1/01/2018

Continuaré por donde me quedé.

Esperé que las clases terminaran y que mi madre Victoria me devolviera mi celular para poder salir del aula.

Ya teniendo mi celular me despedí de mi madre Victoria, le recordé que tenía que estar a las 5:00 p.m. en mi casa con mi madre Regina y no se podían quitar.

Porque conocía muy bien a mi madre que en un momento me dice que sí pero al rato se quita y quiero evitar eso porque hoy todas nos vamos a descontrolar.

Salí del aula de mi madre Victoria y empecé a caminar rumbo al parqueo donde tenía que esperar a Fernanda para irnos juntas.

Se acuerdan que había creado un grupo con todas las que íbamos a ir... bueno todavía no he escrito nada en el porque primero quiero hablar con Mónica para que me reservé una mesa en la parte de la disco, pedirle también que pueden ir a limpiar y recoger mi cuarto para que Fernanda, Andrea, Daniela, Vilma, Minerva y mis madres dejen las cosas ahí y se puedan cambiar cuando quieran e ir a la piscina y hablando de piscina para que también me reserve una pero la que está en la terraza con lo hermosa vista y para tener seguridad para que otras personas no nos vayan a molestar o en mi caso que se me vayan a acercar ya que ahí soy muy conocida como Charlie y hoy iré como Casandra.

Por mientras que voy caminando, sacó mi celular y voy directo a la lista de mis contactos y buscó el número de Mónica, ya cuando lo tengo le marco.

Llamada entre Mónica y Casandra

Espero que me responda.

Después de unos segundo escucho.

Mónica: -¡Aló!

Casandra: -Hola Mónica querida.

Mónica: -Disculpa ¿Quién eres? Es que tu voz se me hace conocida pero ahorita no me acuerdo.

Casandra: -¡Jaja! Tan rápido se olvidan de uno... diré algo que solo nosotras sabemos y para que te acuerdes de mí.

-Solo soy tu sumisa y de nadie más. -lo dije con voz seductora y juguetona.

Mónica: ¿Charlie eres tú?...

Casandra: -Sí querida soy yo.

Mónica: -Discúlpame si no te había reconocido la voz es que ha pasado bastante tiempo de que no hemos vuelto hablar y ni siquiera has vuelto a visitarme al Club.

-¿Cómo has estado? Y en ¿Qué te puedo ayudar?

Casandra: -Estoy bien por dicha, ¡jajajaja! Como me conoces ¡jajajaja!

-Te cuento, hoy voy con un grupo de mujeres para al Club y quería pedirte varias cosas lo primero que me reserves la piscina que está en la terraza con la hermosa vista, también una mesa en la disco y tú ya sabes cual es y me incluyes la barra libre por favor, segundo podrías mandar a alguien a limpiar y recoger mi cuarto para que las mujeres que me van a acompañar dejen sus cosas ahí y se puedan cambiar ahí, tercero me puedes poner seguridad porque no quiero que ningún cliente mío me reconozca y me llame por mi segundo nombre que es Charlie y cuarto ¿Nos puedes abrir a las 5:30 p.m? Por favor.

Mónica: -¡Wow! A lo que veo vas a disfrutar a lo grande... lástima que no me invitas y sí te ayudaré con lo que me pides solo con una condición y otra cosa... ¿Cómo te llamas realmente? Porque ahora sí me dejaste perdida.

Casandra: -¿Cuál sería mi condición? Y me llamo Casandra Charlie, el día que nos presentaron estaba en uno de mis encuentros como dama de compañía y a mis clientes me les presentó con mi segundo nombre para que nadie me pueda reconocer.

Mónica: -¡Ah! Ahora entiendo todo.

-Mi condición es que me dejes darte un beso al frente de las personas con quien vas a estar acá.

Casandra: -Está bien querida, te daré el beso, si quieres puedes invitar a unas amigas tuyas y te unes a mi actividad.

Mónica: -Me estás hablando en serio pensé que no me ibas a invitar a tu actividad.

-Y otra cosita ¿Con cuantas personas vas a venir? Sabes que a pesar de que tengas pase VIP necesito los nombres de las personas para que las dejen pasar y que les pongan el brazalete.

-¡Ah! Y si te voy abrir a las 5:30 p.m.

Casandra: -Mónica querida te estaba guardando para el final y si estoy hablando en serio.

-Con base a las personas que me van a acompañar son: Vilma que ya la conoces, voy con mis dos novias la Dra. Andrea Villareal y mi profesora de español Fernanda, mi cuñada y abogada Daniela, mi madre Regina, mi otra madre y profesora de Aduanas Victoria y por último me acompaña la directora del colegio Minerva.

-Gracias por abrirme a esa hora; bueno querida te dejó porque como sabes no puedo hacer dos cosas a la vez y mi novia ya me debe de estar fusilando porque no he llegado al parqueo donde me está esperando para irnos a la casa y a listar todo para ir allá.

-Nos vemos.

Mónica se despidió y corto la llamada.

Fin de la llamada

Tuve que apresurar el paso porque si duraba un minuto más Fernanda me deja botada en el colegio. Llegué a tiempo me subí al carro de Fernanda, le doy un beso en los labios y me disculpe con ella por haber durado en llegar.

Ella me perdona la tardía, encendió el carro y salimos del parqueo del colegio rumbo para la casa.

Por mientras que Fernanda manejaba me puse a escribir en el grupo que creé.

Nos Fuimos al Cataleya (Vilma, Daniela, Andrea, Fernanda, Minerva, Victoria, mi madre Regina y Casandra)

Hola a todas, espero que estén bien.

Bueno de antemano quiero agradecerles por aceptar mi invitación para ir al Club Cataleya para salir de la rutina y olvidar todo lo malo que hemos vivido.

Voy a ser directa

Por favor estar todas a las 5:00 p.m. en mi casa, ahorita les envió la ubicación, porque hice una reservación a las 5:30 p.m. hay que llegar a tiempo para que les pongan el brazalete VIP y recuerden llevar traje de baño, paño y ropa para cambiarse por si quieren ir a las piscinas de hecho tenemos reservada una piscina y una mesa en la discoteca del Club.

De antemano les pido que no me pregunten como es que hice todo o como es el ambiente del lugar porque de eso se va encargar Mónica la dueña del Cataleya y Vilma tu no vayas a decir nada por favor.

Fin del chat

Después de eso todas respondieron que estaba bien que confiaban en mí y que de fijo todas estaban en punto en mi casa.

Les envié la dirección de mi casa.

No sé en que momento llegamos a la casa, Fernanda abre la puerta del garaje para estacionar el carro, lo estaciona, apaga el carro, quita las llaves y salimos nosotras.

Ya cuando entramos a la casa empezamos a llamar a Andrea para saber si ya estaba en la casa pero al aparecer todavía no había llegado del trabajo.

Sabiendo que estábamos solas y que todavía teníamos bastante tiempo, se me ocurre acercarme de manera muy provocativa a Fernanda.

Ya que me le acerqué, la empecé a besar de manera muy sutil porque quería ir despacio...

Mmm... querido amigo mejor mañana te cuento que hicimos pero por ahora te quiero dejar con la intriga.