—Que no se te salgan esos poderes bajo ninguna circunstancia— Antes de bajar me dijo. —Yo soy la mayor, debería regañarte a ti— La miré indignada.

Ya había abierto la mitad de la puerta, pero eso hizo que la cerrara y volviera al auto, empezando a verme.

— ¿Quién era la que tenia latas de cerveza y comida rápida por todos lados? — No respondí. — ¿Quién no podía correr ni cien metros sin tener ataques de tos? — Seguí sin responder, abriendo la puerta y cerrandola al salir, dolía un poco cuando te recordaban tus cosas.

Empecé a estirarme un poco, sintiendo un pequeño jalón mientras, volteando y chica pequeña. —Estaciona al lado— Dijo sin formalidades algunas. Negué. —Habría aceptado si me lo pedías bien— Expliqué.

—Son Chaeyoung— Me dió la mano, tomándola, sintiendo una gran fuerza, obviamente como forma de intimidación. — ¡Ese auto se va a quedar ahí todo el día! — Dije al sobarme la mano.

—No quería usar la fuerza— Se acercó, tomándolo desde debajo, viendo a Tzuyu sorprendida desde antes, aunque a mi me sorprendió que fuera capaz de cargarlo y soltarlo como si nada.

— ¡El auto de la empresa! — Empecé a verlo, ahora de lado. — ¡Esto lo vas a pagar tú! — Vi como asintió sin más.

Tomé el auto desde arriba, jalando hacia abajo transformando solo mi mano y antebrazo, atajandolo suavemente, volviendo a ponerlo en su sitio.

— ¿Tú cómo te llamas…? — Preguntó la niña. —TN, y si pones tu auto lo voy a tirar al río— Amenacé, sentándome en el capó de nuestro auto.

—No pensé que una vieja fuera capaz de tener esa fuerza… — Me miró de pies a cabeza. — ¡¿A quién le dijiste vieja?! — Empecé a acercarme a ella, parándome Tzuyu.

—Cálmate, es la hija del jefe de las divisiones— Me susurró, calmandome un poco, pero únicamente porque quería pasar.

—Entonces supongo que vas a ser mi rival hoy, espero que no me aburras— De dió la vuelta, yendo al edificio del cuerpo, estacionando su conductor la lado de nuestro auto. Justo al lado. Aunque hubieran muchos puestos vacíos.

Justo del lado del conductor, tal parecía que le daban muchos detalles a esa niña.

— ¿No es un nombre coreano el de ella? — Pregunté a Tzuyu mientras íbamos caminando también. Asintió. — ¿No conoces al cuerpo anti Kaijuu? — Me cuestionó. —Se que quiero exterminar a los Kaijuu y que tengo que pelear junto a Mina, lo demás no importa tanto— Aclaré mis prioridades.

Aunque si conocía lo básico, los trajes, que usaban armas basadas en las de fuego moderno y todo eso de creaba en base a los restos de los Kaijuu que mataban, siendo un ciclo perfecto, más porque lo que sobraba se usaba en muchas industrias.

Trabajar como limpiadora y tener curiosidad me llevaron a investigar muchas cosas, no solo a los Kaijuu.

Mientras íbamos caminando sentí una mirada rara, volteando en esa dirección viendo a una chica blanca como la luna, además de teniendo mala cara hacia nosotras.