—No puede ser… — Escuché de Tzuyu, la cual se puso detrás de mi, aunque su buena diferencia de estatura no la iba a ayudar a esconderse.

— ¿Pasa algo? — Pregunté girando un poco mi cabeza. —Es ella— Volteé hacia adelante, viendo a una mujer viniendo hacia nosotros. — ¿Qué pasa con ella? — Cuestioné.

Una vez estaba delante de mi, empezó a hablar, aunque en chino, siendo una clara intención de no entenderle, solo Tzuyu, una vez lo escuchó, se quitó de detrás de mi.

Después de unos cuantos intercambios de palabras, levantó su mano, viéndola, quería que la estrechara por lo visto.

—Quería conocerte— Pasó a hablar japonés. —Soy buena amiga de Tzuyu— Añadió, girando un poco, viendo a Tzuyu, asintiendo ella, dándole la mano.

—Yeh Shuhua— Se presentó, respondiendo con lo mismo yo. —Por suerte aprendí japones cuando Tzuyu me dijo que quería venir— Suspiró.

Miré a Tzuyu por respuestas. —Ella es la persona más fuerte del cuerpo de defensa anti Kaijuu de Taiwán— Aclaró, no siendo poca cosa.

—También fuí la ex pareja de Tzuyu— Añadió la de delante, empezando a emular una cámara enfocada en la pelota de un partido de Tenis entre ambas.

—Bueno, eso explica algunas cosas— Dije una vez até algunas cosas en mi cabeza. —Dices que me conoces poco pero no conozco prácticamente nada de ti— Le reproché a Tzuyu.

—Me daba algo de vergüenza… — Se defendió. —El pasado es pasado— Sentí como Shuhua me tomó de las manos, viéndola de manera rara. —Te ves incluso más linda en persona— Añadió, volteando a ver a Tzuyu otra ves, aunque ahora por ayuda.

Cuando lo captó, le empezó a hablar en chino, respondiendole esta, aunque si bien no entendía chino, sabía que se estaban enfadando progresivamente.

Si podía percibir qué hayan sido pareja, principalmente por como se dirigen físicamente, conmigo Tzuyu era micho más calmada y tranquila, las pocas veces que se había enfadado conmigo tenía sus buenas razones, pero nunca era solo enojo, siempre fué mezclado.

Pese a estar en mis pensamientos, Tzuyu me tomó de una mano, empezando a jalarme y arrastrarme lejos de allí, dado mi peso, no le fué difícil.

Mientras me iba arrastrando Shuhua se despedía en la misma posición sonriendo.

—No nos va a seguir— Le aclaré a Tzuyu después de que me lograra ponerme a su ritmo y ahora solo caminábamos lejos.

— ¡Siempre es un problema con ella! — Gritó, aunque al ser Tzuyu, era como si yo alzara un poco la voz.

— ¿Qué quiere de Japón? — Cuestioné al soltarme del brazo. —A ti— Me aclaró, señalandome, asintiendo ella aún enojada. —Agradezco su buen gusto pero lo va a tener muy complicado— Bromee, aunque Tzuyu seguía molesta.

—Tampoco es mi tipo— Le quité importancia. —Si bien si hay una taiwanesa que me gusta, no está ni cerca de parecersele— Añadí, llamando la atención de Tzuyu.

Me acerqué a ella, poniéndome delante, el problema seguía siendo la diferencia de tamaños, pero no la fuerza, así que la tomé de su blusa, obligandola a doblarse un poco, dándole un pequeño beso en la boca.

Una vez la solté, me di la vuelta. —Para la próxima quiero saber de tu pasado— Le indiqué, empezando a irme.