O2
Después de correr durante cuarenta y cinco minutos JiMin finalmente regresó a casa.
Eran apenas las nueve y media de la mañana cuando se tomaba un jugo verde apoyado en la isla de la cocina, así que tenía tiempo de sobra para darse una ducha y preparar el desayuno antes de que Taehyung despertara.
Cuando se terminó el jugo, dejó el vaso en el lavavajillas y fue hasta las escaleras, subiéndolas con un ligero trote antes de entrar a su habitación.
Revisó las notificaciones y correos en su celular y decidió que todo el trabajo podía esperar hasta el lunes, ahora era fin de semana y quería pasar tiempo de calidad con su hijo.
Tomó uno de los lindos boxers de encaje que tanto le encantaban, unas bermudas que le llegaban un par de dedos arriba de la rodilla y una camisa floja, de esas que Taehyung tanto detestaba porque siempre se dejaba los primeros tres o cuatro botones abiertos, pero que él tanto amaba, y se metió al baño.
A pesar de que el baño estaba en su habitación, él siempre prefería meter toda la ropa y salir ya vestido en lugar de salir envuelto en una toalla, le parecía más práctico.
Se bañó en quince minutos y bajo en otros quince, encontrándose con el amigo de su hijo sentado en un taburete de la isla leyendo el periódico que todas las mañanas recibían.
—Oh... — se detuvo un par de segundos en el marco de la entrada, sorprendido. No podían culparlo, él había olvidado que el chico se había quedado a dormir.
El amigo de su hijo lo miro sobre su hombro, su mirada recorriéndolo y deteniéndose un par de segundos más de lo adecuado en la piel expuesta por la abertura de los primero botones de su camisa, entonces levanto la mirada hasta la cara y le sonrió.
—Buenos días.
JiMin tenía treinta y tres y era lo suficiente maduro como para aceptar, para sí mismo, que el amigo de su hijo era bastante guapo, si tuviera diez años menos o el chico diez más, definitivamente se lanzaría sobre él.
No había podido verlo muy bien la noche anterior, ya sea por la poca luz o por sus ojos tan cansados y somnolientos, lo que sea que fuera, ahora lo veía bien y vaya... Vaya.
—Buenos días. — murmuró entrando a la cocina. — ¿Cómo te sientes? ¿Resaca o algo?
Como respuesta obtuvo la risa del chico.
—No mentía cuando te dije que no estaba borracho, han sido realmente pocas las ocasiones en que he tomado y aun así nunca me he emborrachado.
—Eso es bueno. — Dijo comenzando a preparar un grasoso omelet para su hijo (y otro para su amigo), porque él definitivamente si tendría resaca. — Eres muy joven como para arruinarte el hígado de esa manera. — si puso algo de énfasis en la palabra joven Jungkook lo ignoro— aunque no puedo hacer que Tae entienda eso.
—Pero el alcohol es tan bueno, papá, la quemazón de éste pasando por tu garganta, irresistible. — dijo Taehyung entrando y dejándose caer pesadamente en un taburete, el cabello revuelto y su piel más pálida que de costumbre.
JiMin sonrió, sabiendo perfectamente a lo que se refería su hijo.
—Aun así, hijo, tú tomas en exceso. — puso los omelets en platos y dejo uno frente a cada uno de los alfas sentados en su cocina, dejando, además, un beso en el cabello de su hijo antes de volverse y comenzar a preparar su propio desayuno.
Un par de minutos después se estaba sentando él también, un plato con yogurt, frutas y distintos cereales frente a él.
JiMin pensaba en lo que compraría en el super cuando Taehyung, que estaba frente a él, se estiro sobre la isla hasta alcanzar su camisa.
— ¿Qué-?
— ¿Cuantas veces te he dicho que no uses las camisas así, papá? — murmuro cerrándosela. — Los botones están ahí por algo y además no me parece adecuado. Recuerda lo que paso con el papá de Hyunjin — JiMin resopló rodando los ojos.
—No sé quién sea Hyunjin, ni su papá, pero ¿Qué paso?— se metió Jungkook, echando de menos la piel expuesta en el omega.
—Hyunjin era un buen amigo mío y su padre, un imbécil prepotente, fue hasta mi papá en un día de campo organizado por la preparatoria y de un tirón le abrió la camisa, arrancándoles los botones y dejándola inservible. Papá le dio una patada en los huevos. — ignoró el golpe que JiMin le dio en la mano y continuó con una sonrisa orgullosa. — Que te aseguro a todos nos dolió, pero el idiota se lo merecía. Yo lo noquee, la policía llego y se lo llevo. Y Hyunjin jamás me volvió a hablar.
Incluso Jungkook se sentía molesto, aunque orgulloso también, por lo que había hecho JiMin.
— ¿Y cuál fue su excusa?
—El pendejo. — JiMin le dio otro golpe en la mano— se atrevió a decir que mi papá se le había estado insinuando.
JiMin tomo de su té verde, mirando a su hijo sobre la taza y ocultando una sonrisa.
—Bueno, Tae, pero ese fue un suceso de una vez en la vida, no ha vuelto a suceder y no volverá a suceder. — dijo volviendo a desabrochar los primeros botones. — Así que come para que te arregles y vayamos a hacer las compras.
Con eso el chico soltó un suspiro y continuo comiendo mientras conversaba con Jungkook.
🌼
—Taehyung, ve por la leche y el yogurt. — dijo JiMin varias horas después mientras escogía un par de manzanas.
—Mejor yo escojo la fruta y tú vas por la leche. — pero JiMin sólo lo miro con las cejas alzadas, haciendo que Taehyung suspirara y fuera hasta la sección de lácteos del supermercado.
Tomo un galón de leche y se quedó mirando los yogurts, indeciso entre que sabor llevar cuando un rico olor llegó hasta sus fosas nasales, no era el mejor que había olido en su vida, pero si era lo suficientemente bueno como para buscar a su dueño con la mirada. Dicho dueño resulto ser una bonita omega de delicados rasgos que se sonrojo cuando la miro.
Él le dedicó su sonrisa más matadora y comenzó a acercarse, la omega en respuesta batió sus pestañas y le dedico una pequeña sonrisa.
—Hola. — dijo cuando llegó a su nivel, su sonrisa implacable.
—Hola... — murmuro ella jugando tímidamente con su cabello.
—Soy Taehyung. — extendió una mano, que la chica de inmediato tomo, y después se inclinó a besarle la mejilla, sus labios realmente cerca de tocarse— ¿Tú eres?— preguntó cuándo se separaron, aunque sin soltar sus manos.
—Ella es una adolescente de quince años, así que aléjate, pervertido— dijo un omega, llegando y apartando a la chica.
Taehyung no pudo evitar notar lo parecidos que eran, probablemente era el hermano mayor de la chica de-
— ¿Quince años?— Dios, si se sentía un pervertido, que horror.
Miró a la omega de arriba a abajo. Ella parecía de al menos dieciocho.
—Uhm, lo siento, mi error. — los miro una vez más antes de dar vuelta, tomar el primer bote de yogurt que vio e irse.
Cuando llego al área de frutas y verduras su papá ya no estaba donde lo había dejado, sino que estaba escogiendo algunas verduras, o al menos en algún momento lo había hecho, porque justo ahora estaba siendo acorralado por un alfa con sonrisa estúpida.
En un par de zancadas estuvo junto a él, tomándolo por el hombro y haciéndolo retroceder.
Le dirigió una mirada a su papá, revisando que estuviera bien, a lo que el susodicho sólo se encogió de hombros antes se rodar los ojos.
— ¿Se te ofrece algo?— habló Taehyung poniéndose frente a su papá y consiguiendo esconderlo casi en su totalidad.
El alfa lo miro irritado.
— ¿Te importa? No estaba hablando contigo, niño. — Taehyung no pudo evitar rodar los ojos, asqueado.
—Piérdete, imbécil— Taehyung siempre quería golpear a los jodidos alfas que como éste acosaban a su papá y esta vez no era diferente, pero estaban en un supermercado y no quería comenzar una pelea, porque entonces llegaría la policía y se lo llevarían a él también, ya había sucedido en el pasado y su papá siempre se había puesto todo nervioso y asustado cuando ocurrió, así que esta vez lo dejó pasar y simplemente comenzó a irse, dándole un empujoncito a su papá para que avanzara.
Claro que el imbécil tenía otra idea y poniéndole una mano en el hombro lo hizo regresar y TaeHyung ya no tenía la paciencia como para tratar con él, así que en cuanto volteo le dio un puñetazo en el rostro, haciéndolo trastabillar.
— ¡TaeHyung! — exclamó JiMin tomando su ante brazo y halándolo hacia atrás, pero entonces el otro alfa ya estaba abalanzándose contra ellos y JiMin no quería que nada le pasara a su niñito, así que se adelantó y le dio una de sus patentadas patadas en la entrepierna al imbécil, dejándolo en el piso y hecho toda una bola de lloriqueos, después volteo ver con mala cara a TaeHyung. — ¿Qué te he dicho? — todo el enojo en el rostro del chico desapareció, de pronto pareciendo regañado. — Sabes perfectamente que me puedo defender por mí mismo y si este tipo hubiera querido sobrepasarse yo me hubiera hecho cargo. ¿Y si quieren arrestarte? Tae tienes que detenerte a pensar mejor en las consecuencias de tus acciones.
Y entonces TaeHyung sólo agachó la cabeza, susurrando un perdón, aunque ambos sabían que volvería a suceder, porque él era muy sobreprotector con su papá y no soportaría verlo lastimado, después de todo sólo se tenían ellos dos.
🌼
Ocho. Los celos de los omegas serán cada dos meses, aunque pueden ser irregulares.
Nueve. Los omegas son cien por ciento fértiles en sus días de celo, sin embargo se pueden embarazar aún sin estar en celo, pero con más bajas probabilidades.
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