Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

64


— ¿Salir? — Cuestionó Mina al pregúntaselo finalmente. Asintió sin pensar de más. —Los Kaijuu atacaron justo antes de que despertaras, aunque preferiría que no saliéramos de la base— Aclaró, entendiendo el porqué, ella no era Nayeon, no podíamos irnos al medio de la nada.

— ¿Cómo evolucionó tu gusto por los legos? — Cuestioné, señalando que la siguiera, yendo ambas a su habitación, la cual era grande, mucho no le faltaba al adjetivo de gigante.

También habían ciertos toques de rojo brillante en algunos decorados que hacían un lindo contraste.

— ¿Quieres armar alguno juntas? — Preguntó, sonriendo, quitándose aquella vibra de capitana sería que tanto tenia últimamente, asintiendo.

—Intentaré buscar alguno que no sea demasiado complicado… — Empezó a buscar alguno, dejándome ver que el short que llevaba era muy corto desde detrás.

Si bien la conocía desde muy niña, nunca la había visto físicamente, me parecía de rostro muy tierno, pero tenía una figura envidiable de adulta.

Aunque bueno, ella me había visto desnuda docenas de veces, quizá verla para equilibrar la balanza no estaba tan mal, ahora era otra persona incluso.

—Supongo que este… — Sacó una caja mediana, notando como era un castillo, después de ver bien, el de las populares películas de magos, asintiendo y sentándose ella en medio, copiandola y poniéndome a su lado.

—Puedes empezar con esta parte, es más fácil… — Me señaló una página del manual, acercándome a verlo.

— ¿Es cierto que no sientes ni frío ni calor? — Cuestionó, haciendo que pasara a verla, notando como su vista había estado entre el espacio de mi camisa.

Aquello más que otra cosa me daba risa, ya me había visto demasiado, ¿Por qué verme en aquellos descuidos? Supongo que la mente de Mina funciona de otra manera.

Asentí. —De hecho algunas veces me molesta la ropa, por eso solo estoy usando faldas y blusas anchas— Expliqué, aunque ese día estaba llevando una camisa de botones igualmente ancha, pero supuse que desabrochar otro botón no le iba a hacer daño a Mina.

—De hecho— Me levanté, viéndome ella, indicando que hiciera lo mismo.

—Date la vuelta— Le pedí, no entendiendo pero haciéndolo. Empecé a desabrochar mi camisa, dejando solo mi brassier, aunque siendo del tipo deportivo, iba a sentir algo, una vez dejé caer la camisa, le di un abrazo a Mina, teniendo la misma sensación que todos al tocarme.

—Se siente tan agradable… — Tomó mis brazos, los cuales estaban alrededor de su cuello. —Es una lástima que no sea invierno o otoño, quizá se sienta mejor con el frío— Dije, notando como tenia los ojos cerrados.

— ¿Puedo pedirte algo? — Preguntó. —Aunque se que quizá suene raro… — Añadió. —No creo que haya nada raro entre nosotras ya— Le aclaré. — ¿Puedes dormir conmigo? — Finalmente preguntó.

—Esto me recuerda tanto a cuando eras pequeña… — Le susurré.

De pequeña el trauma de los Kaijuu no la dejaba dormir bien del todo, y yo vivía cerca de ella, algunas veces su propia madre me invitaba para pasar la noche con ellas, solo una vez tomó coraje para preguntarmelo.

— ¿No has olvidado cuando nos conocimos antes? — Cuestionó, sonando algo triste. —En lo absoluto, solo sentía pena por ser un lastre y no poder verte a la cara— Expliqué.

—Yo quería protegerte a como diera lugar, por eso siempre te negué la entrada, al menos me alegra que no me odies— Respondió, soltandola, ahora dándome la vuelta yo y empezando a ponerme la camisa otra vez.

—No lo sabía antes, pero me di cuenta que me gustan más las mujeres— Escuché, haciendo que la viera mientras seguía abrochando los botones.

—Cuando crecí leí algunos de los mangas que tenias en tu departamento— Me recordó, delatandome no una, si no dos veces ya.

—Nunca lo habría imaginado de mi pequeña, siempre intenté no mostrarte eso de mi— Dejé una tercera parte de los botones sin abrochar, aunque en realidad era uno menos que antes.

—No es que fuera misteriosa— Me di la vuelta, viéndola de frente. —Simplemente no quería ser una mala influencia— Alcé los hombros. —Lo fuiste, siempre tuviste una linda figura, y eres muy descuidada con tu vestimenta, aunque ahora si tienes una razón— Se sentó, aunque aquello más que un halago se sintió como un regaño.

El día transcurrió en primero, quebrarme la cabeza porque nunca había armado legos, segundo, pelear con mi demasiado largo cabello ya, tercero, percatarme de como Mina seguía viéndome cada que podía, aunque no solamente mi pecho.

Cosa que hizo que a propósito alguna que otra pieza saliera volando lejos y yo gateara a ella.








































Ustedes pensaran que yo de base ya sabía con quien TN se iba a quedar o qué iba a pasar en cuanto al romance, pero no, llegados a este punto, sigo sin mínimamente saber eso, así que va a ser una sorpresa hasta para mi, aunque visto como son, quizá no sea una sola.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro