Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo XXIII

Jane

Londres amaneció teñida de blanco. Y Jane observaba a su madre haciendo trabajo en el jardín aun en la nieve. La rubia suspira colocándose su ropa de abrigo antes de salir afuera para verla, con las manos en sus bolsillos, pisando la nieve debajo de sus botas, va acercándose.

-¿Qué haces?-pregunta la chica a su mamá.

-Bueno, intento ver si alguna de mis rosas quedaron vivas-dice su madre moviendo la nieve.-Esta nieve nos cayo desprevenidos a todos, y me niego a creer que mis rosas murieron.

La chica se arrodilla a su lado, la nieve haciendo un golpe sordo cuando sus rodillas impactan en el suelo. Con sus manos ayudándola, sonríe al ver una rosa blanca intacta, tal vez la única que estaba presente en ese momento. Intenta arrancarla con su mano, provocando que sus dedos se pinchen con la espina y una pequeña gota de sangre salga de la yema aterrizando en la nieve.

Un pequeño grito se escucha, pero era un grito demasiado oculto. Como si perteneciera al pasado, sus recuerdos se mesclaron entre la sangre, la nieve y el grito fantasma que creyó oír.

-No debes arrancarla con la mano-dice su madre sacándola de sus pensamientos.

Ella asiente, mientras sigue ayudando con las rosas ignorando la sangre ahora seca de su dedo, juntan las pocas rosas que permanecieron con vida mientras ingresan al interior del hogar. En el comedor, se encontraba su padre quien leía el diario con desinterés, la chica pone el agua a calentar mientras se busca una taza de té.

Con su madre no había vuelto a tocar el tema de Aspen, pero se notaba que Edith Tatcher estaba inquieta mientras ponía sus rosas blancas en un florero.

-Mamá-dice la chica.-¿Te acuerdas cuando fuimos a la casa de la tía Ginny antes de que fuera a trabajar a Escocia?.

-Si, claro-dice la mujer.-Tenia una gran cantidad de conejos y llorabas porque querías uno.

-¿Cómo fueron esos días?.

Edith suspira acomodándose el cabello.

-Normal hija, Ginny amaba consentirlos, les daba todos los gustos, no nos dabas tanta atención a nosotros. Solo querías jugar con los conejos.

-Y estaba...¿feliz?.

Su madre la observa, mientras que Jane acaricia el pétalo de la rosa mirando a su madre. Cuando el agua indica que estaba lista para ser servida, ella la coloca en una taza con el saco del té para comenzar a tomarla.

-Claro que estabas feliz-dice su madre y Jane la mira.-Solo te pusiste demasiado caprichosa cuando te dijimos que no podías llevarte el conejo. Te pasaste todo el viaje llorando.

*

-¿Es posible no recordar algunas cosas de tu niñez?-pregunta Jane recostada en el sillón en casa de Aspen. El chico castaño la mira dándole el bol con palomitas, ella agarra unas cuantas llevándoselas a la boca.

-Hay recuerdos que no son importantes entonces simplemente lo olvidamos, por ejemplo, ¿recuerdas que hacías el tres de octubre cuando tenias nueve años?.

-Ya entendí tu punto-dice ella provocando que Aspen ría.-Pero hay ciertas cosas, claves, que me cuestan asimilar del todo. ¿Entiendes?.

Aspen suspira entrelazando sus dedos con ella y la acerca a su cuerpo, Jane se deja abrazar mientras rodea el cuerpo del chico con sus brazos apoyándose en su pecho. Aspen besa su frente jugando con el cabello rubio de ella.

-A veces, el cerebro quiere protegernos de algunas cosas-dice tocando su cabello.-Entonces crea una especie...de pared, ¿entiendes? Eso bloquea ciertos recuerdos que no quiere mostrar porque te harán daño.

La chica lo mira, los ojos grises azulados de Aspen la estaban estudiando, ella suspira acariciado su cabello y unen sus labios en un largo beso. Las manos de Aspen se acomodaron en su cintura, olvidándose del bol de palomitas que termino en el suelo, los labios de los jóvenes estaban mas ocupados dándole la atención del otro, mientras que sus manos estaban en partes de su cuerpo.

Los dos se detienen cuando el celular de la chica comienza a sonar, Aspen deja escapar un suspiro de sus labios y se sienta, la chica estaba por decirle que no era necesario que se alejara. Pero Aspen ya estaba recogiendo las palomitas que tiraron, mientras tanto, Jane agarra su celular leyendo el mensaje.

-Es Lana-dice ella suspirando.-Quiere que nos juntemos, dice que es importante.

Aspen la mira.

-Entonces, ¿vas a irte?.

-Si dice que es serio, debo irme-dice ella acariciando su mejilla y lo besa, Aspen le sigue el beso abrazando su cintura.

-Quédate-dice en sus labios, Jane sonríe un poco pero niega acariciando su nariz con la de ella dejando un suave beso en sus labios.

-No puedo.

Aspen se aleja de Jane sentándose normal en el sillón viendo la televisión, era estúpido que la chica le preguntara si estaba enojado. Hace una mueca en sus labios, se inclina en Aspen dejándole un beso en su mejilla y se levanta para irse.

La casa de Lana era demasiado grande, y Jane seguía sorprendiéndose por la decoración llamativa. Era de arquitectura moderna, con grandes ventanas que te dejaba una linda vista en su interior, el primer piso era espacioso y demasiado abierto, podía verse la cocina desde el living, una puerta te llevaba hasta el patío donde estaba la pileta, y la escalera los guiaba a los cuartos que había arriba.

Jane y Hope siempre se sentían pequeñas cuando estaban en la enorme casa de Lana, sus padres se habían divorciado hace unos meses, su padre era un cirujano bastante reconocido, mientras que su madre era vendedora de raíces. Ambos tenían un acuerdo raro de llevarse bien solamente por sus hijas, aunque solo se dedicaban a darles dinero para ser molestadas lo menos posibles.

La hermana de Lana, Minnie, fue la encargada de abrir la puerta. La chica había teñido su cabello de un rubio platino, y tenía un ajustado vestido negro en su cuerpo.

-¡Chicas!, hace mucho que no las veo-comenta Minnie.

-¿Cómo está la universidad?.

-Oh genial, el trabajo en asesoramiento de imagen y diseño me agota, pero hago lo mejor que puedo, Lana debe estar arriba.

Hope y Jane pasaron escalera arriba al cuarto de Lana, siendo recibidas por una gran habitación de color rosa pastel, con cuadros de flores y portarretratos. Lana tenía una cama de dos plazas con un acolchado blanco donde descansaba un gran perro de peluche.

La chica castaña se encontraba en bata de baño y una toalla encima de su cabeza.

-¿Y cual es la emergencia?-pregunta Hope haciendo que Lana pegue un brinco.

-¡No las oí!-dice ella riendo agarrando las manos de sus amigas.-Necesito gran ayuda, me salio un feo barrito en la nariz, y Minnie me pidió ser su modelo para la universidad en asesoramiento de imagen y necesito ayuda.

-¿Esa es la emergencia?-pregunta Jane frunciendo el ceño.-¿Qué te ayudemos con tu barrito y con tu elección de ropa?.

-No entienden, es importante, si un agente me ve, puede contratarme de modelo-dice Lana.-Así que necesito ayuda.

Jane se sentía estúpida, podía escuchar la voz de Aspen reírse de ella por haber corrido a socorrer a Lana pensando que le sucedía algo más grave.

La rubia prefirió no decir nada, mientras más rápido se apresuraba en ayudar a su amiga, mas rápido podria volver. Mientras Hope se ocupaba en ayudarla con su barrito, Jane simplemente comenzo a seleccionar ropa de su gran armario.

Frunce el ceño al ver la cantidad de pijamas sexis y con encaje que Lana tenía en el armario, la rubia se voltea para ver a sus amigas, pero estaban más ocupadas en lo suyo como para prestarle atención.

-¿Cómo te fue con Archie?-pregunta Hope atrayendo la atención de la rubia.

-Oh bien, fuimos a su departamento es tan...no se como decirlo, pero claramente no vive en un lugar llamativo.

Jane se había quedado a dormir en el departamento de Archie cuando sucedió la pelea del club, era pequeño y no estaba ubicado en un lindo lugar de la ciudad. Pero Lana tenia opiniones demasiado fuertes sobre eso.

-Aunque fue bueno durante el sexo, igual no pude quedarme a dormir, le tuve que mentir diciendo que mi mamá me había llamado, lo bueno es que al menos los taxis pasan por ahí.

-No deberías criticar tanto, no todos tienen nuestra suerte supongo-dice Jane, Lana solo rueda los ojos.

Cuando terminaron en la ayuda, Jane acompaño a Hope a su casa ya que era la que mas cercana vivía de Lana. Las dos amigas no dejaban de murmurar como fue una perdida de tiempo ayudar a Lana, aunque la chica les habia ofrecido que se quedaran, ambas estaban con cosas que hacer. Ambas con una mentira a media y un secreto escondidas en su cabeza.

-¿No quieres quedarte a dormir en mi casa?-pregunta Hope viendola.-Se hará demasiado tarde, al lo mejor podrias llamar un taxi.

-No traje dinero.-dice ella encogiéndose de hombros.-Y no aceptare dinero, tranquila Hope, no es la primera vez que vuelvo tarde.

-Solo avísame y realmente, no hagas como cuando volvimos del cine y no me escribiste nada-dice la chica morena.

-Si, apenas llegamos y tuve sueño-dice ella y sonríe, la puerta en casa de Hope se abre donde sale su primo.-Por cierto, te buscan.

-Jane, sobre eso...

-No necesito explicaciones de lo que tengan Hope. Y mi opinión no importa-dice ella agarrando la mano de su amiga.-Solo piensa tranquila en lo que haces y lo que quieres, todo estará bien ¿si?.

Ambas amigas se abrazan como despedida, Jane saluda con la mano a Leo antes de darse la vuelta y comenzando a caminar hacia su casa. La chica saca su celular pensando en llamar a sus padres para que la busquen, pero el teléfono indicaba que tenia poca batería. Suelta un suspiro que tenia retenido en sus pulmones,pudo hacerle caso a Hope y usar el teléfono desde la casa. ¿Sería demasiado pedir?.

Jane se voltea pero para en seco al ver una sombra que se detiene a unos metros de ella. El cuerpo de la chica comienza a temblar, se da vuelta comenzando a caminar apresurada, se voltea y mira como la sombra comienza a seguirla. Empieza a correr ignorando por completo las bocinas de los autos que tocaban cuando cruzaba la calle sin mirar, o a las personas que se quejaban cuando las empujaba para pasar a su lado.

Cuando cree que la perdió, Jane suelta un grito sintiendo la mano de alguien en su hombro.

-Mierda Jane, si alguien te secuestra tranquilamente puedes aturdirlos-dice Archie masajeándose la oreja.

-¡Archie!.

-¡Jane!-dice riendo.-¿Qué pasa? ¿huías de alguien?.

-Yo-dice ella respirando algo agitada.-¿Qué haces aquí?.

-Acabo de salir del subte, iba a casa de Aspen, amenazo con rebanarme los huevos si no hacemos el trabajo juntos. Y bueno, no me atrevo a pensar que su amenaza es falsa.

-¿A esta hora?.

-Nos gusta trabajar mientras comemos, somos raros Jane, por eso somos amigos-dice él, ambos comienzan a caminar en la misma dirección.-¿Tu de donde venias?.

-De casa de Lana-dice ella.-No pensé que se nos haría tan tarde.

Archie asiente sin decir mas nada. Ambos caminan en silencio hacia la casa, hablando de algunas cosas, sobre el trabajo que debían hacer, Archie hizo una broma de que ella podía acompañarlos y cocinarles, a lo que la rubia solamente ríe diciendo que no se le daba bien cocinar.

Sintió cierto alivio encontrándose con Archie, al menos así no debería volver sola.

-Bueno, aquí esta la dirección que debía llegar caballero-dice Jane mientras paran frente a la casa de Aspen.

-Muchas gracias, tal vez te necesite para volver a casa, con tu grito mortal ahuyentaras a todo.

-Eres tan gracioso-dice ella poniendo los ojos en blanco, Archie ríe. Y la puerta se abre, Aspen mira a los dos con una clara duda en sus ojos. Pero nadie habla, Archie se despide de la rubia ingresando al hogar del castaño.

-¿Pudiste solucionar lo de Lana?.

-Al parecer...no era nada-dice ella negando.-¿Estás enojado?.

-No.

Jane no le creía, pero Aspen no iba a soltar lo que pensaban. Ambos se miran, ella se despide con la mano y el chico le sonríe levemente entrando a la casa.

Cuando Jane entro a su casa, se enteró que todos se estaban yendo, sus padres tenían una cena con sus amigos, y Cameron se iría a dormir en lo de su amigo Eddie. Así que Jane quedo sola, se había pedido comida china que devoro en su habitación mientras usaba su computadora.

Entra a su cuenta de correo electrónico para ponerse al dio con los mensajes, cuando alcanza a ver un punto rojo en la casilla de mensajes de spam. El correo que le envió el mensaje era un usuario con varias letras y números del 1 al 4. El asunto marcaba como "¿quieres seguir jugando a las ruletas de las verdades?".

Con el corazón en la garganta, Jane abrió el correo, encontrándose con una fotografía, esta era un telón de teatro de color rojo, con varias máscaras, y letras doradas donde se leía "¿Qué esperas para divertirte con nosotros?". El mensaje que venia junto a la foto, podía leerse "Si Jane, ¿Qué esperas para ir a divertirte?".

Ella creía que los secretos habían finalizado, que quien fuera que le mandara esos mensajes se había agotado. Pero ahí había una prueba de que no se había rendido tan fácil. Jane recordaba las fotografías que habia recibido hace varias semanas, sobre sus amigos, sobre Jackson pero...¿Qué ganaba la persona con que ella supiera todo lo que ocurría?.

Con las manos sudando y temblando, saco una fotografía al meil mandándolo a Aspen preguntando si la acompañaría. Recibió una fría respuesta del chico, pero al menos estaba asegurando que iría a ver que ocurría. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro