Capitulo XXVIII
Got a figure like a pin-up, got a figure like a doll
Don't care if you think I'm dumb, I don't care at all
Candy bear, sweetie pie, wanna be adoredI'm the girl you'd die for-Bumbblegum Bitch Marina and the diamonds
Lana
Los padres de Lana Heart se divorciaron cuando ella tenía nueve años, y su hermana trece. Su padre y ella no se veían demasiado seguido, era un hombre estricto, si a sus hijas les iba mal en la escuela, las reprendía sobre la importancia de las buenas notas. Aunque se vieran una vez al año.
Su madre, por otro lado, tenía complejos de adolescente, era buena en su trabajo de vendedora de casas. Pero desarrollo una capacidad de amor por la vida nocturna, por lo que casi todos los fines de semana salía de fiesta, y al menos algunas noches había un hombre nuevo en su cama.
A los diez años, Lana tuvo un problema de mojar la cama, a lo que su madre enloqueció y la mando con terapeutas. Y a Lana no le servía para nada las terapias a las que iba. Pero su hermana mayor, Minerva o Minnie como preferían decirle, fue suficiente ayuda.
Minnie la distraía de todos los temas que sucedían en su casa, Minnie la llevaba de compras, le enseñó a maquillarse, le enseño como combinar sus atuendos, y le enseño a ser una mentirosa perfecta. Por lo que cuando fueron adolescentes, y su madre preguntaban donde iban, ambas mentían con algo relacionado "o vamos al cine a ver esa nueva película adolescente", "vamos a la biblioteca, Minnie dice que puede ayudarme con Biologia", cuando en realidad solamente salían de fiestas con los amigos mayores de Minnie.
Ambas eran buenas mentirosas, el truco era mirar fijamente a los ojos, pues las personas que mienten usualmente los evitan, estar segura de tus respuestas, estaba prohibido dudar o tartamudear, evitar cualquier reacción sospechosa como sonrisas. Y eran tan buenas mentirosas, que se mentían hasta ellas mismas.
Una tarde de verano, Lana estaba aburrida, fue obligada a pasar las vacaciones en casa de su padre. Pero el señor en ese momento se encontraba bastante ocupado en una cita con alguna jovencita. Hope vacacionaba en Liverpool, y Jane estaba en Holanda con sus abuelos, y según sus amigas, Lana estaba en París con su hermana, incluso hablaba de franceses apuestos que no existían y sacaba la foto más realista de la torre que llegara a encontrar.
Sin embargo, era una mentira, en eso se basaba sus vacaciones, mientras su madre estaba en algun viaje con amigas, y su padre en citas, reuniones de trabajo o ignorándola, Lana se ocupaba de mentir sobre sus vacaciones perfectas.
Mira hacia las escaleras, su hermana estaba tardándose demasiado, lo bueno de Minnie es que estudiaba diseño en la universidad. Y ahora estaba en sus vacaciones, por lo que juntas, podrian hacer algo. Aunque la mayor se notaba sospechosa, diciendo que tenía que estudiar demasiado para un final el cual debía rendir pronto.
Decidió atarse el cabello y hacer dos batidos de frutilla, una vez que estos estan listos, sube las escaleras hacia el cuarto de su hermana.
Deseaba no haber visto eso, y deseaba que el agarre en los vasos fuera mas fuerte. Los batidos terminaron en el suelo, manchando el piso, el batido de frutilla manchando sus perfectas sandalias blancas. Su hermana, por otro lado, se apresuraba en colocarse el vestido sobre la ropa de interior de encaje mientras corria a la cámara de fotos.
Ambas se miraron. Dos perfectas mentirosas, que una no supo que engañaba a la otra.
-¿Qué diablos?.
-No es lo que parece.
-¿Ah no?, pues me parece que estabas sacándote fotos en ropa interior, no me opongo pero...¿Qué?.
Minnie suspira moviendo su mano por su cabello.
-Es trabajo.
-¿Qué clase de trabajo haces?.
-Subo fotos mías a una pagina de internet, y me pagan bien por hacerlo, Lana, papá amenazó con no pagarme más la universidad hace un año si mis notas no aumentaban. Entré en pánico, tengo lindo cuerpo, me halagan mucho por eso, y dije ¿Por qué no?. La paga es buena por mis fotos.
Lana se remueve, sintiendo como hace ruido el líquido en sus sandalias.
-¿Y te ves con ellos?.
-No, no si no quieres. Me vi con uno hace unas semanas porque bueno, es joven y me dio confianza.
-Y crees...¿Qué yo pueda hacerlo?.
-Apenas cumpliste los diecisiete Lana, no te metas en esto.
-¿Entonces debo decirle a mamá lo que haces?.
-No lo harías.
Ambas hermanas se miraron, desafiantes. Lana saco el celular de los bolsillos de su short y comenzo a marcarle a su madre, pero cortó cuando Minnie le dijo "esta bien", era las dos palabras que Lana quería oír.
La condición por el trabajo, es que Lana usaría una mascara, y tenía prohibido contestar los mensajes.
Al menos, Minnie creyó que su hermanita menor le hacía caso.
Empezaron con las fotos, Minnie usaba mascaras diferentes en todas las sesiones que le taparan la mitad del rostro. Y solo en cuestión de días, comenzó a sentirle el gusto lo de posar y ganar dinero por el simple hecho de venderlas en aquella página. Y una noche, Lana comenzó a tomar las riendas de su asunto, contestaba mensajes de chicos, hombres, que le daban sus devoluciones y no dejaban de halagarla.
Se encontró con un chico de veintisiete recién graduado de la universidad. Fue su primer encuentro, y para su fortuna, no le desagradó, tampoco le desagrado descubrir que ganaba mas dinero.
El verano estaba por llegar a su fin, cuando un curioso mensaje le llego, era de un hombre el cual siempre la estaba halagando. Pero nunca le había hecho una invitación, hasta aquella noche, agradecía que Minnie haya vuelto a su departamento que compartía con una amiga, y que Lana ahora viviera con su madre quien volvió de vacaciones. Con una leve mentira de "voy a visitar a Hope", la chica se fue hasta un pequeño complejo de departamentos.
Sin embargo, se llevó una sorpresa al ver quien la esperaba ahí.
Adam Tatcher, el padre de su mejor amiga, se encontraba ahí. Y para él también fue una sorpresa encontrarse con ella.
-Hola señor Tatcher-dice Lana.-¿Espera a alguien?.
-Eh si...un colega.
-¿Se llama Michelle 069?.-pregunta ella y por los ojos de Tatcher, dedujo que estaba en lo cierto.-Soy yo, Michelle es mi segundo nombre.
Adam no dijo nada.
-Esto fue un error, no le digas a Jane.-comenta y se aleja.
Pasaron solamente dos días cuando volvieron a reunirse, entraron a la habitaciones del departamento, pero no se tocaron, no se besaron. Solo se vieron y hablaron un poco. Adam contó como su matrimonio se estaba volviendo aburrido y rutinario, como se cansaba rápido de su esposa. Y Lana dijo que solamente le interesaba la experiencia.
-Si quiere, puedo relajarlo.-opino ella, y se besaron. Y esa noche fue la primera de tantas.
Lana sabia que debía sentirse culpable, al menos debía haber un gramo de culpabilidad en su interior. Pero nada. Los encuentros fugaces con Adam le gustaban, era un amante bastante considerado, era consiente de la enorme diferencia de edad que había. El señor Tatcher solo era unos cuanto años mas joven que su propio padre.
Cuando Lana iba a casa de Jane, la chica le dirigía miradas fugaces, sonrisas coquetas. Le gustaba jugar, le gustaba provocarlo. Y en las noches, toda aquella provocación se iban cuando se besaban o se tocaban.
Un día antes de las clases, Lana estaba en el colegio, solo porque el señor Tatcher debía acomodar unas cosas, ella ingresa a la oficina y camina hacia su escritorio sentándose en el mismo. La chica tenía una falda azul y una camisa de mangas cortas de color blanco.
-Deberías sentarte en la silla cuando estamos en la escuela.-dice él.
-Nadie nos ve, estamos solos. Salvo el conserje y su secretaria, que por cierto, le mentí diciendo que podía volver en dos horas.-dice Lana sentándose en las piernas de Adam y agarrando su rostro donde comienzan a besarse, las manos del hombre se posicionan en los muslos de la joven.
-Espera un poco.
-Tranquilo, solo vendré cuando me lo pida.
-De hecho, tengo un regalo.-dice Adam dándole una pequeña caja color verde mente, de la cual, saco un juego de llaves.
-¿Qué es esto?.
-Tomalo como un regalo. Solo porque ya sabes, no te pague últimamente.
Lana sabía que Adam mentía, le compro un auto para asegurarse por su silencio, pero aún así, a ella no le importaba obtener cosas mas caras. Con una enorme sonrisa, pasa sus brazos por su cuello besándolo.
Conociendo a Archie, ambos congeniaban demasiado bien sexualmente, pero había algo que Archie no podía darle. Y es que Lana estaba tan segada en los lujos que le eran otorgados, que no podía permitirse pensar en Archie como un novio.
Si ella supiera que todo estaba a punto de quebrarse. Lo hubiera frenado. Pero Lana no era adivina, no sabía que su pequeño mundo de lujos y cosas caras estaban cerca de la quiebra, ella seguía haciendo sus sucios trabajos, tanto con Adam como con otros, y poco le importaba si alguien la seguía. De haberlo sabido hubiera sido cuidadosa.
Porque si lo hubiera sabido, no se habría enfrentado a la mirada de asco y desprecio que Jane le dio esa noche.
Jane había corrido, apenas descubrió lo que paso. Se había tropezado luego de unos metros y se había desmayado.
Adam tomo en brazos a su hija antes de subirla al auto.
Lana se abrazo a si misma, sintiéndose con nauseas. Realmente se sentía enferma. Mientras veía a su amiga dormida en el asiento de atrás, Adam conducía, primero a casa de la castaña donde la dejaría.
-Yo hablare con ella.-dice Adam.
Lana lo mira, ¿Qué explicaciones podría darle a Jane?. Ella vio lo que hacían, lo que estaban por hacer.
Pero asiente, sin decirse mas nada, baja del auto caminando a la entrada de su casa. Su madre caminaba por la misma hablando por teléfono.
-Ahí estas, ¿no me dijiste que estarías con Hope?, fui a llevarte tu cepillo de dientes. ¿Dónde estabas eh? ¿con un noviecito?, tuviste que ver como me miraron sus madres cuando me dijeron que no estabas, estaba hablando con tu padre y tu hermana, ¡nadie sabia donde estabas!, y...hija, ¿Por qué luces tan pálida?.
Lana niega y corre al baño, donde se arrodilla frente al inodoro y expulsa lo que había comido. Siente la mano de su madre en su espalda, y la joven comienza a llorar. La mujer la abraza dándole palmadas en su espalda. Susurrando un "ya, ya, estas bien".
"Estas bien", ¿que significado tenía esas palabras? , porque no lo estaba. Lana se la paso en su cuarto, fingiendo estar enferma, y por suerte su madre no hizo muchas preguntas. Las llamadas que le hacía a Jane iban directas al buzón de voz, ¿es que no hablarían nunca?. Lana se abraza las piernas. Si se descubre lo que hizo, lo que hacía, su vida estaría destruida.
Apoya su frente en sus rodillas. En ese momento, los lujos y el dinero, no eran nada con el dolor en su pecho en ese momento.
Levanta la mirada para encontrarse con su espejo que estaba decorado con luces, si su reflejo hablara, estaba segura de que le diría. "¿Qué tan bajo vas a caer, Lana?,¿Qué tan lejos querías llegar con tu secretito?. ¿Qué ahora las joyas no te hacen feliz? No pensabas en Jane cuando te follabas a su padre, vamos Lana, demuestra como estas".
Un grito brutal sale de su garganta tirando el despertador de color rosa contra el espejo, provocando que este se rompa de a mil pedazos, pero aun así, su reflejo le hablo.
"Vamos Lana, admitelo, admite no ser como quieres que te vean. ¡Admite que estas rota Lana! Y no tienes cura".
Y con el llanto ahogando su garganta, se tiro a su cama abrazando su almohada para intentar dormir.
- - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Está fuerte eh?
Hola! Podemos comenzar la cuenta regresiva tranquilamente a partir de aquí ☺️
Por favor no se olviden de dejar su voto se los agradecería!! Nos vemos el siguiente miércoles.
Ig: Julxswatt99
Pasen por mi perfil si quieren otras novelas para leer.
Besos! 💕
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro