—Últimamente está haciendo más frío… — Indicó Tzuyu una vez salimos de la base. Asentí. —Ya es esa época del año— Le recordé. — ¿Por qué no llevas algo que si abrigue? — Me miró de pies a cabeza.

Hice lo mismo, viendo que mi falda negra y blusa blanca no tenían nada de malo. — ¿No te estás congelando? — Cuestionó, negando yo, tomando su mano y pasándola debajo de mi blusa, ceeciorandome de que la pusiera toda en mi vientre, donde ajora estaba mi núcleo.

—Se siente tan bien… — La escuché decir.

Ahora no sentía ni frío o calor, me sentía en una temperatura fresca todo el tiempo, a lo mucho sentía calor cuando me enfadaba o transformaba.

—Cuando empiece a nevar me taparé más por las apariencias, pero de momento, no quiero tener tantas capas de ropa encima— Le sonreí, aún ella con su mano en mi.

—No puedes tener tu mano ahí todo el día… — Le dije en voz baja, tomando su mano con ambas mías, luego entrelazandolas en con una, empezando a caminar.

—Se siente casi igual tu mano— Indicó. —Genero y regulo el calor de forma perfecta todo el tiempo— Expliqué. —Quién sabe qué se sentirá dormir en las mismas sábanas que yo… — Dije como si nada.

— ¿Sabes patinar? — Le pregunté, refiriéndome a con patines normales, negando. —Quizá me sea algo difícil porque eres mucho más alta que yo, pero es solo equilibrio— Imaginé.

Un buen rato de caminar y el metro, finalmente llegamos a la pista, en ningún momento soltandome Tzuyu, solo en lo obligatorio.

—El lado bueno es que aunque te resbales y vayas con mucha fuerza con la hoja, no me cortarías en lo más mínimo— Sonreí al hacerle el nudo a su patín.

— ¿Tan dura es tu piel? — Cuestionó, asintiendo yo. —Ni el diamante me puede cortar— Le di a imaginar. —Aunque mi piel sea incluso más suave ahora— Puse en la otra parte.

Una vez ya estaba lista, le di la mano, apoyándose ella en mi, y por suerte tenía más fuerza porque si no, me habría tirado con ella.

—Solo tienes que encontrar el equilibrio— Entramos ambas, dejándose llevar ella por mi inercia. Aunque sus piernas estaban temblando. —Eso es normal— Tomé una de sus manos, entrelazandola con una mía pero como si fuéramos a bailar un vals, haciendo esto para mantener un punto de equilibrio más estable, aunque Tzuyu se acercó de lleno, abrazándome.

—Deja que mi mano te lleve, ahora puedo sostenerme mejor— Le indiqué, empezando a soltarme, patinando yo, llevándola poco a poco, ahora al menos podía ir derecho sin temblar.

Aunque no estábamos solas, teniendo que frenar algunas veces dando paso a otros.

Y tampoco Tzuyu era la única nueva, alguno que otro iba como pollo sin cabeza por allí, era la diferencia con tener a alguien o no.

El problema es que uno de esos perdió el rumbo e iba con fuerza hacia ambas, dando un impulso fuerte pero pequeño, jalando a Tzuyu y dado que esta no tenía tanto equilibrio y aun estaba apoyada en mi, dió una vuelta con esa fuerza, pero girando yo también y tomadola, y frenando un poco teniendo una de mis manos en su espalda baja y la otra aún con su mano.

Quedando en una posición incluso de coreografía, ya que casi se había caído y yo la tenia sostenida, viéndonos ambas.

—Por primera vez soy mejor que tú en algo… — Le dije, viendo su cabello suspendido por la gravedad y posición.

Empecé a enderezarla, pegándose mucho a mi. —Acepto… — Me susurró, no entendiendola.