24/12

¡Navidad! ¡Navidad! ¡Llegó Navidad! Como dije al principio del diario, no soy muy creyente pero... ¡Es Navidad! Hay que tener espíritu.

Le regalé a Enrique una pulsera, esas cosas que se ponen en la mano, bueno muñeca.

Es uno que me gustó mucho, estábamos con papá caminando, íbamos a comprar un juguete para Sara, claro que Sara fue a escoger su juguete pero bueno.

Y lo vi, era una pulsera roja que tenía un pequeño corazón de algún tipo de metal o que voy a saber yo de cómo se llama, pero brillaba.

Eran dos por uno, dejando el lado de que eran para parejas, me gustó mucho.

Ambos tienen un corazón, Enrique y yo nos la pusimos en la mano izquierda como siempre él no dejó de bromear al respecto.

«Es rojo como el hilo del destino, ¿será esta la prueba de que estamos destinados a estar juntos? No pido mucho, sólo el resto de nuestras vida o de la mía, pasar toda una vida junto a ti es todo lo que necesito»

Eres tan lindo Enrique, tan jodidamente lindo, tierno y cursi. Creo que no hay nadie como tú.

Si tienes razón, nuestro hilo nos volverá  a unir.  Sólo espero que tengas razón. Hay que ser pacientes.

Espero podamos volvernos a ver, Deus. Sé que el destino nos volverá a unir cuando lo considere necesario y correcto.

Créeme, no sé cómo pero estoy segura de que cuando nos necesitemos el uno al otro, cuando de verdad ya no podamos sin el contrario; la vida cruzará nuestros caminos nuevamente y así volveremos a unirnos.

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Tuti 🍓