O7
TaeHyung bostezo y si no estuviera en su auto, estaría estirándose a sus anchas.
Ese día había estado casi doce horas en la universidad, se sentía exhausto, sólo quería llegar a casa, cenar, correr a Jungkook (que se la vivía más ahí que él mismo), tomar una ducha y finalmente dormir.
Metió segunda y arrancó cuando el semáforo se puso en verde.
Ni se sorprendió cuando se encontró con el auto de Jungkook frente a su casa.
Jungkook le caía de poca madre y a pesar de que era bastante bromista, era también muy respetuoso, esa era la principal razón por la que no le molestaba que pasara tanto tiempo en su casa aun cuando él no estaba presente, porque sabía que si fuera cualquier otro de sus amigos de inmediato habrían querido coquetear con su papá, cosa que lo molestaba tanto que sentía la bilis subirle hasta la garganta.
Estacionó su auto detrás del de su padre, alcanzo su mochila y un par de carpetas del asiento del copiloto y salió de ahí.
Estaba colgándose la mochila al hombro cuando la señora Kim paso por su acera paseando a su pomerania.
—TaeHyung ¿Cómo te encuentras?— le dijo deteniéndose a unos pasos de él y haciéndolo querer llorar ¡Había estado tan cerca de llegar a casa!
—Muy bien, señora Kim. — dijo intentando poner su mejor sonrisa. — ¿Y usted?
— ¡En perfectas condiciones! — dijo animada, su rata peluda y de ojos bizcos comenzando a saltar y ladrar a su alrededor. — El otro día vino mi sobrina SooJin, de la que te conté hace meses ¿Recuerdas? Y resulta que todavía no tiene alfa, así que quería presentarlos, lo malo es que aún es muy joven, tendrían que esperar algunos años para hacer oficial la relación, pero si no quieres esperar también está su hermano, Seok Jin, él si tiene tu edad, bueno es un año más chico ¿Si tienes veinte, verdad? Pero pueden arreglárselas muy bien y es muy guapo mi sobrino, se fue unos meses de intercambio a Sudamérica y regreso tan bronceado que mucho alfas se le lanzan encima, aunque según me comento él, ninguno que valga la pena.
—Señora Kim. — Interrumpió cuando ésta tomo un respiro. — Le agradezco mucho su atención, pero realmente me siento cansado ¿Le parece si dejamos ésta conversación para otro día? — él comenzaba a tener jaqueca.
—Oh, sí, por supuesto. — TaeHyung le sonrió y comenzó a levantar la mano para despedirse cuando ella volvió a hablar. — ¿Y cómo está tu papá? Lo veo más radiante desde que se consiguió a ese guapo novio suyo ¿Es más chico que él? Oh, bueno no importa, lo importante es que son felices y el alfa realmente se ve muy atento con él, me recuerda a mi-
—Creo que se está confundiendo, mi papá no está saliendo con nadie. — estaba tenso ¿Novio? ¿Más chico que mi papá?
—Oh no te preocupes, tu papá no debería avergonzarse, a nadie le importa que esté saliendo con alguien más joven. — hizo un ademán de mano, restándole importancia. — Además es muy guapo su alfa, todo piel bronceada y mandíbula dura, realmente me recuerda a mi Joong. — soltó un suspiro soñador, ignorante de la tensión creciente en el cuerpo de TaeHyung.
—Sí, muy guapo. — dijo con los dientes apretados, las manos cerrándose en puño y las carpetas que sostenía arrugándose.
—Bueno. — soltó la señora Kim. — te dejo para que descanses, buenas noches. — le sonrió y comenzó a caminar, alejándose.
TaeHyung se quedó casi cinco minutos sólo ahí, parado y realmente sin pensar en nada, después soltó un suspiro y se relajó, era probable que la señora Kim sólo estuviera confundiendo a Jungkook como la pareja de su papá porque pasaba mucho tiempo en casa, así que no se iba a precipitar, iba a entrar a casa y a comprobar que tan cierto era.
Encendió la alarma a su coche y se dirigió a la entrada.
Cuando entro dejo su mochila y las arrugadas carpetas junto a puerta, así como sus llaves en el bowl destinado a eso y su chaqueta en el perchero.
Después se guio por las voces hasta la cocina.
Su papá estaba cocinando, mientras que Jungkook estaba concentrado en su celular, aunque platicaban.
—Hijo, que bueno que llegas. — le dijo su papá sonriéndole, él le regreso la sonrisa. — La cena ya está casi lista.
Choco puños con Jungkook y después fue y abrazo a su papá, enterrando su cara en su cuello, tal como lo hacía cuando tenía cinco años, y aspiró.
Vaya pensó tal parece que la señora Kim decía la verdad.
JiMin miro sorprendido a su hijo, hacia muchísimos años que no hacia eso y ahora... Y ahora lo hacía, cuando tenía el olor de Jungkook tan reciente sobre él. Sin embargo, contrario a cualquier reacción explosiva que esperaba de su parte, TaeHyung sólo le sonrió y se alejó, recargándose en la isla junto a Jungkook, que había dejado el celular de lado al también darse cuenta de lo que había sucedido.
— ¿Qué pasa?— dijo, al pasar casi cinco minutos sin que prácticamente nadie, excepto él, hiciera nada. — ¿Temías que captara tu olor en mi padre? — le dijo a Jungkook un segundo antes de lanzarse sobre él.
— ¡TaeHyung!— grito JiMin asustado, corriendo hacia ellos.
— ¡Confié en ti, jodido imbécil! ¡Confié en ti!— grito TaeHyung por su parte, golpeando a Jungkook en el rostro.
En un inició el alfa castaño ni siquiera hizo el intento de defenderse, hasta cierto punto era como de acuerdo, está bien, me lo merezco, tiene razón pero cuando empezó a escuchar la voz desesperada de JiMin pidiéndoles que se separarán, por contradictorio que parezca (que sea) comenzó a responder los golpes y después de darle un golpe al chico que lo atonto, se lo quitó de encima y se puso de pie, TaeHyung siguiendo sus pasos un par de segundos después.
JiMin fue veloz en colocarse entre los dos, encarando a su hijo.
—TaeHyung, por favor cálmate. — las manos de JiMin temblaban cuando las levantó.
Pero TaeHyung no lo miraba, sino que miraba a Jungkook por encima de su padre y sin ningún cuidado dejó caer su mano en el hombro del omega y aunque no fue su intención empujarlo, eso fue lo que sucedió y de no ser por Jungkook, JiMin hubiera ido a dar al piso.
Sólo con el jadeo que soltó JiMin fue que TaeHyung reaccionó, parecía asustado cuando miro a su padre, pero la furia regreso cuando observo las manos de Jungkook sobre éste.
— ¡Todo esto es tu culpa!— le rugió a Jungkook, que ahora si comenzaba a enojarse. — ¡Te deje entrar a ni casa! ¡¿Y así es como me pagas, pendejo?!
Jungkook se colocó delante de JiMin, que parecía a punto de tener una crisis nerviosa.
—Eres un imbécil egoísta. — le dijo Jungkook con los dientes apretados, tanto que parecía que en cualquier momento se le romperían. — Tan jodidamente egoísta ¡Él ha dado todo por ti! ¡Todo! — la furia era palpable en su voz. — ¡¿Y tú que carajos has hecho por él, eh?! ¡¿Qué?! — Escucho a JiMin murmurar su nombre a sus espaldas, él llevo su mano hacia atrás, tomando la del omega con la suya y por consecuencia calmándose casi al instante. — Para de ser tan egoísta y dejarlo vivir su vida.
TaeHyung de pronto estaba pálido y estaba retrocediendo un par de pasos cuando dio media vuelta y prácticamente salió corriendo.
JiMin salió de detrás de Jungkook y quiso seguir a su hijo, pero para el momento en que sus temblorosas piernas lo dejaron llegar hasta la puerta de entrada éste ya estaba metiendo tercera en su auto y saliendo a toda velocidad.
JiMin podía sentir palpitaciones en los oídos, sus manos temblaban y las náuseas trepaban por su estómago y cuando quiso gritar el nombre de su hijo sólo salió una exhalación en su lugar.
Mi hijo, mi hijo, que esté bien, por favor, que no le pase nada, es todo lo que pensaba antes de que Jungkook lo atrapara entre sus brazos cuando comenzó a caer.
El alfa se las arregló para cerrar la puerta y llevarlos al sillón, donde JiMin comenzó a sollozar contra su hombro.
—Mi bebé, Jungkook, mi bebé. — Sollozo. — Que no le pase nada a mi bebé.
Jungkook sólo lo apretó más contra él, acariciando su espalda y diciéndole palabras de consuelo, en cuestión de minutos el omega terminó dormido sobre el alfa a causa del agotamiento emocional.
🌼
Cuando JiMin despertó eran casi las tres de la mañana y estaba acostado en su cama.
Ojala hubiera sido como en las películas o novelas, en donde cuando se despertaban se encontraban confusos y su mente no se aclaraba sino hasta un par de minutos después, pero no, en su lugar JiMin se había despertado sobresaltado y con lágrimas apunto de derramarse.
Se había levantado un poco más estable, yendo hasta la habitación de TaeHyung para ver si ya estaba en casa, pero se encontró con una habitación sola y fría que lo tuvo estremeciéndose y logrando hacerlo llorar una vez más.
Comenzó a bajar las escaleras cuando escucho ruido en la planta baja, limpiándose las lágrimas y sorbiendo los mocos cada pocos segundos.
Se encontró con Jungkook en la cocina. Estaba recargado en la encimera y oprimía una bolsa de hielo contra su pómulo y otra contra su nariz. En cuanto entro, Jungkook dejo dichas bolsas de lado y fue a abrazarlo, dejando un beso en su coronilla.
— ¿Cómo estás?— le pregunto el alfa mientras JiMin admiraba los moretones un tanto hinchados alrededor de su cara.
— ¿No has sabido nada de TaeHyung?— pregunto en cambio JiMin, sólo recibiendo una negación, provocándole soltar un tembloroso suspiro.
—Ya verás que está bien, amor, sabe cómo defenderse.
—Pero nunca lo había visto tan enojado, me rompe el corazón. — Jungkook lo apretó más contra él y aunque para JiMin el agarre era un tanto doloroso, se dejó hacer porque quería sentir a Jungkook ahí junto a él, aun cuando ese era justamente el problema, ya era demasiado tarde para que él renunciara al alfa, ya no podría hacerlo.
—Todo estará bien, Tae te adora y aun cuando a mí nunca me perdone ten por seguro que a ti si te perdonara porque eres su papá. — Levanto la cara del omega entre sus manos para que lo mirara. — ¿De acuerdo?— Y sólo cuando asintió lo soltó, dejando un beso sobre sus labios. — Ve a sentarte, te prepare un té para los nervios ¿Si? — cuando intento sonreír hizo una mueca a causa de la herida del labio, herida en la que JiMin dejo un leve beso.
—Gracias por todo esto. — Dijo dándole un rápido abrazo. — Te quiero mucho, Jungkook.
Y a pesar del dolor, Jungkook sonrió.
—Y yo a ti, amor. — Bajo la cabeza, dejando un beso en su cuello — Ahora ve a sentarte, en un momento voy.
JiMin asintió y dio media vuelta, algo cabizbajo y no había dado ni dos pasos cuando Jungkook lo nalgueo.
—Lo siento. — dijo el alfa riéndose cuando JiMin lo miro sobre su hombro. — No me pude contener.
JiMin hizo el ademán de sonreír, negando con la cabeza y finalmente saliendo hacia la sala.
Cuando Jungkook llevo el té a la sala se encontró con el omega acurrucado en el sillón mirando la televisión, que tenía el volumen realmente bajo.
Le tendió la taza y se sentó junto a él, atrayéndolo hasta que sus costados estuvieron totalmente uno contra el otro, después le pasó un brazo sobre los hombros y JiMin término apoyando su cabeza sobre éste, dándole sorbos a su té cada poco tiempo.
Pasaron casi dos horas de esa manera, la taza ahora vacía sobre la mesita cafetera y ellos adormilados, prestando más atención a las ligeras caricias que sus dedos se brindaba que realmente a lo que pasaba la televisión.
Ambos se enderezaron cuando escucharon a alguien intentar abrir la puerta.
—Quédate aquí. — le dijo Jungkook poniéndose de pie y en un par de zancadas saliendo de la sala, pero JiMin lo siguió a sólo un par de pasos atrás porque si era TaeHyung él quería ver que estuviera bien y si era un ladrón él podría ayudar a Jungkook.
Pero claro que no era un ladrón, era su hijo cayéndose de borracho.
— ¡TaeHyung!— JiMin rodeo a Jungkook y sostuvo a su hijo, que a punto estuvo de caer.
TaeHyung lo miro con los ojos cristalinos.
—Perdón, papá. — y más que arrastrada, la voz de TaeHyung se escuchaba quebrada.
JiMin sintió que se le rompía el corazón.
—Vamos adentro ¿Si, Tae? Anda, ayúdame, hijo, sabes que no te puedo.
Pero TaeHyung no pensaba con claridad gracias a los efectos del alcohol y aunque intentaba avanzar, sus torpes y entumecidas piernas no le respondían correctamente, por lo que tuvo que ser Jungkook el que lo arrastrara hasta el interior de la casa.
—Hay que llevarlo de una vez hasta su habitación ¿Si?
Y por supuesto que Jungkook arrastro al chico hasta ahí.
—Si necesitas ayuda, háblame, voy a estar abajo. — le dijo el alfa después de dejar a TaeHyung sobre su cama.
JiMin asintió, permitiéndole irse después de dejar un beso sobre su hombro, y entonces estaba dedicándose a sacarle los zapatos a su hijo.
—Papá, perdóname. — dijo TaeHyung sorprendiendo a JiMin que creía que su hijo ya estaba dormido.
—No hay nada que perdonar, cariño. — le dijo JiMin acariciando su cabeza.
—Claro que sí. — Respondió TaeHyung echándose a llorar— Perdón por arruinar tu vida, por siempre ser una molestia desde que nací. Si nunca hubiera existido tú hubieras sido muy feliz.
—No, no, bebé, no digas eso, no es verdad. — dijo limpiando las lágrimas del enrojecido rostro. — Nunca has sido una molestia, ni has arruinado mi vida y sólo... Sólo es por ti que logre superar lo que me paso. Eres el motor de mi vida, mi felicidad y no quiero que vuelvas a decir eso, no quiero escucharte decir eso otra vez ¿De acuerdo?
Pero su hijo estaba borracho y probablemente ni siquiera recordará esa conversación la mañana siguiente.
Salió de la habitación hasta que TaeHyung se durmió y encontró a Jungkook recargado contra la pared de enfrente, en lugar de estar abajo como había dicho.
JiMin se acercó y lo tomo de la mano.
—Vamos a acostarnos. — dijo halándolo hacia su habitación.
— ¿Ahora?— dijo Jungkook con fingida sorpresa. — ¿No crees que eso moleste más a TaeHyung si se da cuenta? Amor, creo que lo mejor sería dejarlo para otro día en que las cosas estén más calmadas.
JiMin se sonrojó y le dio una palmada en el hombro.
—Oh cállate, sabes a lo que me refiero, pervertido.
Jungkook sólo se echó a reír.
Después de prepararse para dormir, finalmente se acostaron.
— ¿Crees que me perdone?— dijo JiMin contra el pecho del alfa.
Jungkook nunca quiso que eso pasara, nunca creyó que se llegaría a ese extremo, ni que TaeHyung reaccionaria de esa manera y hasta cierto punto se siente culpable de haber ocasionado todo eso, pero también se siente tan feliz (aunque sea egoísta) de que JiMin ni siquiera tuviera en su cabeza la posibilidad de romper la relación que tenían y es que de acuerdo, ellos están a días de cumplir apenas tres meses, pero él está profundamente enamorado del omega en sus brazos.
Tres meses son más que suficientes para amar a JiMin.
—Ya verás que sí, amor. — dijo besando su mejilla y después apoyando su cabeza en la del omega.
Espero que sí porque no me pienso ir de ninguna parte.
🌼
Este capitulo me dejó un quiebre emocional muy fuerte.
Entiendo el pensamiento de JiMin porque Tae es su hijo y sigue siendo su bebé apesar de todo sjdbkd
PARA QUE ME ENTIENDAN, LLORÉ :C
¿Ustedes que sienten? ¿Lloraron? ¿Estan deacuerdo con Tae?
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