Jungkook se había dado cuenta que su relación con Jimin había entrado en la monotonía hace un buen de tiempo, las cosas se sentían bastante iguales, una rutina diaria, que debía ser repetida desde que despertaba hasta que terminaba el día y los fines de semana no cambiaban tanto.

Y darse de cuenta de ello, lo llevó a recordar todo desde el principio, cómo conoció a Jimin y como terminaron ahora, pues él claro que notaba esa chispa en Jimin, él seguía siendo esa persona llena de alegría fiel así mismo, además de que era la persona más incondicional y comprometida que pudo haber conocido.

Aun con todo ello, pues él ya no sentía esa chispa, de cierta forma culpo al trabajo por ello pero no era del todo cierto, es él quien no sentía esa misma emoción, ya no sentía ese tirón, esas mariposas, no culpa a Jimin por nada, Jimin dio y entrego todo.

Unos largo minutos donde Jungkook se encargaba de reflexionar, recordar y meditar sus palabras, largos minutos donde Jimin preparó todo en aquella habitación, uno más listo que él otro por la decisión de hace tan solo unos minutos atrás.

Tal vez suena precipitado, pero Jimin sentía que era lo correcto, no quería perderse a el mismo en esa relación, Jungkook siempre fue sincero y él aceptaba esas declaraciones dadas, no pensaba discutir sobre ello. El en verdad fue paciente y esperó a Jungkook, le dio su espacio, pero mantener ese tipo de relación no era sano para ninguno de los dos.

Jimin no quería dañar lo bonito que tuvieron con un final trágico, triste o donde ambos usan palabras hirientes, él quería terminar esto de la manera en como empezó todo, con amor, paciencia y cariño. Todo con tranquilidad.

Al escuchar la puerta de la habitación ser abierta Jungkook se puso de pie de inmediato y vio salir a Jimin de ella.

Mierda, esto era lo que menos se esperaba, Jimin con un par de maletas.

– Jimin – susurro poco audible, Jimin quien salió arrastrando las dos maletas junto a un abrigo, se paró en medio del lugar y miro a Jungkook a los ojos.

– Bueno, creo que dejamos todo claro Jungkook – dijo Jimin observando por última vez aquel departamento que había estado compartiendo con su ahora ex pareja, 6 meses.

– Jimin, ¿qué es esto? – señaló las maletas.

– Eh, creo que va a ser incómodo si seguimos viviendo bajo el mismo techo, así que...

– Espera, aún tenemos que hablar – dijo incrédulo interrumpiendolo.

– La verdad, todo está bastante claro Jungkook, ¿no es mejor cortarlo de raíz? – hablo obvio Jimin – Terminamos, tú mismo lo dijiste y yo, ya lo acepte, entiendo, por el bien de ambos creo que es mejor que me vaya – hablo mientras observaba sus manos.

– ¿Dónde irás?, no puedes irte así sin más...

– Solo me llevo lo necesario, vendré a penas pueda a recoger mis demás pertenecías – dijo Jimin ignorando las palabras anteriores de Jungkook.

– No, espera, esto está siendo demasiado precipitado, Jimin hablemos.

– Gracias por todo Jungkook, de cierta forma agradezco que hayas sido sincero conmigo, te amo, eres una persona muy importante para mi y te lo dije, la indiferencia me estaba matando, me sentía ahogado y a pesar de que las palabras que quería escuchar eran otras, esta bien, lo acepte – soltó un pequeño suspiro viendo con sus ojos vidriosos a Jungkook directamente.

– ... - Jungkook no sabia que decir exactamente, esto lo estaba asfixiando, por qué Jimin, por qué el, por qué siempre la cagaba, por qué...

– Por favor cuídate, aliméntate bien, se que tu trabajo es importante, pero tu salud lo es más – Jimin se acercó a Jungkook y dubitativo lo abrazo, era esta su despedida – Te amo, te amo Jungkook, pero no te sientas culpable por oír mis sentimientos y tampoco te ahogues en ellos. Tienes razón, uno no los controla y tampoco los mide, eso simplemente sucede y esta bien, esta bien. – ante esas últimas palabras Jimin tomó sus dos maletas y tras abrir la puerta salió de aquel departamento dejando muchos recuerdos y a la persona que ama.