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—Empiezo a pensar que tienes algo con mi departamento… — Dije al verla acostarse en el piso. —Es el único sitio donde puedo relajarme y ser yo— Respondió Chaeyoung, empezando a organizar algunas cosas.
—Además— Añadió, girando a verla. —Nunca dices que no— Finalizó, haciendo que me sentara a su lado.
La observé por un momento, yendo mis ojos al área en el de iba a poner mis manos.
—No creas que me he olvidado de como te burlabas de mi los primeros días—Empecé a hacerle cosquillas, teniendo cero posibilidad ella.
O eso pensaba, dado que me tomó de la mano, tomando con fuerza y levantándome un momento, azotandome contra el suelo seguido a eso.
—Ya aprendí mi lección— Se sentó en mi vientre, notando que llevaba algo debajo. — ¿Recuerdas el primer día que nos conocimos? — Tomó mis manos, siendo más fuerza de la que tenia como humana, ahora la de cero posibilidades era yo.
—Para saber aprovechar el traje y sacar tanto potencial de primeras… — Dada su posición, su blusa me dejaba ver un traje debajo, aunque distinto al de el cuerpo.
—Usé uno especial hecho solo para mi— Reveló. —Aunque solo puedo usar el equivalente al cincuenta por ciento del traje normal— Ahora ya entendía buen su fuerza, el problema es que si me transformaba en Kaijuu, sería demasiado en general.
Además, era Chaeyoung, ¿Qué podría hacerme?
—No me gusta perder… — Sentí su cabello cayendo hacia mi, dejándome verla solo a ella.
Seguido a ello, empezó ahora a besarme el cuello tal cual lo había hecho yo con ella, la diferencia es que aunque tenia mucha más fuerza, sus manos y piernas eran como cadenas inamovibles.
Entré los movimientos involuntarios y las cosquillas, ella solo se enfocaba más y más, si sentía que me gustaba, lo hacía aún más específico.
—Espero que no tengas que transformarte solo por una niña pequeña… — Se despegó, sonriendo al decir eso, volviendo a besarme el cuello, aunque empezando a bajar más y más con cada uno de ellos.
Mis conjuntos actuales tampoco le daban mucha pelea, aunque ella parecía no importarle en lo absoluto levantar mi blusa.
Aunque bueno, ella había puesto sus manos en uno de mis pechos sin nada, además de verme desnuda varias veces, no tenía mucho por decirle.
Cuando pensaba que iba a llegar a su limite por limitarse a tomar mis brazos, pasó uno de ellos a mi cuello, nuevamente siendo imposible hacerle algo, podía tomar su brazo con ambos míos, pero mucha diferencia no haría.
Por suerte ya había comprobado que mi sensación corporal no transmitía mis sentimientos, porque la estaría quemando en ese momento.
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