12/06

Un ejercicio innovador, charlar con alguien del curso sobre cualquier tema.

Y así después de hablar con muchas otras personas (por orden de la tutora) terminé ahí, sentada junto a él.

Ya habiamos hablado, de hecho ayer. Enrique solo me sonrió, como siempre tan amigable, tan jodidamente amigable.

Le conté sobre un libro que me gustaba mucho llamado “Paloma”. De hecho, pensándolo de ese modo, Enrique me gusta por causa del Enrique que aparece en el libro.

Aquel Enrique, tan encantador, humorístico, alegre, con tanto ánimo siempre. Es tan parecido al que tenía justo a lado mío.

«¡¿Me voy a morir?!» exclamó. Llamando la atención de todos.

«No, Enrique no te vas a morir. El Enrique de la historia se murió. Tú no, tranquilo» fue todo lo que pude decir mientras negaba muy avergonzada.

«Perdón, pero explicame bien... ¿Qué pasó» y le conté.

Para resumir, Enrique se había enamorado o ilusionado (enganchado con un fuerte cariño) de Paloma, una chica callada, reservada y demasiado inteligente.

Un día uno de los ex-amigos de Enrique estaba intimidando a la chica (quería violarla) y él no lo permitió, ganado así la muerte. (Es que... maldito Lobo)

La expresión de susto, miedo y sorpresa en su rostro era increíble y por alguna razón, me causaba risa.

«¿Tú harías lo mismo?» no tengo la menor idea de donde salió esa pregunta.

Pero lo que en verdad me gustaría saber es qué significó la respuesta. «Sólo si se tratara de ti»

Aún no puedo dejar de pensar en eso. Por un momento dentro de mí había tanta esperanza. Porque pudo decir que sí, con su novia o simplemente que no. Mas no fue así, dijo que moriría por alguien (básicamente) y dijo que lo haría sólo si fuera por mí...

Lamentablemente casi nada dura y aquella esperanza junto a mi emocionado, testarudo y sensible corazón se extinguió en la tarde, cuando los vi salir juntos, felices.

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Tuti🍓