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Legado.

Gotas caían al suelo, pero no eran normales, aquellas gotas carmesí caían al suelo formando un pequeño charco de la misma. La sangre salía de su cuerpo como si de una pequeña fuente se tratase, se sostuvo con fuerza la zona del abdomen en donde se podía ver claramente una perforación, como si un tubo metálico hubiera sido incrustado en aquel lugar. Apoyo su otra mano en una pared, la cual perdió fuerza y solo se deslizo en esta dejando una marcha de sangre.

Cuando sus piernas flaquearon simplemente se dejo caer al suelo, apoyando su espada con la pared se subió un poco la mascara, dejando a la vista su boca y su nariz, en un intento de que el aire llegara a sus pulmones.

― Karen.. ―su voz salió sin fuerza, demostrando las pocas energías que tenia― ¿como.. como esta la situación?. 

La situación a sido controlada. ―La voz de su I.A se hizo presente, para mostrarles una pantalla donde se dejaba ver las cámaras del noticiero.― La fuerzas policiales han logrado capturar a la mayoría de prisioneros, y el grupo conocido como "Silver sable international" se esta encargando de llevar a los peso pesados. ―La pantalla mostraba la ciudad destruida, y los policías en la calle arrestando nuevamente a los prisioneros que escaparon. Y el grupo de Silver sable capturando a los villanos, los causante de todo esto.

Todo comenzó con un villano muy negativo, cuyo propósito era esparcir el caos en la ciudad, y para asegurarse de que no se involucrara se unió al grupo conocido como "los seis siniestros", un grupo conformado por sus peores enemigos, con el Doctor Octopus como líder. Casi no la cuenta, pero de milagro logro conseguir la cura, ¿Qué cura?, pues resulta que el grupo de villanos tenia planeado utilizar algo llamado "Aliento del diablo", en resumen era una una bio-arma específica de ADN.

Pero logro detenerlo, con ayuda de sus amigos  pudo ponerle fin a esto, gracias a que consiguió la cura del aliento del diablo se lo entrego a Ladybug para que pudieran hacer mas, pero todo a un precio. Tuvo que enfrentarse a todos sus enemigos para evitar que fueran tras su amada, y para su mala suerte sus compañeros estuvieron ocupados deteniendo el caos en la ciudad. Fue difícil, fue duro, fue desgarrador. Las lagrimas que derramo tras el dolor de su cuerpo, su huesos rompiéndose tras cada golpe de sus enemigos, y la presión de saber que si fallaba seria el final de Paris.

Ahora, podía estar tranquilo. Ver por esa pantalla como los villanos eran llevado de nuevo a prisión fue realmente satisfactorio, ahora.. quizás.. pueda echarse una buena siesta.

Peter, ya mande tu ubicación, ¡tienes que resistir!. ―Karen, su compañera que siempre estuvo con el, se escuchaba realmente preocupada, quería decirle que no se preocupara, que solo seria una siesta, pero las palabras no salieron cuando todo se volvió oscuro.

― ¡Papá!.

― Peter, amor, despierta..

Escuchaba que lo llamaban, y también como lo movían. Lentamente fue abriendo los ojos, dejando que su vista borrosa se aclarase, cuando lo hizo se encontró con unos hermosos ojos color jade, al igual que los suyos, los cuales le pertenecían a una adolescente de un brillante cabello azulado y unas casi imperceptibles pecas en su rostro, muy similar a su madre. A su lado estaba aquella mujer con la que compartió muchos momentos hermosos, vestida con su traje rojo moteado.

― Papá. ―lentamente levanto la mano y la coloco en la mejilla de su hija, secando las lagrimas que por esta se deslizaban.

― Peter.. ―su amada, lo miraba con sus ojos lagrimosos, la expresión de dolor y miedo en su rostro era muy notoria. No quería verla así, quería que tuviera esa sonrisa que tanto ama. Al igual que hizo con su hila coloco su mano en su mejilla y le seco las lagrimas a su amada. Sus dos tesoros no deberían llorar, no quería verlas llorar.

― Lo logramos.. ―dijo en vos baja apenas audible para todos los presentes. Alzo la mirada, enfocándose en sus compañeros, sus amigos, aquellos que con los que siempre convivio en las buenas y en las malas. Chat noir, Rena rouge, Queen bee, Carapace y Ghost Spider.

― No.. no.. tu lo lograste. ―esas palabras fueron dichas por un chico, un adolescente, con un traje inspirado en el suyo, solo que el de el era completamente negro un un patrón de telarañas roja en el pecho, al igual que el símbolo de la araña― tu nos salvaste, fue por ti que logramos obtener el antídoto.

― Papá.. estarás bien, ¿si?, te llevaremos para que te curen y te pondrás mejor, ¿verdad?. ―su pequeña Emma seguía llorando, aferrándose con fuerza de su mano, temiendo que en cualquier momento la soltara.

Quería decir algo, pero las palabras no salían, el dolor de su cuerpo era mucho, la sangre seguía saliendo, y el ardor que recorría todo su ser era insoportable. Pero pese a eso... tenia que decir algo, debía hablar.

― Yo puedo llevarlo. ―Spiderboy trato de levantarlo, pero al mismo tiempo un grito de dolor salió de el deteniéndolo― yo... yo lo siento. ―se disculpo de inmediato.

― No tiene caso... mi cuerpo esta muy dañado, y la toxina de Scorpion recorre mis venas. ―susurro, Ladybug quien lo había escuchado llevo una mano a su boca, silenciado el grito que quería salir, mientras que con la otra sostenía con fuerza la mano de Peter

― Esta demasiado herido.. ―la que hablo fue Ghost Spider quien se quito la mascara mostrando que estaba llorando― es... es como aquella vez... no.. yo no.. ―Chat noir la abrazo al ver como esta estaba por quebrarse― no de nuevo.. no.

― ¿De que hablas tía?, ¡no pasara nada!. ―exclamo en lagrimas y  con enojo Emma― Mi papá se pondrá bien.. el siempre logra levantarse.

― Todos.. están a salvo, ustedes están bien, los ciudadanos están bien... es lo importante.

― Papá, no hables.. trata de aguantar un poco, debe haber una manera en la que nosotros..

― No se preocupen, todo esta bien.. ―aquello iba dirigido a todos, pero ellos sabían que era mas para Ladybug y Emma― Estoy feliz.. logre hacerlo.. los salve, no pude salvar al Tio Ben... no pude salvar a mi mejor amigo... pero pude salvarlo a ustedes, y a todos los demás.

― Cabeza de red.. no.. no es necesario que sigas, debes guardar fuerza para las mejores bromas. ―dijo Chat noir quien al igual que todos lloraba por su amigo.

― Marinette... ―llamo a su esposa, sabia que todo estaba acabando, lo sentía, cada vez su cuerpo se sentia mas pesado― Conocerte fue lo mejor que pudo sucederme en la vida, algo muy bueno debí de haber hecho para merecer a una mujer tan hermosa, buena y amorosa. En mi corazón están los recuerdos de todos los momentos que compartimos. Mis sueños se hicieron realidad, en especial el de casarme con la mujer más maravillosa y perfecta: tú. Una mujer que cada día me sorprendió, me entregó su amor y me dio la bendición de ser padre.

― Por favor.. al menos.. no ahora.. te necesito.. Emma te necesita.. ―suplicaba la azabache.

― Sé que los días que se avecinan serán duros para ti pero se fuerte por favor, hazlo por nuestra hija, acorta tu duelo porque tus lágrimas no me traerán de vuelta y yo no quiero que sufras, al contrario, quiero que vivas, que sea feliz y vuelvas a sonreír. Tuve todo en la vida, lo más valioso fuiste tú y nuestra hija ¿Qué más podría pedir? Reconfórtate con nuestros recuerdos y cada que caigas, mira a nuestra hija, en ella me mirarás a mí. ―con esas palabras el arácnido confirmo lo que todos temían, que la lucha termino.

― Papá.. no hables como si te estuvieras despidiendo.. ¡aun tienes mucho que hacer!, todavía no se columpiarme correctamente, aun no he traído un novio a casa para ver tu reacción.. aun.. aun..

― Emma.. Cuando tu madre me dio la noticia de que sería papá, me sentí el hombre más afortunado y feliz del mundo, para mí has sido el regalo más grande que me pudo dar la vida. Hay dos días sumamente valiosos en mi vida que guardaré con recelo toda la eternidad en mi corazón; el día que conocí a tu mamá y el día que naciste. Tu bella carita hacía que mi corazón se derritiera de amor. Fue hasta el día en que te tuve en mis brazos que me sentí completo.

― Lo recuerdo perfectamente.. en el momento que la tuviste en tus brazos, pude ver como tus ojos brillaban, y como todo tu amor era dirigido a nuestro ángel. ―menciono Ladybug tratando sonreír.

― Ustedes dos son mis dos grandes amores, mi vida sin ustedes no hubiese significado lo mismo. Te amo con todo mi corazón Emma y por ello no quiero que dudes nunca de hacer lo que tengas que hacer con tal de ser feliz. Nunca te niegues ninguna oportunidad si se te presenta en el camino, una mujer tan maravillosa como tú merece encontrar la felicidad, la dicha y el amor. Por ahora quizás lo mires imposible pero ten fe. Miles.. ―llamo al otro Spiderman a lo que este se acerco.

― Di.. dime, bro.

― Miles.. ahora.. tu eres el nuevo Spiderman.. ahora tu portas esa mascara.

― Pero yo.. solo soy un novato.. no puedo llevar tu nombre, no soy como tu.. quiero serlo, realmente quiero ser como tu Peter, pero no soy lo suficientemente maduro.. no puedo salvarlo a todos..

― No tienes que pensar en salvar a todos.. No puedes pensar en salvar a todos o al mundo, tienes que pensar en salvar a una persona. 

― ¿Cuándo Sabre que estoy listo para ser Spiderman?.

― No lo sabrás.. solo es eso Miles.. un salto de Fe. Miles.. se que lo que te voy a pedir es mucho pero.. por favor.. te encargo lo mas valioso que me queda. ―este se arrodillo, se quito la mascara y la coloco en el suelo, mirando a su mentor lagrimas.

― Lo prometo.. las cuidare.. ¿si?, ¡¡te juro por mi vida que a ellas no les pasara nada!!. ―juro el moreno sin apartar la vista de aquella persona que confió en el, y le enseño, su querido mentor.

Las palabras ya no salían, solo mantuvo el silencio, pasando su mirada por sus amigos hasta quedar en su esposa, y su hija. Aquellas mujeres que complementaron todo de el.

― *Al final.. hice algo bueno Tio Ben*. ―lentamente la mirada de Peter perdió su brillo, las fuerzas de su manos se esfumaron y estas cayeron de las mejillas de Ladybug y Emma al suelo. Finalmente, tras una larga lucha... Peter Parker, había muerto. 

■■■■

El sol brillaba en la hermosa Paris, las personas hacían su típica rutina. Y en la cima de la torre Eiffel se encontraban dos personas, tres si contamos al pequeño kwami sobre la cabeza de uno de ellos. La primera era un chico con una traje negro, este era Spiderboy, el cual estaba de brazos cruzados observando a la chica que tenia enfrente quien observaba con miedo hacia abajo. Cabello azulado, ojos jade, pecas en la cara, eran sus principales características, ademas de vestir una chamarra roja y unos jean rosados.

― ¿Estas segura de esto?. ―pregunto finalmente el moreno.

― Si.. al menos en eso creo.

― Pero Emma, ¡ni siquiera sabes columpiarte bien!, y no olvidemos que le temes a las alturas.. ―dijo de forma acusadora a lo que Emma solo hizo un puchero y se cruzo de brazos.

― ¡Entonces enséñame!. ―exclamo como si fuera lo mas obvio― mira Miles.. mi papá siempre me dijo que si puedes hacer algo bueno por los demás, tienes la obligación de hacerlo. Por eso quiero aprender.. y ayudar tal y como el lo hizo.

― Lo se.. pero.. ¿Qué piensa tu madre de esto?.

― No lo sabe.. tampoco se lo puedo decir, papá partió hace unas semanas.. y si se entera que hago esto.. no se cómo lo tomaría.. ¿me ayudarías Miles?.

― Le prometí a tu padre que te protegería... pero eres igual de terca que el.. y aunque te negara hacerlo buscarías otra manera. Así que esta bien, te enseñare como el me enseño.

― ¡¡Muchas gracias Miles!!. ―exclamo abrazándolo.

― Solo hay algo que tienes que saber, la única regla de ser Spiderman.. la única regla que se debe seguir... y es.. ―dijo esperando a que ella continuara.

― "Un gran poder.. conlleva una gran responsabilidad".

― Así es.. ¿lista?.

― ¿Si?... ¿para qué?. ―y sin previo aviso Miles la empujo de la torre― ¡Miles hijo de..!! ―exclamo cayendo.

― Como Peter dijo ¡Es un salto de fe!, te toca pequeño.. ―le dijo al pequeño kwami que estaba en su cabeza para luego saltar.

― Aquí vamos. ―Aracny voló hacia Emma colocándose frente a su rostro, aguantando la risa al ver la cara de pánico de su nueva portadora― Emma..

― Aracny ¡voy a morir! ¡y luego regresare para matar a Miles!. ―grito entre enojada y asustada

― Emma.. di las palabras. ―fue lo único que dijo el pequeño kwami sin quitar la sonrisa de su rostro. Emma quien seguía mirando hacia abajo viendo el piso mas de cerca, intento calmarse, lográndolo por poco, para luego mirar hacia Miles que estaba recostado en el aire de lo mas tranquilo. Luego al kwami, y una sonrisa de emoción apareció en su rostro sin que ella lo supiera.

― ¡¡Aracny, Telarañas!!. ―grito papara que el kwami fuera absorbido por su brazalete mientras un brillo rojo comenzaba a cubrir todo su cuerpo dejando a la vista un nuevo traje.

― Bienvenida.. SpiderGirl, ¿ahora si, lista?.

― ¿Lo dudas?.

― Entonces.. ¡apunta y dispara!. ―exclamo lanzando una telaraña hacia una biga de la torre, siendo imitado por la ahora conocida como SpiderGirl.

― ¡¡Woo¡¡ / ¡¡Asombroso!! ―exclamaron ambos arácnidos al columpiarse. Sin saber, que ahora eran parte de un gran legado.

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PD: Las palabras de Spiderman fueron inspiradas en la carta de despedida de un soldado a su mujer e hija.

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