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Variable extra

¿Conoces la frase "una sola decisión, define el destino"?

Ese dicho es más poderoso y extenso de lo que uno imagina. ¿Que pasá sí la mera presencia de alguien es capaz de cambiar el rumbo de una historia? ¿Pensarías aún que las decisiones es lo único que define lo que nos espera en el futuro?

Pues no mi ciel- quiero decir, una presencia, que parece fuera de lugar, o es una variable extra, puede llegar a cambiar la dirección de nuestros pasos, por solo ser quiénes son, llamando nuestra atención. El destino aveces es cruel, otras muy raro, o incluso, brillante en varios aspectos.

Es muy difícil no llamar la atención de alguien como Globgor cuando se trata de su especie, sobre todo sí alguien llama su atención siendo de la misma.

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¿Porque estaba fuera del cristal? Se siente confundido, con temor por su familia.

A sido liberado

¿No le dijo a su estrella oscura que no quería ser libre de su prisión? ¿Por qué no le hizo caso?

Gime algo desorientado, levemente molesto, tratando de no pisar los cristales en el suelo y no cortarse, a la vez que encogía poco a poco su tamaño hasta volver a normal.

Observó la habitación aun recomponiendo su conciencia. Se sentía como recién despertando de un gran y largo sueño. Empezó a caminar en dirección a la salida, teniendo más cuidado de aun no cortarse con los cristales variados en tamaños y astillas en el suelo, recuperando algo de orientación y dejando de sentirse medio adormecido.

Con su aguda audición, escuchó los pasos de alguien alejándose, y de alguien acercándose apresuradamente. Levantó la cabeza, ansioso con que sea su reina oscura, para luego reemplazar su emoción con terror, ¿Porque se quedaba allí? Sí no se iba, los Mewmanos y demás Monstruos se darán cuenta que está libre, ¡No debería estar libre! ¡Debería estar encerrado! ¡Quién sabe lo que le harán a su familia sí saben que pudo liberarse de su prisión de cristal!

Se movió algo frenético y aceleró el paso, agrandando un poco más su tamaño para correr más rápido.

-¡Alto allí!

Se queda quieto, sintiendo una rara sensación al escuchar esa voz, en especialmente con el presentimiento de que no era un Mewmano o un Monstruo común lo que estaba a sus espaldas.

-Quién te liberó? Responde o notificaré a Eclipsa para que te vuelvan a encarcelar ─respondió la voz. Por lo que escuchó, era jóven el Monstruo detrás de él. Sentía la cercanía del joven detrás suyo. Dió una respiración suave e imperceptible, captando el olor del joven...

Adolescente, con un olor a frutas... ¿Usó algún jabón o fragancia para tapar su olor?, Pero la manera en como el chico hablaba, era alguien serio y un poco técnico en la manera de hablar, con cierto tono de autoridad. Debajo de la capa de olor falso, captaba un olor que nunca pensó en percibir otra vez, parecía...

-Responde o tendré que someterte, Globgor Rey de las Tinieblas ─interrumpió su pensamiento, recordándole que tenía a alguien jóven detrás de él. No podía presentarse ante Eclipsa, no importa sí era su esposa, no podía quedarse y permitir que la encarcelaran por liberarlo, no podía perderla otra vez.

Y lo siguiente, ¿Que tanta experiencia posee el jóven detrás de sus espaldas? No debería subestimar a sus oponentes en pelea, sin embargo no pudo evitar que algo de diversión se filtrara en sus pensamientos.

-Bien... Tendrás que someterme entonces! ─volteo para dar el primer golpe.

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No salió bien.

Fué empujado contra el muro e inmovilizado cómo si tuviera cadenas super resistentes a lo largo de sus extremidades y cuerpo, en solo un párpadeo.

Trató de liberarse, usando la fuerza de su cuerpo para romper el agarre que lo mantenía quieto. Globgor, un Monstruo adulto, de una de las razas más temidas en antiguo Mewni, sometido por un monstruo jóven, quién pudo mantenerlo  perfectamente inmovilizado, y por alguna razón no podía cambiar el tamaño de su propio cuerpo para liberarse de su agarre, ¿Qué estaba pasando? ¡¿Porque no podía moverse?!

-Contestame dos preguntas y te liberare. Dime, quién te liberó? ─el jóven apretó su agarre aparentemente mágico. Sentía lo que parecían eran cuerdas gruesas brillando en un tono azul fuerte, casi fluorescente, apretar su cuerpo y haciéndole sentir dolor.

-Ay ay ay! No lo sé! Grrr! ─ni siquiera pudo retorcerse ante el agarre, literalmente estaba indefenso a merced de quién lo tiene atrapado en estas cuerdas mágicas─ Solo quiero irme para no causar problemas a Eclipsa! Deacuerdo?! ─grita, quejándose con un gruñido de dolor.

Derrepente sintió como el extraño joven lo volteó con un empujé, dejándolo acostado de espaldas y aun inmovilizado. Pudo dirigir su mirada al jóven y... Lo que vió lo sorprendió...

Era de su especie... Pelaje de un cyan grisáceo, marcas oscuras en las piernas, brazos y una en la mejilla derecha. Cola con un mechón de pelo blanco al final, cabellera blanca y cuernos grises, orejas y nariz puntiaguda. Los típicos dedos con punta sin garras, flexibles pero mortales. Se veía bastante en forma apesar de ser bastante joven, ¿Cuántos años posee? ¿Sí quiera es un niño?, Además no recuerda que existieran Cambia-Tamaños de color azul, o almenos en su escaso conocimiento.

Vió la vestimenta del joven, la cual consistía en una camisa blanca sin mangas, alparecer arrancadas, con un moño azul oscuro y pantalones cortos de color negro. Notó que en los bordes tenían diseños finos de color dorado, además de un símbolo extraño en el lado izquierdo del pecho de la camisa, de igual dorado, ¿Era acaso una runa antigua?

-Deacuerdo, y prometes que no lastimaras a nadie? Como se puede saber que no engañaste a Eclipsa todo este tiempo? ─el joven pregunta de manera acusadora y seria, lastimandolo un poco emocionalmente por la acusación, y además de otro sentimiento de dolor que no identifica del todo.

-Y-yo... No puedo probarlo del todo, pero prometo que no lastimare a nadie, por favor, solo no reveles que estoy libre, no quiero que le haguen algo a mi amada y mi hija ─suplica, sintiéndose un poco humillado pero desesperado con que no le pasara nada a su familia, no otra vez.

El joven suspira─ Bien, más te vale no intentar nada, pero me aseguraré de que no le pase nada a Eclipsa y Meteora... ─notó como el jóven suspiraba otra vez con pesar. Susurró un pequeño y bajo gracias, cuál no sabe si el Cambia-Tamaños frente a él lo escuchó o no, ya que no demostró alguna reacción.

Fué liberado de sus ataduras, pero no corrió, se sentó, dejando la espalda contra la pared, acercándo sus rodillas contra su pecho y las rodeaba con sus brazos. De que le servía correr ¿sí ya lo descubrieron ser libre del cristal?, Apesar de que sentía que el joven no diría nada, igual sentía esa inseguridad y sentimiento de querer proteger a su familia recién reunida. Ojalá pudiera saber cómo está su pequeño engendro, y su hermosa esposa, cuando pudiera verlas, las abrazaría como nunca antes lo había hecho.

Almenos conoció a alguien de su especie, por más crudo o conflictivo que haya sido el encuentro...

El jóven estaba serio, con la espalda contra la pared. Se escuchó como este suspiró de manera audible y pesada.

-Me llamo Dan... ─Globgor escuchó al jóven, parpadeando dos veces, para luego sonreír levemente, con una mirada cansada en dirección al suelo de piedra.

-Ya sabes como me llamo...

-Sí, lo sé... Un gusto entonces

El jóven soltó aire por la nariz, para luego sonreír levemente, seguido del mayor al escuchar lo que dijo.

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Trás el pasó de la coronación, las cosas salieron mejor de lo esperado respecto a la liberación de Globgor se descubrió al culpable (Rhombulus), el Cambia-Tamaños mayor se reencontró con su familia, Mewmanos y Monstruos aceptaron a Globgor cono rey de Mewni, etc.

Un buen día, seguido de los siguientes, los cuáles fueron... Raros entre Dan y Globgor.

Globgor trató de socializar con el jóven Cambia-Tamaño, sin embargo, este casi nunca estaba presente, lo cuál era raro ¿Estaba ocupado con sus propios asuntos? ¿el jóven desconfiaba de él? ¿Lo odiaba...?

Le sorprendió la punzada de dolor emocional que el pensamiento le provocó, para luego ponerse a pensar un poco más, y suspirar.

-Estoy actuando muy paranoico... ─dijo con algo de pesar, sentandose en el borde de la cama matrimonial. Eclipsa estaba ocupada con asuntos del reino, asegurándole que estaría bien, que él podía descansar por mientras.

Le pareció raro la manera en como ella lo miraba, simplemente parecía más vacilante y dudosa de lo que hacía, como sí se sintiera incómoda con su presencia, era extraño su comportamiento ¿Acaso su pensamiento cambió respecto a él? ¿Pasaron tanto tiempo separados que ya ella ni siquiera sabe como interactuar con él? O ¿Acaso ella tenía la preocupación de que desapareciera derrepente o le pasara algo?

Otra vez, divagando con paranoia. Se siente raro dudar de ya de dos personas y de especular, no era usual en él pensar de esa manera tan constante. Escucha la puerta de la habitación real abrirse. Levanta la cabeza y observa a Eclipsa entrar con una expresión de preocupación y seriedad en su rostro. Se levanta para saludarla con una sonrisa, talvez sí intenta actuar más casual cono en sus citas, ella no se preocupe.

-Como te fué mi estrella oscura? ─pregunta casual, acercándose a ella para, sonriente. Nota como Eclipsa se tensa y sonríe incómoda ante lo que dijo, pero recibiendo una respuesta.

-Estuvo bien... Cariño ─se extrañó por el toque de vacilación en su voz, era como si buscara las palabras y eligiera. Le preocupó.

-Estas bien amor? ─muestra preocupación en su rostro, viendo a su esposa. Ella se ve pensativa, seria y preocupada.

-Yo... No, no exactamente, Globgor ─dice seria derrepente, notando su expresión determinada en su rostro─ tenemos que hablar... Sobre nosotros.

Nunca pensó que tendrían esta conversación.

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De hecho, en momentos aleatorios, pensó que su relación con Eclipsa sería de esas que nunca terminarían, de las que preevalecerian ante todo pronóstico, incluso las batallas de vida o muerte, pero talvez solo fue una ilusión.

Que los dos cortarán fue un navajazo a su corazón. Le dolía... Ahora estaba acostado en el suelo de una de los tantos calabozos del Castillo de los Monstruos. No quería que lo encontraran, así que se ocultó apenas Eclipsa lo perdió de vista. No sabe cuanto tiempo estuvo allí, pero de todos modos no le importa, solo quiere quedarse ahí y pensar, talvez seguir llorando incluso.

Siente algo que no sintió hace mucho tiempo... hambre, sobre todo... Su propia piel contra sus costillas, de tal forma que con solo pasar sus manos sin ejercer presión, sentir sus propias costillas debajo de la piel. ¿Cuanto tiempo estuvo allí? ¿Horas? No sería posible ya perder peso con solo el paso de unas cuantas horas ¿Días? Eso es más probable.

Ahora que lo piensa más, se siente más adormecido, talvez se debe a que a estado en la misma posición por mucho tiempo, debería moverse un poco para por lo menos-

-¡Mierda! ¡Aahh...! ─se queda quieto trás mover apenas el brazo. Enserio sus músculos quedaron tan quietos por el tiempo que le duelen, que moverlos ya es una tarea infernal.

Apretó la mandíbula e intentó seguir moviéndo sus extremidades y espalda, doliendole como sus articulaciones se adaptaban al movimiento, dando un crujido notable.

Intento levantarse, tambaleandose un poco, sintiendo como sus piernas se debilitaron por la falta de movimiento y caminata, sosteniéndo su propio peso corporal, tratando de no colapsar y caer al suelo. Se agarró de las barras de las rejas del calabozo, levantándose lentamente, hasta que notó como lo ayudaban a levantarse. Sintió una mano en su pecho, y otra en su espalda. Instintivamente colocó su brazo alrededor de los hombros de quién lo ayudaba, facilitando mejor su agarre hasta poder quedar de pie en totalidad.

Respiró con dificultad─ Gr... Gra... Gr-gracias... ─oh por maíz, su voz sonaba como sí no hubiera bebido o no hubiera comido en días... Cierto, esa era su situación.

-Denada, y ahora, dime porqué te desapareciste por una semana entera? ─su mente se congeló al escuchar la voz.

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Globgor reconoció que la manera en como se desapareció estuvo mal, en especial por alterar el orden del pueblo, sin embargo una mirada rapida a el Cambia-Tamaño mayor les dejó claro que no a comido en mucho tiempo, lo que tranquilizó a los Monstruos y Mewmanos. Resulta que donde a escapado fue a un calabozo abandonado de un antiguo templó.

No pensó mucho en eso cuando le dijeron que se había alejado del Reino, simplemente ya quería comer algo cuándo olió la comida que le presentaron cuando vieron su estado al llegar al Castillo.

Sin embargo

En los días que interactuo con el joven Cambia-Tamaño, quién lo sacó de ese lugar, gracias a "Dan" sí recuerda correctamente su nombre, le hizo reflexionar respecto a sus sentimientos y la manera en como reaccionó, escapándose, alterando a todos con su desaparición, en especial en como afectó a Meteora.

La pequeña apenas vió a su padre, se había avalanzado hacía el mayor, siendo recibida por los brazos de su padre arrepentido y con expresión culpable, luego de eso ser reprendido por Eclipsa, seguido de sus disculpas por la manera en como rompió con Globgor. Los dos estuvieron en buenos términos, y acordaron no divorciarse de manera oficial para no crear más disturbios, aunque hayan roto no abandonarán a su Reino ni a su hija, no otra vez.

Globgor diría que de hecho las cosas fueron bien, y lo hicieron.

Sin embargo, le pareció curioso como Dan empezó a ser alguien recurrente por el castillo, especialmente en la biblioteca, siempre llevando en alguna mano o brazo un libro, además de en la contraría, un... ¿Trozo de vidrio negro? Era rectangular, lo que a Globgor le pareció curioso y raro, talvez sea algún artefacto hecho actualmente, lo cual no le parece muy descabellado considerando el avance de Mewni y otras dimensiones.

Globgor, apesar de las cosquillas y mariposas en su estómago, se atrevió a hablar con el jóven Cambia-Tamaño, incluso sí el nerviosismo y emoción de poder interactuar con alguien de su especie le carcomían el estar calmado.

Y simplemente sucedió. Empezaron a conversar, lo cuál sorprendió al adulto, considerando que estaba muy ansioso al conocer a alguien de su especie, por más joven que sea Dan, sorprendiendo a Globgor por las interacciones que empezaron a tener y lo fácil que era hablar con el jóven.

Era agradable conversar con alguien quién poseia más conocimiento de su especie, y a Globgor le sorprendieron varías cosas de hecho, alparecer había más razas variante de la especie, y su creencia de que se llamaban "Cambia-Tamaños" era alparecer errónea, siendo el nombre de origen "Camnbietz" de su especie.

Pasaron los días y los temas de conversación cambiaron a relatos y anécdotas entre ellos, sintiéndose los dos más cómodos junto al otro, básicamente empezando a disfrutar los momentos en que interactuaban el uno al otro.

Ni siquiera se dieron cuenta, en especial Globgor, que se acercaban más sentimentalmente.

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Era un día normal, siendo la tarde del día, con el sol acercándose al atardecer.

Globgor después de hacer sus quehaceres reales y de hacer dormir junto a Eclipsa a su hija, se dirige a la biblioteca, llevando esta vez su vestimenta de camisa blanca, chaleco azul sin mangas ni cuello con botones dorados, y pantalones negros.

En todo el camino estuvo pensativo, reflexionando la manera en como se sentía con el jóven Camnbietz.

-Llegaste

Globgor levanta la mirada para ver al jóven, quien traía una vestimenta algo inusual. Normalmente lo veía solo con unos pantalones cortos y una melena atada a la cintura. En cambio ahora tenía puesto una camisa con mangas de color negra absoluta, alcanzando a leer "Daft Punk" en el pecho de la ropa, unos pantalones... ¿De mezclilla? Y ¿Esos eran zapatos lo que tenía en los pies? Se veían más redondos y de alparecer hechos a medida, no se le veía incómodo por ellos, además de no parecer hechos de cuero, sino una tela negra y plantas blancas, agujetas grises.

-Estuviste esperándome mucho tiempo?

-No realmente, solo llegué hace unos 15 minutos ─dice con su tono tranquilo y sereno─ y por lo que veo traes una vestimenta elegante, Señor Rey ─dice en tono divertido Dan, apuntando a Globgor, quién sonríe en respuesta.

-Que puedo decir? Me gusta desempolvar y lucir mis viejos trajes, es una suerte lo en buen estado que se conservaron algunos ─menciona el mayor, entrando junto al Camnbietz contrario a la biblioteca.

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Su conversación y relatos fueron las usuales, contar e intercambiar anécdotas el uno al otro, mientras Dan tenía algún libro a la mano que los dos leían.

Globgor aveces olvidaba que Dan tenía 17 años, y seguía siendo un adolescente, su aspecto y personalidad opaca de vez en cuando su edad, era como sí el Camnbietz cyan grisáceo hubiera madurado más rápido que lo haría una persona común. Había momentos en los que se sentía cálido cuando escuchaba la voz del jóven, además del usual contacto físico que Globgor mismo le daba, rodeando con su brazo los hombros del contrarió y apegandolo a su cuerpo, mientras Dan dejaba caer su cabeza inclinada en su hombro, mientras conversaban o leían alguna lectura, incluso sí Dan le mostraba vídeos a Globgor por medio de su teléfono celular, quién no comprendía del todo como funcionaban estos dispositivos sí no era por medio de magia, sin embargo, igual ambos disfrutaban estos momentos.

Dan no había sentido una sensación así desde hace un tiempo. El cuerpo de Globgor era como estar recostado sobre un muñeco grande afelpado, aunque en éstos momentos la tela de la ropa estorbaba, igual no arruinaba la sensación de calor que transmitía el cuerpo del más alto. Dan se relajo con lo cómodo del cuerpo contrario, sintiendo como su cuerpo se dormía lentamente y sus ojos se cerraban.

Globgor notó esto, y sonrío suavemente─ descansa pequeño... ─le da una pequeña acaricia en la mejilla al jóven, seguido de un beso en la frente y luego rodearlo con sus brazos, dejándose llevar por el relajante sueño que hizo pesar sus párpados.

Terminando por dormirse.

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Una semana después.

Las cosas cambiaron poco a poco entre ellos dos. Sus interacciones fueron cada vez más cariñosas. Cuando los dos terminaban sus deberes del día, siempre se reunían en algún lugar a pasar el rato, dándose mimos entre sí, disfrutando de la presencia del otro.

Hubo ocasiones en los qué simplemente se repartían besos en sus caras, evitando por poco los labios del otro.

Globgor sabía que el cumpleaños de Dan se acercaba, pronto en 6 días, y quería proponerle ser su novio justo después de su cumpleaños. Quería prepararse y darle el mejor regalo de todos.

Lo malo es que nunca se a puesto a pensar en la diferencia de edad que ambos tenían, pero eso no importaba, Dan cumpliría 18 pronto, ¿No?

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Llegó el día, y para Dan era esperable que todavía no celebraran su fiesta, de todos modos quería que fuera solo entre el grupo de personas que le importaba, la que consideraba ser parte como una familia.

Cuándo llegó la tarde, fue la típica fiesta sorpresa, sin embargo notó que se esforzaron en hacerla. Fué una fiesta pequeña pero disfrutable en el comedor. Había pizza de pepperoni, pero era pasable por el olor a comida vegana, dulces y demás alimentos, de todos modos todos lo disfrutaron. Fueron momentos así que quería compartir con su familia.

Familia...

Hace un tiempo que no tuvo una, sin embargo, prefirió concentrarse en el presente.

Los regalos.

Algunos eran simples pero bonitos, otros curiosos, y el de Janna... Bueno, era raro, tenía una leve idea de lo que era, pero no lo sabía del todo ¿De donde sacaba este tipo de cosas esta chica? No le dió importancia, ella tenía sus trucos.

Y el regalo de Globgor. Recibirlo de él le dejó una sensación cálida en su pecho, además de mariposas en el estómago y un leve calor en las mejillas. Abrió el regalo, pero lo que vió no se lo esperaba en ningún momento...

Un anillo.

Se quedó en shock, viendo el anillo de oro y plata frente a él, aún oculto en la pequeña caja azul marino. Los diseños del anillo eran algo que no vió siempre. Dan sintió sus propias mejillas calentarse, mientras veía el anillo aún oculto a los demás.

Cerró la caja y la guardó en la melena alrededor de su cintura. Notó la mirada de curiosidad de los invitados, en especial la de Marco, Star, Tom y Janna.

Suspiró, tratando de que su voz no sonara temblorosa─ gracias Globgor. Bueno, a continuar ─sonrío el joven Camnbietz, y por suerte dejaron pasar su reacción.

Después de un rato, la fiesta terminó y el lugar fué ordenado a como estaba antes. Les dió las gracias a todos por los regalos. Globgor vió está como su oportunidad.

-Ah! Dan se sorprendió al sentir unos brazos rodearlo, para luego reír al darse cuenta de quién─ Globgor! Jajaja casi me das un susto! ─Dan sonríe, para luego recibir un beso en la mejilla del mayor.

-Jeje lo siento, pero quise sorprenderte de todos modos, además de que tengo algo que decirte ─Globgor sonríe con suavidad, dandole otro beso en la mejilla, mientras Dan se sonroja, aun sonríendo.

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Los dos estaban en la habitación de Dan. A Globgor se le hizo curioso como era la habitación de Dan, sin embargo no se fijó mucho en ello

Los dos se sentaron en la cama. Dan con las piernas en pose de meditación, y Globgor con una pierna aun conectada al suelo y la otra sobre la cama.

El Camnbietz mayor respira hondo, ya preparado para esto─ Dan... No sé cómo empezar con esto... ─contesta avergonzado el mayor.

Dan sonríe─ aveces una acción vale más que mil palabras.

Globgor se sonrojo un poco, ansioso por la manera en como demostraría su punto. Suspiro y coloca sus manos en las mejillas de Dan con delicadeza, acercando sus rostros. Decidió terminar con esto y lo besó, cerrando sus ojos mientras mantenía sus labios conectados.

Dan se congeló por unos momentos, sonrojandose al sentir los labios del contrario contra los suyos, para luego corresponder con ternura, rodeando el cuerpo del mayor con sus brazos.

Se dejaron llevar por el beso, profundizandolo con afecto y amor.

Las manos de Dan recorrieron los brazos entrenados de Globgor, acariciando la piel y pelaje de color carmesí, mientras Globgor rodeó la a cintura de Dan, atrayendolo a su cuerpo, notando como eran casi del mismo tamaño, sin embargo el mayor era levemente más alto.

Globgor quiso experimentar un poco más, entrando su lengua dentro de la boca de Dan, quien la abrió sin rechistar, dejandolo entrar.

Dan gimió, sintiendo la lengua de Globgor entrar a su boca, saboreando sus salivas mezcladas. De pronto Globgor se sintió siendo empujado, haciendo que se recueste sorprendido por la fuerza de Dan, quién se quedó encima de él, separando el beso de lenguas, dejando un hilo de saliva débil.

Los dos respiraban con difícultad.

-Me encantó tu regalo ─contestó Dan entre respiros suaves, mirando a Globgor quién se sonrío sonrojado.

-Me alegra, pequeño ─contestó en respuesta, viendo fijamente a los ojos a Dan. Da un respiro─ te amo.

Dan sonríe─ igual te amo.

En ese momento, Globgor había sacado el anillo de plata y oro, para luego pasarlo por el dedo anular de Dan, quién simplemente respondió con un nuevo beso en los labios del mayor, quien correspondió con felicidad abrazándolo.

Dan sintió y sonrío ante el susurro de Globgor en su oído─ trae un conjuro de protección el anillo, pedí ayuda a un amigo lejano para que lo hiciera para tí, cariño.

Globgor se sorprendió por otro repentino beso de parte de Dan, quién lo veía con lágrimas de felicidad y una sonrisa.

Dan apretó el abrazo entre los dos─ Te amo.

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Otro día, en la tarde, el grupo de adolescentes se reunió en Britta's Tacos.

Star, Tom, Marco, Janna, Dan y Sol se reunieron, hablando y comiendo entre sí.

Sin embargo, en medio de la conversación, Star notó el anillo de oro y plata en el dedo anular de Dan, quien comía tranquilamente su Taco crujiente.

Star sonrío─ hey Dan, de dónde obtuviste ese anillo?

Eso llamó la atención del grupo, a excepción de Janna y Sol, quiénes ya sabían la respuesta.

-Esto? ─muestra la mano donde tenía el anillo, donde decía "Te amo, mi pequeño" seguido de un corazón, escrito como inscripción en el anillo de plata y oro puro, la cuál notó el grupo, haciendo que Star, Marco y Tom tuvieran preguntas. El Camnbietz sonrío, sonrojandose un poco─ es un regalo de Globgor.

La Mewmana, el Demonio y el Humano parpadearon.

Janna y Sol sonrieron cómplices sin que el grupo lo notaran.

Marco frunció un poco el ceño─ uuuhh... Sí... Pero, por qué?

La respuesta los sorprendió.

¡¿QUE?!

-🪨la roca que todo lo termina.

Bueno personitas, disfruten este otro One-Shot, lamento las faltas de ortografía, y si la narración está algo rara.

Chau chau~❤️🌸

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