22/05

Desperté algo tarde por lo que también estaba llegando tarde. Pues él iba en las mismas, como siempre, traté de evitar su mirada pero de repente me sujetó. Lo regresé a ver, sentí una emoción interior tan grande que no podría explicar.

«¿Me odias?»

Y sí, quise pegarte por semejante pregunta estúpida. Yo por mi parte sólo negué, sentí que si abría la boca a lo mejor y no me salía la voz.

Sonreiste. Seguimos, estabas recargado sobre mi mochila. Como si fuese tu cama, tu brazo reposaba ahí, tu peso sobre mi, sentí que en cualquier momento me caería. Te escuché reir y volteé a verte, dijiste que estaba roja y preguntaste si estaba incómoda. ¿Cómo te gritaba que no sé lo que sentí?

Sí, no sé, fue una gran mezcla de emociones dentro de mí, me sentí incómoda, feliz, emocionada, con ganas de lanzar un grito. Pero sólo seguí respirando hasta que entramos.

Para mi suerte, el resto del día pasó con tranquilidad, tú con tus amigos y yo con los míos. Claro, no pude concentrarme en nada, para mi todo el mundo caminaba, hablaba y pasaba delante de mi tan rápido que ni lo sentía. Se puede decir que dejé de pensar.

Siento que quieres abrir aquella jaula en la que se supone  está mi corazon. Y haré todo lo que esté en mi poder para evitarlo...

A pesar de que siendo honestos, quizás aquella jaula estaba cerrada para muchos otros por el hecho de que ha sido construida para que la abrieras tú...

—————

Tuti🍓