— ¿Desactivo la mitad de mi potencial? — Le preguntó Rosé a Nayeon, negando esta. —Esquiva bien— Indicó, queriendo verme sufrir.

—No te dejes llevar porque parezco muy delgada, el traje y la costumbre lo suplen muy bien— Empezó a estirar un poco.

Tomé una bocanada de aire, teniéndola ya a mi lado preparando un golpe de lleno muy amplio, dejándome caer mi cuerpo y apoyando el palo para no caer del todo, con la otra mano rodando y cayendo en guardia.

Antes de siquiera mirar hacia adelante del todo ya estaba ella allí, viéndome de lado y con su mano derecha cargando el apoyo hacia atrás, una vez lo lanzó con toda su fuerza, giré mi cabeza a la izquierda, sintiendo la fuerza del propio aire a su paso.

Ambas teníamos una buena posición y guardia, pero yo tenia una de sus piernas más cerca para desestabilizar, rodando una de las mías, pero ella lo esquivo apoyándose solo en una pierna y dándole momento para verse como una bailarina, saltando hacia atrás una vez retrocedí.

—Eres muy pasiva aún, podrías haberme atacado un par de veces— Indicó, teniendo algo de razón. —No puedo ponerme a tu nivel en velocidad— Le respondí.

—Es mentira, fuiste incluso más rápida que yo, me esquivaste aún cuando el ataque iba en camino— Indicó, delatando el cómo mi cuerpo estaba actuando solo.

Antes de poder abrir mi boca otra vez, la tenía delante, viéndose claramente como iba a cargar con toda la fuerza de la física un golpe de ciento ochenta grados, viendo claramente la apertura.

Aunque si me daba, probablemente ni mi piel o huesos lo iban a parar del todo.

Una vez iba directa a su gran apertura, cambió el enfoque, en vez de siendo horizontal, ahora iba en diagonal, teniendo algún problema tanto ella como Miyeon con ir a la cabeza.

Si bien mi ataque iba a ir a su estomago, lo cambié, dejando deslizar mi pierna de delantera, yendo con mucha más velocidad y fuerza a la trasera de ella, resbalando y cayendo en mi palo para luego caer sin más detrás de mi.

—Eso si me dolió… — La escuché detrás, mientras yo me quedé estática.

— ¿Pasa algo? — Se acercó Tzuyu. —Nunca me había abierto de piernas… — Le dije para dejar caer mi torsoal suelo, empezando lentamente a volver a su posiciónes normales mis piernas, doliendome en el alma, empezando a reír todos.

— ¿Eres una prodigio o practicabas antes? — Me dió su mano Rosé, tomándola, pero aun sintiéndome el dolor. —Ninguna, mi talento es conocer de Kaijuu— Le corregí.

—Deberías venir a nuestra base algún día, puedo entrenarte en atacar, ya defender lo tienes asegurado— Sonrió. —Yo puedo enseñarte como moverte como una bailarina y tener flexibilidad— Se acercó Miyeon, lo primero aparentandolo mucho, además de lo femenina.

—Nadie se va a llevar a nadie de mi escuadrón— Entró en escena Mina. —Si la quieren entrenar, que sea aquí, bajo mi supervision— Aunque no fué tan dominante como habría esperado.