Puedo contar con los dedos de la mano cuantas veces me sentí mal en una semana. Digamos que casi todos y dejemos el asunto ahí.  Al cuarto día de sentirme mal resolví que tal vez debía volver a probar dejar el gluten de largo, pero me costó un día más dejarlo del todo. ¡Es como una resaca de gluten que nunca que se va! Y uno sigue comiendo.

Bien, la empecé con la mejor onda. Ese viernes me morí de hambre, tan literalmente como si me arrastrara por un desierto de piedra y mi estomago se comiera a si mismo.

«Bueno, no. Pero me morí de hambre»

¿Cómo carajos se me va a ocurrir hacer una dieta sin gluten cuando no hay NADA en mi casa sin gluten? ¡Y encima en un día feriado!

«I'm a Genius»

Así fue como se me ocurrió hacer un pan.

Tenía premezcla de tres harinas sin Tacc en algún tarro por ahí, algo que mamá había comprado por diciembre. Así, con esa receta tan chota, encontré una levadura en polvo y me puse manos a la obra.

JA JA JA JA

En primer lugar, la levadura estaba vencida. Supongo que por eso nunca levó. En segundo lugar, esa receta estaba fallada, porque no solo era un piedra, si no que era una piedra con sabor a nada. Ni caliente zafaba. ¡Mis divinas predicciones sobre el futuro desastroso pan fueron ciertas! Y ahí estaba esa cosa que podría ser usada como ladrillo o como arma nuclear contra un apocalipsis Zombi.

Conclusión... si la receta dice: harina, agua, levadura y sal, no le crean, es todo una cruel mentira. Segunda conclusión: al parecer harina panificable no es lo mismo que premezcla *Dato importante*.

Me resigné monumentalmente y tiré esa cosa por la terraza. ¡No, no mate a nadie!

¡¡...Nadie que conozca!!!

Pasaron como dos días más. Seguía con mi dieta, intentando reemplazarla con cosas y no morirme de hambre, y me animé a retomar el pan. Agarré esa receta del mal , la hice y le agregué manteca derretida. Mi resultado fue un pancito que estaba medianamente blando en el interior, con SABOR, pero que seguía pareciendo un chipa sin queso. De aspecto seguía siendo un horror.

Conclusión número uno sobre la prueba de laboratorio número dos: NUNCA disuelvan la levadura con agua muy caliente. Mi madre dijo que directamente asesiné a la levadura-

Conclusión número dos sobre la prueba de laboratorio número dos: Ojo con la sal.

Alguien del otro lado del mundo se debe de estar cagando de risa de mi. O bañándose en panes sin gluten perfectamente elaborados. Algo así como una piscina de pan, uno de esos oasis inexistentes pero que en la mente de un celiaco son reales. MUY REALES.