Jane

Cuando la rubia vio la revista donde estaba la entrevista que su madre había dado y la foto familiar que fue tomada, quiso morirse, no porque la imagen no haya salido perfecta ni mucho menos, ella se veía bien con el cabello rubio acomodado, una tímida sonrisa y vestida con el vestido de algodón celeste que su madre le había insistido mientras estaba junto a su hermano menor.

Era por los titulares de dicha entrevista.

Al principio era normal, Edith Tatcher contando como se sentiría al ganar, sus vivencias, su vida en Holanda cuando era una niña, su matrimonio y de sus hijos. Absolutamente de todos sus hijos, los tres.

Y a Jane le indigno el titular de esa parte de la entrevista, "La trágica perdida de un hijo no la detuvo con las ideas fijas en su campaña", y el resto eran palabras y palabras de lo triste que estaba. A Jane no le indignaba el hecho que hablara de Alex, ella tenía siete años cuando falleció, era una niña pequeña, pero no recuerda a sus padres mucho tiempo de luto, los primeros meses estaban tristes, y luego siguieron como si nada, como si la muerte de Alex no hubieran pasado y solo eran ellos cuatro toda la vida.

Pero en la entrevista se ve ora cosa, palabras y palabras de lo mucho que extraña a Alex, de los años grises, de cómo fue criar los niños ella junto a su marido a pesar de la fuerte tristeza. Y Jane no recordaba eso.

Lo que su mente alcanzo a recordar fue a sus padres de luto dos meses, para luego trabajar como si nada, sus abuelos de Holanda fueron unas semanas, y los de Inglaterra siempre presente cuando no andaban en sus muchos viajes, todo lo rosa y triste que su madre contaba de como lo superaron junto como familia era una farsa, y a Jane le molestaba que estuviera usando la muerte de Alex como una primicia para su campaña. Dar un toque de tristeza para que aquellas personas se compadecieran con ella y la votaran.

Cuando la rubia fue a exigir respuestas a su mamá, todos fueron gritos en la casa, las dos señalándose con el dedo, Jane gritando que era injusto que usara a su hermano como campaña, Edith gritándole que solo era una niña cuando sucedió, que no recordaba nada, y que solo sabe su propia visión de la historia. Y cuando ella le exigió respuestas, su madre solo se retiró, diciendo que cada uno asumía el duelo como querían. La chica solo se fue de casa, y de eso varias horas.

Mientras descansaba al lado de la lápida con el nombre de su hermano grabada en él, y con una foto del pequeño Alex. El atardecer se hacía presente mientras el sol se ocultaba, dibujando un cielo rosado, la chica esconde sus manos en los puños de su sweater verde agua mientras suspira abrazándose a si misma. Cuando llego al cementerio no es que hubiera hablado mucho, en realidad no dijo nada, solo se sentó en el suelo junto a la lápida y se quedó ahí por horas en silencio, con sus pensamientos pasando en su cabeza.

La nota que recibió hace bastante tiempo apareció en su cabeza, una simple pregunta, "¿Cómo murió Alex?", la respuesta, un accidente, eso había ocurrido, los niños corren, juegan y a veces pueden llegar a lastimarse gravemente. Jane mira su celular donde tenía demasiados mensajes de Cameron preguntando donde estaba y de que volviera a la casa porque su madre amenazaba con llamar a la policía, luego comenzaron a llegar mensajes de Hope, Lana, Ashton y por último Jackson, hasta de un número desconocido.

Se guarda su celular en sus jeans mientras se levanta, se sacude los pantalones y mira la lápida, se despide dejándole un beso en la fría piedra para darse la vuelta e irse.

Cualquier persona normal, hubiera tomado el subte que la dejaría en la estación que estaba a cinco cuadras de su casa, pero Jane quería caminar, se detiene en el puente con la espléndida vista del Big ben frente a ella, y muchas personas posando y simulando que sostienen dicha torre o la tocan. Suspira abrazándose a si misma mientras el frio viento acariciaba sus brazos, había sido una mala idea salir enojada sin una campera o algo mas abrigado que aquel suéter.

Lleva su vista por aquellas personas en el puente, posando, o simplemente caminando en su grupo, cuando su vista se concentra en especial de un chico, alto y delgado que estaba en el borde del puente viendo fijamente el agua, Jane lo reconoce fácilmente al verlo, y al acercarse comprueba que tiene esa pequeña mancha café apenas visible en el costado de su cuello, la rubia se pone al lado suyo apoyando los brazos del barandal.

-¿Sabías que un total de mil personas se suicidan en este puente?.

-No, no lo sabía, ¿planeas suicidarte?.

-No-ríe.-Si lo hiciera esperaría que no hubiera nadie.

-Difícil en una ciudad turística, parece que hay gente todo el tiempo.

-Conozco lugares solitarios, solo debes encontrarlos.-dice volteándose a verla.-Todos te estaban buscando.

-Lo se, recibí los mensajes.

-No me contestaste.

-Ni siquiera sabía que eras tu, Aspen.-dice ella viéndolo algo avergonzada.-No tenía tu número.

-Siendo tu vecino diecisiete años y no tiene mi número, que descortés.-bromea el chico y le sonríe de lado.-Ven, vamos.

Aspen comienza a caminar sin esperarla, Jane da un pequeño trote para alcanzarlo caminando junto a él, los colores de la vestimenta de Aspen no suele variar, las últimas veces que Jane lo ha visto era en pantalones negros y poleras del mismo calor, ahora llevaba una sudadera rojo oscuro con jeans grises, era algo nuevo viniendo de él.

Caminan en silencio unas cuantas calles.

-¿Por qué huiste?.

-Mi mamá usa la muerte de Alex para dar lastima y ganar en su campaña.-murmura Jane.-Se que suena algo idiota, pero no me gusta que use eso, dar lastima frente a todo el país.

-A veces Jane, las personas sufrimos de manera diferente, pero no lo queremos mostrar, entiendo porque te molesto lo que hizo, a mi tambien me molestaría...pero no significa que sea falso que no le haya dolido.

-No digo que no le haya dolido, solo digo, que no tiene que dar lastima.-dice la chica y se acerca mas al cuerpo de Aspen sintiendo frio, el chico la rodea con un brazo acercándola, Jane suspira aun caminando a su lado sintiendo el olor a desodorante que tenia.

-¿Entonces todos me buscaban?.

-Si, tu hermano fue hasta mi casa a preguntarme si te había visto, luego vi a una de tus amigas llegar e irse con tu hermano, fue suerte que te haya encontrado supongo.

-Solo me fui unas horas, es demasiado para que muevan a todo el mundo.

-Tal vez Cameron solo es un hermanito preocupado.-dice Aspen acariciando el brazo de la chica mientras caminaban.

Aspen decidió comprar dos cafés al paso para ambos, la chica bebe del suyo sintiendo el liquido caliente recorrer su garganta mientras se iban acercando al barrio donde ambos vivían.

-Lamento que mi estúpido drama te haya interrumpido.

-Tranquila, de vez en cuando viene bien una pequeña escapada.-dice el chico caminando junto con ella mirando el cielo donde la luna ya había hecho un acto de presencia.-Pero debo admitir, que fue suerte encontrarte.

-Que inteligente-ríe ella y suspira.-Hay algo que quiero contarte.

-Suena algo serio.-dice deteniéndose, Jane se debatía entre decirle todo o no a Aspen, contarle de las notas extrañas que había recibido, hablarle de esas fotos, contarle que se estaba volviendo loca sintiendo que alguien la estaba observando de vez en cuando, justo como ahora, ahora con Aspen en medio de la calle se sentía observada.

La rubia iba a hablar cuando un auto se detuvo al lado de ellos, Janes siente su corazón comprimirse, pero luego se relaja al ver que quien se bajaba era Jackson, su novio camina hasta ella usando su chaqueta del equipo.

Su novio se acerca a ella.

-Hey, te estábamos buscando.

-Si, lo se-responde la rubia.-Aspen me encontró y me estaba devolviendo a casa.

-Ah-dice Jackson.-Yo me encargo, no hace falta que sigas acompañando a mi novia.

Jane frunce el ceño mientras que Aspen oculta el intento de sonrisa que esta por salirse de los labios mientras se rasca la nuca.

-Podemos llevarlo.-dice Jane.-Vive al lado después de todo.

Jackson mira a su novia, él no quería llevar a Aspen, no quería llevar al chico que estuvo en un hospital psiquiátrico con mala fama con ellos.

El chico castaño es el que termina de hablar.

-No te preocupes por mi, prefiero caminar.-dice Aspen y besa la mejilla de Jane.-Nos vemos luego.

En lugar de seguir derecho, el chico se voltea para seguir su camino del otro lado, la chica se veia interesada en preguntarle a donde se dirigía, pero tras sentir la mano de Jackson empujándola suavemente al auto, sabia que tendría que ser una pregunta que haría otro día.

Jane se abrocha el cinturón cuando se sienta en el auto, su novio también sube y prende la calefacción mientras conduce a la casa de la chica.

-Es de mala educación no haberlo llevado.

-Ya lo oíste, amor, él quería caminar.

-Puede pasarle algo.

-O alguien puede sufrir por él.-dice Jackson, Jane decidio ignorar esas palabras mirando hacia afuera.-Después de todo, ¿Qué hacías con él? ¿acaso se fueron juntos?.

-No, solo me fui al cementerio, volvi y Aspen y yo nos encontramos casualmente.

-Las casualidades no pasan.-dice Jackson en un murmuro.

-¿Qué quieres decir con eso?.-replica la rubia ya bastante molesta con su novio.

-Solo digo, cariño, que con tipos como él mal de la cabeza por lo general tienen segundas intenciones.

La rubia decidio no contestarle mientras se cruzaba de brazos, siguieron en silencio hasta llegar a la casa. Donde Cameron abrazo a su hermana al verla, y su madre le dio una reprimenda. Jane mando un mensaje al resto de sus amigos diciendo que ya estaba en casa, Hope empezó a hacerle muchas preguntas de si estaba bien, Ashton le pregunto si quería hablar del tema, y Lana no tomo las molestias de contestar.

Jackson se había quedado a cenar, y relato su versión de la historia cuando encontró a Jane junto con Aspen, ganándose miradas de sus padres, lo que sucedió con Aspen era un tema que todos hablaban y nadie con exactitud sabía lo que había ocurrido, aun en una gran ciudad, corrían rumores como si se tratara de un pequeño pueblo.

Cuando Jackson se fue, y la casa quedo en oscuridad cuando todos dormían, Jane se levanto para ir hasta el cuarto de Alex, el cual ya no existía, en sus vagos recuerdos habia juguetes y paredes con papel tapiz de pelotas de futbol, siete años después de su fallecimiento la convirtieron en una habitación de huéspedes, pero aun había algo de Alex, dirigiéndose al armario se alza en puntas de pie para agarrar la caja del fondo con sus cosas. La deja en el suelo para mirar su contenido, uno que otro juguete, y ropa, no había demasiado recuerdos de su hermano, sus ojos se concentran en un pequeño cuaderno de tapas marrones, Jane lo agarra observando que era una especie de diario, sube la caja a donde estaba y sale de la habitación yendo a la suya.

Con las luces apagadas camina hasta su cama, donde mira algo extraño en la ventana, Aspen había llegado a su casa, al comprobar la hora ve que es demasiado tarde, pasadas las doce y ellos se habían despedido hace largas horas, Aspen no ingresa a su casa, solo camina hasta el patio y mira al cielo un segundo, parecía estar tomando aire para luego mirar sus manos, Jane deseaba tener mejor vista, pero desde ahí, podía visualizar algo extraño en las manos del chico.

Su mente viajo a todos esos rumores de Aspen, pero ella solo se quedaba estática, viéndolo. Aun en la oscuridad, Aspen se voltea hacia la ventana de Jane, y la chica aguanta la respiración, esperando a no ser vista, no sabe cuanto tiempo pasa desde ese momento, solo sabe que Aspen ingresa a su casa tras mirar fijamente la ventana de la chica, y Jane va a acostarse olvidándose del diario de Alex. 

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