Capitulo XIV
Aspen.
Había pocos momentos en la vida en los que realmente se sintió feliz, uno de sus momentos favoritos era cuando tenía cinco años y se gastaba todas sus fichas en el carrusel, era un juego bastante tonto, mientras que los niños de su edad preferían otras cosas, él hacia largas filas para subirse al carrusel y subir a su caballo favorito. Imaginaba historias ahí arriba, y daba vueltas saludando a sus padres cada vez que los veía.
A medida que pasaba el tiempo, el rostro de sus padres fueron mas bien borrosas, y luego creció. Y ya no tenía edad suficiente para subirse a un carrusel.
Pero alguien si estaba subida al carusel, era un juego bastante ignorado por los niños en Halloween que preferían pedir dulces y correr en todos lados. Pero ahí estaba Jane, con sus piernas a cada lado de un caballo blanco y cabello negro, la pintura desgastada, pero ella estaba agarrada de la barra, con su mirada fija en el suelo. Luego de su discusión con Cameron, ella había ido ahí.
Aspen se preguntaba en que estaría pensando, mientras la observaba con unas manos en sus bolsillos, a su lado, escucha los pasos de Archie acercándose comiendo algodón de azúcar.
-La vendedora me guiño un ojo-dice el chico como si fuera todo un orgullo que una vendedora de dulces le haya sonreído, Archie vuelve a comer su dulce antes de mirar al carrusel.-Pareces patético viéndola desde aquí.
-Solo me aseguro que este bien.
-Bueno, no hay adultos cerca, nadie va a secuestrarla.-dice Archie comiendo mientras que su amigo rueda los ojos.-Ve a hablarle.
-No.
-Bien-suspira de manera exagerada.-Entonces yo lo haré, y quien sabe, podríamos terminar en mi departamento.
Un agarre mortal se aferra al brazo de Archie, ambos chicos se miran, Aspen estaba serio, con la mandibula apretada y su brazo alrededor del de Archie. El chico castaño sonríe un poco, de manera engreída, saca la mano de Aspen de su brazo y se encoge de hombros.
-Tranquilo.-dice viéndolo.-No tienes que verme como si fueras a atacarme a golpes.
La música del carrusel no era como lo recordaba en su infancia, la melodía era repetitiva y parecía apagada. Mientras que Aspen caminaba por los diferentes juegos, hasta ver a la rubia de espaldas, el chico sigue caminando hasta el caballo de color negro al lado del de ella.
Jane no movió la vista para verlo, pero suspira, sabiendo que estaba ahí, y Aspen mira como el cabello rubio cae por su rostro, y tiene los ojos cargados de lagrimas que se esfuerza por aguantar. Porque asi era Jane, de niños aguantaba el llanto cuando se golpeaba, pero alguna vez no ha podido evitarlo.
Mientras daban vueltas en el juego, podía observar que eran expectantes esa noche, todas las personas y niños disfrazados estaban mas entretenidos con otros juegos, mas entretenidos pidiendo dulces, era como si fueran completamente invisibles en aquel juego que solamente daba vueltas.
-Cameron dice que no se droga-comenta Jane atrayendo la atención de Aspen.-Que sus amigos la compraron primero pero él no quería tomar.
-¿Y le crees?.
-No...-suspira.-Esta mal no creerle, porque es mi hermano, pero se veía muy agobiado mientras me decía que no tomaba la droga. Solo dijo que una vez fumo marihuana en un cumpleaños de su amigo Dylan, y no le gusto...pero ni siquiera sabe a quien le compraron y me siento mal por no creerle.
Aspen observa como la chica no dejaba de hablar hasta que ella se voltea a verlo con la cabeza apoyada en el caballo.
-Mi ex resulta que se acostaba con mi mejor amigo y mi hermano fuma marihuana, ¿Qué mas cosas debo enterarme?.
-La verdad siempre esta a nuestros ojos, pero no somos posibles de verla.
Jane suspira mientras asiente sentándose normal en el juego aun dando vueltas.
-Me gusta este juego-dice la rubia.-Todo da vueltas y eres feliz cinco minutos cuando eres niño, y nada importa mas que eso. A Cameron le gustaba subirse en los autos, a Alex no le interesaba.
Aspen le gustaba cuando el juego giraba y no veía a sus padres. Sonaba un pensamiento horrible, pero le gustaba la sensación de que daba vueltas y los perdía por unos segundos.
El chico siente la mano de Jane sobre la suya, ambos se miran y ella le sonríe.
-Gracias por escucharme.
-Sera mi trabajo, empezaré a cobrar tus sesiones.
-Oh, vamos-dice riendo y baja del caballo, Aspen hace lo mismo, y el cuerpo de ambos quedan entre los dos animales del juego. El chico del juego les pregunta si darán otra vuelta, pero ambos deciden bajarse.
Aspen buscaba a su amigo con la mirada, no le sorprendería descubrir que Archie se fue con la vendedora de dulces o alguna chica que le dio el mas mínimo interés con un simple "hola".
Jane
La rubia miraba la mano de ambos entrelazadas, y sonríe levemente, su tacto era gentil y cálido. Ambos caminan por el lugar con sus manos aun entrelazadas, en algun momento, un hombre con maquillaje de payaso y un sombrero de copa los invita a entrar a la casa de espejo, ambos se echan una mirada, y deciden entrar.
-Es tétrico-dice Aspen.-Una gran e infinita cantidad de nosotros devolviéndonos la mirada.
-Ya lo creo, si no te gusta sentirte observado no digo que vengas a este juego-comenta Jane mientras caminan por el laberinto de espejos, palmeando los lugares para saber donde habia un espejo, vidrio o estaba el camino libre.
La luz del laberinto de espejos era tenue, y daba un contraste bastante oscuro, la chica veía sus figuras reflejadas en el espejo, donde se notaban sus disfraces. En algún momento, las luces parpadearon, y ambos vieron hacía arriba.
-¿Es parte del juego?.-pregunta Jane.
-Eso calculo, es decir...es un juego en Halloween.-comenta Aspen encogiéndose de hombros, Jane asiente mientras siguen su camino.
Jane se suelta de la mano de Aspen mientras siguen su camino, cuando las luces se cortaron del todo dejando una abrumadora oscuridad, el corazón de Jane comenzó a latir con fuerza y sentía una sensación extraña en su estómago mientras intentaba hallar la mano de Aspen de nuevo.
-¿¡Aspen!?-grita ella buscándolo.
-¿Jane?-dice su voz escuchándose lejana.-¿No es que me seguías?.
-¡Ni se donde estoy!.
-Espera ahí, intentare encontrarte.
La chica se cruza de brazos mientras mira el lugar, cuando las luces rojas de emergencia se encendieron, algo había sucedido, su reflejo le devolvió la mirada mientras ella daba una vuelta sobre si misma, sus ojos cafés lucían asustados y temerosos, comenzó a caminar por donde creía que Aspen se había alejado, intentando encontrarlo.
Se detiene en seco cuando empieza a ver una imagen reflejada en el espejo, no era el mismo de hace unas horas, era alguien mas, este tenía una túnica oscura, por la luz roja no llegaba a ver de todo su color, y algo le cubría el rostro, aparte de una mascara de la muerte. La chica comienza a correr tocando los espejos y esquivándolo, pero la imagen seguía repitiéndose, hasta que se encontró en un callejón sin salida, su imagen se repetía y su rostro asustado le devolvía la mirada.
La persona con túnica apareció de nuevo, acercándose a ella, Jane llamaba a Aspen pensando en donde estaría el chico castaño ahora, y cuando se acerco mas, la chica le dio una patada provocando que la persona de túnica se quejara.
-Oh, no me digas...-dice sacándole la mascara.-¿Qué haces aquí Jackson?.
-Mierda, no esperaba que me golpearas-dice el chico levantándose.-Te vi aca con el rarito, solo pensaba en darles un pequeño susto.
-Deja de decirle a Aspen rarito.
-¿Y donde esta?.
Aspen hace acto de presencia llegando algo agitado.
-Me confundí varias veces-dice y mira a Jackson.-¿Qué haces aquí?.
-Eso podría preguntarte a ti, ¿Qué haces con mi chica?.
-No soy tu chica-dice Jane cruzada de brazos. Jackson rueda los ojos, creyendo que aun no terminaron la discusión que ambos tienen pendiente, Jane se acerca a Aspen y rodea el brazo con el suyo.
-Se prendieron las luces de emergencia, algo paso-dice Aspen.-Hay que salir.
-Que inteligente-dice Jackson con ironia.
-Mira amigo, me estas cansando, puedo romper un espejo con tu cabeza si me lo propongo.
-Me gustaría ver que lo intentas.
Aspen agarra de los brazos de Jackson con fuerza y lo estampa contra uno de los espejos provocando un fuerte ruido, Jane abre los ojos con sorpresa y se queda quieta. Mientras que Jackson permanece en silencio con los ojos bien abiertos y la mandíbula apretada.
-Cuidado amigo-dice Aspen soltándolo.-Casi te cagas en los pantalones.
-Estaba actuando.
Aspen niega mientras comienza a caminar por el laberinto, Jane le dirige una mirada a Jackson antes de seguirlo. Tardaron unos minutos, y lo que mas escuchaban era la voz de Jackson quejándose sobre que estaban tomando el camino equivocado.
Hasta que lograron salir, y Jane sintió que las cosas no estaban bien.
La noche estaba presente, junto con la luna llena y las estrellas, junto a la gran cantidad de niños, adolescentes y adultos disfrazados. Pero había algo raro, los vellos de los brazo de la chica se erizaron como si supiera que no todo era normal.
Los tres caminaron, cuando Edith Tatcher que su simple disfraz consistía en un vestido negro y un sombrero de bruja se acerca a su hija.
-Oh aquí estas, te estaba buscando en todos lados-dice su madre agarrando su mano. Mira a los dos chicos que la acompañan, pero sus ojos se detienen especialmente en Aspen, y Jane sabía lo que significaba su mirada. No tenía confianza en Aspen, y la idea de que ambos estuvieron solos seguramente no le gustaría.
-¿Qué sucede?-pregunta Jane.
-Me ha llegado información de una chica desaparecida, por un segundo creí que eras tu porque tu hermano no te ha visto y Hope estaba con su primo...
-Estaba conmigo-comenta Aspen.-No saldría lastimada.
-Bueno, gracias Aspen, pero puedes irte.
-No le hables como si fuera de la servidumbre-reprende la chica, mientras que su madre se aferraba con fuerza a la mano de su hija. Cameron se acerca al grupo, y estaba por decir algo, cuando un grito de terror suena por todo el carnaval.
Y no era un grito justamente que viniera de la casa de los espíritus o de algún otro juego, se trataba de un real grito de terror. Soltandose de la mano de su madre, y siendo seguida por su hermano y Aspen, los tres caminaron hacia todo el circulo.
Una chica que tenía una caperuza roja y una remera blanca con una falda de jean estaba temblando en el medio del circulo, sus ojos estaban llorosos. Y con voz temblorosa habla.
-Juro que la encontré asi, yo no hice nada.
Jane se acerca, y es inevitable llevar una mano a su boca para tapar el grito que amenazaba con salir, había una chica, con un vestido ajustado que parecía una chica del siglo pasado, su cabello rubio contenía una infinita cantidad de rulos, y sus ojos que parecían color ambar, estaban sin vida, mirando un punto fijo, mientras que a su alrededor, su vestido dorado estaba siendo sucio por una gran mancha de espesa sangre roja.
Su mano izquierda descansaba a un costado de su cuerpo, pero Jane alcanzaba a ver algo en su mano izquierda, se acerca con lentitud, aunque podía escuchar la voz de cualquier persona diciendo que eso estaba mal, en su mano yacía un pedazo doblado de papel. Al sacarlo, alcanzo a leer "el tiempo se acaba".
La misma letra de sus miles de notas, y Jane sabía, que de alguna forma, esa chica era un mensaje. Y de pronto, se escucharon mas gritos, porque todos estaban espantados.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro