—Una pregunta… — Recordé algo mientras Jihyo estaba sacando un poco de mi sangre.

Pero yo recordé una cosa al verme debajo, cuando descubrí que el baño era uno termal tipo tradicional, por vergüenza me afeité todo el cuerpo, cosa por la cual no concordaba el tamaño a ahora, en general.

— ¿Cuánto tiempo ha pasado? — Pregunté sintiendo como me sacaba la sangre, por lo mismo viendo al techo, también notando que era prácticamente una caja de metal enorme donde estábamos.

—Un mes y medio— Respondió como si nada Jihyo. —Los primeros días pensábamos que estabas en estado vegetal— Añadió Nayeon.

—De momento todos en el escuadrón piensan que estás en estado crítico, te vieron por última vez cuando Tzuyu te tomó en brazos, yo te traje hasta aquí corriendo— Explicó Mina.

—Por fuera te veías perfecta, pero tenias todos los huesos fracturados en algún punto, algunos órganos con fallos, es un milagro que estés viva de por si— Me explicó Jihyo.

Aquello era una clara señal de que no podía perder el control nunca más.

—Aunque lo que más me inquieta es que todos dijeron que te transformaste con el traje, pero al volver a tu forma humana estabas desnuda… — Miró la sangre mientras decía aquello.

—Creo que ya sabes de que están hechos los trajes, pero te lo diré más en profundidad, de piel y fibras musculares de Kaijuu, algunas partes también llevan huesos y líquido cefalorraquideo— Si bien, si lo conocía, no la mitad que dijo.

—Antes me cambié dos veces con el traje y al volver lo seguía teniendo— Le confirmé. —Lo suponiamos, la otra era que te lo quitaras y pudieras después, nos habríamos percatado de que te lo quitaras en medio de los combates— Añadió Jihyo.

— ¿Qué pasó mientras estaba dormida? — Les pregunté en general.

—Hicimos un reporte sobre que el número diez llegó a nuestra pelea y mató a todos los Kaijuu y se metió al océano, borramos toda evidencia de que te transformaste, también le pedimos a todos los testigos alta confidencialidad— Explicó Mina, significando que habían creído en mi.

—Desde ese día hasta hoy no ha habido ningún ataque Kaijuu en todo el mundo— Les recordó Jihyo.

—Esos humanoides al parecer solo querían hacerte aparecer, pero sea de donde sea que vienen los Kaijuu, quizá gastaron demasiado con esos cuatro, y tú simplemente te comiste a tres y al primero prácticamente lo humillaste— Ideó Nayeon.

— ¿Qué yo qué? — Inmediatamente salió de mi al escuchar que me los comí. Asintió. —Cuando perdiste el control parecía que solo querías comértelos, cosa que hiciste con los tres, también creciste de tamaño y algunas partes de ti se volvieron más salvajes— Hizo un gesto con la mano señalandome.

—También llegaste a las llamas púrpuras, y según estuve analizando, llegaste a diez en la escala de destrucción en las azules— Empezó a buscar algo Jihyo.

— ¿Conoces como funciona la escala de Richter? — Me cuestionó, solo sabiendo lo más básico, pero negando para ver qué iba a explicar.

—Desde el uno hasta el dos es un incremento de diez veces, no es doble de fuerza, son diez veces más fuerza— Explicó brevemente, asintiendo yo.

—Nuestro sistema detecta un tipo de energía que expelen los Kaijuu, esa energía la medimos igual que la escala de Richter, del uno al dos son diez veces más fuerza, así poco a poco multiplicando cada vez la bade de la anterior, llegar a diez en la escala es multiplicar todo lo anterior más lo del nueve— Entendía lo que decía, pero no a donde quería llegar.

—Si llegaste al diez con las llamas azules, y aún así los tres de nueve punto cinco te dieron una paliza, en las llamas púrpuras quizá habrías llegado a un once hipotético— Finalmente explicó.