Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 1

He ido a hacer un chequeo al médico para verificar que no me meto nada y que estoy sana, para empezar en esta profesión. Tuve que dejar mi empleo en el supermercado para dedicarme de lleno a esto y conseguir pagar la deuda que cada día se dispara. Roger, el chulo de mi hermana, estará esperando los resultados y me ha citado en una de las naves abandonadas que hay a las afueras de la ciudad. El día ha amanecido nublado, espero que no se ponga a llover porque no tengo coche y he tenido que venir en taxi, sino la lluvia me calará los huesos y seguro que cojo un constipado con la suerte que tengo últimamente.

Al llegar al sitio indicado, cojo mis papeles y los llevo lo más arrimado posible a mi cuerpo. El sitio parece que está abandonado y en muy malas condiciones, así podrán dirigir un negocio sin ni siquiera levantar sospechas. Al entrar, veo que hay como una especie de oficinas y al lado derecho, hay una sala con unas cuantas sillas y allí están esperando otras chicas con muy malas pintas. Al final no voy a ser la única que trabaje en esto. Esto me da un poco más de confianza para enfrentarme a esta horrorosa sensación que siento dentro desde que acepté unirme a este mundo.

Al poco rato veo salir a Roger de una de las oficinas y me hace entrar. Yo me siento en una banqueta que allí hay un poco destartalada.

—Me alegra ver que no se te ha olvidado ningún papel y que estás en buen estado se salud, así podrás tener clientes que te paguen mejor por tu trabajo. Ahora que ha empezado un nuevo año, será un buen momento para que te estrenes como escort. Mañana tendrás tu primera cita, será en el motel que hay tres calles más abajo en la habitación 305. Aquí tienes la llave y recuerda tomar precauciones y no ser una descerebrada como tu hermana. Se te harán chequeos rutinarios para verificar que no contraes ninguna enfermedad. Necesito que lleves ropa interior roja, porque el cliente así me lo ha especificado. Espero que no sea ningún problema para ti, porque tendrás que comprarte ropa interior de diversidad de colores y maquillaje, ya que hay gente muy fetichista en ese aspecto—dice observando mis papeles.

—No será problema—la miro un poco abrumada—Tiraré de los pocos ahorros que me quedan y compraré lo que pides. Todo sea para acabar cuanto antes con todo esto—digo resignada, colocándome el gorro que he traído bien centrado, para que no se me distinga la cara.

—Veremos lo que dices después de estar con varios clientes. Pongo la mano en el fuego que seguro que te acabará gustando y verás todo este trabajo como algo normal y una forma muy efectiva de  ganarte la vida y apenas sin esfuerzo—dice levantándose de la silla.

—Lo dudo mucho que así sea—lo miro con asco—Siempre me ha repugnado la gente que ha vendido su cuerpo a la menor oportunidad—digo rabiosa, mientras me giro para que no me vea derramar algunas lágrimas.

—Te veré en unos días y ya me traerás parte del dinero que obtengas para ir solventando la deuda. Espero que no me defraudes y me pagues cuanto antes esa gran suma de dinero, si no me veré en la obligación de ponerte en la misma situación que tu hermana—dice sonriendo, cuando ya estoy a la altura de la puerta.

—Tranquilo, eso será lo primero y no lo defraudaré—digo marchándome rápidamente de ese asqueroso sitio sin mirar atrás mientras rompo a llorar ahora que nadie me ve.

Cuando ya estoy más tranquila, cojo de nuevo un taxi y me voy de compras. Necesito renovar mi ropa interior, la que tengo ahora mismo ha visto mejores años y tengo que dar buena presencia a mis futuros clientes. Empiezo a estar muy nerviosa, mañana justo es el día de reyes y tengo mi primera cita como escort. ¡Menudo regalo!. Hace años que no práctico sexo, el trabajo para sacarnos adelante me ha comido todo mi tiempo libre y mis ganas de vivir e interactuar. Espero que no sea un fetichista y me folle duro, porque sino va a ser como mi primera vez y estaré dolorida muchas semanas.

Entro en una tienda que no parece muy cara para probarme varios modelos. La dependienta se muestra encantada de enseñarmelos casi todos, porque presiente que seré una buena clienta a pesar de que mi ropa no es nada ostentosa y su cara refleja la más absoluta felicidad porque hará una buena venta, aunque la mía sea bien distinta.

Dos horas más tarde, salgo de la tienda con unas cuantas bolsas. Ahora iré al centro comercial a gastarme lo poco que me queda en ropa elegante, porque mi vestuario deja mucho que desear.

Después de una mañana agotadora de compras, decido darme un descanso y entrar a comer algo en un sitio de comida rápida. Es lo más rápido y barato que me puedo permitir y visto que he dejado mi cuenta a temblar, esto será lo mejor. Entro con todas las bolsas, no me doy cuenta y tropiezo de frente con lo que parece una espada bastante robusta, cayéndome parte de las bolsas al suelo.

—Discúlpeme señor. No le he visto al entrar—digo avergonzada recogiendo mis bolsas del suelo.

—Discúlpame usted a mí. Me he cruzado sin mirar si entraba alguien y le he tirado con sus bolsas. Espere que la ayudo—dice agachándose para recoger la última bolsa que ha quedado en el suelo.

Él me la da y poco después me ofrece su mano.

—Perdóneme, no me he presentado. Mi nombre es Marcus, encantado de conocer a una bella dama como usted.

Yo me quedo hipnotizada, viendo sus bonitos ojos verdes tan expresivos y su buena planta. Lleva un traje gris oscuro de raya diplomática con una camisa pulcramente planchada. A mi se me da fatal planchar y lo odio. Después de estar escrutandolo durante unos segundos, le ofrezco mi mano también.

—El placer es mío. Mi nombre es Claudia—digo aún avergonzada, porque se ha dado cuenta de mi escrutinio.

—Espero que pronto nos volvamos a ver—dice cogiendo su maletín que estaba apoyado en el suelo. 

Yo me quedo de espaldas a él y decido coger la carta para pedir. Decido pedir una ensalada y una hamburguesa de pollo con patatas y un agua. La camarera coge mi comanda y poco después, estoy engullendo el plato. Huele deliciosamente y no quise esperar más, ya que después de olerlo, me ha entrado un hambre canina.

Pocos minutos después, decido pagar mi cuenta e ir a descansar un poco a casa. Estoy agotada y tengo que mentalizarme para el día de mañana, pero cual es mi sorpresa que al intentar pagar, la camarera me ha dicho que me han invitado. Sorprendida por el bonito detalle, le pido que me dé referencias de quien lo ha hecho y me quedo fascinada cuando he descubierto que ha sido Marcus el que lo ha hecho. Lástima que no haya podido darle las gracias, porque no sé tampoco como ponerme en contacto con él,  porque no me ha dejado ningún recado. Dándole las gracias a la camarera, decido irme a casa caminando. Aprovechando que ahora no llueve y mientras lo hago, no puedo dejar de pensar en la suerte que he tenido de haberme cruzado con él, ya que es un hombre muy atractivo. A ver si el destino nos vuelve a poner a prueba y nos vuelve a juntar. Espero que pronto pueda verle. ¿Pero que estoy diciendo? En cuanto se entere a lo que me dedico si alguna vez me lo encuentro seguro que huye despavorido y no lo vuelvo a ver. A eso me voy a enfrentar a no conocer nunca el amor. Ese será mi destino después de lo que mi madre le ha hecho a mi padre. Así voy en mis pensamientos y me voy acercando hacia mi casa con una sensación agridulce. Agria por la cita que me espera y dulce por ese hombre que tan buena impresión me ha dado y que está fuera de mi alcance, pero oye la bonita sensación que me ha dado no me la quita nadie.





Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro