Una mujer hermosa y etérea estaba levitando sobre la mesa en la que se reunían.

- Por fin puedo verlos,
Me presento soy el tiempo mismo, la creadora y la que destruye, la que da y la quita, soy quien les di los dones a los magos, Lady magia-.

- He escuchado sus palabras, he mirado en sus corazones, conozco su dolor... Es por ello que les concedo su más grande deseo, son libres, nadie Podra volver a manipularlos, nadie puede tomar desiciones por ustedes, los libero de sus limitaciones mágicas, de los lazos que los reprimen, libero los sellos que les han puesto, desde hoy son el sagrado concejo de Inglaterra-.

Todos estaban en shock, la misma Lady magia había aparecido delante de ellos y les estaba dando vía libre para vivir y actuar según su propio criterio.

- escuchen bien, nadie puede quitarles sus lugares en el consejo, voy a regalarles el don de la telepatía, podrán hablar entre ustedes sin problemas, les doy el don de la pelequinesis para que puedan defenderse de sus enemigos y por último les doy una gran misión.... Necesito que recolecten todos los libros sagrados, con el que me invocaron es uno, pero hay 12 libros al rededor del mundo, estos libros no deben caer en malas manos, es por eso que está es su principal misión-.

- lady magia, nosotros juramos ante usted que traeremos los libros de vuelta y estos serán utilizados según los presentes que usted nos enseño- le dijo el rey del consejo.

- muy sabio y correcto joven Theodore, no espero menos de este bello consejo, no olviden mis amados jóvenes que ustedes ahora son la ley del mundo mágico, su segunda misión es restablecer el orden, hablen con los consejos de las otras comunidades mágicas del mundo, creen un nuevo código que mantenga las tradiciones, que les de apoyo a los mestizos, uno que pueda salvar a mis criaturas mágicas de las aterradores manos de los magos infames y crueles, una en donde la sangre mágica nueva pueda entender el porqué de las tradiciones, enseñen a los hijos de los no mágicos a entender este mundo y sobretodo alejen mi bella creación de la destrucción provocada para el bando de la luz y de la oscuridad, ambos bandos quieren gobernar mi creación y eso no puede ser permitido-.

- entendemos Lady magia, por nuestro honor aremos lo que nos a pedido- dijo un muy serio Cédric.

- veo que entre ustedes ahí representantes de todas las casas, menos la de los leones, ¿Porque? -.

- ellos están del lado del viejo, se creen perfectos, sin mancha, nos juzgan, nos atacan, creen que somos malos por ser diferentes, no se permiten conocer nada más que su maldita opinión... No podíamos permitir que esos trogloditas se nos unieran , ellos nos habrían utilizado para el lado del "bien" sin importarles si estaban en lo correcto o no -. Expresó un muy molesto Blaise.

-ummm, veo que no han cambiado nada... Godric fue un buen hombre, pero tenía miedo al poder que tenía Salazar, mi amada serpiente era igual a ti mi querido Draco, ambos amaban el mundo mágico, ambos tenían amigos en los cuales confiar y ambos llevaban el peso del mundo en sus hombros...
Godric se llenó de miedo y con ayuda de Helga y Rowena mataron a mi amada serpiente - les contó una muy triste lady magia.

Todos estaban en Shock, Salazar había sido traicionado por sus compañeros, lo habian asesinado, todo por miedo a su poder, a su misión... Era demasiado para ellos, sentían dolor, rabia, tristeza y impotencia, todos hablaban mal de Slytherin y veneraban a Gryffindor, era tan injusto.

Ninguno hablo, no había necesidad, ellos sabían lo que pensaban y lo que sentían, no iban a llorar y gritar, ellos iban a restaurar todo y de esa forma demostrar quien es quien en este maldito juego que iniciaron los fundadores.

Harry estaba en un estado catatónico, no podía creer todo lo que escucho y vió, todo su mundo es una mentira, las bases de su amada casa eran basura, ellos no eran valientes y leales, eran cobardes y traicioneros, nos sabía cómo actuar, no se acordaba porque estaba en esa sala, solo sabía que se había equivocado, al igual qu Godric se dejó llenar de miedos y prejuiciosos absurdos que lo alejaron de su verdadero camino.