08/12/2017

Bueno querido diario después de que había leído la carta de Catalina le di su tiempo para que pudiera encontrarse ella misma.

Ya había pasado un mes de eso (acuérdate que todo paso en setiembre) y no sabía que le había pasado a Catalina porque no me volvió a llamar ni escribir, había dado todo por muerto porque ella era mi única fuente o mejor dicho era mi ayuda económica para ayudar a mi familia.

Pasé toda una semana pensando cómo iba a conseguir otra mujer que quisiera pagar por mis servicios de dama de compañía porque cada vez que me metía a la aplicación solo hombres salían; me rendí y empecé a tener encuentros con esos hombres y la verdad mi paga era bastante buena no me quejaba y gracias a Catalina que me había dicho que podía decirle a mi padre y a mi madre que el dinero que me estaba ganando era porque era la asistente personal de ella por dicha me creyeron y me salve por un poquito de ser descubierta por ellos y todo fue por culpa de mi guapa profesora de español (Fernanda) ya que un día estuve en su casa con su querido marido en el cual le estaba complaciendo con una fantasía muy BDSM en la cual él quería ser un sumiso y que lo dominara en todos los sentidos, lo hice, le complací pero no nos habíamos percatado que mi querida profesora había entrado en su cuarto porque el marido de ella era muy ruidoso y con los gritos que pegaba obviamente no íbamos a poder escuchar sus tacones.

Cuando me di la vuelta y me pongo mis lentes para ver mejor (perdón si antes no les había dicho que usaba lentes es que se me había olvidado), veo a mi guapa profesora con cara de matarme y confundida porque al principio no me reconoció porque lo único que tenía puesto en ese momento era un liguero negro con encajes y con mis tacones cerrados de punta de aguja.

Estúpidamente hable y llame a la profe por su nombre y dije la típica frase que dice todo el mundo cuando son descubiertos.

Charlie: -Fernanda no es lo que usted está pensando, todo tiene una explicación. -le dije.-

Y que gran error cometí porque ella al final me reconoció y más alimente su enojo, salió del cuarto para no sé a dónde o que parte de la casa y así me dio tiempo para ponerme mi ropa.

Para evitar que se hiciera más grande el problema le digo al marido de la profe que me diera mi paga para irme y el muy imbécil no me lo quería dar porque me decía que no había completado mi trabajo y un montón de varas más me dijo, me enojé de una manera que lo agarre del cuello y lo amenace para que me pagara.

Por dicha el imbécil me pago porque le dio miedo morir porque cada vez que se negaba a pagarme más le apretaba el cuello (nunca soy de reaccionar de esa manera pero era tanta la ira que tenía, que me importaba un carajo terminar en la cárcel).

Salgo de ese cuarto con la mirada viendo al suelo ya que no quería verle la cara a Fernanda porque me daba vergüenza y asco por haber llegado a estos extremos ya que era su esposo el que me había contratado mis servicios y no podía decirle que no por los motivos que tenía. Camine hasta donde se encontraba la puerta para salir de ese incómodo momento pero para mi mala suerte Fernanda se encontraba en la pura puerta me ve y se me acerca y lo único que me dijo fue.

Fernanda: -Que pena y vergüenza me das, nunca me imagine que una joven tan talentosa como tú llegara a caer tan bajo -lo dijo con lágrimas en sus ojos y con enojo.-

Después que me dijera eso algo en mi se quebró porque había lastimado a una persona que estimo demasiado y aunque ella ni nadie sabe me gustaba. Al rato siento un fuerte golpe en mi cara nunca me imagine que la guapa de Fernanda llegara a ese extremo en bofetearme pero tenía sus motivos y razones, les había arruinado su "feliz matrimonio", me sentía la persona más miserable y sucia solo por haber hecho eso pero ella no sabe el porqué hago esto; la veo me doy la vuelta abro la puerta y salgo de su casa.

Ya fuera de esa casa empiezo a caminar hacia la mía pensando de cómo iba hacer en el colegio cuando me tocara las clases de ella; era tanto los pensamientos que tenía que no me había dado cuenta que el imbécil del marido de Fernanda me venia siguiendo, solo siento que me agarran del brazo y me dan la vuelta (como me enoja que me hagan eso) lo veo con mi cara de enojada ya había tenido suficiente problemas gracias a él; el idiota se me acerco y me dijo que quería una segunda ronda pero que esta vez él asumía todos los gastos y que me pagaba el doble de lo que me había pagado anteriormente.

Al principio lo pensé pero me llegaron las palabras de mi amor platónico y me hicieron caer en la realidad, le dije al marido de Fernanda que no y que mal se lo tomó porque me empezó a tratarme como una cualquiera, puta y hasta de golfa; por dicha una pareja iba pasando y cuando vieron que el muy imbécil me iba apegar se le tiraron encima y me alejaron de él, les di las gracias a ellos por haberme salvado de esa golpiza (aunque la verdad una parte de mí me decía que lo necesitaba por mis acciones que había cometido).

Al rato de haber pasado ese momento tan feo llego a mi casa no saludo a nadie porque lo único que quería era solo bañarme y encerrarme en mi cuarto y que nadie me viera o dijera algo.

Me bañe, me puse una pijama cómoda y baje a cenar para que mi familia no me bombardearan con preguntas que no quería responder, terminamos de cenar recojo los platos de la mesa y los llevo directo a la cocina para ser exactos en el lavaplatos, subo a mi cuarto y me encierro hasta el siguiente día.

Quien se iba a imaginar que algún día me iba a pasar y lo peor de todo fue con una de mis profesoras del colegio, eso me pasa por no conocer bien a mis clientes o obligarlos a que me lleven a otra parte que no sean sus casas.

Bueno mi buen y único amigo hasta acá te dejo pero mañana te cuento lo que hice después de todo y sabrás que paso con Fernanda.