Madrid, a 1 de julio de 2019

Querido diario: 

¡Por fin ha llegado el  día! Pensaba que jamás llegaría... Hoy vienen a por mí los París. ¡No puedo esperar más para verlos! Tengo muchísimas ganas.

 La hermana Berta ha venido a verme esta mañana y me ha dado algunos detalles. Dice que los París tienen una niña de mi edad. ¡¿No es fantástico?! Se llama Lucía. Me pregunto cómo será. Me la imagino alta y con el pelo rubio, larguísimo hasta los codos. ¡No, mejor! Hasta las rodillas. Si. Como aquella princesa de Disney, Rapunzel. ¿O es Rapuncel? Nunca he sabido cómo se escribía... Bueno, con z mola más. La llamaremos Rapunzel por el momento. Y será super simpática. Si. Creo que me va a caer muy bien.

 Espero que nos hagamos amigas. Nunca he tenido una amiga de verdad. Sólo imaginarias. Lo bueno de las amigas imaginarias es que tienen nombres preciosos. Ingleses o americanos, la mayoría. Mi última amiga imaginaria se llamaba Ashley. Era muy guapa, morena de piel y con el pelo rizado y negrísimo. Pero se tuvo que ir a vivir a Australia. A su padre le trasladaron. Es un agente secreto. Se dedica a seguir a los criminales y encarcelarlos. Es un trabajo muy divertido e interesante, pero lo malo es que siempre tiene que estar viajando por el mundo. La echo mucho de menos. Aunque, sinceramente, espero que Lucía no sea tan paranoica como Ashley. No sería tan divertido vivir aventuras. 

La hermana Berta ya está aporreando la puerta. Es bastante molesto que lo haga, sobre todo por las mañanas. En fin, tengo que dejar de escribir. Ya te contaré cómo ha sido el viaje cuando llegue a casa de los París. ¡Lo estoy deseando!

Se despide , 

Marta Felicia Luna

Marta cerró el diario y miró la puerta con cara de fastidio. Odiaba que la interrumpieran cuando estaba leyendo o escribiendo, pero estaba demasiado emocionada como para enfadarse. Agarró rápidamente la maleta y, mirando el reloj,  se dirigió a la puerta. La familia París la recogería a las doce en punto y por nada del mundo quería llegar tarde. ¡Iba a pasar todo el verano fuera del orfanato! Saltó por encima del gato y casi tiró la puerta abajo al tratar de abrirla. 

- Demasiado entusiasta. Cuide sus modales señorita Luna, o le diré a los París que no tienes ganas de ir.- amenazó Berta como saludo matinal. 

-Buenos días hermana. - contestó ella sonriente. Aquel día ni siquiera la irritante hermana Berta lograría empañar su buen humor. 

-Camina derecha. Debes causar buena impresión. ¿No querrás quedarte aquí todo el verano, verdad?

- No, hermana. Lo siento. 

Berta sonrió. Marta parpadeó sin dar crédito. La hermana Berta era una mujer seria y formal que rara vez reía, de echo, Marta no recordaba haberla visto nunca hacerlo, y eso que llevaba doce años en el orfanato. 

- Sé que hoy es un día importante para ti. Pero estate tranquila. Los París son buena gente. Su niña es encantadora. Todo irá bien. - Marta bajó la cabeza- lo prometo. - añadió. 

-Muchas gracias hermana. Por todo. 

- No te pongas demasiado sentimental. En septiembre te tendremos aquí otra vez dándonos la lata. 

Marta sonrió. Al final, después de tantos años allí, dos meses iban a ser muy largos. Pero se moría de ganas de marcharse. Estaba cansada de la misma gente, los mismos pasillos grises y los horarios de hospital. Ya era una adolescente y solo quería salir y estar con amigas. El problema era que no tenía amigas. Todas las niñas con las que había convivido se habían acabado yendo lejos de aquel orfanato gracias a familias que decidían acogerlas, pero a Marta nunca la habían sacado de aquel orfanato, hasta el día que llegaron los París. Les estaba muy agradecida. 

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Holaaaaa

¿Qué opináis de la historia de Marta Felicia Luna? Me ayudaríais mucho si compartierais mi historia y me pusierais comentarios sobre lo que opináis de ella 

Os quierooooo

MaR:)