— ¿Cómo te fue ayer? — preguntó el pelinegro mientras lo veía, y éste sonrió falso.

Hyunjin sólo hablaba de él mismo, sus logros, y cosas que realmente ni le daban tiempo de reaccionar. Sólo sonrió, viendo el suelo.

— Creo que bien.

— ¿Crees? Lix, estás enamorado de Hwang Hyunjin, debió de ser fantástica — Felix lo miró, asintiendo, y abrió su boca.

— Creo que t-

— Hola, lindo — él pelirrojo llegó y besó la mejilla de el otro, que hizo un gesto de asco pero al verlo sonrió, saludándolo.

— Hola.

Chan sólo lo vio, vio la pinta en la mano del otro y rió al ver cómo trató de cubrir el 'Asshole'. Un 'Huge Ass' y el 'Hole' rayado. Aguantó la risa mientras lo saludaba, y volteó a ver la puerta para ver si había llegado Jeongin, pero frunció su ceño cuando lo vio llegar con el pelo rubio y corto.

Fue con él con una sonrisa, y Felix sólo lo vio furioso, viendo el cambio en el cabello del coreano. Caminó a el, ignorando a Hyunjin.

— ¡Te ves hermoso! — sujetó su pelo, viéndolo asombrado, y el otro lo vio.

— Lo sé, ayer me dio una crisis — vio a Felix sujetando el brazo de Chan hacía el, y volteó a ver al azabache ilusionado, pero al ver a Hyunjin llegar y sostener la mano del castaño, hizo un gesto de asco.

— Wow, te ves muy lindo así.

Jeongin lo ignoró, volteando a ver al de cabellos rojos.

— ¡Hyunjin! Ven conmigo, vi un payaso en la entrada de la escuela y creo que te caerá bien porque tienen la misma naturaleza — tomó la mano del contrario, jalándolo y miró a Chan para que siguiera con el plan. Él asintió.

— ¿lbas a decir algo antes de que llegara ese tipo?

— Jeongin es muy lindo, ¿No? — Chan asintió, y sintió su corazón palpitar de una forma demasiado rápido, tanto que no lo creía, y sonrió. Tomó su mano mientras lo veía.

— Pero tú lo eres más — un sonrojo en el, Su corazón latiendo casi que parecía explotar, y comenzó a ver su rostro.

— Respecto, a lo de ayer, te quería decir que me gustas, Felix, me gustas mucho, demasiado, tanto que siento que mi corazón no puede soportarlo más, y te juro que-

— Espera, espera, ¿No ibas a tocar la guitarra? — vio al coreano con un rostro furioso, apretando su puño y apuntándolo.

— ¡Estaba a la mitad de mi guión, sonso!

— Perdón pero pensé que ibas a tocar la guitarra y que ibas a ser cursi, cuando comenzaste a contar que sólo sujetaste sus manos yo dije '¿Y la guitarra?' — Chan sólo negó mientras veía el guión escrito en las hojas, y lo vio.

— Iba a decir que me gusta mucho, demasiado, tanto que siento que mi corazón no puede soportarlo más y le juro que quiero amarlo y cuidarlo por siempre.

— Me gusta, pero me ilusioné con la guitarra, canta lamento boliviano — Chan sólo llevó sus manos a su rostro, gritando frustrado, y después lo volteó a ver — ¡Hazle una pintura!

— Mira, aprovechando estas actividades que haré hoy, te presto un lienzo y la pintura que quieras.

Apuntó los lienzos que tenían, y el otro sonrió, asintiendo — ¿Puedo?

— En diez minutos vamos a comenzar, así que acepta porque en una hora no podrás seguir las instrucciones de este perfecto maestro — torció los ojos, y asintió de nuevo —. Qué bien.

— Bueno, agarra tu lienzo porque te lo van a ganar — Jeongin saludó a niños que llegaron y pidieron información, después volteó a verlo.

— Hazle el lienzo, la canción grábala y hazle una cena romántica como si quisieran casarse en ese momento.

Chan asintió, sonriendo de nuevo, y vio el lienzo.

Abrió su celular fue a su galería, y comenzó a ver todas las fotos que le había tomado a Felix de forma distraída, que estaba dormido, cocinando algo, comiendo algo. Eligió una donde estaba leyendo un libro.

Jeongin le había dado pintura y pequeñas instrucciones como pintar el fondo, juntar los colores deseados y sólo comenzó a flotar.

El pensaba mucho en Felix, en la mayoría del tiempo. Hacía cosas pensando en el, y eran cosas como escribir, tocar la guitarra, dibujar, o casi todo el tiempo.

Veía algo lindo, pensaba en el, comida que se veía deliciosa, cualquier cosa. Felix era lo que realmente quería hacerle mejorar, querer ser mejor que su familia, ser feliz.

No contó el tiempo en el que estuvo trabajando en el cuadro, pero sólo estaba pensando en su mejor al momento de hacerlo. Cuando sintió que el de ojos grandes tocó su hombro, el se dio cuenta que estaba a minutos de terminar el cuadro, Habló.

— Creo que me perdí mucho en el dibujo — vio que había comenzado a atardecer, y vio a su amigo — Pero quedó bien, ¿No? Sólo hago esto-

— Está perfecto, me gusta mucho — felicitó, viéndolo, y vio el cuadro — Sólo este pequeño detalle y bum, lo lograste — tomó su mano, la que tenía el pincel, y le hizo dar una pincelada, terminando. Volteó a ver a Chan — Ya está acabado.

Y se separó de el antes de que volvieran a decir algo, riendo nerviosos.

— Bueno, ya acabaste, deja que se seque y si quieres fírmalo y déjale un mensaje de amor, ya acabará la primera clase — Chan notó que los niños ya estaba firmando su cuadro con sus iniciales y sus padres los estaban felicitando, y tragó saliva.

Él sólo había pasado su niñez aprendiendo a hacer pan, hacer cuentas difíciles para cobrar y regaños por no hacer las cosas bien, así que sólo bajó sus hombros, vio el suelo y suspiró. Vio el lienzo, pero sonrió al verlo al imaginar lo contento que estaría su mejor amigo al verlo.

El sentimiento de nostalgia se fue al imaginar la sonrisa de Felix al verlo, esa sonrisa que siempre le gustaba y le alegraba los días. Y lo supo.

Lo iba a hacer.

Iba a confesarse, y estaba seguro de eso. Miró el cuadro, abrió su celular para ver la letra de la canción, y suspiró. Sólo que no ese día, ni mañana.

Tal vez estaba seguro de que iba a confesarse, pero no tanto de qué día. Porque Chan tenía miedo, demasiado miedo sobre cómo reaccionaría su mejor amigo ante la noticia de que llevaba enamorado de el por mucho tiempo.

Sólo vio el cuadro de nuevo, imaginó otro guión, y había comenzado a fantasear.