedaron viendo como si yo fuera un extraño rompecabezas, que no tiene forma y abstracto. Osea, una mierda rara. Y, sin más nada que decir, sin siquiera mirarme otra vez, salieron.

Decir que estaba extrañada, era poco. Les había dicho lo que querían oír, o eso suponía. Y, suponía yo, que la sombra o cosa esa sabía todo, eso había dicho, pero... ¿Por que pareció tan sorprendido al decirle lo que era? ¿Por que, si se supone que sabe todo, no sabía nada de mi vida?

Tal vez, el tipo era una farsa.

La cosa era, que durante toda la tarde me dejaron sola. No volvieron aparecer, no volvieron a hablarme, y tampoco fueron los suficientemente cordiales de desatarme. Si antes ya tenía dolor en el cuerpo, después de esta tarde, jamás volveré a ser yo. Me dolía el cuello, por haber estado colgado durante tanto tiempo. Me dolían las manos, y los brazos los tenía entumecidos. Ni hablar de las piernas, ni las sentía.

Ya, casi siendo las seis o siete de la tarde (según yo) volví a escuchar pasos, y sentí el característico y horrible olor de la sombra. Pero no era fuerte, si no más bien como... Si fuera un perfume, apenas perceptible. Y no iba solo, escuche otros dos pares más de pasos. Haciendo en total, tres personas.

Llegaron a la celda, y no pude distinguirlos, ya que la poca luz que entraba por la ventana era oscura. Como dije, eran tres. La más grande en el medio, la mediana a la derecha y las más pequeña a su izquierda. Entró primero, el más grande.

Ya estando cerca, ví que era Ryan. Nuestros ojos hicieron contacto y sonrió.

—Hola, Eris.

Parpadee, confundida. ¿El no había salido de aquí con cara de martirio, y ahora saluda como si nada? Frunci el ceño, mucho mas extrañada. El, aun sonriendo, se encaminó a mi. Yo en respuesta le gruñi. Él se tenso, pero aún siguió avanzando. Se inclinó, y me Quito los nudos de las manos, las piernas y el torso. Solté un suspiro, aliviada.

Apenas me soltó, ese Alejo todos los paso que dio, como si supiera que me levantaría de un salto. La verdad, es que no fue así. Me dolían las piernas, así que tarde en levantarme.

Soy una blandengue, lo se.

Me incorpore lentamente, sin apartar mis ojos de los suyos. Ya de pie, note que el tipo me pasaba por una cabeza, y teniendo en cuenta que yo era alta. Pero no me de intimidar, por lo que le mantuvimos las miradas por unos segundos. Hasta que habló.

—De acuerdo, Eris. Se que el primer encuentro fue algo... Extraño. Entiendo si en estos momentos sientes mucha desconfianza. Pero... Nosotros no queremos lastimarte. — levante mi ceja. ¿No hablará en serio? —.De hecho, te conocemos más de lo que tu piensas.

Alto, alto...

Frunci el ceño, soltando en tono brusco:—¿A que se refiere con eso?

La sonrisa de el pasa de, ser una amigable, a una casi maniática. Entonces noto que las sombras de atrás se mueven. Instintivamente, doy un paso hacia atrás. La primera que entra es la mediana. Y veo, que es un chico.

Alto, con el cabello negro azabache y un poco largo. Delgado, pero sin parecer anoréxico. Y sus ojos... Eran como dos zafiros, rojos y brillantes. Todo el gritaba "peligro" Pero... Había algo en el, un no se que, que te dejaba embobado. Apenas nuestras miradas hicieron contacto, un miedo irracional me creció desde la punta de los pies, erizando me la piel.

Y su sonrisa... Parecía que en ella se encontraba el mismísimo infierno.

Después, entró la última sombra. Una chica. Bajita, y curvilínea, con la piel más pálida que jamás haya visto, pulcra y sin imperfecciones. Cabello blanco platinado y sus ojos de un verde combinado, extrañamente, con gris. Su mirada transmitía calidez, pero frialdad a la vez.

Si, extraño.

Ambos se acercaron, y se posicionaron detrás de el Alfa. El chico Delgado me hizo un repaso y sonrió.

—Es bueno verte otra vez, Eris.

No pude evitar fruncir el ceño. ¿Lo conozco?  El sonrió aún más y riendo. Fue cuando caí en cuenta. Esa sonrisa, esa altura... Y esos ojos. Abrí los ojos al caer en cuenta.

Keil.

El Soltó una risa con ganas.

—Ese mismo preciosa. Me alegra saber que me recuerdas.

—¿P-pero... Como... Si tu... Que? — si, en este momento mi cabeza era un cortocircuito. El no borraba su sonrisa, disfrutando de mi desconcierto.

—Si, bueno, es difícil de explicar Eris. Y una larga historia, pronto la sabrás. — comentó Ryan, haciéndose notar. Aun estaba procesando. Siguió hablando. — ahora, nosotros vinimos hablar contigo... De algo serio.

Mi atención recayó por completo en el. No sabía que querían, pero me esta dando mala espina. Sin soltar la mirada, le hable.

—¿A que se refiere con eso?

Pude ver un atisbo de sonrisa. Pero muy, muy imperceptible. Ni idea del por que.

—Seré directo. — se puso serio. — te quedaras en la manada.

¿Que?

—Sigo sin entender. — dije, sacudiendo la cabeza.

El suspiro y se acercó. Retrocedí, y dejó de acercarse.

— Es simple, Eris. Eres impresionante. Es decir, naciste siendo humana y ahora tienes el privilegio de utilizar fuerzas que, solo teníamos nosotros los Lycans. — no me gusta por donde va esto. — eres... Un milagro. Y, de mi parte y de mis compañeros, decidimos que serías de gran ayuda.

Esto no puede estar pasando... Mi corazón estaba ya acelerado, y tenia la respiración agitada. Empecé a negar con la cabeza. La decepción fue evidente.

—No.

Otra vez no.

El fue hablar, pero se le adelanto la chica bajita. Haciendo presencia por primera vez.

—Tranquila, Eris. Seguro estas pensando que queremos hacerte daño, o que vamos a torturar te.— dijo, acercándose lentamente y soltando una risita. Con mirada suave. — no es así. Solo queremos que dejes de esconderte y de huir. Aquí podrás ser libre, hacer amigos y tener una vida normal.

Para cuando término de hablar estaba a medio metro de mi. Al ver que no me alejaba, agarro una de mis manos, sin dejar de mirarme. Y fue, cuando esos ojos color verdes y grises, se me hicieron familiares.

—Te conozco Eris. Te he visto. He visto las veces que llorabas en tu habitación, sola, pensando es tu madre. Deseando otra vida... Queriendo ser libre. Te estamos dando esa oportunidad, aquí podrás ser libre y no esconder quien eres... Si no quieres, entendemos. Es una decisión solamente tuya, aceptar nuestra ayuda.

Mi cabeza entró en cortocircuito, ya va.

¿Me conoce? ¿Me ha visto? ¿Como supo todo eso?  Y lo más aterrador.... Es que todo lo que dijo es cierto. Todas la noches que lloraba sola, que deseaba tener una razón de algo y ser libre. El nudo en mi garganta me impedía decir algo. Trague.

—¿Como me conoces? ¿A que... A que te refieres? — me solté de sus manos en un movimiento brusco. —Explicate, porque no entiendo nada de lo que esta pasando aquí.

Ella soltó un suspiro y se acercó un paso, a lo que yo retrocedí.

—Es mucho mas complicado de lo que crees... Yo... mhm... — hace una pausa. — es más difícil de lo que creía...

—Me estas asustando... —y mucho, querida.

—Dejame decírtelo a lo fácil...  En tu mundo, soy una vidente. En mi mundo, soy una lectora.

Si mi cerebro estaba en cortocircuito, acaba de explotar.

Y mi expresión lo demostró. Ella sonrió, algo incómoda, pero siguió hablando.

—Lectora, quiero decir que con solo sentir tu aura y verte, puedo saber por las cosas que pasaste. No exactamente qué, pero puedo tener una idea de lo que te sucedió, pero jamás podre saber que te va a suceder. También puedo saber los sentimientos que tuviste en ese momento... Por eso, puedo decir que te conozco.

Cada vez sale algo nuevo.

Impactada, esa era la palabra que me describía en ese momento. No sabía que decir, digo, no todos los día conoces a una loca que puede leerte la mente y ver tus recuerdo pasados... Por que eso hace, ¿no?

En fin, estaba confundida, no solo por la "lectora" Si no, también por el tema de que quieren que me quedé.

—Aun no lo entiendo... Es decir, si sabes algo de lo que pase, pero... ¿Esa es la única razón? ¿No hay más?  

Los tres se miraron las caras, dándose miradas significativas. Ugh, como odio cuando la gente se comunique así. El alfa suspiro y se posicionó al lado de la chica.

—No eres el único ser sobrenatural que ayudamos. Hay personas que pasaron por los mismo que tu, que se escondía y huían. Por razones inexplicables terminaron en mi manada. Y les ha ayudado, dándoles un refugio. — sonrió y suspiro. — no queremos hacerte ningún daño, no somos así. Aquí en mi manada puedes terminar lo que dejaste atrás, terminar los estudios, tener una carrera e incluso trabajar. Sin necesidad de que tengas que ver encima del hombro para saber que estas segura... Es tu decisión, Eris.

Yo quiero eso.

¿Por que siento que esto es demasiado bonito para ser verdad?  No me lo creo... Pero... ¿Y si resulta ser una trampa? ¿Y si, al final, término como un conejillo de Indias? No quiero llevarme esa decepción, y terminar pero que antes, pero... ¿Y si dicen la verdad, si de verdad, me desean ayudar? ¿Soy capaz de tomar ese riesgo?...

—Sabes... Podemos enseñarte la manada.

La suave voz de la chica, hizo que saliera de mi pequeño debate. La mire enseguida.

—¿Eh?

—Claro, si tu quieres. —dijo enseguida al ver mi cara de espanto.— podemos enseñarte lo que hacemos aquí, como vivimos y todo eso. Se te haría más fácil tomar una decisión así... ¿Verdad?

Lo pensé un momento... Bueno, tan mala idea no es. Así poder ver si alguien tiene algún trauma o algo por el estilo. Solo por si acaso. Y, si al final, término aceptando lo... ¿Que podía perder? ¿La vida? Hace mucho que ya no tengo una...

Así que, después de pensarlo, se los dije. Con la voz más firme que podía tener.

—Esta bien, quiero conocer su manada.

***
Jagger

Estos idiotas.

—¡Maldición, Jagger corre!

Voy a matarlos.

—¡¿No vez que tengo esta mierda toda pegada?!  — le grite, tratando de quitarme la viscosidad verde de la cara, y los ojos, y la boca, y el pelo...

Ew.

—¡Joder, Jagger. Te la quitas cuando estemos a salvo! — me grito por igual Jaden, más adelante de mi. Harrison, a mi lada le grito:

—¡Estuviéramos a salvo, si a ti no se te ocurriera la brillante idea de molestar a ese ogro!

Si, el brillante (y por igual estúpido)  de mi amigo Jaden, se le ocurrió molestar a un ogro. No es que ellos fueran seres agresivos, o peligrosos. Todo lo contrario, son seres cariñosos y amigables. Hasta podría decir que son seres algo... Pendejos. Pero jamás, nunca en tu vida se te ocurra molestarlos. Se vuelven muy agresivos.

Ejemplo de eso es la cosa verde que esta en todo mi rostro. Después de que Jaden estuviera, todo el rato, poniendo a prueba la paciencia del pobre ogro, termino lanzándolo contra un árbol, partiendo a la mitad. trate de calmarlo, pero termine lleno de sabia de árbol.

Gajes del oficio.

Llevábamos ya un buen rato corriendo, cuando decidí parar. Estábamos ya lejos de la casa del ogro, que muy amablemente (nótese el sarcasmo) nos pidió que nos fueramos. En decir, nos hecho como a unos perros.

Admítelo, fue divertido.

Sonreí. Si, tiene razón, fue divertido.

—Tonto, siempre tengo razón.

—Oh, callate Zain.

El gruñido que soltó retumbó en toda mi cabeza, pero hizo caso y cerro conexión. Volteo al Sentir la presencia de Harrison, otro de mis amigo. El más joven del Grupo, de cabello castaño claro, Delgado solo lo necesario para su edad, y lleno de pequitas. Es el más listo a la hora de usar la tecnología, y un gran amigo. Que se ve muy tierno justo ahora por lo rojo y agitado que esta.

—Jaden...eres...Un...Idiota.

Reí abiertamente por la forma en que lo dijo. Pobre. El aludido se ir guió y se acercó, con cara de indignación, que no se la cree ni su propia madre.

—¿Yo?  Pero si no hice nada.

Esta vez fue mi turno de indignarme. Y de verdad.

—¿Hablas en serio, Jaden? —le dije, de forma algo cortante. — dejame informarte, que quien fue el que molesto a ese ogro, fuiste tú. Y sabias muy bien que ese hombre era importante para seguir con el proyecto.

Decir eso tubo el efecto deseado, ya que ví el arrepentimiento en sus ojos. Pero fue reemplazado por determinación. Lo conozco de toda la vida, así que estoy seguro que le afecto.

—Si bueno... El tipo necesitaba algo de vida. Le hice un favor— contestó, con su sonrisita arrogante. Harrison bufo.

—¿Favor?  Yo creo que le hiciste tener otra arruga, de la rabia que agarro por tu culpa.

—Cierto, el pobre hombre parecía una pasa podrida.

Los tres nos reímos por ese último comentario. Pero esas risa fue interrumpida por un aullido potente e inconfundible. El alfa nos necesita.

—Ay, ¿por que? — se quejó Harrison. Me reí, por lo que el me puso mala cara.

—Vamos pequeño saltamontes. Hay que ver que quiere tu queridisimo padre. —le dije pasando mi brazo por sus hombros, molestándolo.

Si, Harrison es el hijo menor del alfa.

Pero, no será Descendiente al liderazgo, ya que ese puesto es de su hermano mayor. Hayley. Si, una mujer. No tengo absolutamente nada en contra, cabe destacar. Pero conozco a Hayley desde niños, y ella suele ser... Impulsiva.

Muchas veces llegue a pensar que Harrison se merece ese puesto, pero al yo no ser nada más que otro miembro de la manada, mi opinión quedó descartada. Algo tiránico, lo se, pero que más se puede hacer... Y no era el único. Muchos de los miembros más antiguos no estaban de acuerdo, pero El Consejo se reunió y tomaron la decisión de aceptar a Hayley como una Alfa.

Y así se quedó.

Decidimos dirigimos al las casa de reuniones, que es donde se encuentra la Oficina del actual Alfa. E hicimos una parada en una de las fuentes de la plaza, para poder quitarme esa cosa de la cara. Obvio, escuchando las burlas de los chicos.

Y, completamente limpios, llegamos a la casa. Donde el papa de Harrison nos esperaba, con típica cara sería de Alfa. Junto a su consejera, Sephora. Conocida mayormente como la lectora de nuestra manada. Ah, y el maldito de Keil.

Idiota.

Hey chicos, ¿me entrañaron? —y justamente, tenía que hablar el

Iba hablar y decirle algo cortante, pero Jaden se adelantó.

—Eso quisieras Keil. Ambos sabemos que quien extraña aquí, eres tú.

—¿Eso piensas, Jaden? Porque dejame decirte, que el Ego esta dañando tu cerebro.

A Jaden eso lo molesto, por que gruño acercándose a Keil. Y el otro no se dejo intimidar, volviendo sus ojos rojos.

—Repite eso de nuevo, para que veas como te rompo los huesos de un solo mordisco. Hijo de pe..

—Chicos, ya basta.

La gruesa voz del Alfa detuvo el insulto de Jaden. Ambos, se gruñeron y resignados, se alejaron. Como dos cachorros regañados. Reprimi una sonrisa.

—No los llame aquí para que se pelearán como unos cachorros por un hueso. —Dijo, con voz reprobatoria. Entonces, miro fijamente a Harrison y a mi. — Los llame, por el siguiente caso. Esta madrugada, los guardias de la frontera encontraron a una chica del otro lado del campo magnético.

Ahí si le préstamos atención lo tres, confundidos.

—Si, jamás se había visto algo parecido. Así que decidieron llevarla a las mazmorras, donde le hicimos preguntas. Al principio estaba asustada, pero la que descubrimos después fue... Alucinante.

—Al parecer, ella tiene una mutación genética en su ADN. Así dándole poderes sobrenaturales. —comentó Sephora, haciéndose pequeña al ver las cuatro miradas encima de ella. —Bueno... Eso fue lo que logre observar. No se más nada.

Wow. Esta información me hizo sentir... Extrañado. No sólo por eso, si no por otro suceso que pasó hoy temprano. Así que pregunte:

—¿Como a que hora la encontraron?

—Como a las... 3 de la madrugada.... ¿Porque?

—No, nada.

Si era algo. Mi extraño en realidad. Porque, recuerdo muy bien que a esa misma hora, Zain me despertó de una forma muy horrible. Estaba tranquilamente durmiendo, cuando escucho sus aullidos fuertes en mi cabeza. Me sobresalte tanto, que me caí de la cama. Y lo más loco es que el tampoco sabe porque empezó aullar así. Y... No lo se, siento que tiene algo que ver.

Pero, ¿como que?

No lo se Zain, pero te prometo que vamos averiguarlo. — le conteste, cerrando conexión. Entonces, Harrison habló:

—Ok, en resumen encontramos una joya en medio del carbón ¿no?... — miro a su padre buscando aprobación, la cual fue un gesto de más o menos. El suspiro.— pero... ¿Nosotros que tenemos que ver en eso?

Fue cuando Keil, con su sonrisita de come mierda, habló.

—Ustedes nos ayudarán a que ella se integre.

¿Que?

†††††

Volví chicos!!

Lamento la tardanza, pero simplemente les dire la verdad.
He estado eestudiando, y acepte un trabajo Junto a mi mamá
Me ha quitado mucha horas del día...

¡Pero lo prometido es deuda!

Ya conocieron a Jagger, nuestro otro protagonista

¿Que tal?

Espero y les guste las loca historia...

Besos maniaticos tipo Keil ❤😍😍😍

Vota para seguir.

Pd: Keil en multimedia.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro