Upps... Metí la pata, literalmente

Ya devuelta al bosque, aun me seguía el Solitario. Le calculaba más o menos unos veinte años (en humanos obvio) por su tamaño y velocidad. Ya después de haber tenido mi primer encuentro con eso lobos me volví Popular, en serio, no podía caminar sola por el bosque sin que apareciera uno.

Al principio me asustaban, digo ¿a quien no? Pero luego de unas ya cinco o seis semanas empezaron a cansarme. Ya dejaron de sorprenderme y empece a estudiarlos, a analizarlos mejor para poder estar alerta. Estaba cansada de simplemente salír corriendo. Note que, los que más daño me hacían eran grandes, se notaban los músculos de sus patas y lomo. Y los que eran fáciles de vencer eran más pequeños. Se podía notar incluso en sus ojos lo jóvenes que eran.

El Solitario me seguía sin falta, es ágil. Pero no tanto. Cansada y lejos del pueblo, En un movimiento, sorprendiendolo, pare en seco y lo encare. Ya en fase (como le digo cuando tengo cara de psicópata) y,  en un arranque de ira le di un golpe, con puño cerrado, de frente, haciéndolo volar tres metros más lejos.

Sonreí escuchando sus lloriqueos tratando de levantarse. Me acerque, a paso lento, y el se tenso. Ensanche mi sonrisa al ver el monto de sangre en su hocico. Debo admitir, dolió el golpe. Pero, maldición, se sintió bien.

Soltó un gruñido muy fuerte al ver que me seguía acercando, y le gruñi en respuesta. Un gruñido ronco y potente, enseñando mis dientes. Retándolo. Se sorprendió, pero más alerta se incorporó en sus cuatro patas. Sin perder más tiempo, corrí hacia el y lo ataque. Me abalancé sobre el, encajando mis garras y lanzando zarpazos. El los esquivo y con sus enormes dientes, agarro una de mis piernas para lanzarme lejos.

Di vueltas por el suelo, llenándome de barro y rasguños por culpa de las piedras. Enojada, me levante de nuevo, casi sin sentir el dolor en mi pierna, justo en el momento en que el corrió en mi dirección dispuesto a quitarme la cabeza. Mire a los lados buscando algo, lo que sea. Encontré una enorme piedra.

Servirá.

Justo cuando el saltó, me tire hacia un lado y agarre la piedra. La piedra era como del tamaño de mi cabeza, pero logre alzarla con una mano. El lobo de pelaje gris voltio. Grave error. Lance la piedra con una fuerza destructiva directo a su rostro. El sonido de la piedra impactar en su hocico fue grotesco, incluso sentí un poquito de lastima. Hice una mueca al escucharlo. Pero se lo merece, casi me arranca una pierna.

Me acerque con cautela a el, teniendo en cuenta que no se levantara muy rápido. Joder, prácticamente le quité parte del rostro. El pobre tenía la mandíbula desencajada y algunos dientes rotos, de los que salían muchísima sangre. Y el ojo, uff, no podía abrirlo, y tenía sangre de ese lado. Santo.

— joder, amigo, lo siento. Pero no debiste meterte conmigo.— le dije soltando una risita. Me acerque mas, hasta que ya podía tocarlo. El Chillo. Y sonó muy extraño ya que tenia sangre en la boca. — Oye, tranquilo, solo voy a ver si eres de alguna manada.

Me incline encima de el y empecé a buscar. Una vez que estaba luchando con uno de esos grupos de lobos, note, mientras estaba forcejeando con uno, un símbolo. Muy extraño, era como una letra griega o romana, no se, dentro de un círculo. Y lo extraño no era solo eso, si no que el símbolo era parte del pelaje de ellos. Es decir, no era hecho por un humano, o marcado a fuego, como hacen con el ganado para marcarlos. Era... Como si hubieran nacido con el. Y todos ellos lo tenían.

Algunos solitarios no la tenían, ya que venían solos, a si que, eso me llevó a pensar que era el logotipo o símbolo oficial de las manadas. No estoy completamente segura, es solo una suposición, pero cada vez se hace más fuerte esa hipótesis. Por que, el siguiente grupo también tenía uno, pero este era diferente. Era como un lobo aullando, casi ni lo recuerdo bien.

Pase mis manso por el pelaje gris suave del animal. Y, justo cerca del cuello, estaba. Frunci el ceño, ¿no se supone que este no tiene manada? Este símbolo era extraño. Los otros eran de color negro simple, pero este tenia la coloración Roja, igual de impresa en el pelaje. Y era una combinación de un círculo con ondulaciones, y adentro...

—¿Pero que...? — pase la yema de uno de mis dedos por el contorno. Dentro era como un montón de círculos, pero que se entrelazaban entre sí, como parecido al tejido de los atrapa sueños, pero menos complicado. Era algo muy extraño. Demasiado.

Me sobresalto, al ver que se levantaba. Me aleje de el, y note, que su mandíbula estaba otra vez en su sitio. Genial, no le hice tanto daño. Se me quedo viendo fijamente. Tarde en darme cuenta que no me veía a mi, si no algo detrás. Frunciendo el ceño, di la vuelta.
Hijo de la grandisima-recontra-puta-madre.

Tres lobos más. Maldición, más lobos. No era ningún solitario, debí imaginarme lo.  Alerta, di un paso hacia atrás, me gruño el que está a la izquierda, di otro, esta vez gruño el de la derecha. Les heche un vistazo a todos. Tenía al menos unos dos de frente, uno de atrás, y uno a la derecha. Respire hondo, calmandome, y suspire suave.

Hora de usar la vieja confiable.

Salí corriendo por el lado vacío, osea la izquierda. Me prometí no volver a salí corriendo, pero estoy cansada, y estos lobos, son mucho más grande que el de pelaje gris. No tengo ideas, ni energía, para pelear con tres lobos más grandes que mi propio tamaño.

Sin tener una mínima idea donde me dirijo, corro muy rápido, de nuevo, por el bosque. Odio salir corriendo,en serio. Los lobos siguen detrás de mi, aullandose entre sí, y gruñendome. Entre ese jaleo de aullidos y gruñidos, logró escuchar, apenas, el sonido del agua.

Estoy acercandome al río.

Este río es conocido en este pequeño pueblo, como un lugar Prohibido. Aquí es donde han encontrado la mayoría de los cuerpos, masacrados y heridos. Y aquí encontraron a la chica. Pero no me queda tiempo para ponerme a pensar hacia donde me dirijo, necesito perderlos. Con eso en mente, cambio mi dirección hacia el río. Ellos aún siguiendome el paso.

Estoy jadeando con tanta fuerza, que ya siento el sabor metálico de la sangre por mi garganta. Escucho el agua más cerca. Falta poco. Giro mi cabeza hacia atrás. Los lobos siguen cerca, y el de pelaje gris se ve como nuevo, solo con sangre seca por el hocico.

Al frente, ya se ve la separación del río. Aceleró la carrera, preparándome. Dos metros... Un metro... Medio metro...

Me impulso en la roca del río, y salto.

El vacío en mi estómago se instala, haciéndome sentir náuseas, pero en ningún momento veo abajo, solo el lugar donde voy aterrizar. Y asi sucede. Caigo de pie, pero doy un traspié y vuelvo al suelo de boca. Auch. A dolorida y Jadeando, volteo mi cuerpo para quedar boca arriba, y me apoyo con los codos, para verlos. Sonrió. Se quedaron ahí, solo mirándome. En eso, el lobo gris gruñe a sus compañeros y se van. Dejó mi cabeza caer hacia atrás.

Al fin.

Dejó mi cuerpo descansar por completo en el suelo, acompañado de un gran suspiro. Como quiero que ya estas cosas dejen de atormentarme, estoy harta de tener que esconderme, de tener que mirar por encima de mi hombro, por miedo a que me estén vigilando.

Quiero paz. Deseo paz, deseo que las cosas no hubieran pasado como pasaron, deseo con toda mi alma volver a ser normal... Pero parece que eso es imposible. Las desgracias me persiguen.

Contengo un sollozo, molesta. Hace mucho deje de llorar, no será hoy. Algo re compuesta, me siento mirando el lago. Aun me sorprende haber podido saltar esa longitud. Supongo que fue la adrenalina. El paisaje es hermoso, los árboles de los lados parece que tuvieran la intención de cernirse sobre el agua, pero no pueden, creando un estilo de arco, además de hermosas flores cayendo de algunas hojas.... Alto, ¿flores?

Extrañada, esfuerzo mi visión, detallando las. Son más hermosas que el propio paisaje, con colores blancos y dorados, pareciendo una combinación entre una Rosa y las Gardenia, dando la ilusión de verse muy tupidas. Una flor muy exótica, no recuerdo haber visto jamas una flor como esas en mi vida. Y en todos los árboles de la orilla del río se ve esa flor, de ambos lados...

Un sonido extraño detrás de mi, hace que pierda toda concentración con aquellas Flores. Alerta, me incorporo de un salto, viendo en la dirección en la que sonó aquel ruido. El ruido volvió a sonar, pero esta vez a mi izquierda. Y otro, y luego otro. Logre identificarlos después de unos minutos...

Pasos, demasiados.

Gruñendo y sacando mis garras, junto a mis colmillos, retrocedo. Justo en el momento en que sale un lobo. De color beige enorme, luego a su lado, una persona. Frunzo el ceño. Este persona tiene una armadura de color azul oscuro y negro, junto a una espada enorme. Luego salen más, hombre y lobos, desde ambas partes del río. Rodeandome.

Oh, maldita sea, ¿porque?

— ¿Que haces en nuestro territorio? — escucho una voz gruesa,y veo que es el... "Caballero" de armadura, con la enorme espada. Me quedo callada, aun retrocediendo. El, empuña su espada, señalandome. Quedo inmóvil. — ¿Que haces en nuestro territorio?
¿Que?

—¿Que?

—¿Acaso estas sorda? — dice con burla. Se acerca, y me clava la punta de la espada en el pecho.  Y dice pausado — ¿Que haces en nuestro territorio?  Y más vale que contestés, por que no lo repetiré otra vez.

Trago. —Y-yo... ¿No se de q-que...? No tengo i-dea de lo que dice... — balbuceo. Joder, estoy asustada. El enarca una ceja.

—Llevensela.

¡¿Que?!  No, no, no, no ¡no!

— ¡No! ¡Alejense! ¡No se atrevan a tocarme! ¡No! — empiezo agrupar como loca, al ver que se acercan. Asustada decidir usar mi última carta. Pelear.

Un hombre me llega desde atrás, pero yo levanto mi codo con fuerza impactándolo con un sonido sordo en la nariz de aquel lobo, luego llega otro, esta vez le lanzo un puño de frente, otro se acerca, le doy un golpe en el estómago, y acercó su cara a mi rodilla, golpeándolo con fuerza. Luego llega otro por detrás, y otro por la izquierda, los costados, el frente...

Cuando vengo caer en cuenta, ya estoy amarrada, tirada en el suelo. Me sacudo con fuerza, pero es casi imposible escapar, ya que hay hombres agarrandome las manos, las piernas y el torso. Todo rodeandome.

Una sombra se cierne sobre mi. Levanto la cabeza, y veo al hombre de armadura azul y negro. Sonriendo, levanta su puño y lo impacta con fuerza en mi cabeza. Caigo en la inconsciente de una.

† † † † † † † †

Uff, que fuerte...

Esto apenas esta empezando a volverse bueno 😉

Voten para siguiente 😘😘