Capitulo V
Jane
Hacía tiempo que no se acercaba a la hamaca que estaba en aquel árbol, donde encima del mismo había una vieja casa que ya no utilizaban. Pero en ese momento, lo encontraba reconfortante y como el único lugar donde se la permitía estar sola con sus pensamientos, ni en las paredes de su habitación parecía poder salvarse, siempre pensando que alguien iría a irrumpir su tranquilidad. Se aferraba con fuerza a la cuerda de la goma mientras seguía dando suaves vueltas, la rama en la que estaba sostenida la cuerda crujía ante su peso.
Era de noche, una noche templada en la ciudad, la gran luna brillando encima de ella, en el interior de su casa todos dormían, el barrio entero lo hacia, menos ella. La nota en su libro le había puesto nerviosa, anteriormente había entrado en una discusión con Cameron acusándolo de hacer una mala broma y del chico defendiéndose diciendo que no sabia ni de lo que estaba hablando.
—¿Chocolate?—pregunta una voz conocida, Jane se voltea a ver a Aspen, el chico se encontraba vistiendo un polo negro, su cabello estaba despeinado, y sus ojos claros brillaron bajo la luz de la luna. El chico mostraba una taza blanca que seguramente tenia chocolate caliente.
—¿Qué haces despierto?
—Me gusta estudiar mas en la noche, te vi sola y pensé...—Aspen cerro la boca y carraspeo antes de negar.—Olvídalo. Tomare solo.
—No negué tu oferta—responde haciendo que se detenga. Aspen asiente y se las ingenia para cruzar la cerca que separaba sus patios con dos tazas de chocolate. Se acerca a Jane dándole la taza blanca, esta misma tenia el dibujo de una flor amarilla, mientras la taza que sostenía Aspen era de color gris con el dibujo de una cara sonriente. Jane visualiza que tenia unos pantalones de algodón, largos y de color negros como su remera.
Por otro lado, la chica llevaba puesto su pantalón de pijama y encima un buzo que le habia robado a Jackson hace meses.
—¿Qué hacías sola? A esta hora salen las brujas—bromea Aspen mientras la ayuda a balancearse moviendola de la cuerda con la mano que no sostenía la taza. Jane bebe de su chocolate caliente sintiendo el sabor dulce entrar por su garganta. Por un momento, contemplo la idea de contarle todo a Aspen, de todas las raras notas que estuvo recibiendo los últimos días, contarle de la última que estaba en su libro, decirle todo.
Sin embargo, vuelve a tomar de su chocolate antes de hablar.
—Pensaba en Jackson—responde recibiendo el calor del chocolate gracias a la taza mientras la agarraba—Nosotros...tuvimos algo como una pelea.
—¿Sobre qué?—pregunta mientras la seguía balanceando.
—¿Te recibirás de terapeuta de parejas cuando termines la carrera?
Aunque la chica fuera brusca, Aspen simplemente sonríe con diversión encogiéndose de hombros.
—Aunque suena interesante meterme en las vidas de las parejas, me interesa mas...la mente clínica, y la mente criminal.—dice bebiendo de su chocolate.—Pero no hablamos de mi, claro esta.
—Bien, ya que insistes. Jackson se enojó conmigo porque no quería tener relaciones y empezó a decir que ya llevábamos un año y medio, que era hora y todo eso—contesta Jane mientras bebe de su chocolate sintiendo el calor ingresar.
Aspen asiente bebiendo de su chocolate, el bicep se le ajustaba en el polo al doblar el brazo, el chico ladea su cabeza pasándose la lengua por los labios sacándose el resto de chocolate.
—Bueno, algo me dice que si luego de una charla el sigue sin entender que no estas lista, tal vez lo suyo esta roto. El amor no se trata de insistir, y presionar, se trata de entender al otro.
—Bueno, si me lo preguntas a mi, puedes recibirte como terapeuta de parejas—dice largando un pequeño bufido provocando la risa de Aspen—¿Como esta tu mamá?
La madre de Aspen era psiquiatra, pero enfermo de salud, y todo lo que se sabia es que estaba en su cuarto encerrada ya que estaba débil, por esa razón Aspen había pasado de mudarse del campus de la universidad de regreso a su casa. Eso era una de las cosas que se oían en el barrio donde ambos vivían.
El chico suelta un suspiro.
—No esta muy bien.—dice é—-Pero lo estará pronto, espero.
Jane le ofrece una sonrisa sincera mientras sus manos rodean la taza de chocolatada, sus ojos van hacia arriba enfocándose en la abandonada casa del árbol. Un ligero viento se levanta moviendo las hojas y las ramas del árbol. Cierra los ojos unos segundos y al abrirlos se encuentra con que Aspen había acortado la distancia.
—Creo que iré a dormir, puedes devolverme la taza mañana.
—Gracias...hasta mañana, descansa Aspen
—Y Jane—dice llamando su atención—No tengas miedo de decirle a tu novio lo que piensas, si crees que es lo correcto, tomaras la decisión que debas.
El chico acaricia un mechón de su cabello rubio, antes de ofrecerle de nuevo una corta sonrisa, caminar a la cerca e ingeniárselas para cruzarla sin lastimarse. Jane se queda en la hamaca un rato mas mientras siente el viento acariciando los pelos de su nuca.
*
Las madres de Hope, Breanna y Halle, habían pedido ayuda para terminar de decorar todo para la llegada de Leo, el primo y nuevo inquilino de Hope. Leo era sobrino del hermano de su mamá Breanna, y era de Manchester y ahora estudiaba en Londres, las familias acordaron que lo mejor era que viviera con ellas en lo que se acostumbraba.
Breanna había ido a buscarlo en la estación de colectivos, mientras que todos los demás aprovechaban el tiempo para terminar las cosas en la casa.
En ese momento, Hope y Jane estaban acomodando la cama del cuarto de invitados, que se convertiría en habitación de Leo. Lana no había ido dando una tonta excusa como que estaba agotada, Ashton, en cambio, estaba ayudando a Halle a hornear, era una excelente decoradora de interiores, pero una pésima cocinera. Pero nadie tenia el corazón para decirle eso.
—Será raro tener a mi primo viviendo aquí. No me llevo mucho con la familia de mamá Breanna.
—Lo poco que eh visto a Leo, puedo decir que parece un lindo chico, en todos los sentidos.
Hope rueda sus ojos con diversión mientras acomodaba las sabanas de la cama.
—Ayer Jackson y yo peleamos—dice Jane jugando con una almohada—-Y no me a devuelto las llamadas.
—No pierdas tu dignidad llamándolo—dice Hope viéndola antes de sentarse en la cama. Jane suelta una risa sin ánimos.—¿Por qué pelearon?
—Ya sabes, sobre tener relaciones. Se enojo porque no quería y saco a relucir eso de "que dirán todos cuando se enteren que no paso nada en un año y medio"—dice Jane poniendo sus ojos en blanco—Aspen me dijo que...
—¿Aspen? ¿tu vecino?—dice Hope bastante interesada—¿Hablaste de esto con Aspen?
—Solamente...estaba en el patio, ¿bien? Y hablamos. No es para tanto—contesta la rubia sentándose al lado de su amiga. Si Lana estuviera ahí, diría algo sucio sobre haberse lanzado hacia el chico con problemas y la reputación de haber estado en un centro psiquiátrico.
Pero se trataba de Hope. La chica de piel morena juega con su cabello suelto mientras mira a su amiga.
—Jane, si Jackson sigue siendo el cabezota que es, lo mejor es buscar alguien que si te entienda. Y no lo digo simplemente por lo que sucedió hace unos años-dice volcando sus ojos-Lo digo porque si tu lo quieres, él debería entender y...
—¡Jane!, ¡Hope!, deben probar mis galletas, están geniales.—Grita Halle llamando a las dos chicas. Ambas amigas se miran antes de ir a la cocina, donde Ashton les hace un gesto de que no estaban buenas, pero que debían fingir. Y eso hicieron, con una sonrisa alabaron las galletas de Halle, no estaban ricas, se había pasado con el azúcar y eran duras de comer. Pero Halle les sonreía mientras veía a todos.
Minutos después, las puertas de la casa se abrieron, donde entra Breanna junto con el hermano menor de Hope y su primo. El chico tenia los auriculares colgando en el cuello, era alto y delgado, con una encantadora sonrisa, ojos amables de color azul y cabello café. Leo saluda a todos, y a su prima con un abrazo.
Todos hablaban sobre la llegada de Leo, reían y comían las galletas de Halle, gracias al cielo Breanna llevo un pastel y Leo ayudo diciendo algo sobre cómo le encantaba aquel pastel para que Halle no se sintiera deprimida.
Al llegar el anochecer, Ashton acompaño a Jane hasta su casa, los dos amigos se despidieron cuando la chica ingresa.
—¿Dónde esta mamá?—pregunta al ver a su padre con un delantal de cocina.
—¿Dónde estabas tu?
—Con Hope, les dije—dice ella.
—Tu mamá esta hablando con los reporteros por teléfono y acordando el día que deben venir para tomar la foto. Lo que me recuerda, Cameron se fue a la casa de un amigo pero encontró un sobre para ti en la entrada.
—¿Ah si?
—Si, lo dejo en tu cuarto.
—¿De quién era?—pregunta ella, pero Adam ya no le prestaba atención a su hija, estaba mas concentrado en sacar a tiempo el pollo y cocinar bien las papas que en lo que sea que le haya entregado. La chica rueda sus ojos caminando arriba, donde entra a su habitación, encima de la cama se encontraba un paquete, un sobre de papel marrón que solo tenia su nombre en el y la dirección de su casa.
Jane abre el paquete con la mano temblorosa para mirar su contenido, con el ceño fruncido, vuelca el contenido en la cama. Eran simples fotografías, de Lana en su BMW junto con alguien que no se veia el rostro, Hope con una sudadera y capucha, Ashton en su traje de animador con la mirada seria, Jackson con su traje de básquet, Aspen patinando, su madre, su padre y su hermano. El corazón le golpea con fuerza en el pecho al ver una foto de ella con el uniforme del colegio con la mirada distraída esperando algo.
Voltea su fotografía pero no había nada escrito, hace lo mismo con todas, pero estaban igual, en blanco. Agarra el paquete encontrando una hoja, donde estaba escrita una frase, "¿Quién peca mas?"
—¿Qué clase de juego retorcido es este?—dice para si misma.
—¿Con quien halas?
Se apresura rápidamente a poner una de las almohadas encima de las fotos antes de voltearse a ver a su madre quien estaba parada en la puerta de la habitación utilizando el celular. Edith alza la mirada a su hija alzando una rubia ceja.
—Solo...unas ideas de Ashton, tiene ocurrencias raras a veces.
—No se si quiero saber, pero que no sea algo que dañe tu reputación, necesito ganar votos para que me elijan como candidata y no lo harán si no me muestro perfecta.
—Porque la perfección es la clave del éxito, ¿verdad?—repite como cotorra,
—Exacto cariño, ve a lavarte, ya esta la cena.
La chica asiente y su madre cierra la puerta detrás suyo. Suelta un suspiro agarrando todas las fotografías y las esconde en su cajón del tocador antes de retirarse.
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Nos vemos hasta el miércoles con más de esta historia
Tengo ig por si quieren seguirme: Julxswatt99
¡Tengan Buena semana!
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