2: ¿Sabes qué día es hoy?
Capítulo 2
«¿Sabes qué día es hoy?»
Justin hizo una mueca al ver a la bicicleta del señor Díaz completamente destrozada delante de él. Llevó una mano a su rostro frotándose la mejilla, le dolía muchísimo y estaba seguro de que tenía que tener todo el rostro raspado al igual que su brazo. Pero eso no debía de importarle mucho, ya eran las 8 de la mañana y sus clases ya habían iniciado, ¡Sus padres iban a asesinarlo por llegar tarde otra vez!
Aunque no iba a dejar que eso estropeara su perfecto día, era su cumpleaños número dieciocho y se negaba a que algo lo arruinara. Así que tomó los restos de la vieja bicicleta y comenzó a caminar rápidamente hacia la escuela.
Caminar tres cuadras junto a una vieja bicicleta oxidada y rota hacia la escuela definitivamente no estaba en los planes de Justin para pasar su cumpleaños, pero prefería eso antes que sus padres lo mataran por llegar tarde otra vez. Tal vez aún tenía tiempo de llegar antes que la primer hora acabara. Tal vez si le mostraba al profesor la bicicleta rota y le explicaba todos los problemas que había tenido, lo dejaría entrar a clases. Tal vez...
Justin se quedó inmóvil en su lugar al sentir una sustancia pegajosa contra la suela de su zapatilla, por supuesto que sabía lo que acababa de pisar por mas que tratara fuertemente de negarlo. Tomó una gran bocanada de aire antes de bajar la vista y encontrarse con aquella cosa que había pisado. Si, efectivamente acababa de embarrar sus nuevas zapatillas blancas con excremento de perro.
El chico se aguantó las ganas que sentía de vomitar y siguió caminando tratando de ignorar el olor que provenía de sus pies. Por más que lo único que Justin quería era volver a su casa y llorar, siguió caminando con la frente en alto hacia la escuela.
Cuando por fin llegó a la escuela, dejó la destartalada bicicleta de su vecino junto a todas las bicicletas de los demás alumnos. Ni siquiera se molestó en amarrarla, sabía que nadie se la robaría.
Justin abrió la puerta de su escuela y le agradeció mentalmente a Dios porque ningún profesor estaba dando vueltas por los pasillos, así que básicamente se largó a correr rápidamente hasta llegar a su salón de clases. Entró a su aula y estuvo a punto de largarse a bailar de la felicidad que sentía, el profesor aún no llegaba lo que significaba que tal vez ese día no sería un completo desastre.
Así que caminó con tranquilidad hacia su lugar y luego de dejar su mochila a un costado, se dejó caer con fuerza sobre su silla.
— ¿Un mal día? — Le preguntó Olivia Franco, su mejor amiga y compañera de banco.
— No tanto. — Justin sonrió. — Mi hermano me despertó pero yo seguí durmiendo, mi madre no me esperó y se marchó sin mi, el perro se comió mi desayuno y no encontré nada más para comer, me distraje mirando el perro de mi vecino y se me pasó el colectivo, traté de llegar en una bicicleta que probablemente era más vieja que mi abuelo y terminó rompiéndose haciendo que me caiga en la mitad de la calle, ¡Y pisé excremento de perro con mis zapatillas nuevas!
— Con razón hay tanto mal olor. — Dijo Félix Martin, su mejor amigo, dándose vuelta.
Justin sólo rodó los ojos y enfocó su vista en el pizarrón cuando el profesor entró. Los primeros minutos de la clase transcurrieron con normalidad, solo algunos alumnos se giraban a mirar a Justin por el mal olor que salía de sus zapatillas, pero nada fuera de lo normal.
O al menos eso trató de decirse Justin mientras pensaba en por qué ninguno de sus dos mejores amigos le habían deseado un feliz cumpleaños. ¿Acaso también lo olvidaron?
— ¡Hey! — Murmuró Justin por lo bajo tratando de llamar la atención de Félix. — ¡Psst! ¡Félix!
— ¿Qué sucede? — Dijo Félix mirando fijamente al pizarrón para que el profesor no notara que estaba hablando.
— ¿Sabes que día es hoy?
Félix se giró a ver a Justin queriendo decirle "¿Realmente me llamabas sólo por eso?", pero en su lugar sólo lo ignoró y siguió prestando atención a la clase.
Justin soltó un jadeo fingiendo indignación, ¿Realmente su mejor amigo acababa de ignorarlo? Él se encogió de hombros y le restó importancia, tampoco necesitaba tanto a Félix. Así que se giró a ver a Olivia, quien estaba tomando apuntes, y comenzó a golpear suavemente su brazo tratando de llamar su atención.
— ¿Qué quieres? — Dijo ella sin prestarle mucha atención.
— ¿Sabes que día es hoy?
La chica se encogió de hombros.
— ¿Viernes? ¿Por qué quieres saber eso?
Justin simplemente asintió y volvió a mirar al frente, ¿Realmente sus mejores amigos habían olvidado que era su cumpleaños? Vamos, no todos los días se cumple dieciocho años... ¿Entonces por qué a nadie parecía importarle?
— ¿Estás seguro que no sabes qué día es hoy? — Justin volvió a murmurar en el oído de Félix.
— Bieber. — El profesor lo llamó. — ¿Hay algo que quieras compartirle al resto de la clase?
Justin se encogió en su lugar mientras sentía como sus mejillas se sonrojaban levemente. Solo quería llamar la atención de sus amigos, no de la clase completa.
— Lo siento profesor. — Dijo él. — Sólo estaba preguntándole algo a Félix.
— ¿Y qué era tan importante como para estar hablando en la mitad de mi clase?
— Justin sólo me estaba preguntando qué día es hoy. — Respondió Félix. — Nada más, profesor.
El hombre asintió acomodando sus anteojos de vuelta en su lugar.
— Me parece bueno que Bieber tratara de saber qué día es hoy, ya que acabo de recordar que había planeado un examen sorpresa para este día. Así que guarden todo y saquen una hoja, agradézcanle a Justin por recordármelo.
Toda la clase se giró furiosa a ver a Justin, mientras éste solo de encogió aún mas en su lugar y les dio una pequeña sonrisa tímida.
— Genial, Justin. — Dijo Olivia a su lado guardando todas sus cosas. — Ahora tendemos examen sorpresa, ¡Y yo no sé absolutamente nada!
— No sé de que te quejas. — Le respondió Félix. — Siempre dices que no sabes nada y terminas sacando la mejor nota de la clase, mientras Justin y yo decimos que no sabemos nada y terminamos con la peor nota.
Olivia rodó los ojos.
— ¡Pero no puedo permitirme arruinar mis perfectas calificaciones con una mala nota! ¡Arruinará mi futuro!
Félix suspiró.
— Mi futuro se arruinó en el día en que decidí hacerme amigo de ustedes.
El profesor sacó varias hojas de su maletín y comenzó a repartir los exámenes en silencio, como si amara saber que ese examen estaba a punto de arruinar las calificaciones de varios de sus estudiantes.
Justin tragó saliva al comenzar a leer las preguntas de aquella hoja, este era definitivamente su fin. Era un simple examen de Geografía, no podía ser tan malo... o al menos eso decían los demás alumnos. Justin por su parte ya estaba cavando mentalmente su tumba, jamás en toda su vida fue bueno en esa materia. Es que memorizar las capitales, las ubicaciones y los océanos... ¡Era demasiado para él!
Mordió la punta de su lápiz tratando de pensar algo para escribir en la hoja, pero en los veinte minutos que llevaba el examen, lo único que había escrito era su nombre junto a varios corazoncitos alrededor.
— ¡Voy a morir! — Lloró en su cabeza. — Voy a morirme de un ACV en la mitad del examen, llevaran mi cuerpo a la morgue, me revivirán, y luego mamá me matará de nuevo.
Justin sabía claramente que lo que estaba a punto de hacer estaba más que mal, pero no podía permitirse otra mala calificación en Geografía. Así que mientras el profesor no lo veía, lentamente se estiró para leer las respuestas en la hoja de Olivia.
¡Era un genio! Se dijo a si mismo que tendría que haber hecho eso hace vario tiempo, no era lo más honesto del mundo pero eso no le importaba mucho ahora. Lo único que quería era aprobar, estaba seguro de que iba a morirse si tenía que pasar otro verano más estudiando Geografía en vez de disfrutar del calor en una piscina.
— ¿Puedo saber que estás haciendo, Bieber?
Justin llevó una mano a su pecho sintiendo como toda la sangre abandonaba su rostro. Cerró los ojos con fuerza deseando que todo fuera un mal sueño, pero cuando sintió la mirada de toda la clase sobre él, abrió los ojos y se encontró con el rostro del profesor frente a él.
— ¡Hey, profesor! — Él le dio su mejor sonrisa inocente. — ¿Sucede algo?
El hombre enarcó una ceja mirándolo fijamente.
— Eso estaba a punto de preguntarte, Bieber. ¿Hay algo de interesante en la hoja de tu compañera?
Olivia se dio vuelta mirando a Justin mientras le lanzaba cuchillos con la mirada. El chico solo le dedicó su mejor sonrisa al profesor cuando él le arrebató su hoja seguida de las hojas de su mejor amiga. Todo el salón estaba en silencio mientras el profesor comparaba las respuestas de ambos exámenes y finalmente dejaba ambas hojas sobre la mesa.
— Bueno, quiero una buena explicación de por qué copiaste todo el examen de Olivia.
Justin abrió sus ojos en grande tratando de inventar alguna excusa pero ninguna respuesta coherente salía de sus labios.
— Yo no copié nada. — Dijo finalmente.
Félix golpeó su cabeza con su mano mientras negaba lentamente, su mejor amigo era un pésimo mentiroso.
— Oh... ¿Enserio? — El profesor sonrió irónicamente. — ¿Entonces por qué en la última pregunta Olivia respondió "no sé esta respuesta" y tú colocaste "yo tampoco"?
Varias carcajadas se escucharon de fondo al mismo tiempo que las mejillas de Justin se sonrojaban visiblemente, no podía escapar de esta.
— Verá profesor... — Comenzó a hablar. — Hay una buena explicación para todo esto... una explicación que le daré cuando usted deje de mirarme como si quisiera ahorcarme.
El profesor negó mientras frotaba su frente, estaba completamente harto de la misma situación todo el tiempo. Siempre tenía alumnos que se copiaban en sus exámenes, pero los Bieber eran un tema a parte... estaba cansado de que cada Bieber que entraba a su clase fuera un completo desastre; Lucas, Max, y ahora Justin. Por eso, no dudó dos veces en decir;
— Ve a la oficina del director ahora mismo, estás expulsado de mi clase hasta nuevo aviso.
Justin siendo Justin 😂
¡Muchísimas gracias por todo el recibimiento que está teniendo esta mini historia!
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¡Nos leemos en el siguiente capítulo!
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