Desde su infancia, Dan no a tenido una niñez normal como las de otros niños, monstruos o humanos. Siempre tenía que ser el chico perfecto, porque desde el momento en que nació, recuerda las sensaciones de los ojos de sus padres viéndolo fijamente, evaluando sus movimientos y aprendizaje. Gatear, comer, caminar, hablar, desarrollo de los sentidos, incluso la orientación de su ambiente o de su influencia.

Desde los 6 años ahí empezó a recordar de manera más vívida su infancia y entorno... No fué normal.

Casi toda su educación fué en casa, lo que significaba seguir ciertas reglas de "aprendizaje" las cuáles eran fundamentales según decían sus padres. Sus "clases" eran estrictas, nunca estaban ausentes las manos que le daban manotazos en la espalda, dejándole algunas cortadas pequeñas por las garras de las manos adultas de sus padres.

Su madre era fría, calculadora, tranquila, pero de carácter tan firme que incluso el vándalo quién se atreva a robarle quedaría congelado de miedo y terror.
Su padre en cambio era más explosivo, incapaz de contener los gritos de furia cuando se enojaba. Su temperamento siempre era a mil grados de violencia verbal, física o las dos, o incluso emocional.

Nunca tuvo heridas más allá de los rasguños en su espalda, producto de los manotazos descuidados de sus padres cuando se equivocaba en sus lecciones "preescolares", o cuando cometía algo "indebido" como preguntar sí podía conocer otros niños. Nunca contestaban sus respuestas...

Pero desde que cumplió los 8 años, las cosas se pusieron más serias y estrictas para él. A su aprendizaje se agregaron los "látigos y correas", dos objetos nuevos a los que debe temer, dos armas que sus padres pueden utilizar para hacerle aprender y memorizar todo mejor, por medio del miedo.

No debía tartamudear, tampoco temblar ante la presencia de sus padres, lo cual era difícil, contando que parecían tener más tiempo libre del que se supone tendría un adulto normal, casi nunca ausentes durante su infancia antes de ingresar a la escuela.

Duró ese infierno completo unos 5 largos años, hasta que cumplió 11 años, lo cuál fue una bendición, que sin darse cuenta, necesitaba, lo cuál fué bueno, considerando que ahora tendrá que interactuar menos con sus padres y no tener sus ojos puestos en él casi constantemente, o almenos hasta las 4:00 o 5:00 PM.

A muchos no les gusta la escuela por el simple hecho de que es aburrida. Para él en cambio, es un descanso que atesora bastante.

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Su primer día de clases fué bastante... Distante, pero tranquilo y menos tenso que su ambiente en casa. Sabía que no debía estar nervioso o temblar, tampoco tartamudear, pero ¿Por qué le era tan difícil?

-Hola, soy Dan Galunz, tengo 11 a-años ─tartamudeo un poco. Sabe que no le castigarán por eso, no es un tonto ¿Verdad? ¿No...?

Ve detenidamente el resto del salón, viendo a los niños. Algunos se veían curiosos, otros solo seguían con sus asuntos o murmuraban en silencio. El ambiente raro fue interrumpido por la voz de la maestra, la cuál era una humana de cabellera anaranjada, iris de ojos verdes, algunas pecas en sus mejillas y nariz, y una tez de un color melocotón algo pálido, pero no del tipo sobrenatural o preocupante.

-Bien niños, espero que reciban bien a Dan y lo traten bien, recuerden que este pequeño fue criado en casa, por lo que no interactuaba mucho con otros niños, así que traten de llevarse bien con él, deacuerdo?

-Si señora Gerli! ─contestaron al unisono los niños.

La maestra sonrío con gentileza─ bien Dan, puedes ir a sentarte dónde quieras

Empezó a caminar a algún asiento vacío, tomando uno y segundos después comenzó la clase. Fué algo a lo que se acostumbró con el pasar de los días, volviéndose una rutina que calmaba más su vida.
Cuando era el recreo, él solo se sentaba en el patio donde veía a los otros niños jugar. Trató de hablar con ellos, pero solo eligieron ignorarlo, le decían "raro" por ser educado en casa, en especial esto provenía de un Septariano de esa epoca en la niñez, alparecer quién había repetido el año y era considerado el "mejor de la clase", claro que ese título fue más una especie de apodo, ya que los niños del salón le decían así, además que no era porque fuera el más inteligente o con mejor comportamiento, fue porque que solo medía dos centímetros más que los demás niños de la clase y por que era un año mayor.

Como no pudo conseguir hablar con alguien, solo se quedó al margen, siendo ignorado en los recesos, y destacando en clase. Ya muchas cosas que pasaron en el aprendizaje básico él lo aprendió de sus padres, por lo que le fué más fácil realizar las actividades, además que las tareas eran menos que las que sus padres le obligaban a realizar durante su preadolescencia, de hecho apesar de no tener amigos en la escuela, igual no menosprecio el tiempo allí, siendo un descanso de sus padres...

O almenos hasta el termino de las jornadas de la clase del día, allí volvía a casa y tenía que enfrentar algunos "deberes" más, los cuáles si ponían a prueba su inteligencia y capacidad mental.

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Así siguió por el resto de su tiempo en clases, llegaron las vacaciones de verano, y ahí deseó otra vez volver a clases, pero lo soportó.
Se comportó lo mejor posible ante sus padres, siguió tomándose enserio el aprendizaje y por lo menos solo terminó el verano con 10 latigazos en las manos y 6 golpes de correa en la espalda, menos comparado con los que recibió antes, pero fué más por su "desempeño", por lo que sus padres se quedaron con la conclusión de que era bueno que haya sido enviado a clases y que la escuela por fin le hizo ser un mejor hijo.

Aunque enrealidad tal declaración por unos mínimos instantes le pareció algo muy absurdo y patético, cuando enrealidad fue el descanso que pudo tomar de ellos en las jornadas de aprendizaje y recreos en la escuela.

Pasó año, trás año, trás año y trás año, hasta cumplir por lo menos unos 17, o almenos va a cumplir en unos meses.

En el tiempo transcurrido de 6 años aproximado, sufrió una vez de bullying, pero por lo menos tuvo un poco de valor y los denunció a los profesores, quiénes tomaron cartas en el asunto y lo ayudaron en quedar en mejor terminos con los abusadores, quiénes por lo menos tenían el suficiente sentido común como para ya dejar de hacerlo y no meterse más en problemas.

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Fué otro día común, nada destacable. Clases, desayuno, clases, receso, hasta llegar a la hora del almuerzo, nada destacable... Excepto por el chico que lo ve desde la distancia, de una manera inquietante y aterradora.

No tenía nada mejor que hacer?

Alparecer no, ya que siguió observandolo desde la distancia. Dan se sintió un poco raro, así que decidió ver con atención al chico que lo observaba.

Levantó más la vista de su almuerzo y vió la apariencia del chico. Piel clara, ojos ámbar, cabello castaño algo alborotado, lentes negros de marcos rectangulares, camisa negra con logo de banda de Rock, pantalones de mezclilla azúl oscuro, zapatillas negras con líneas y plantas rojas. Ahora que veía mejor sus ojos, parecía entrecerrados, cejas fruncidas, ¿Está molesto con él? ¿Que le hizo acaso?

Identificó mejor su expresión y... Parecía más concentrado en algo que molesto. Dan confundido volteó y vió el cártel en uno de los postes del campus.

Convención de anime, 12 de septiembre 2019 a las 13 PM, concursos y etc. (Pvto el que lo lea)

Volvió su mirada al chico, quién alparecer seguía concentrado en el papel pegado al poste de luz inactivo. Dan se inclinó a un lado para confirmar sus sospechas. El chico no quitó la mirada del poste. El jóven Camnbietz sonrío un poco en gracia sin darse cuenta, sintiendo algo que rara vez sentía; ganas de hablar.

Bueno, que tenía que perder? Dan se levantó de su asiento, y se dirigió en dirección al chico humano, quién por fin le puso atención con una mirada curiosa. Dan se sentó a su lado, colocando su almuerzo al lado de la del chico humano, sintiendo un sentimiento fuerte de nerviosismo, era la primera vez desde hace mucho tiempo que hablaría con alguien, ¿Que debía decir?

-Hola, soy Dan, como te llamas? ─preguntó, tratando de ignorar la debilidad en su voz, y cualquier mirada inexpresiva en su propia mirada.

El chico sonrío, lo miro con expresión relajada y con pizca de curiosidad─ Sol, y hello Dan, como te va en este... Exquisito día? ─Sol sonrío de manera un poco más amplía, pero aun con una mirada relajada.

El Camnbietz pensó por unos cortos segundos su respuesta─ hhmm... Bien, un día normal, jornada normal, en una vida normal. Y el tuyo?

-ay, super bien, me alegra ─respondió con un tono raro, pero sin dejar de sonar simpático, en su opinión.

Bueno, alparecer ese intercambio de palabras bastó para iniciar una extraña pero agradable amistad.

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En el tiempo que se conocieron, hablaron y conversaron, de vez en cuando Sol cambiando su tono extraño a uno normal, y volviendo al extraño, mientras Dan seguía hablando con su tono tranquilo habitual, pero tratando de por lo menos mostrar más emoción. El ambiente era relajado para ambos, algo que atesoraba Dan. Nunca conversó más allá de unas simples frases con alguien. Nunca pensó que haría un amigo.

Pasó los segundos, pasaron los minutos, pasaron las horas, días, semanas, meses, y un año para entablar una buena amistad. Se ganaron miradas extrañas del resto de estudiantes los primeros días, pero no pasó a mayores. Apesar de que su vida no cambió mucho, igual le dió más alivio para su vida. Nunca le contó a nadie sobre como era su vida antes de entrar al sistema educativo oficialmente, hasta qué después de el año de clases y volver a entrar a las vacaciones, Sol lo invitó a su casa un día para disfrutar el verano.

Dan sabía que la casa del humano era algo grande, y tenía una dos piscinas, una para niños y otra para adultos, el cual era más grande y más profunda.

No sabía como convencer a sus padres de que lo dejarán ir, poseia 17 años en ese entonces, pero no podía simplemente decirles que quería ir a la casa de su amigo para darse un baño de piscina, su madre estaría en desacuerdo y su padre explotaría de rabia, quién sabe lo que le haría. Pensó en rendirse, pero al final su conocimiento actualmente rivalizaba con el de sus padres, además de que la madre de Sol era bastante amable y comprensiva, incluso de ser la primera en saber de su situación, y saber que no podía hacer mucho respecto a su vida hogareña, pero con un poco de su ayuda, pudo engañar a sus padres de que ingresó e iba a empezar a "participar" en un plan de estudio donde se reuniría con compañeros avanzados a estudiar.

Por lo menos sacó la mente astuta de su madre.

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Antes de ir a la casa de Sol, con algo de dinero de su mesada ahorrada, compró algo de ropa de baño de su talla, la cuál solo eran chanclas azul oscuro y con líneas blancas, unos dos shorts color beige, gris y negros, además de un bolso deportivo donde guardar la vestimenta, y una camisa sin mangas de baño masculina de color azul marino, para cubrir las cicatrices que quedaron en su espalda de su niñez antes de la escuela.

Sus manos solo sufrieron algunos moretones y rasguños por el látigo, por lo que sanaron con el tiempo. Nadie lo notará mientras tenga puesta la camisa sin mangas.

Suspiró y se fué en dirección a la casa de su amigo, aliviado de no tener que soportar a sus padres y sus lecciones en casa.

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Cuándo llego a la casa de su amigo,  fué recibido amablemente por la madre de Sol, una mujer joven pero tan simpática como alguien amable de 60 años, realmente Sol tenía suerte de tener una madre así.

Ingresó al hogar con permiso de la señora, viendo los alrededores de la casa. Esperaba una casa más promedio, sin embargo Sol nunca le contó que era... Promedio alta, literalmente todo se veía algo costoso, pero igual no dejaba de ser extrañamente hogareño.

La madre de Sol le indicó donde se ubicaban las piscinas, de hecho era por un pasillo que conducía a la parte bloqueada por arbustos del jardín que había allí. Nunca visito en persona el hogar de Sol, solo tuvo una idea vaga de como era por medio de las descripciones del humano, y de los relatos casuales que hacía la madre de este cuando visitaba el instituto.

Lo cual era un poco extraño, considerando que realmente no era para revisar a su hijo, pero en fin, cuestiones de madres normales.

Tras caminar un poco, pudo vislumbrar a Sol esperando de pie en la piscina de adultos, con aparentemente su traje de baño y una toalla en la mesa con sombra de parasol.

-Ah, llegaste, ya llegó una amiga antes que tú, y sin contarte, solo faltan dos más

El Camnbietz parpadean sus cuatro ojos dos veces seguidas─ vienen... Más? ─se acerca confundido al humano, mientras este solo se quedaba ahí, revisando su celular con una sonrisa tranquila y su usual expresión relajada, para luego dirigirle la mirada hacia el contrario.

-Pues sí, seremos quintuple en total.

-Es cinco.

-Cierto, cinco en total.

El Camnbietz sonríe levemente, y en cuestión de minutos vuelve aparentemente la que llegó primero, una chica bajita, de cabello corto pero un poco largo debajo de las orejas, blanco de puntas negras y un poco ondulado, la cual llevaba puesta un traje de baño femenino típico de natación de color gris claro puro.

-Ah, tú debes de ser Dan, un gusto, soy Cloe ─la chica de extraña cabellera extiende su mano en saludo con una sonrisa amistosa, parecía agradable.

Le estrecha la mano con amabilidad─ igualmente un gusto Cloe.

-Yey! Dos de mis amiguis son amiguis! Ahora, quién quiere entrar a la piscina grande y nadar mientras esperamos a los dos otros engendros?

-Espontáneo como siempre, Solsticio ─responde Cloe en burla con una sonrisa burlona.

Sol sonríe en respuesta─ pues claro! Pero ahora sin más vacilación... ─el Camnbietz y la humana se tensan al sentir el manotazo que les dió el humano en la espalda─ a la piscina! YEEEEY! ─Sol corrió en dirección a la piscina de adultos no sin antes dejar sus lentes y celular en la mesa con sombra.

-Yes, piscina... ─el jóven Camnbietz hizo una mueca trás sentir el ardor en su espalda, siguiendo al humano y seguido de Cloe, tratando de ocultar el dolor punzante que sentía en las cicatrices de su espalda.

Sin embargo, Cloe notó la pizca de dolor extra en su cara, teniendo un pensamiento de preocupación e incógnita, para luego dejarlo a un lado y seguir a los dos chicos a la piscina.

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Trás unos cortos minutos se unieron los dos otros faltantes, y en opinión de Dan, eran realmente agradables.

Aunque el tercer chico del grupo, Rhombulus, era un poco raro en apariencia, literalmente lo más normal de su cuerpo era su cuerpo ancho, musculoso, de escamas verdes claras y oscuras, pero lo raro era literalmente su cabeza de cristal, era como tener un diamante por cabeza, uno bastante grande y costoso pero en fin, a parte de ser uniojo y no tener orificios. Alparecer no era mucho de camisas, literalmente solo trajo calzoncillos como traje de baño, ninguna camisa a la vista, siendo lo único aparte unos shorts púrpuras de su talla, y...

Dos serpientes? No estaba seguro sí eran solo juguetes o reales.

Y la segunda chica del grupo, Alicia o Alis, para abreviar, era una sirena con gran cabellera rubia, siendo lo único sobrenatural su cola de pez escamoso que adopta trás estar expuesta al agua, dandole la primera impresión de que podía pasar de una criatura acuática a terrestre con la exposición del agua. Su piel era de una tez entre pálida y morena, iris de color larimar, llevando solo un bikini el cuál por lo menos no mostraba nada.

Se le hizo curioso como el grupo era algo variado en especies, pero en fin, realmente estaba disfrutando pasar el tiempo con ellos.

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Todo iba bien, hasta que tuvo la fantástica idea de intentar una bala de cañón. No salió como esperaba, o más bien no del todo.

Debido a su cuerpo ancho y resistente, el chapoteo de agua fue grande, logrando un espectáculo brillante de agua reflejando la luz del verano, y un gran baño para los demás, sin embargo el comentario consternado de Cloe lo congeló hasta la sangre del miedo.

-Dan... Esas cicatrices... De donde las tuviste...? ─escucha el tono aterrado de la humana, seguida de la atención completa de los demás.

Dan bajo la mirada y enseguida noto que no llevaba la camisa, sintiendo la brisa y los rayos del sol golpear su piel y pelaje cyan grisáceo, además del agua humedecer sus cicatrices, tanto viejas como más recientes.

Derrepente todo a su alrededor se volvió confuso, borroso, con miedo, terror, un pánico y pavor que nunca sintió de manera tan salvaje y descontrolada, escuchando las voces de su amigo y los otros tres. Sentía que se asfixiaba, como el pavor que pesaba en el pecho con fuerza, sin piedad. Porque sentía esto? Porque ahora? Porque, porque, porque...

Se empezó a aclarar todo lo demás, concentradose en la voz de su amigo, y acompañantes, hasta que pudo por fin identificar sus alrededores.

Estaba ahora sentado en una silla de la mesa sombreada, sintiendo aún el nerviosismo salvaje en su pecho, pero el pavor abandonando su visión y razonamiento. Levantó la mirada lentamente para luego ver la expresión de los cuatro, preocupados. Rhombulus con una expresión de culpa en su rostro cristalino, Cloe con miedo de preocupación en sus ojos, Alis y Sol con seriedad pero igual preocupación.

Sol fué el primero en hablarle─ Dan, que te pasó...?

El Camnbietz escuchó el pesar fraternal en el tono del humano, además de los murmullos que alparecer eran de culpa por parte de Rhombulus de fondo, junto con Cloe tratando de calmarlo.

Alis los calló y colocaron su atención en Dan, mirándolo con comprensión.
Ya no quiso ocultarlo más, con sentimientos que literalmente explotaron derrepente, ¿Literalmente aguantó todo el trauma y presión que le dejaron sus padres todo este tiempo? ¿Como no se derrumbó antes de esta manera? ¿Guardó sus sentimientos y emociones de miedo, decadencia, culpa, decepción, y pavor dentro de sí mismo todo este tiempo?

No pudo aguantar más, y contó todo, sintiendo como poco a poco un pitido sonó en sus oídos, agudo y molesto, recordándole de manera muy indirecta que sus emociones la mayoría del tiempo estuvieron fuera de línea mientras aguantaba de sobremanera su vida con sus padres, ni siquiera sabía que estaba ocultando el daño que su propio psique tuvo que aguantar, estuvo tan bien oculto que no siquiera él mismo supo, ¿Como era posible eso?

Trás terminar de contar sus años de sufrimiento, el grupo se quedó ahí, mirándolo fijamente. Una sensación de pavor y auto desprecio lo invadió peligrosamente. No quería perder a los que sean potenciales amigos por la manera en como se desahogó. El pensamiento que combatía su pavor irracional era débil pero notable dentro de su mente.

Hasta que Sol habló─ bueno, alparecer es una especie de maldición o costumbre que tiene nuestro grupo ─trás esas palabras, su mente tardo en procesarlo, pero sintiendo como cualquier sentimiento negativo desaparecía, dejando una confusión reconfortante, sintiendo una tranquilidad nueva.

-A qué... Te refieres? ─pregunta Dan con voz cansada, sintiendo su cuerpo un poco más pesado por el agotamiento emocional.

El humano sonrío de manera serena─ nací con síndrome del espectro autista, osea Asperger, creo, aunque también desarrollé un trastorno que cambia mi actitud en 3 personalidades, eufórico o expresivo, y tranquilo por el exterior, tímido y nervioso internamente.

En ningún momento pensó que Sol tenía síndrome de Asperger o algún trastorno. Escuchó la tos falsa de Alis, quién puso una expresión seria aunque ansiosa.

-Yo tengo hiperactividad, tomo píldoras una vez al mes para calmar mi comportamiento.

Rhombulus recibió la atención del grupo, sonrojandose en respuesta─ usualmente sufro de culpa negativa, trauma de joven.

Cloe suspira, cruzándose un poco de brazos, incómoda─ hipermnesia... Desearía olvidar a ciertas personas y lo que me hicieron.

Aun procesando la información, bajó la mirada, hasta que escuchó como Alis se tiró en la piscina─ lo siento! No pude aguantarme! ─alivio el ambiente un poco más. Dan sonrío un poco, sintiéndose mejor, Cloe y Rhombulus se zambulleron en la piscina junto a Alicia, deseándole lo mejor a Dan, mientras este se quedaba junto a Sol.

-Gracias... Por escucharme ─se gano una risa del humano, quién simplemente se sentó a su lado.

-Denada Dan, este grupo de todos modos está conformado con raros de malas experiencias... ─el humano escuchó y vió como el Camnbietz suspiró pesadamente, murmurando otra vez un gracias. Curioso apartó la mirada de su rostro y se dedicó a ver por unos momentos la espalda con cicatrices de Dan─ dijiste que tus padres te hicieron esas cicatrices con correa, no?

Observó como Dan asintió en silencio, notando el leve escalofrío que recorrió su espalda. Suspiró el humano, pensativo.

-Alguna vez intentaste... Denunciar a tus padres? ─observo como se tenso otra vez Dan. Ya se hizo una idea de lo que pasó o pasaría por su cabeza, antes de decir algo, el Camnbietz habló primero.

-Yo... No lo sé, simplemente tengo un... Sentimiento de impotencia cuando pienso en ello, algo me dice que simplemente no intenté algo estúpido hasta que pueda librarme de ellos... Solo... ─el humano frunció el ceño en preocupación, escuchando a Dan─ yo... Siento como sí no tuviera oportunidad, no se porqué... Simplemente siento que no podría ganar un caso así por mis medios.

-Ya veo... Bueno, podrás quedarte?

-...No lo creo, pero no será la última vez que venga aquí ─Dan sonríe con cansancio, viendo como los tres en la piscina se divertían nadando, o conversando.

No quería renunciar a esto.

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Dan tuvo que inventar junto a Sol, Cloe, Alis y Rhombulus un horario que le ayudara a engañar a sus padres. Éstos no eran crédulos, y fácilmente no se les engaña con simples palabras, necesitaban ver pruebas de lo que Dan les dijo, fuera real. Las reuniones del horario inventado enrealidad serían para las veces que Dan se reuniría en la casa de Sol para divertirse, aunque lo único malo fue que tuvo que revelar con quiénes se reunía, por lo menos fueron lo suficientemente conformes con quien estudiaba Dan.

Fue un alivio para él que no cuestionarán sus elecciones con quién se juntaba, mientras mantenga la fachada de reuniones de estudio avanzado, estará todo bien, todo bien.

🪨-La roca que lo termino todo.

Pum Baby!

Parte 1 de un AU! WAUH!

Creo que en total esta pequeña historia estará conformado de 2, 3 o 4 partes.

Espero que hayan disfrutado esta parte quienes la hayan leído.

Bonita noche o día, como sea.
🌟✨☀️💫