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12

Jungkook simplemente no se pudo contener cuando observó a JiMin curvar la espalda por el placer, con su boquita abierta, los ojos en blanco y la piel suave de su cuello ofreciéndose a él. Su cuerpo sonrojado y ahora esa linda pancita que tenía a su hijo.

Ni aunque hubiera querido puedo haber evitado lanzarse contra esa inmaculada piel y romperla con sus dientes.

Su precioso omega grito, eyaculando entre sus vientres y Jungkook no pudo evitar hacerlo en su interior.

-Eres mío. - gruño contra la mordida. - Eres sólo mío, JiMin.

Y su JiMin sólo gimoteo, asintiendo, aferrándose a él como si no hubiera un mañana.

🌼

-No se supone que esto sea así, se supone que tú... - y antes de que pudiera decir algo más, Jungkook comenzó a vomitar... de nuevo.

JiMin sólo suspiro sentado en la orilla de la bañera, acariciando la espalda de Jungkook.

-Tú me embarazaste, así que no me puedes culpar. - dijo ganándose una mala mirada de Jungkook, que lo tuvo encogiéndose de hombros.

Jungkook había comenzado a tener nauseas matutinas desde el momento que se había mudado con él, cinco semanas atrás.

Preocupado por la salud del alfa, JiMin lo había obligado a ir con el médico, claro que ninguno de los dos había esperado el diagnóstico que éste les había dado.

Cáncer, había dicho.

JiMin había llorado y ¡Ah, no! Esa es otra historia. ;)

-Son sólo las hormonas del embarazo. - había dicho realmente el médico y ellos se habían mirado extrañados.

-Pero el embarazado es él. - dijo Jungkook apuntándolo.

-Lo sé, señor Jeon, pero curiosamente sucede que durante el embarazo los omegas segregan muchas hormonas. Normalmente estas no afectan a las personas con las que conviven, pero hay casos particulares, y para nada anormales, en los que el omega segrega más hormonas de lo normal, eso no afecta en absoluto al bebé. - le aclaro a JiMin antes de continuar. - El hecho de que el señor Park segregue más hormonas de lo normal ocasiona que estas hormonas comiencen a afectarlo a usted también, señor Jeon, así que es muy probable que las náuseas no terminen sino hasta que comience el segundo trimestre del señor Park, o más tarde.

-Pero él no tiene ninguna molestia. - acuso infantilmente Jungkook, ganándose un ceño fruncido de parte del doctor y unos ojos en blanco de parte de JiMin.

-Depende de cada embarazo, señor Jeon, no es una regla que todos los embarazados tengan molestias.

Y entonces Jungkook no había parado de quejarse y de decir lo injusto que era eso, mientras que JiMin y el doctor lo ignoraban y hablaban de vitaminas y dietas saludables.

Volviendo a la actualidad, Jungkook finalmente había parado de vomitar y se estaba enjuagando la boca, JiMin sólo lo miraba con la cabeza apoyada en su mano, un tanto aburrido.

- ¿Desayunamos? - le dijo al alfa cuando éste se secaba la cara con una toalla.

Jungkook, por supuesto, lo miro con mala cara y el omega se encogió de hombros.

-Voy a desayunar, entonces, porque tu bebé tiene hambre.

- ¿Tienes hambre? ¿Por qué no lo habías dicho antes? ¿Y junior no tiene?

JiMin rodó los ojos, tocando su ya hinchado vientre de catorce semanas.

-Eres un tonto. - dijo finalmente sonriendo y saliendo del baño.

Jungkook miro el trasero del omega, y siendo solamente seda lo que tenía encima, la nalgada que le dio hizo incluso eco.

JiMin, frente a él, se quedó quieto unos segundos antes de dirigirle una mirada glacial. Él se enderezó, mirándolo fijamente y sintiendo su piel ponerse de gallina.

- ¿Lo siento?- dijo lleno de incertidumbre.

Y el omega frente a él sonrió con burla.

-Tendrías que ver tu cara. - se burló antes de salir por completo del baño.

Jungkook sólo se quedó unos segundos viéndolo irse antes de sonreír y seguirlo como si JiMin fuese su dueño y él no fuera nada más que su mascota, y no es que Kook se sintiera como un perro, sino que él adoraba tanto al omega que no quería perderlo de vista ni un sólo segundo, claro que no era la única razón, sino que el incidente, casi seis semanas atrás con Bin, era otra razón de gran peso, o sea, incluso TaeHyung había ido a vivir con ellos durante unos días y entonces, así JiMin sólo saliera a comprar papel higiénico en el supermercado que estaba a cinco minutos de su casa, Jungkook o TaeHyung lo acompañaban y le gruñían a todo aquel que se atreviera a mirarlo más de cinco segundos, claro que JiMin pronto se habían cansado de esa actitud tan sobre protectora, él estaba bien, por el amor a todo, no le iba a pasar nada, pero hacer entender a dos tercos alfas era una misión un tanto difícil.

Por supuesto que la gota que colmó el vaso fue cuando ambos (idiotas diría JiMin) intentaron atacar a la pareja de BoYoung, Hyung Sik, cuando éstos habían ido a visitarlo.

El asunto había terminado cuando JiMin se disculpó una y otra vez con ellos (que gracias a todo lo habían comprendido y no había quedado ningún resentimiento), después había echado a TaeHyung de la casa y diciéndole que él tenía su propio departamento para atacar a quien quisiera (pero no lo hagas había advertido con el dedo índice alzado y una clara expresión de que habría consecuencias si lo hacía) y finalmente, cuando TaeHyung se había marchado con la cabeza gacha y un enorme puchero, JiMin había sentado a Jungkook a su lado en el sillón y le había dado un largo sermón de hora y media diciéndole todas las razones por las que no debía atacar a nadie y las posibles consecuencias que podría haber si volvía a hacerlo.

Jungkook también había terminado con la cabeza gacha y otro gran puchero.

Pero entonces, al siguiente día, Jungkook había olvidado todo aquel sermón y había continuado gruñéndoles a todos y siguiendo a JiMin a todos lados, como ahora, que a pesar del fuerte olor a pimienta en la cocina que le estaba causando náuseas, él estaba justo detrás del omega, apoyado en la isla y viéndolo cocinar.

Hay ocasiones en las que vives tu vida sin ser realmente consciente de lo que sucede, de las cosas buenas y las cosa malas, es como si estuvieras anestesiado, y hay también esas ocasiones en las que parece que te llegan momentos de total lucidez y miras a tu alrededor y te sorprendes de lo que has logrado, de lo que tienes, como si los efectos de la anestesia hubieran desaparecido finalmente y eres plenamente consciente de todo.

Y mientras Jungkook miraba la espalda de JiMin eso fue lo que paso, porque de pronto no podía creer que tenía a ese maravilloso omega para él, no podía creer que ese increíble omega también lo amaba y que incluso iban a tener un hijo juntos.

¿No era increíble?

-Bebé. - dijo sin dejar de mirar la nuca del omega.

- ¿Si?

-Tienes un trasero precioso. - y en dos pasos termino con el espacio entre ambos, abrazándolo por la cintura y ¿por qué no? repegando su pene contra el trasero del omega, que simplemente se dejó hacer mientras con la espátula le daba vuelta a un pancake.

Estaban así cuando TaeHyung llego un par de minutos después.

-Ay, por el amor a todo, Kook, suelta a mi papá. - tanto Jungkook como JiMin rieron sin dirigirle una mirada, el alfa abrazándose más fuerte y el omega sólo poniendo más harina preparada para otro pancake.

Entonces TaeHyung, con ese sentido interno de la justicia que él tiene, fue y los separo con una de sus muletas.

¿Muletas?

Ambos, tanto JiMin como Jungkook, se apartaron para ver de qué se trataba, encontrándose con que el chico tenía la pierna izquierda escayolada hasta la rodilla y el pómulo izquierdo raspado.

JiMin de inmediato soltó la espátula y se acercó a su hijo, preocupado.

- ¡TaeHyung! ¡¿Qué paso?! ¡¿Qué te paso?! - Dijo totalmente inquieto y sin saber muy bien que hacer, porque se notaba que su hijo ya había sido curado, entonces sólo arrastró uno de los taburetes de la isla y lo puso detrás de su hijo. - Siéntate. - le ordenó, y cuando su hijo lo hizo, él apagó la estufa. - ¿Qué te sucedió? ¿Cuándo paso y por qué no me lo habías dicho?

-No te lo había dicho porque fue algo muy tonto, papá, nada por lo que preocuparse. - desestimó TaeHyung tratando de alcanzar un pancake, pero entonces JiMin le dio una palmada en la mano, haciendo que Tae lo mirara con un puchero.

-Déjame decidir a mi si fue o no algo tonto. - dijo el omega con los brazos cruzados y el ceño fruncido. - ¿Qué ocurrió?

TaeHyung vio a Jungkook burlarse de él a las espaldas de su padre, pero entonces el definitivamente lo ignoró y se enfocó en el omega.

-Es que de verdad fue algo muy tonto, papá, porque yo sólo estaba parado y de pronto ya estaba en el suelo, quiero decir, yo simplemente me tropecé con mis propios pies y de algún modo termine agrietándome el... mh, no me acuerdo como se llama, pero unos de los huesos largos de la pierna. ¿La tibia, era? ¿O ese hueso lo tenemos en el brazo? Digo ¿si hay un hueso llamado tibia, verdad?

Pero JiMin no le creía.

-No me mientas, Tae, te peleaste ¿verdad? - y se veía realmente serio.

-No, papá, te juro que no... - dijo el alfa con los ojos bien abiertos. - De verdad me caí, no sé cómo, pero me caí.

JiMin lo miro fijamente unos segundos más antes de que un movimiento en el suelo captara sus miradas.

Se encontraron con Jungkook acostado sobre su estómago en el piso, dibujando con un sharpie negro un pene en el yeso de TaeHyung, que intento darle una patada con la pierna escayolada, pero Jungkook fue lo suficientemente rápido para apartarse, comenzando a reír. Claro que entonces ahí estaba JiMin con los brazos cruzados y una expresión mortal dirigida a él.

Jungkook se puso de pie ya sin ninguna sonrisa, pero tratando de poner su mejor expresión de cachorro regañado, porque eso es lo que JiMin iba a hacer, regañarlo.

- ¿Cuántos años tienes? ¿Diez, quince? ¿Cómo esperas que tengamos un hijo si te comportas como un bebé? Tienes que madurar, Jungkook, y no, no me salgas con eso de que madurar es para las plantas o las frutas o lo que sea, porque es una reverenda estupidez y lo sabes. - Jungkook bajo la mirada, viendo de reojo como TaeHyung se burlaba de él. - ¿Y tú de que te ríes? - dijo ahora JiMin llamado la atención de su hijo. - ¿Crees que esto es gracioso? Porque ni creas que te creí ese cuento de la pierna. Tú también tienes que madurar, TaeHyung, y dejar meterte en peleas y de emborracharte, o sea, seguramente estabas borracho cuando te rompiste la pierna ¿verdad? - su puso una mano en la frente antes de negar con la cabeza. - ¿Qué voy a hacer con ustedes dos? - susurro dando media vuelta y encendiendo una vez más la estufa.

Entonces TaeHyung le dio una patada a Jungkook en la parte trasera de la rodilla, que hizo que éste perdiera el equilibrio y que cayera sobre sus rodillas.

-Ay, Kookie, perdón, fue sin querer. -dijo con un poco de desdén y otro poco de maldad ante la mirada resentida de Jungkook y la molesta de JiMin. - Como sea, ¿qué vamos a desayunar? - miró a Jungkook, que se ponía de pie. - Plebeyo, acércame a la isla y sírveme el desayuno. - cuando Jungkook sólo lo miro sin expresión, TaeHyung trono los dedos. -. Vamos, plebeyo, que no tengo todo el tiempo.

Y Jungkook, siendo como era, sólo lo ignoró e hizo a JiMin dar media vuelta para después besarlo.

En un inicio el omega intento alejarse, pero pronto se dejó llevar por los labios del alfa, que lo estrecho contra su cuerpo, y sólo cuando escuchó el jadeo y maldiciones de TaeHyung fue que cayó en la cuenta de que Jungkook sólo lo besaba para molestar a su hijo.

Se apartó con el ceño fruncido y dándole una palmada a Jungkook en el hombro.

-Par de idiotas. - dijo volviendo a enfocarse en preparar el desayuno.

Finalmente Jungkook ayudo a TaeHyung a acercarse a la isla, eso sí, con un poco de reticencia.

Jungkook y TaeHyung habían llegado a un punto sin avance ni retorno en su relación.

Aunque en algún momento había parecido que las cosas volverían a ser como antes, había resultado con que TaeHyung seguía guardando un poco de rencor contra el otro alfa. Rencor del que se deshacía por medio de bromas de mal gusto que Jungkook no dudaba en responderle.

A JiMin no le parecía, pero tenía la esperanza de que pronto se asentarían las cosas y, aunque ya no se llevaran tan bien como antes, que hicieran las paces y dejaran de tratarse como lo hacían antes de que su bebé naciera.

Aunque cuando escucho un par de palmadas y gruñidos a sus espaldas lo único que hizo fue soltar un suspiro derrotado.

-Si no se ponen en paz, los voy a poner en paz yo. - dijo mientras dejaba un plato lleno de pancakes en la isla. TaeHyung y Jungkook de inmediato dejaron de golpearse y regresaron las manos a sus costados.

Cinco minutos después ya estaban sentados los tres. Jungkook comiendo sin mucho ánimos, TaeHyung prácticamente lamiendo el plato y JiMin con más crema chantillí que pancakes.

- ¿Y ya pensaron en nombres para el bicho?- dijo TaeHyung mientras se servía más.

-Daehyung, Jihyun o Jungmin si es niño, si es niña Eunbi, Seolmin o Jihyo. - dijo JiMin, ganándose el ceño fruncido de Jungkook.

- ¿Jihyun? ¿Daehyung? ¿De dónde sacas esos nombres tan...? - se detuvo cuando JiMin lo miro con la ceja alzada. - Lo que quiero decir es que no le vamos a poner esos nombres, o sea, Jungmin y Jihyo no están tan mal, pero tampoco me agrandan para mi hijo.

-De acuerdo, dime nombres entonces. - Jungkook vio como JiMin hacia su plato a un lado y ponía sus manos una sobre la otra, después miro a TaeHyung que parecía divertirse mucho.

-Ah, bueno, no lo había pensado, pero podría ser, no sé, hmm, Minji o JiMin, o Jiwoo y Jiwon no sé, JiMin, hay muchas posibilidades. - el omega lo miro con los ojos entrecerrados

-Eunbi si es niña y Jihyun si es niño. - le dijo el omega a TaeHyung, ignorando el jadeo ofendido de Jungkook.

🌼

- ¡Y Tae! ¡No te olvides de llamar si necesitas algo! ¡Jungkook estará feliz de traértelo! - grito JiMin sacando la cabeza por la ventanilla del coche para que su hijo, que entraba al vestíbulo de su edificio, lo escuchará.

Jungkook se quejó a su lado.

-Yo no le voy a traer nada. - estableció, ganándose una mirada desolada y un puchero por parte de JiMin. - Ey, eso no es justo, no hagas esa cara.

- ¿Qué cara?- dijo el omega agrandando el puchero y poniendo ojos de cachorro.

Jungkook bufo.

-De acuerdo, de acuerdo, pero si termina con la otra pierna rota no es mi culpa. - JiMin ignoró esa última parte y besó la mejilla del alfa.

-Gracias, por eso te amo. - le sonrió dándole unas palmaditas en el muslo. - Ahora, vámonos, que todavía tenemos que hacer el súper y comienza a oscurecer.

Jungkook metió segunda, comenzando a avanzar y refunfuñando un también te amo.

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