Hope

Hope era muy joven cuando comprendió, que su familia era diferente, y el resto de la ciudad de Londres se encargaba de recordádselo. Con cada mirada de desdén, con cada alejamiento que hacían cuando veían a la pequeña niña pasear junto a sus dos madres, desde joven aprendió a hacer oídos sordos sobre lo que la gente dijera de su familia. Pero ella estaba bien con eso, le gustaba tener dos mamas, y le gustaba también tener un hermano menor. Aunque para los de afuera sean muy diferentes, para Hope, era una familia mas que vivian en un tranquilo barrio de Londres.

Sin embargo, las cosas de a poco comenzaron a cambiar. En el verano cuando Hope tenía quince años, la chica bajo las escaleras intentando armarse de valor para preguntarles a sus madres si la dejarían irse de viaje a la playa con sus mejores amigas ya que la hermana de Lana las llevaría, pero le fue inevitable no escuchar la conversación, ella no era chismosa, no le gustaba escuchar conversaciones privadas, pero aquel día, fue inevitable.

Pegando su oreja en el pasillo, escuchaba a sus madres en una discusión.

-Mira estas cuentas, Halle, mira todo lo que hay que pagar.-comenta Breanna.-Esto es demasiado.

-Tal vez podríamos pedir un préstamo, o puedes intentar ver si te dan un aumento.

-Conoces a Julián, no me daría aumento aunque se lo rogara, sostendría su postura de "las cosas se consiguen con trabajo duro, Breanna".

-Puedo intentar recuperar mi trabajo.

-No, lo dejaste porque querías cuidar a Hope y a Gabriel, veremos conseguirlo, tal vez podemos recortar unos gastos, podemos hablar de enviar a Hope a una escuela mas barata...

Hope escuchaba toda la conversación, y se sentía egoísta, no quería renunciar a la escuela donde ya tenía sus amigos. Se negaba a ser enviada a otro colegio donde debería empezar de nuevo, no era buena con las amistades.

La chica morena mando un mensaje rápido a sus amigas, diciendo que no la dejaron ir a la playa, aunque no fuera cierto, pero lo que Hope haría, sería buscar trabajo.

La chica estaba agotada de recorrer las calles de Londres bajo los rayos del sol, fue a varios lugares esperando que accedieran a hacerle una entrevista, pero al oír que tenía solamente quince años se la negaban. "Eres muy joven y sin ninguna experiencia", era lo que le decían, ¿Cómo se supone que llegaría a tener experiencia si no le daban una oportunidad?.

Ya cansada de no obtener ninguna suerte, se sienta en los escalones de un centro comercial y abraza sus piernas comenzando a llorar. Gruesas lagrimas escapaban de sus ojos, ya no era el problema si considerbaan cambiarla de escuela, en el transcurso de la tarde, recordó la voz quebrada de su mamá diciendo que las cuentas era demasiado, ¿Qué seria de ellos?, estaban quedándose sin recursos y eso no la ayudaba.

-¿Un pañuelo?-pregunta una voz de un chico, Hope alza la mirada encontrándose con Oscar, era hijo del jefe de Breanna, un año mayor que ella y se han visto varias veces cuando la familia iba a cenar a su casa o en alguna que otra fiesta que hacía la empresa.

La chica lo acepta antes de limpiarse las lágrimas.

-¿Sucede algo, Hope?.

-No.-miente con la voz rota, Oscar se sienta a su lado, era delgado, con unas largas piernas y el cabello negro lo llevaba engominado hacia atrás.

-Anda, soy de fiar.

Y lo hizo, no era exactamente amiga de Oscar, apenas si han hablado, se llevaban bien y se saludaban cuando se veían, pero no iba mas que charlas superficiales.

-Apesta-dijo Oscar y Hope asiente.-Creo que...puedo ayudarte. Mira, conozco a alguien... no es lo mejor pero...creo que te servirá, ganan mucho.

-¿Cómo sabes eso?.

-Trabajaba ahí hace unos meses.

-No pareces la clase de chicos que necesita dinero.

-Pero soy la clase de chico que quiere divertirse-dice Oscar con una sonrisa antes de levantarse y agarrar la mano de Hope.

Fueron a una parte no tan bonita del lugar, y la chica observa el club, de día no daba el mismo impacto que la noche. Siguiendo a Oscar fueron a una pequeña puerta del lado del escenario, donde se encontró con mujeres y hombres, mayores que ellas, pero igual de jóvenes. Estudiaron el rostro de Hope, estudiaron su figura, y concordaron entre todos, que Hope seria buena trabajando en el negocio privado que esas personas mantenían.

Al principio, ella solo repartía la droga entre las personas de la fiesta, y a hecho alguna que otra entrega fuera del club. Y un año después de eso, le dieron la oportunidad de bailar con ellos, y asi ganar mas. Hope tal vez no necesitaba mas el dinero, y aunque ella no consumiera drogas, se veía adicta a ese mundo. Al mundo de venderlas y sentir el dinero en sus manos, el mundo de fingir por una noche ser alguien mas, el mundo de ocultarse de los demás en un club clandestino que sus amigas nunca llegarían a ir.

Era verano del mismo año cuando Hope fue a Liverpool, a la casa de campo que la familia tenía ahí mismo, donde vería a su primo y tíos. Hope deseaba tener vacaciones mas exóticas como sus amigas, como Jane, que se fue a Holanda, o como Lana, que junto a su hermana se fueron a Ibiza. Mientras que ella debía quedarse en la ciudad.

Saludo a sus parientes cuando llegaron, pasaron los días juntos, y mas tarde, Hope estaba en el lago mojándose los pies, fingiendo que vigilaba a su hermano menor jugando con sus primos pequeños mientras que en realidad utilizaba el celular y veía las fotografías que enviaban sus amigas.

A su lado, se sienta su primo Leo quien le arrebata el celular.

-¡Hey!-se queja ella.

-Estamos al aire libre, pequeña Hope-dice el chico divertido. Leo no tenía remera, y su cabello estaba mojado. Era hijo del hermano de Breanna, y pronto iría a la universidad. Leo le sonríe mientras se miran.-Hay un mundo fuera de tu celular.

-Ya ví suficiente, apesta un poco-comenta ella intentando recuperar su celular, Leo y ella batallan, hasta que el chico sostiene sus manos acercándola demasiado a él. Y ambos se miran.

No era la primera vez que tenían esa reacción de verse fijamente, ni de verse sus bocas, en año nuevo Hope acompaño a Leo a una fiesta con sus amigos, pero ella no se separo del chico. Bebieron demasiado, que no se acordaban, pero tuvieron un beso. Eso lo recordaban en detalle, pero ninguno de los dos hablaba del tema.

Estaba mal, pero desde ese beso accidental, los corazones de ambos se aceleraban, celos sin sentido aparecían, miradas de reojo en las cenas, y los toques de mano eran letales.

-Hay que vigilar a los menores.-dice Hope, Leo asiente tragando saliva y vuelven sus vistas al frente, pero entrelazaron sus dedos ocultándola en la arena.

Ese mismo verano, Hope y Leo se besaron en la noche, en el jardín, Hope lloro demasiado, sabiendo que todo lo que hacían estaba mal. Ni los brazos de Leo pudieron calmarla.

-Si se enteran, van a matarnos.

-Tranquila, Hope-comenta el chico besando su coronilla.-Moriré con este secreto, lo prometo.

Cuando las vacaciones finalizaron, Hope pensaba que alejarse de Leo la ayudaría en sus sentimientos, pero estaba demasiado equivocada cuando escucho a Breanna hablar con su hermano sobre que en el primer año de la universidad, Leo podía vivir con ellos.

El inicio de su convivencia no fue la mejor, Hope lo evitaba, Leo la buscaba.

-Esta mal-dice Hope negando.-No...no podemos Leo, ¡somos primos!-comentaba ella una noche.

-Lo se, Hope, pero no puedo evitar sentirlo. Tu solo...tu dime que no sientes lo mismo, y prometo dejar todo en el pasado, me dolerá, pero lo haré.

Hope quería llorar, su corazón haciendo presión en su pecho la agobiaba, el nudo en su garganta la asfixiaba.

-Yo...yo no puedo decirlo-dice ella negando.-Porque sabes que te quiero, pero esto esta muy mal.

-Si...ojala no fuera tu primo-dice Leo levantando el rostro de la chica.-Si fuera un chico cualquiera, no tendría que temer a besarte en secreto.

Y se besaron, buscaban los lugares solitarios para besarse, se colaban en los cuartos para recostarse juntos. Se acariciaban, agarraban sus manos, y Hope a veces lloraba, sintiéndose mal, pero a la vez, sintiéndose enamorada.

Pero las cosas duraron poco cuando Leo descubrió lo que hacía, descubrió el trabajo en el que Hope estaba envuelta. Y por si fuera poco, aunque sus besos eran demasiado en secreto, alguien llego a verlos.

En la mañana del Lunes, Hope se sentía enferma, el estomago le daba vueltas. Jugaba con la cuchara en su cereal, y no podía dejar de pensar en Jane, su amiga que la había visto, recordaba el rostro sorprendido de Jane. ¿Cómo estaría ella?, ¿tendría asco?. Era probable, descubrió que trabajaba en un club como bailarina, vendía drogas y se besaba con su primo.

Sentía nauseas, y ganas de llorar.

-Hope, ¿estas bien, corazón? Luces pálida-dice Hailee poniendo una mano en su frente, Leo y ella se cruzan mirada.

-Solo estoy nerviosa por mi examen.

-Te ira bien, cariño, solo respira y concéntrate. Llevate una naranja para comer, parece que se te bajo el azúcar, ¿quieres que llame a tu escuela y explique?...

Hope niega, cuando el ruido de la bocina del auto de Lana indicando que esta afuera suena, la chica agarra su mochila, besa la mejilla de todos los presentes y se va apresurada a la entrada. La chica morena se sube en la parte de atrás colocándose el cinto, Jane estaba en el asiento del co-piloto, pero no dijo nada mas que un asentimiento.

-¿Estas bien?-pregunta Lana.-Parece que viste un fantasma.

-No, estoy bien-responde ella, Lana asiente un poco y comienza a conducir. Jane y ella hablan, y Hope pudo notar que Jane no había dicho nada, de ser así, sabía que Lana no hubiera tardado en hacer preguntas y comenzar a hacer comentarios típicos de ella.

-¿Les pasa algo a ambas?-pregunta Lana.-Es decir...apenas si se han dirigido la palabra, ¿Qué paso que no me entere?.

-Nada, todo esta bien.-dice Jane. Lana, fanática del chisme, no estaba conforme con esa respuesta. Pero no dijo nada, siguió conduciendo hasta llegar a la escuela. Cuando bajaron, Hope suspira.

-Lana...necesito hablar a solas con Jane.

-Oh, entiendo, paso algo y no quieren que me entere-dice la chica.-Bien, fingiré no sentirme ofendida por eso, pero prefiero que arreglen lo que sea que les sucede, porque no dejo de notar una vibra tensa.

Lana gira sobre sus pies antes de retirarse mientras hacía un movimiento de cadera, dejando a las dos chicas frente a frente, Jane se cruza de brazos apoyando su espalda en la puerta del auto de Lana, mientras que Hope intenta saber como comenzar. Decir que no era lo que creía era estúpido, Jane no era idiota, la rubia sabía lo que vio.

Hope suspira.

-Veo que no le dijiste nada a Lana.

-¿Crees que lo haría?-pregunta Jane pareciendo molesta por ello.-Si decía algo, Lana se hubiera encargado que toda la escuela lo supieran...y no soy ese tipo de persona.

-Lo se...Jane, lamento todo lo que viste...yo...-Hope sentía ganas de llorar mientras el nudo de su garganta se apretaba.-Todo esto es complicado.

-Solo quiero saber una cosa-dice Jane viéndola-¿Por qué?. ¿Por qué ese lugar?

-Jane, tu no entiendes lo que es ser yo-dice la chica.-Tu mamá es política, tu padre es director de la escuela y tu hermano y tu van a escuelas privadas con mucho dinero, yo no soy así de perfecta, necesitaba dinero rápido. Necesitaba conseguirlo y...me volví adicta a ese lugar, y lo de Leo...mierda se que esta mal, me doy asco Jane, realmente me disgusto...pero no puedo evitarlo, no puedo evitar amarlo y eso está horrible.

-¿Crees que soy perfecta?.

-Vamos Jane, eres perfecta, todos dicen eso. Eres popular, nadie se atrevería a tocarte un pelo, tienes dinero y dentro de todo sales con un chico...normal.

-Mi novio estuvo en un hospital psiquiátrico, para muchos no es normal.

-Al menos no es tu primo-comenta Hope fregándose la cara.-Iba a obtener el dinero, e iba a irme de ahí, enserio, pero luego...no pude, me volví adicta de ese ambiente como ya te dije, no sé porque me gustaba, pero lo hace. No probé ningún gramo de lo que vendo, solo lo vendo y ya.

-¿Y tu crees que yo no tengo problemas?.

-Se que tus problemas son menores, Jane. Yo solo soy una chica enferma.

Sin poder evitarlo, Hope rompe a llorar, su cuerpo comienza a moverse mientras solloza. A continuación, siente los brazos de Jane a su alrededor.

-Haz que deje de sentirme así-susurra Hope abrazándola.-Por favor...

-Lo haría si pudiera...pero Hope, yo tampoco soy perfecta, y nadie lo es-dice abrazándola y Hope se apoya en su hombro. Y ambas amigas se quedan ahí abrazadas, guardándose un secreto. Mientras que alguien sonríe en la lejanía.

Todo iba bien.