Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

14

TaeHyung iba con la cabeza gacha, el ceño fruncido y las manos dentro de las bolsas de su gabardina mientras caminaba hacia la casa de su padre, si, caminaba, porque su coche se lo había llevado una grúa, porque al parecer se había estacionado en lugar prohibido.

De por si había estado cansado cuando finalmente compró lo que su padre le había encargado y ahora había tenido que caminar desde el centro de la ciudad hasta la casa de éste, eso sin mencionar el estrafalario monto que le iban a cobrar como multa cuando fuera a recuperar su auto. O sea, de no haber sido porque su pequeña hermana ya había nacido, su día habría sido una completa mierda, y todo por culpa de Jungkook.

Jodete, Jungkook, pensó con rencor.

Y bueno, sí, de acuerdo, tal vez no era directamente culpa de Jungkook, pero era su culpa, así que no había mucho que hacer.

Después de otros quince minutos de caminata finalmente veía su casa, así que se dio prisa, deseoso de llegar y matar a Jungkook, o desaparecerlo de sus vidas, lo que pasara primero, aunque... ¡Maldición, papá! pensó frustrado.

Entró a su casa con mala cara, dejando con más fuerza de la necesaria sus llaves y gabardina, entonces entro a la sala, encontrándose con toda la familia de Jungkook, al jodido Jungkook y a su papá sentados en la sala, éste último recostado y arrullando a su hermana.

—Hola. — dijo sonriéndole a la madre de Jungkook, que era bastante agradable, no como el estúpido de su hijo pensó.

A Jungkook le levantó el dedo medio, ignorando las risas de la madre y hermanas de Jungkook y el regaño de su papá.

Y finalmente a su padre se le acerco con una sonrisa, estirando los brazos para poder cargar a su hermanita.

JiMin se la paso y todos vieron como TaeHyung la cargaba con todo el cuidado del mundo, una pequeña sonrisa curvando sus labios.

Claro que el momento de ternura se reventó cuando TaeHyung se la regresó a JiMin diciendo:

—La voy a molestar mucho cuando crezca. — Y sin que los demás lo notarán le señalo a su padre con la mirada que su encargo estaba entre las sábanas de Eunbi. Su papá le sonrió con agradecimiento y TaeHyung odio más a Jungkook por ser tan estúpido, o sea, su papá era increíble y Jungkook era estúpido.

—TaeHyung. — Llamó su atención la madre de Jungkook. — ¿y tú planeas tener hijos?

—Como en veinte años. — Le dijo con una sonrisa que puso a todos a reír.

—Lo dudo, con esa actitud tan nefasta tuya, dudo que alguien te soporte lo suficiente como para que tengas hijos. — Dijo Jungkook sentándose en el brazo del sillón junto a JiMin y mirándose las uñas.

—Si estás con mi papá es sólo porque te aprovechaste de él, jodido imbécil abusador, de no ser por él estarías solo toda tu vida.

— ¡TaeHyung!— le llamo la atención JiMin, escandalizado. — Compórtate que tenemos visitas.

TaeHyung cruzo los brazos, enfurruñado, pero sin dejar de mirar a Jungkook con el ceño fruncido.

—Por cierto, Jungkook, por tu culpa se llevaron mi coche, tú vas a pagar la multa y tú vas a ir por él. — TaeHyung sabe que se está comportando como un niño enfurruñado, pero nadie puede culparlo, él sólo no le tiene paciencia justo en esos momentos.

Después de un rato más la madre de Jungkook se retiró para ir a dejar a sus hijos al cuidado de su esposo, pero prometiendo que volvería en un par de horas para ayudar a JiMin, Jungkook entonces la había acompañado hasta su auto y el omega aprovecho el momento para prepararse.

—Tae ¿la puedes cargar por unos minutos? — Le dijo enderezándose y extendiéndole a Eunbi, su hijo la cargo de buena gana, aunque no se veía muy feliz.

—Estoy firmemente en desacuerdo con lo que vas a hacer, pa, tú ya has hecho bastante, deja que él se esfuerce un poco.

—Entiendo lo que dices, Tae, pero eso no cambia nada, porque es algo que yo quiero hacer.

TaeHyung bufó, meciendo a su hermana, que comenzaba a removerse en sus brazos.

—Increíble. — pero cierto pensó rodando los ojos.

Jungkook entró unos minutos después, una sonrisa realmente feliz en su rostro que TaeHyung quiso quitarle con un golpe.

—Jungkook, cariño, ¿me ayudas? — Lo llamo JiMin extendiendo una mano hacia él, Jungkook por supuesto se apresuró a llegar a su lado. Lo que no espero fue que cuando JiMin se pusiera, trabajosamente, de pie, le dejara una pequeña bolsita de terciopelo verde en la palma de la mano.

— ¿Qué es? — JiMin se encogió de hombros con una sonrisa y Jungkook escucho a TaeHyung bufar un idiota, pero entonces él ya estaba abriendo la bolsita, encontrándose con un simple anillo de oro con pequeñas esmeraldas incrustadas en todo su alrededor. Lo miro durante largos segundos sin comprender realmente de que se trataba, y cuando levantó la mirada se encontró con que JiMin lo veía con una sonrisa y ojos ilusionados. — Gracias, amor, es muy bonito. — Porque realmente lo era, pero cuando vio la sonrisa de JiMin caer, supo que había dicho algo mal.

—Tú en serio no eres más estúpido porque no cabe más estupidez en ti ¿verdad, Jungkook? — dijo TaeHyung apareciendo en su campo de visión, parecía realmente molesto. — Se te está proponiendo, tú estúpido idiota.

—Pero no te preocupes. — Se apresuró a decir JiMin avergonzado, mirando hacia el piso. — Olvídalo, tómalo como un regalo y, hmm... ¿Me ayudas a llegar a la habitación? Me siento cansado.

—Sí. — Entonces dijo él con una sonrisa.

—De acuerdo, si, gracias. — Dijo el omega extendiéndole los brazos, sin atreverse a mirarlo a la cara y luciendo realmente abochornado.

—No, acepto, digo que si a esto. — Murmuró poniéndose el anillo en el dedo anular izquierdo. — Digo si a casarme contigo, bebé.

Cuando JiMin lo miro parecía deslumbrado.

— ¿Si?

—Por supuesto que sí, amor— Dijo abrazándolo por la cintura y besando esos preciosos labios.

—Ugh, que asco, vámonos, Bunny. — Escucho a TaeHyung alejándose.

  —No hay nadie más con quien me gustaría pasar el resto de mis días. — Dijo entonces él, separándose y acariciando la mejilla del omega. — Te amo.

—Yo también te amo. — Le respondió su precioso JiMin. — Y gracias, cariño, por todo. — Y entonces Eunbi había comenzado a llorar y TaeHyung había entrado en pánico, llegando hasta ellos completamente asustado.

Un año después...

— ¡TaeHyung! ¡¿Dónde está tu hermana?! ¡¿Ya están listos?! — grito JiMin casi trotando hasta la habitación de su hija menor, donde se supone que su hijo mayor le había ayudado a cambiarla y a peinarla, porque, jodido infierno, se le hacía tarde para su boda y él no iba a llegar tarde a su boda, sobre su cadáver.

—Eh, sí. — escucho la dudosa voz de TaeHyung.

Pero claro que él no podía confiar en su hijo (ni en Jungkook, que había huido a la casa de su madre a primera hora de la mañana con la excusa de que era en contra de la tradición verse antes de la boda, claro que todos sabían que el muy cobarde sólo huía del estrés de JiMin), porque, de acuerdo, si, su hija ya estaba cambiada, tenía ese lindo vestido azul cielo que ella misma había escogido, con su medias blancas y su zapatos blancos de charol, pero entonces ella tenía el cabello aún más revuelto de como recordaba haberla dejado.

— ¡Park TaeHyung!

— ¡No me culpes, ella no se deja! — dijo levantando las manos, con el ceño fruncido y el cepillo en una mano.

JiMin termino de anudarse el moño azul de su smoking blanco y le quito el cepillo.

—No es posible que yo tenga que hacerlo todo, estás viendo que no me alcanza el tiempo y no me ayudas, TaeHyung. — Tomó a su hija, que había estado ignorándolos y jugando con sus muñecas, y la sentó frente a su tocador.

—Papi. — Rezongo la niña con un puchero.

—Eunbi, tenemos prisa, así que pon de tu parte, por favor. — Dijo cepillándole el cabello.

—Babies. — Dijo la niña con otro puchero, levantando su muñeca para darle a entender que ella quería seguir jugando y poniendo esos ojos que siempre quebraban cualquier voluntad de Jungkook, pero no la de JiMin.

—No, jugaras después.

Se las arregló para peinarla en menos de quince minutos, entre quejidos de ella y bostezos de TaeHyung.

—Toma. — Dijo pasándosela a TaeHyung. — Espérenme en el coche, bajo en cinco minutos. — Dijo ya saliendo de la habitación. — Y no se te olvide llevarte su mochila.

—Pero creí que la mamá de Jungkook ya la tenía. — dijo su hijo siguiéndolo con incertidumbre.

— ¿Hye Kyo? O sea, si, ella también tiene ropa de Eunbi, pero a menos que quieras ir hasta su casa y recogerla, te recomiendo que tú lleves de aquí.

—Pero ¿yo para que la quiero? — dijo apoyando a Eunbi en su cadera.

Esa pregunta tuvo a JiMin dejando de aplicarse el poco corrector que había planeado ponerse para eliminar las ojeras bajo sus ojos.

—La vas a cuidar hasta pasado mañana ¿recuerdas? Cuando Hye amablemente ira por ella y la cuidara las siguientes tres semanas.

TaeHyung abrió la boca durante unos segundos antes de cerrarla.

—Lo había olvidado. — murmuró finalmente.

—Eso me pareció. — Dijo dando golpecitos bajo sus ojos con la esponja. — Date prisa, tienes suerte de que yo ya la había empacado, está junto a su cama, anda, bajo en un par de minutos. — cuando su hijo abrió la boca para rezongar, JiMin lo miro con las cejas alzadas, que tuvieron a su hijo asintiendo y saliendo de su habitación.

JiMin soltó un suspiro, mirándose en el espejo.

De haber sabido que se estresaría tanto, habría aceptado la propuesta de Jungkook, medio año atrás, de hacer un viaje exprés a Las Vegas y casarse ahí, pero no, el señorito (él) había querido una boda como la tradición lo mandaba, por supuesto que dicho señorito no había tenido en cuenta lo mucho que costaba tratar de estar a tiempo en cualquier lado teniendo un hijo de un año, u organizar algo o hacer cualquier otra cosa. Simplemente era casi imposible.

Mirando el reloj a través del espejo, se dio cuenta de que ya faltaban veinte minutos para que comenzara la misa, el templo estaba como a diecisiete minutos, así que si se iba ya podía llegar faltando un par de minutos.

Salió a pasos apresurados de la habitación, tratando de recordar si llevaba todo, creía que sí, pero probablemente olvidaba algo, como siempre le pasaba.

Estaba cerrando la puerta con llave cuando se dio cuenta que no llevaba su saco. Maldijo entre dientes y volvió a abrir, corriendo escaleras arriba y bajándolas del mismo modo.

Para su suerte TaeHyung ya tenía encendido el auto para el momento en que se subió y en cuanto su puerta se cerró, su hijo hizo avanzar el auto.

— ¿Sana ya está en la iglesia? — le dijo a TaeHyung, observado como éste se aguantaba un suspiro y a punto había estado de rodar los ojos.

—Papá, Sana y yo terminamos hace casi tres semanas.

— ¿Qué? ¿Por qué no me lo habías dicho? — Dijo realmente sorprendido, la omega era bastante agradable y se veía que realmente quería a su hijo. — Era una chica muy linda y amable. — Dijo con pesar— ¿Por qué terminaron?

—Si te lo había dicho, pa, como diez veces, de hecho creo que incluso ella te mando un mensaje pidiéndote que me convencerás para que regresara con ella, o eso me dijo Jungkook, no sé, como sea termine con ella porque me aburrió, era tan... — de pronto TaeHyung parecía exasperado. — Indecisa, tan "no rompo ni un plato" y tan jodidamente sumisa que me ponía de nervios y lo peor es que así era, no fingía, y me canso, porque siempre quería que eligiera por ella, que la protegiera y bla bla bla. — Dijo rodando los ojos, aunque sin perder pista de las calles frente a él, JiMin por su parte sólo lo miro sorprendido. — Y, o sea, no, soy tu pareja, no tu dueño, como para que te diga que hacer, estúpida. Va a sonar muy loco lo que estoy a punto de decir, pa. — Dijo mirándolo un par de segundos antes de regresar su vista al frente. — Pero ojalá pudiera encontrar a alguien y tener una relación como la que Jungkook y tú tienen, quiero decir, Jungkook es un imbécil y tú eres perfecto, pero entonces yo también soy un imbécil y hay esperanzas de que encuentre a alguien también ¿verdad? De todos modos no tengo ninguna prisa, estar o no en una relación no me causa ningún problema.

—Con que no sea otro Baek. — Dijo JiMin. — Con eso me doy por satisfecho.

—Pa, creo que yo preferiría a otro Baek, que a otra Sana.

—Yo preferiría que te quedaras solo a otro Baek. — dijo mirando su reloj casi con dolor, faltaban siete minutos.

TaeHyung jadeo a su lado.

— ¡Papá! ¿Cómo puedes decir eso?

—Es la verdad. — Dijo encogiéndose de hombros y volteando a ver a su hija, que se encontraba adormecida. — Eunbi, cariño, no te duermas, ya casi llegamos. — La niña abrió sus ojitos con lentitud y se sentó tan recta como el asiento para niños se lo permitía.

—Mejor me voy a comprar un perro y al carajo. — Dijo finalmente TaeHyung, ganándose un pellizco de JiMin. — O tal vez los sobrinos de la señora Kim aún sigan solteros.

JiMin no pudo evitar reír ante eso, pues si recordaba bien a esos muchachos, una había sido demasiado inocente (realmente una mosca muerta) y el otro se sentía tan hermoso que seguramente al final quedarían sólo él y su vanidad.

—Tal vez pueda presentarte a un par de practicantes de la editorial. — ofreció en broma.

—O podría pregúntale a mi jefe si tiene más sobrinos. — dijo TaeHyung dando una vuelta y finalmente viendo la iglesia aparecer. — ¿Qué hora es?

}—Faltan dos a las dos. — dijo JiMin nervioso.

—Te pudo dejar para que entres en lo que yo busco lugar para estacionarme. — ofreció, ganándose una mirada desdeñosa por parte de su papá.

— ¿Y quién me va a entregar en el altar?

—Bueno, déjame encontrar lugar y ya, o sea, no te preocupes tanto, papá, después de todo estaría bien llegar un poco tarde sólo para asustar a Jungkook. — Y aunque JiMin pudo percibir que lo decía en broma, no pudo dejar de notar cierta mirada esperanzada.

—Ni creas, no vamos a hacer eso. — Dijo observando a su alrededor. — Mira, ahí. — Apunto a un espacio vacío a un par de metros. TaeHyung fue rápido en llegar ahí, estacionándose.

Para el momento en que estuvieron en la entrada de la iglesia, ya iban cinco minutos tarde y Hye Kyo los esperaba con una sonrisa.

—Lamento llegar tarde. — Comenzó a disculparse JiMin, pero Hye lo interrumpió, diciéndole que no se preocupara, después le había dicho lo hermoso que se veía y finalmente que ya era hora.

Ella había tomado a Eunbi en brazos y TaeHyung le había tendido el brazo y él había tenido que secarse el sudor de las manos, porque de pronto estaba bastante nervioso.

 Finalmente paso su brazo por el de su hijo, sonriéndole con nerviosismo.

—Todo va a estar bien, papá, después de todo es sólo Jungkook.

—No sé por qué estoy nervioso y tú me estás poniendo más nervioso. — Apenas terminaba de decirlo, cuando las puertas de la iglesia se abrieron y la marcha nupcial inundó sus oídos, al igual que un estremecimiento que lo recorrió desde las puntas de los pies hasta la cabeza.

TaeHyung y él comenzaron a avanzar lentamente... demasiado lentamente.

Vio a Jungkook sonreírle desde el altar y él se aferró con más fuerza del brazo de TaeHyung.

No era posible que de pronto los nervios lo estuvieran asaltando de esa manera, porque TaeHyung tenía razón, sólo era Jungkook, el alfa con el que se despertaba cada mañana, el alfa con quien compartía una hija, el alfa más importante de su vida (no realmente, porque estaban TaeHyung y Eunbi, pero para fines románticos sonaba bastante bien, bastante contundente), el alfa a quien más amaba (tampoco, porque amaba igual, o un poquito más, a sus hijos, pero también era un amor de diferente tipo que no se podía comparar), como sea, él estaba tan acostumbrado a la presencia de Jungkook en su vida que le sorprendía estar tan nervioso, porque en sí, esta era sólo una manera de formalizar su ya de por si formal relación, o sea, vivían juntos, tenían una hija, se amaban, se eran fieles, se respetaban, y al carajo, debí haber escuchado a Jungkook e ir a Las Vegas.

Al diablo los nervios pensó sonriendo cuando finalmente estuvo a un par de metros de Jungkook soy fabuloso y no tengo razón alguna por la que estar nervioso.

Estaba a sólo dos pasos de distancia del altar cuando su alfa le extendió la mano y él estaba extendiendo la suya para unirlas, cuando por inercia TaeHyung golpeó la de Jungkook.

Todos en la iglesia lo miraron sorprendidos y JiMin pudo ver desde primera fila como su hijo se sonrojaba hasta el nacimiento del cabello en la frente.

—Perdón, la costumbre. — Dijo unos segundos después, parecía hasta tímido. Se soltó del brazo de su padre y murmurando un suerte, se alejó con la cabeza gacha.

Jungkook comenzó a reír, murmurando un estúpido y ganándose una mirada reprobatoria tanto de JiMin, como del padre y de su madre.

—Comencemos. — Dijo entonces el padre con una voz que no daba derecho a réplicas.

JiMin se acomodó junto a Jungkook y la ceremonia comenzó.

Y cuando salieron de la iglesia, bien agarrados de las manos, que ahora portaban orgullosos anillos de bodas, y con las personas a su alrededor lanzándoles arroz, ni Jungkook ni JiMin podían parar de reír, demasiado felices como para que nadie más les importara, en ese momento eran sólo ellos y esas pequeñas sonrisas cómplices que se regalaban.

Un par de horas después, en el baño del avión...

— ¿Y si nos descubren? — dijo JiMin entre risitas mientras Jungkook comenzaba a besar su cuello.

—Nah, sólo tenemos que ser silenciosos, amor. — Dijo el alfa metiendo una mano en la parte trasera del pantalón del omega. JiMin soltó un gemidito al sentir la frialdad de la mano ajena en la caliente piel de su trasero.

—Me alegro tanto de haberme atrevido contigo. — Le dijo entonces, atrayendo su cara para besarlo. — Te amo, Jungkook.

—Como yo te amo a ti, esposo. — dijo Jungkook mordiéndole el labio y finalmente abriendo sus pantalones.

🌼

No había podido actualizar por cuestión de tiempo y que no tenía mi celular eijdkd jeje pero hoy voy a subir este cap (Que es tristemente el final) y un extra uwu. De ahí en fuera es momento de despedirnos de Dicha.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro