03/11

Cada vez está más cerca el cumpleaños de Enrique, cada vez está más cerca la hora de mi partida.

Aún no puedo creer que no he tenido el valor de decirle lo que pasa.

No, se lo iba a decir. El universo no quiere, van tres veces en las que intento decirle y siempre somos interrumpidos. Quizás el destino necesita que no se lo diga.

Volvemos a clases el lunes, hoy es sábado. ¿Para qué volvemos? Van a organizar la Navidad antes de tiempo, ya que pues la verdadera fecha son días feriados. El 3 de Enero vamos a la despedida, sí, la gran despedida por unos meses hasta que las clases empiecen de nuevo.

En mi caso, sólo una gran despedida. Mi último día ahí. No estoy lista.

Enrique no me ayuda, es tan lindo, tan carismático, tan romántico, tan inocente, tan amable, coqueto y lleno de humor.

Él me dijo que se había encargado de lo que pasaba con Sara y John. Ni idea de que pasó, mi hermana no me quiso decir nada.

«Secreto entre cuñados» y ambos rieron.

Ay, Enrique ¿Por qué es tan complicado mirarte y no amarte?

Es imposible no amarlo, diario. Es tan difícil no sentir lo que siento por ti, Enrique.

Es tan rara la confusión que me creas cuando me besas y te vas como si nada, cuando sonríes o me tomas por sorpresa y me abrazas. No es sencillo ser yo en este momento.

No quiero ser yo. No quiero estar en mis zapatos.

Pero tampoco desearía que nadie más tomara mi lugar.

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Tuti🍓