Estaba jodido.
Realmente jodido.

¿Acaso el destino disfrutaba ponerle a prueba?

Se suponía había encontrado a su destinado, si es que aquel ligero aroma a cardomomo que le había alterado enormemente significaba algo.

Incluso su madre le había visto alterado por eso.

Sin embargo, al regresar de aquel viaje de negocios que su madre le indicó debía hacer, ambos se sorprendieron por lo que sucedió. Bueno uno se sorprendió, el otro quería ver correr sangre y no cualquiera sino que la de su padre.

¿La razón?

Su omega destinado...

Si. Otro.

Reborn no entendía nada, pero estaba molesto y la rabia lo estaba cegando.

Es decir venia fastidiado por el entusiasmo de su madre ante las próximas reuniones para concretar la relación con aquella omega de cabellos castaños chocolate, necesitaba abrazar a su ancla, su mejor amigo, alumno y quien le estaba despertando ciertos sentimientos.

Por eso cuando llegaron a la mansión Giglio bajo rápidamente y apuro a su madre, ya que debía esperarla para entrar, Luce solo sonrió ante la actitud desesperada de su hijo.

Aunque no lo culpaba.

Era normal tras todos los años que habían convivido Reborn y el castañito que habían cuidado desde que su madre, la cuidadora de Reborn, había muerto por culpa de su Alfa.

Sacudió su cabeza tratando de borrar aquello, y a paso calmo junto a su hijo entraron a la mansión, al no ver a nadie se dirigieron al jardín sabiendo que el castaño amaba estar a ahí.

La escena que los recibió a ambos fue lo que detonó a Reborn.

Tsuna, su mejor amigo, su ancla... Roneoneba cuál gatito ante las leves caricias que el alfa Rubio –esposo de Luce y padre de Reborn– le daba en la cabeza mientras lo envolvía con su aroma a cafe mentolado.

Y un potente rugido hizo que el alfa mayor mirara al frente y su rostro mostró enorme sorpresa pues al ser más cercano al castaño noto como al fin este abría sus ojos y un tenue aroma a café y cardomomo surgía levemente de él.

Suspiro un poco aliviado pies había encontrado inconsciente al castaño en el jardín desde hace un par de horas, entendió el porque cuando se acerco...

El omega del castaño estaba despertando.

Sabía que nadie más que su alfa destinado lograría despertarlo pronto o estaría durmiendo durante tres días debido al dolor que aquello representaba.

Pero no espero que aquel alfa, el alfa del castaño fuese Reborn, su hijo.

Quien ahora lo miraba amenazante y le gruñía, carajo debió prever que si era posesivo con el castaño de manera normal el reconocerlo como su omega lo haría peor.

Sin embargo, y ante la atenta mirada de todos, incluido un Reborn furioso, el castaño comenzó a abrir mejor sus ojos y siguiendo aquel aroma que tanto necesitaba camino hasta Reborn, donde soltó sus feromonas.

Alfa y Omega se reconocieron.

Eran destinados.
Eran almas gemelas.
Eran dos enamorados unidos por un lazo inquebrantable.

—Hueles rico... Alfa—

Soltó el castaño aspirando aquel aroma: Café y chocolate.
Se sentía bien, ya no dolía nada y después lloró porque su deseo más profundo se había cumplido.

Reborn era su destinado.
Su amor era a quien el destino le daba.
No estaba mal sentir aquello que llevaba en su corazón por mucho tiempo y sin poder evitarlo le llamó.

—Reborn~—

Y el mayor regreso a la cordura, acaricio al castaño y sonrió cuando lo noto rodeado por completo de su aroma pero ahí fue cuando cayó en lo que estaba pasando.

¡Tsuna era su destinado y aquella chica de cabello café también!

¿Qué rayos?

Para mala suerte suya el lado posesivo de Tsuna y gracias a su sentido de olfato más agudo no pudo evitar soltar de manera molesta.

—¿Estuviste con otro omega Reborn? Solo porque tenía un aroma parecido a mi... Dime ¿paso algo?—

Y antes de poderle responder el castaño le jalo y lo beso...
Lo beso con lujuria.
Lo beso con maestría impropia de el.
Lo beso con posesividad.
Lo beso sonriendo arrogante.

—Eres mío Reborn... Mi alfa. No lo olvides o un lindo río carmesí será creado en tu honor—

Se alejo de su amado amigo –ahora novio– entro a la casa y con inusual contoneo de caderas fue a su habitación a quitarse cierto calor.

Mientras tanto Luce y Gamma solo parpadearon incrédulos a lo antes visto y escuchado, aunque por dentro Gamma estaba que mataba a su hijo pues amaba al castañito como a un hijo más y su alfa paterno no aprobaba a su propio hijo como pareja de su cachorro... Al menos aún.

Luce no fue tan sutil y viendo a la estátua de su hijo apenas procesando no pudo evitar divertirse.

—¿Quién diría que el pequeño Tsuna no es sólo un turrón de azúcar? Vaya ángel caído te dieron Reborn... Jajaja ya quiero ver como terminas dominado por él—

Entro junto a su esposo a su mansión dejando a su hijo que ahora actuaba raro murmurando cosas y notando que tardaría mucho decidió ir hasta donde Tsuna y vestirlo de tal manera que dejara a su hijo fuera de combate por completo...

¡Y es que no podía evitarlo!

¡Por primera vez en años su hijo actuaba como idiota y aquello eran diamantes puros!

Afuera en el jardín Reborn al fin reaccionó y olfateando a su omega. Su omega, que bien se escuchaba eso.

Busco como llegar a él pues sabia que su padre haría lo posible para no dejarlo acercarse a Tsuna y su madre solo para tener diversión le ayudaría a su padre.

Una vez en la habitación del menor se relamé sus labios y olfateando el aroma llega al baño donde Tsuna parece estar, mas al entrar su mente queda en blanco y por primera vez no sabe como actuar.

Tsuna sonríe travieso ante la reacción de Reborn, de su alfa y es que la ropa que decidió usar para esperarlo le sentaba bien y lo hacía sentir sexy.

Aunque un baby doll con boxer de encaje y mallas naranjas sólo aquel cielo podía lucirlo de manera tan letal...

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Algo se momento XD
Mientras veo Marianne xD

No se porque pero lo ame ❤️😍
Jaja espero les guste ^^

Cualquier duda o confusión ya saben que la contesto :3

Sin más que decir me despido mis llamitas!

Chaos 🦇🦇🦇🍁