75
—Muchas gracias por su cooperación… — Empezó a quitarme las esposas con algo de miedo mi encargado de celda. Suspiré.
Me indicó seguirlo, al salir de la celda dos probablemente capitanes estaban custodiando la puerta, escoltandome detrás.
Supongo que se acabó, me van a convertir en algún arma del tipo que si logró eliminar a ese Kaijuu que me humilló.
¿Por qué siempre que hacía una promesa todo tenía que estropearse?
Después de un rato, una puerta grande doble se abrió, dejándome a la vista un cubículo unas muchas veces más grandes que el que teníamos en la base del escuadrón tres, yendo al mio, donde estaba una mesa y un hombre sentado viendo algunos papeles.
Me indicaron sentarme, haciéndolo, los otros dos detrás de mi empezaron a caminar hacia adelante, yendo a las esquinas de aquel complejo.
El hombro puso a prueba jnso micrófonos, tanto el mio como el de él.
—Pueden entrar— Ordenó, abriéndose una puerta igual del otro lado, viendo como entraban los capitanes y sub capitanes de todos los escuadrones, aunque contando, habían incluso más y desconocidos.
—Empecemos nuestra entrevista, número diez— Se dirigió a mi ahora, notando de reojo a Mina y Nayeon.
Sin duda lo había arruinado.
—Aquí tenemos la partida de nacimiento de tu país, también registros de donde estudiaste, incluso el orfanato al que asististe unos años— Me señaló, notando como me había investigado.
—Además de saber porqué viniste a Japón a los dieciséis, eras una humana— Se dirigió a mi más enfocado.
—Aunque ahora ya sabemos con certeza que los humanoides pueden camuflagearse entre los humanos— Noté las miradas de todos hacia arriba, volteando lentamente, siendo un gran proyector, mostrando el momento en el que empujé a Sana.
La grabación de aquella cámara de seguridad siguió, mostrando como aquel Kaijuu me cortó el brazo y luego se transformó, dando a entender su punto.
— ¿Eres una humana o eres un Kaijuu? — Me cuestionó directamente. —Siempre he sido una humana— Respondí sin tantos ánimos. —Tus radiografías dicen lo contrario— Nuevamente todos miraron al proyector, yo no tuve la necesidad.
—Siempre he sido una humana… — Dije empezando a quebrarme, viendo mis pies.
Escuchaba algunos pasos a la lejanía acercándose.
—Sabemos que esta arma se fabricó en base a tu forma Kaijuu— Escuché como soltaron algo en la mesa, sabiendo qué era.
—Si eres in Kaijuu, sabemos que su mayor interés es dejar indefensa la humanidad, nosotros somos la mayor línea de defensa— Se levantó, viéndolo lentamente. —Aquí nos tienes a todos los más fuertes de Asia— Empezó a darse la vuelta, yéndose con los demás, yo también me levanté.
Tomé la Nodachi, empezando a desenvainarla, costandome por el largo, una vez estaba con el filo visible, empecé a arrastrarla hacia más cerca de los capitanes.
Una vez cerca, la tomé por el filo, poniéndola delante de mi, colocando precisamente el filo en todo el centro de mi vientre, en mi núcleo.
— ¡Prefiero morir antes que pelear en contra de la humanidad! — Les grité.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro